El blog de Marc Bernabé

Estadísticas manga 2019

Como cada año, toca publicar las tradicionales “Estadísticas manga”, cuyo objetivo es hacer un retrato del estado del cómic japonés en el mercado español. De nuevo, y ya llevamos muchos años, esta es la única entrada anual en un blog que, de no ser por ella, ya estaría abandonado debido a que simplemente no tengo el tiempo que me gustaría para leer y reseñar. Eso sí, las ganas de seguir leyendo manga, comentándolo y haciendo “proselitismo” siguen intactas, pero por otras vías, entre ellas las redes sociales (Twitter, Instagram, Facebook) y también conferencias y charlas, propuestas diversas y, mucha actividad entre bambalinas. Además, en este año 2019, he publicado dos libros, uno directamente relacionado con este mundillo que es mi pasión: 501 mangas que leer en español, escrito junto a Oriol Estrada.

Es evidente, viendo las cifras que año a año presento en estas Estadísticas, que el mercado del manga en España ha crecido una barbaridad. Ya camino de los 30 años de publicación regular de cómic japonés en español, la cantidad de obras publicadas total o parcialmente en este es ingente: hay fuentes que hablan de más de 2000 títulos diferentes, pero otras hinchan esta cifra incluso hasta los 3000. En cuestión de tomos, solo sumando los que hemos ido contando desde 2001 las cifras que arrojan estas Estadísticas, salen 10.340 volúmenes de manga publicados (¡y sigue siendo inferior a lo publicado en Japón EN UN SOLO AÑO: en 2018 salieron más de 12.500 tomos nuevos en el país del sol naciente!). Solo en el mercado español, en estos últimos años, a razón de unas 800 novedades por año, se evidencia que es muy complicado seguir razonablemente bien qué se publica, si no estás MUY metido en el mundo del manga. Y es muy fácil que al lector ocasional se le pasen por alto obras que posiblemente le habrían entusiasmado pero que han quedado “enterradas” en la avalancha de novedades que inundan las librerías mes a mes. Siendo conscientes de esto, Oriol y yo propusimos a Norma Editorial realizar un libro en el que hacemos una selección de 501 obras que han sido parcial o totalmente publicadas en español, siguiendo una serie de criterios que puedes examinar, si te interesa, en la sección “Criterios de selección” del apartado “Links y descargas” de este enlace.

Antes de empezar, como siempre, recomiendo repasar lo dicho el año anterior para contrastar. Además, aquí tienes un índice con todas las realizadas desde el año 2008 para consultar el histórico.

Y, también como es habitual, toca hacer un corta y pega explicativo, para que nadie se lleve a engaño sobre lo que son y, sobre todo, lo que “no” son estas estadísticas. Solo contamos las novedades. No se cuentan relanzamientos a precio reducido ni segundas o terceras ediciones (reimpresiones), aunque sí reediciones en formato distinto al que aparecieron en su origen –kanzenban, bolsillo, tomo doble…– o con el mismo formato, pero nueva traducción y rotulación, a menudo bajo un sello editorial diferente del que lo publicó en el primer momento. Independientemente de que una novedad tenga una tirada de 500 o 20.000 ejemplares –dato que no podemos saber–, para nosotros será solo una novedad. Tampoco el número de páginas influye: cuenta igual un tomo de My Hero Academia de 190 páginas que las obras de la colección Osamu Tezuka, de unas 600 páginas cada una (es injusto, lo sabemos, pero de algún modo tenemos que hacer el recuento). Definimos manga, por cierto, como “cómic realizado en Japón y destinado, originalmente, al público japonés”. Una definición cada vez más difuminada, ciertamente, pero en algún lado hay que marcar la línea.

No barajamos cifras de tiradas ni de ventas porque las editoriales no las facilitan. Por eso, aunque podamos llegar a una conclusión (p.e., el mercado del manga en España está en auge), esta conclusión solo se aplica al hecho de que sale una cantidad superior de novedades con respecto a los últimos dos o tres años. Si supiéramos otro tipo de cifras, la conclusión podría ser radicalmente distinta. Sea como sea, este año contamos con unos datos muy interesantes derivados de una entrevista al responsable de derechos internacionales de la editorial Kōdansha, una de las tres grandes de Japón, que claramente afirma que el mercado del manga (para su editorial, al menos) en Europa se ha multiplicado por 2,6 en los últimos años. No me parece descabellado, pues, afirmar que el mercado español ha protagonizado un auge que irá por estas cifras, doblando o triplicando su cuota de mercado en los últimos tiempos. (Para algunos extractos de la entrevista, recomiendo leer mi hilo de Twitter al respecto).

Finalmente, recordar que estas son unas estadísticas realizadas de forma totalmente amateur, “por amor al arte”, como se dice, por lo que podría haber errores, nos podríamos haber dejado alguna obra por contabilizar, puede haber debate sobre si la obra X es “reimpresión” (por lo tanto no cuenta) o “reedición en otro formato” (por lo tanto sí cuenta), o incluso si cuenta como “manga”, etcétera. No quiero que os toméis esto como unas cifras absolutas y poseedoras de la verdad absoluta. Para lo que sí tienen que servir, y sirven, es para tener un retrato aproximado pero suficientemente fiable de cómo está el mercado.

Por cierto, este año, al igual que el pasado, los compañeros de Guía del Cómic han realizado también un análisis interesantísimo, bastante parecido a este pero con la particularidad de que analiza el mercado del cómic en general. Lo han colocado en este hilo de Twitter y en este tuit en concreto (y sucesivos) hablan específicamente de manga. Veréis que los números que manejan son muy parecidos a los nuestros, pero no exactos, lo que posiblemente se debe a criterios distintos de contabilización. En todo caso, las cifras son suficientemente parecidas y a efectos del análisis del estado del mercado no solo no afectan estas discrepancias, sino que el hecho de tener dos recuentos distintos que arrojan datos tan similares nos va a dar aún más seguridad y fiabilidad que antes.

Vamos allá con la cifra de tomos de manga editados en el año 2019, 838 nuevos tomos, nuevo récord absoluto por tercer año consecutivo.

Ante todo, por si acaso, recordar –o informar al visitante casual– que soy traductor profesional de manga y codirijo una empresa, Daruma Serveis Lingüístics, que trabaja con múltiples editoriales y otras empresas del sector. Por lo tanto, mi visión del mercado siempre estará sesgada por sensaciones que puedo tener sobre él a raíz de estar en mi día a día en el “núcleo duro” profesional del mismo; hablar con editores, libreros, periodistas y otros profesionales; ver el ambiente en los muchos eventos sobre manga a los que acudo a lo largo del año; observar la cantidad de manga que hay no solo en librerías especializadas sino también generalistas (no hablo tanto de variedad de títulos sino de número de ejemplares a la venta de cada título); estar al tanto de noticias y rumores, oficiales o no; conocer de antemano algunos proyectos en los que pueden estar involucradas las editoriales; y más factores de los que incluso, probablemente, ni siquiera soy consciente.

De nuevo, pues, no me han sorprendido las cifras que han salido este año: estaba casi seguro de que superaríamos las cifras del año pasado o, de no ser así, al menos estaríamos muy cerca. Efectivamente, por tercer año consecutivo, batimos el récord de novedades en un año natural, con 838 tomos nuevos publicados. De nuevo, no veo en el mercado síntomas de agotamiento: la escena de publicación de manga sigue siendo apasionante y creo que solo una nueva crisis económica a nivel de país como la que afectó al mercado del manga entre 2009 y 2014 podría hacer cambiar esta tendencia que, pese al auge, se estabiliza, como se ve en los últimos 3 años. Parece que el “tirón para arriba” ya ha pasado y estamos en un momento de estabilidad en cuestión de novedades. En cuanto a las ventas, por el ambiente que se respira en editoriales y librerías, todo indica que la cosa va claramente para arriba: parece evidente que la masa de compradores y lectores de manga va en clarísimo aumento.

Ahora veamos cómo queda repartido el “pastel” del manga por editoriales.

Veamos también el gráfico de la evolución de número de lanzamientos por editorial y año desde 2008.

Vemos que Norma sigue en la primera posición como editorial que más novedades manga ha sacado, y por primera vez supera los 200 tomos publicados en un solo año natural. Aún queda un poco lejos de las cerca de 250 que publicó la extinta Glénat en 2008 (aquello tampoco era normal), pero nos vamos acercando. Planeta, en segunda posición, también da un subidón y publica 177, muy cerca de su récord de 187 en 2017. Ivrea, en cambio, baja un poco: de 152 pasa a 136, aunque hay que tener en cuenta que una de las obras que publica con periodicidad ágil es JoJo’s Bizarre Adventure, con tomos de unas 300 páginas. Por lo que, si contáramos por número de páginas, las cifras tanto de Ivrea como de Planeta (que edita mangas como El puño de la estrella del norte y La espada del inmortal también en formato tomo 300 páginas, por no decir las obras de Tezuka en formato tomo de unas 600 páginas) serían más elevadas y más cercanas a Norma.

En todo caso, la evolución de las “big three” es prácticamente paralela a lo largo de todo el gráfico y constantemente se van repartiendo los tres primeros puestos en distinto orden: se puede decir que las tres están prácticamente igualadas.

Lo que sí me ha sorprendido es la situación del “segundo vagón” del tren: siempre afirmaba que ECC y Milky Way eran las “dos medianas” y Panini la contaba como “la más grande de las pequeñas”. El auge de ECC y Milky Way era tan fulgurante que parecía que iban a alcanzar a las tres grandes y, en un momento dado, iríamos a contar con “big five”. Sin embargo, el gráfico indica que Milky Way ha crecido pero no tanto (seguramente han encontrado su punto de equilibrio), ECC, que iba lanzada como un cohete y parecía destinada a alcanzar rápidamente a las “big three” ha quitado el pie del acelerador y Panini, cuyo gran bastión es Marvel y tradicionalmente tenía al manga como un mercado en el que hay que estar, pero no prioritario (aparte, no hace falta decirlo, de su lucrativo negocio de siempre de los cromos), se ha puesto muy en serio con el manga. De nuevo, si analizamos los formatos, si bien Milky Way y ECC publican tomos “tradicionales” de unas 200 páginas (con excepciones, claro), Panini se ha centrado mucho en las llamadas ediciones “Maximum”, que son tomos dobles de unas 400 páginas. Reediciones y recuperaciones como Gantz, Bleach, Lupin III y Berserk, pero también novedades como la entrañable y muy necesaria El marido de mi hermano, Spice and Wolf y Banana Fish, se publican en este formato. De contar no tomos sino número de páginas publicadas, Panini habría desbancado tanto a Milky Way como a ECC para colocarse en la cuarta posición. Un subidón impresionante para una editorial que entre 2008 y 2016 se había mantenido siempre entre las 25 y 30 novedades por año, formando casi una línea horizontal en el gráfico. La apuesta de Panini por el manga, definitivamente, se ha confirmado.

En estos momentos, las tres grandes editoriales publican un poco más del 61% del manga que se comercializa en el mercado español. Si a esta cifra le sumamos las tres mediadas, el total es de 92,5%, casi igual a la del año pasado. Tenemos un mercado del manga, pues, concentrado en seis editoriales y un pedazo de pastel actualmente del 7,5% perteneciente a otras 13 editoriales. El hecho de contar con seis editoriales muy potentes en competencia entre sí da como resultado un mercado muy sano en comparación con otros países donde una sola editorial, o dos a lo sumo, controlan la práctica totalidad del mercado.

Aquí voy a realizar otro “corta y pega” para recordar algo que considero esencial y no quiero que se olvide en ningún momento: lo que estamos barajando aquí es el “número de tomos nuevos de manga editados”. No conocemos tiradas ni ventas. Probablemente, de conocer otros datos tendríamos que, solo por la influencia de Dragon Ball, que se intuye que es un megasuperventas, la hegemonía de Planeta sería bastante mayor. La división de cómics del grupo editorial más potente de España se especializa en los grandes shōnen, pero también rescata en otros formatos obras ya consideradas clásicas, o incluso directamente clásicas como la colección Osamu Tezuka, sin olvidarse del seinen de gran calidad o incluso entrando con mucha fuerza en nichos como el yuri. Norma sigue cazando grandes licencias de shōnen y shōjo, con muy buen ojo. Ivrea también sigue trabajando su línea habitual de obras más “otaku”, aunque su crecimiento y buen trabajo le ha hecho granjearse en los últimos 5 o 6 años el favor de las grandes editoriales japonesas, tradicionalmente reticentes a dejarle licenciar los pelotazos más gordos, que casi siempre iban a parar a Planeta o Norma: ya hace unos años que eso ha dejado de ser así. Además, el riesgo que tomaron en su momento con la gigantesca JoJo’s Bizarre Adventure se reveló como un acierto mayúsculo, lo que ha abierto la puerta a otras apuestas (por parte de esta y otras editoriales) igualmente arriesgadas, con mayor o menor éxito comercial pero, sin duda, un auténtico regalo para nosotros los lectores, que estamos viendo cómo se publican obras que en otra época sería impensable poder leer en español. Para muestra, un botón: el anuncio por parte de Planeta de la publicación en 2020 de una selección de capítulos de la divertidísima pero comercialmente difícil KochiKame era impensable. ¡Muy bienvenida será! Siguiendo su línea, las tres editoriales que van en cabeza tienen un catálogo muy coherente y un público que ya sabe qué esperar de ellas.

Sobre Panini ya hemos hablado hace unos párrafos: un aumento muy considerable de producción, con una línea editorial que puede parecer extraña o incluso errática pero que ofrece grandes regalos para los lectores de manga. Eso sí, tal vez se necesitaría un poco más de promoción por su parte, ya que el miedo que personalmente tengo es que algunas de las obras que publican, con lo buenísimas que son, pasen más desapercibidas de lo que deberían. Ya sufrimos en la época de la “burbuja” de 2004-2009 el fenómeno de obras increíbles que pasaron sin pena ni gloria (y muchas de ellas las reivindicamos en el libro 501 mangas que leer en español) y personalmente me daría mucha lástima que pasara algo similar.

Sobre Milky Way no tengo nada que decir que no haya dicho en años anteriores: un catálogo muy coherente, una línea editorial muy sólida, una base de “fans de editorial” (más que de obras o autores, curiosamente) en constante crecimiento, un ojo increíble a la hora de encontrar pelotazos antes de que lo sean (véase Atelier of Witch Hat, un superventas que ni siquiera tiene anime, ¡y espera a que hagan uno –cosa que ocurrirá tarde o temprano–!), un estándar de calidad extraordinario en toda su producción y un trato de tú a tú con los lectores vía redes sociales que debería ser el espejo en el que todas las editoriales deberían mirarse. Una trayectoria, a mi modo de ver, impecable y sorprendente en una editorial tan y tan joven, que surgió de la pura ilusión de unos fans que en un momento dado se profesionalizaron y empezaron desde cero.

El caso de ECC es diferente en el sentido de que, al menos desde fuera, no se ve muy clara su línea editorial de manga. Si bien es cierto que el caballo de batalla de ECC son los cómics de superhéroes de DC, su producción de manga aumentó de forma exponencial entre 2014 (año de su despegue en este sector) y 2018, pero en 2019 ha dado un frenazo considerable. Como decíamos en años anteriores, ECC parece haberse especializado en explorar un nicho de manga de tipo underground, incluso experimental, que me parece brutalmente interesante pero que comercialmente no tengo claro que sea muy lucrativo. Si bien es cierto que ha encontrado algunos fenómenos que se presumen superventas, como los mangas de Junji Itō o Nagabe, la producción de estos autores es limitada y, habiéndolo sacado ya todo o casi todo de ellos, actualmente parecen estar re-explotándolos con ediciones alternativas o de lujo, que sin embargo salen, parece ser, con demasiada poca distancia con respecto a sus primeras ediciones, a menudo conviviendo ambas en las librerías, lo que puede confundir al lector. No sabría interpretar el frenazo de este año de esta editorial, pero sí que es cierto que en el sector corren rumores no demasiado halagüeños sobre ella. Lo que es indudable es que, comercialmente viables o no, están publicando obras de un nivel de calidad elevadísimo.

Vamos a pasar al “resto” de las editoriales, que son 13 de ellas, y aquí intentaré ser más breve. La mayor de las pequeñas sigue siendo Tomodomo, con 18 novedades (una menos que el año pasado), ya consolidada con obras muy “suyas” y atreviéndose más con la obra de la autora clásica Moto Hagio, con su icónica El clan Poe previsto para 2020. Ooso pega un buen subidón este año con 10 novedades: de momento solo sacan mangas de Gō Nagai, spin offs de Mazinger Z y también Cutie Honey, y además siempre en dos versiones a elegir: catalán y castellano. Fandogamia ha sacado 8 tomos, igual que el año pasado, y Babylon protagoniza un gran debut en el sector del cómic japonés (que no con el cómic de tipo manga pero no de nacionalidad japonesa, en el que llevan años trabajando) debuta con 7. De hecho, Fandogamia, Babylon y Nowevolution (3 tomos) son editoriales que han ido muy en paralelo: empezaron y se consolidaron con cómics españoles de estilo manga y poco a poco han ido sacando otros productos de diversa índole hasta que han conseguido las primeras licencias japonesas. No por ello han dejado de trabajar en sus líneas habituales. Al contrario. Pasión, constancia y mucho trabajo es lo que caracteriza a estas tres editoriales prácticamente “hermanas” en trayectoria y filosofía.

En lo que queda de la lista, encontramos a algunas habituales que siempre se mueven por las mismas cifras: Ponent Mon (4 tomos, uno menos que el año pasado) que confirma su desaceleración en el manga pero no lo deja de lado, Astiberri (3), que ya lleva años con 2-3-4 novedades manga al año, La Cúpula (3), Gallo Nero (1) y Yowu (1). Al igual que el año pasado, quiero destacar a Satori, editorial especializada en literatura japonesa, que empezó en 2018 sacando 1 solo tomo de manga y en 2019 ha sacado 3, pero que ya ha anunciado una batería interesantísima de novedades para 2020 (obras de Kazuo Umezu, Leiji Matsumoto, Daijirō Morohoshi…) y que se perfila como una editorial que nos va a dar muchas alegrías a los fans del manga clásico, alternativo y experimental.

Como nuevas llegadas al mundillo de la edición del manga japonés encontramos a Héroes de Papel (1), especializada en obras de análisis de videojuegos y otras manifestaciones de cultura popular, y a Kodai (1), una editorial manifiestamente especializada en manga que ha debutado directamente con 1 licencia manga en 2019 (contrariamente a Fandogamia, Babylon y Nowevolution, que llevaban años “picando piedra” publicando cómics no japoneses) y que prometen dar bastante que hablar en el futuro.

En el apartado despedidas, destaca La Otra H, que tras pasar unos años publicando bastantes obras manga que adaptan grandes obras de la literatura universal y la filosofía, este año ha desaparecido por completo en el sector del cómic japonés. Si bien este sello de la prestigiosa editorial Herder sigue sacando algunas obras de cómic, estas no son de origen nipón. Otra desaparecida es DiValentis, aunque no es de extrañar: es bastante común ver a editoriales de tipo underground publicando alguna obra japonesa de cómic de año en año, pero no es algo que forme parte de su plan editorial, sino más bien “felices anomalías”. En total, este año contabilizamos 19 editoriales que han publicado algún manga, una menos que en 2018.

Para concluir, pasemos al análisis final:

Sí que es cierto que se ha batido el récord de novedades, pero es que además el ambiente que se respira en el sector es de optimismo. Parece haber un crecimiento constante de la masa crítica de lectores, que convierten a los superventas en aún más superventas, y permiten que obras más arriesgadas sean, al menos, viables. Llevamos ya tres años en unas cifras similares de lanzamientos de novedades, lo que indica que parece que se ha encontrado un punto de equilibrio. Si bien es verdad que la avalancha de novedades sepulta a las librerías cada mes, que tienen muchas dificultades en gestionarlas, la información circula y el boca a oreja funciona. Supongo que el siguiente paso es conseguir que las librerías especializadas, tradicionalmente pequeñitas y abarrotadas, sean más espaciosas, pero eso requiere una inversión muy grande por parte de los libreros, lo que es muy arriesgado porque una “finta” del mercado puede dejarles con el culo al aire. En todo caso, ya he visto librerías modernizándose, ampliándose y consiguiendo espacios enormes y muy agradables, así que supongo que es solo cuestión de un poco más de tiempo.

Decía el responsable de derechos internacionales de Kōdansha en la entrevista a la que he hecho referencia al principio de este artículo que una de las causas del auge del manga es que ahora tenemos anime disponible fácilmente en canales VOD como Netflix, Amazon Prime o incluso Youtube (los simulcasts de Selecta Visión), por no decir plataformas especializadas como Crunchyroll. Si uno tiene una suscripción de Netflix, aunque no sea fan de por sí, puede decidirse por darle al play a Ataque a los titanes, One-Punch Man, your name., Death Note, Evangelion… Y descubrir un mundo que de otra forma no hubiera descubierto. Y después le entran ganas de leer el manga original. Ciertamente, puede ser una de las causas de este auge y ampliación de la masa crítica de lectores y compradores. No la única, sino una de tantas.

Cada año hay más variedad y se explotan nichos que hasta ahora habían estado más ignorados, no por nada, sino por una pura cuestión de oferta y demanda. Si la demanda no está a la altura de la oferta y no es rentable, lo natural es que no se publique manga de un determinado tipo. Las editoriales no son ONG. Así, que cada vez veamos más mangas de nicho como BL, isekai, underground o incluso yuri (que parece en claro auge y por el que incluso un gigante editorial como Planeta ha apostado con mucha fuerza) es indicativo de que ya son rentables. Fantástico.

Lo mismo ocurre con otro de los nichos en los que íbamos un poco cojos: el manga clásico, del que cada vez tenemos más ejemplos publicados. El mercado español de manga cuenta no solo con cantidad, sino también con variedad y calidad, ya que lo se publica, que no llega a un 10% de todo lo que se publica en Japón (838 novedades en el mercado español en 2019 vs. unas 12.500 en el japonés en 2018), es evidentemente lo mejor de lo mejor. El lector tiene para elegir prácticamente de entre cualquier cosa. Estamos en un punto en el que tenemos disponibles ejemplos de manga de casi todo tipo, a gusto del consumidor, algo que hemos querido reflejar en el libro 501 mangas que leer en español. Lejos quedan ya los años en los que se publicaba solo shōnen, el ocasional shōjo y algunos seinen. Ahora tenemos de estos pero también muuuuuuchos más, incluso mangas de tipo documental. Lo único que falla, ahora, es el manga educativo: la desaparición (¿pausa?) de Herder y su colección La Otra H ha dejado prácticamente huérfano este sector.

Cada año desde hace [incontables] acabo este texto hablando sobre las posibilidades del medio digital con el manga y lo poco aprovechado que está. 2019 nos ha traído un avance muy significativo en este aspecto, con el estreno en febrero de la web Manga Plus by Shueisha en inglés Y ESPAÑOL. Una web gratuita que ofrece los primeros capítulos de mangas sobre todo de la sempiterna Shōnen Jump y otros bombazos de la “Gran S”, además de los capítulos más recientes, que se publican de forma simultánea con Japón. El mismo día en el que sale la revista de turno en Japón tenemos disponibles en inglés y español esos capítulos en edición profesional y legal, totalmente gratuita. Es de prever que el servicio se ampliará y se abrirá algún tipo de suscripción para acceder a leer el fondo editorial entero, de forma parecida a Netflix o Spotify. Esto todavía no ha ocurrido pero no creo que tarden en hacerlo, ya que sería lo más coherente. Si uno se engancha a Guardianes de la noche (Kimetsu no Yaiba), en Manga Plus solo puede leer los capítulos 1 a 3 y… los 3 más recientes, que son, a día de hoy, 186, 187 y 188. En estos momentos, si queremos leer los capítulos 4 a 185 sin recurrir a la piratería no queda más opción que ir a la librería y comprar los tomos físicos, y sin duda este es uno de los objetivos que busca Manga Plus: luchar contra la piratería publicando los contenidos antes que nadie –con lo cual la inmediatez con la que jugaban muchas webs piratas para conseguir visitas y, por lo tanto, ingresos publicitarios, queda sin sentido– pero también promocionar y fomentar la compra de los mangas en papel.

Aun así, el formato digital en Japón es ya una realidad más que tangible: de hecho, desde 2017 los beneficios derivados de las ventas digitales de los mangas en Japón ya superan a los del papel. El formato digital no es que sea el futuro, es que ya debería ser el presente. La gran cuestión es que, si bien los japoneses son más “lectores” de manga que “coleccionistas”, en Occidente en general los fans del manga aprecian mucho el hecho de “poseer” físicamente sus colecciones de manga y tenerlas bien ordenadas en sus estanterías. Fenómenos como el auge del anime (y de paso, el manga) provocados por plataformas como Netflix, que lo han sacado de su nicho y lo están convirtiendo en algo mainstream (es decir, consumido de forma general, no solo por el nicho otaku, que por mucho que esté creciendo no deja de ser un nicho) debería poder replicarse con el manga y deberíamos poder llegar a un punto en el que tengamos a coleccionistas de manga que soporten la industria del manga en papel, pero también a lectores que simplemente quieren leer y disfrutar de las historias, sin que eso implique gastarse 8 o 10 euros en cada tomo y tener las estanterías repletas de ellos. Y un porcentaje de estos lectores acabarán, sin duda, comprando algunas series en papel… por eso no creo que el digital acabe con el papel, al menos en una cantidad muy razonable de años.

El responsable de Kōdansha ya dio pistas en su entrevista de que las editoriales japonesas están trabajando la expansión internacional con el manga en formato digital. Es solo cuestión de tiempo y, a mi modo de ver las cosas, esto no es una amenaza, sino una oportunidad que sin duda se revelará beneficiosa para nuestro sector.

Para finalizar, un apunte sobre el “mangañol”, es decir, cómic realizado por autores españoles claramente inspirado (en estilo de dibujo, tipo de historia, formato, ¡incluso orientación de lectura!) en el cómic japonés. Desde el principio del manga y anime en España ha habido autores trabajando en este estilo: si bien siempre han tenido su público, nunca han llegado a ser mainstream. Son autores que viven en una extraña tierra de nadie, ignorados por gran parte de los lectores de manga por no ser japoneses e ignorados por los lectores de otro tipo de cómic por su aspecto manga. Una situación ciertamente difícil. No obstante, en los últimos tiempos he visto que este tipo de cómic por fin está despegando: en el último 25 Manga Barcelona vi las habituales colas ante autoras como Xian Nu Studio, con un núcleo de fans increíblemente fieles, pero aluciné con el recibimiento de obras como Liquid Memories de Fidel de Tovar y Dani Bermúdez, las interminables colas delante de Laia López (vale, más ilustradora que autora de cómic, pero aun así…) y sobre todo con el brutal recibimiento de la revista Planeta Manga, que tuve la suerte de vivir en primera persona al guionizar una de las historias (La Historia del Manga, con dibujos de Marian Company) y alucinar con el fervor de la gente, la pasión de los autores y la energía e ilusión de los editores de Planeta Cómic, el gigante editorial que ha decidido volcarse con el “mangañol” publicando una revista de cómic en formato y espíritu japonés que está destinada a marcar un antes y un después en este sector tradicionalmente tan injustamente ignorado. Tengo la sensación de que este tipo de obras, y su escena de autores y editoriales, ha despegado definitivamente, y que esto irá cada vez a más con obras de cada vez mayor calidad, perfectamente capaces de rivalizar con los mangas japoneses.

Y quiero finalizar con tres noticias relacionadas que han puesto un broche de oro al “mangañol” en 2019: Blanca Mira y Eduard Balust publicando un manga en una revista japonesa, empezando desde cero como cualquier otro autor japonés; autores como Kenny Ruiz, Ken Niimura, Belén Ortega o Víctor Santos publicado homenajes a Tezuka en la revista japonesa TezuComi y la obra Korokke y la chica que dijo no de Josep Busquet y Jonatan Cantero alzándose con el Silver Award en los Japan International Manga Award. ¡Increíble! ¡Felicidades a todos!

De nuevo, este año hemos realizado el recuento basándonos sobre todo en las listas de Listado Manga. Mis agradecimientos por su encomiable labor, así como a Toni Ramírez por su gran ayuda con los recuentos.
¡VIVA EL MANGA!

Nota final: Casi de forma simultánea a la publicación de este post, Norma Editorial ha anunciado un sustancial aumento de precios en su línea manga. Si bien es cierto que hacía muuuuchos años que el precio del manga estaba estancado con respecto al IPC, algo así tiene el potencial de crear un efecto dominó y provocar que las demás editoriales sigan un camino similar. Si esto afectará o no al mercado del manga a partir de 2020, está por ver.

Estadísticas manga 2018

A estas alturas ya me es inconcebible un inicio de año sin las correspondientes “Estadísticas manga” en las que analizar cómo está el mercado del cómic japonés en España y, por los comentarios que leo y oigo por ahí, no soy el único que espera ansioso el fin e inicio de año para ponerse al día de estas cifras y tomarle el pulso a la evolución de nuestro sector. También como viene siendo habitual, me disculpo por la nula actividad de este blog durante tanto tiempo: demasiados compromisos y viajes, mucho trabajo (¡y que no falte!) y, obviamente, la familia y todo lo que comporta, me dejan sin tiempo no ya para escribir para el blog, sino incluso para leer manga de forma más o menos regular. ¡Por suerte me dedico a traducir manga, así que, aunque sea por trabajo, leo montones de obras ^_^!

Suplo la falta de actualizaciones del blog con la actividad en redes sociales, sobre todo en Twitter (@marcbernabe) pero también en Instagram (@marcbernabe) y Facebook (Marc Bernabé). Si me seguís en cualquiera de ellas, pero sobre todo en Twitter, estaréis al tanto de mis lecturas y peripecias varias, como por ejemplo que hace solo un par de meses salió a la venta mi nuevo libro, Japón: Manga, traducción y vivencias de un apasionado del país del sol naciente, en el que se pueden encontrar infinidad de datos sobre Japón, el manga, la traducción… Es un libro muy especial para mí y espero que al menos le eches un vistazo cuando vayas a alguna librería para ver si te convence.

Antes de empezar, como siempre, recomiendo repasar lo dicho el año anterior para contrastar. Además, aquí tienes un índice con todas las realizadas desde el año 2008 para consultar el histórico. ¡Llevamos ya 10 años de Estadísticas Manga, nada menos!

Y, también como es habitual, toca hacer un corta y pega explicativo, para que nadie se lleve a engaño sobre lo que son y, sobre todo, lo que “no” son estas estadísticas. Solo contamos las novedades (no se cuentan relanzamientos a precio reducido ni segundas o terceras ediciones, aunque sí reediciones en formato distinto al que aparecieron en su origen –kanzenban, bolsillo, tomo doble…– o con el mismo formato pero nueva traducción y rotulación). Independientemente de que una novedad tenga una tirada de 500 o 20.000 ejemplares –dato que no podemos saber–, para nosotros será solo una novedad. Tampoco el número de páginas influye: cuenta igual un tomo de Naruto de 190 páginas como la reedición en dos tomos en cofre de Nausicaä, de unas 1100 páginas en total (es injusto, lo sabemos, pero de algún modo tenemos que hacer el recuento). Definimos manga, por cierto, como “cómic realizado en Japón y destinado, originalmente, al público japonés”.

No barajamos cifras de tiradas ni de ventas simplemente porque las editoriales no las facilitan. Por eso, aunque podamos llegar a una conclusión (p.e., el mercado del manga en España está en auge), esta conclusión solo se aplica al hecho de que sale una cantidad superior de novedades con respecto a los últimos dos o tres años. Si supiéramos otro tipo de cifras, la conclusión podría ser radicalmente distinta (ejemplo: aunque el mercado parece estar en auge, lo cierto es que estamos en declive porque la tirada media o el promedio de las cifras de ventas son muy menores y por lo tanto arrojan menos beneficios a las editoriales. O al contrario, que efectivamente está en auge. Pero esto no lo podemos saber.)

Finalmente, recordar que estas son unas estadísticas realizadas de forma totalmente amateur, “por amor al arte”, como se dice, por lo que podría haber errores, nos podríamos haber dejado alguna obra por contabilizar, puede haber debate sobre si la obra X es “reimpresión” (por lo tanto no cuenta) o “reedición en otro formato” (por lo tanto sí cuenta), etcétera. No quiero que os toméis esto como unas cifras absolutas y poseedoras de la verdad absoluta. Para lo que sí tienen que servir, y sirven, es para tener un retrato de cómo está el mercado.

Por cierto, este año los compañeros de Guía del Cómic han realizado también un análisis interesantísimo, bastante parecido a este pero con la particularidad de que analiza el mercado del cómic en general. Lo han colocado en este hilo de Twitter y en este tuit en concreto hablan específicamente de manga. Veréis que los números que manejan son muy parecidos a los nuestros, pero no exactos, lo que posiblemente se debe a criterios distintos de contabilización. En todo caso, las cifras son suficientemente parecidas y a efectos del análisis del estado del mercado no solo no afectan estas discrepancias, sino que el hecho de tener dos recuentos distintos que arrojan datos tan similares nos va a dar aún más seguridad y fiabilidad que antes.

Vamos allá con la cifra de tomos de manga editados en el año 2018:

Ante todo, por si acaso, recordar –o informar al visitante casual– que soy traductor profesional de manga y codirijo una empresa, Daruma Serveis Lingüístics, que trabaja con múltiples editoriales y otras empresas del sector. Por lo tanto, mi visión del mercado siempre estará sesgada por sensaciones que puedo tener sobre él a raíz de estar en mi día a día en el “núcleo duro” profesional del mismo; hablar con editores, libreros, periodistas y otros profesionales; ver el ambiente en los muchos eventos sobre manga a los que acudo a lo largo del año; observar la cantidad de manga que hay no solo en librerías especializadas sino también generalistas (no hablo tanto de variedad de títulos sino de número de ejemplares a la venta de cada título); estar al tanto de noticias y rumores, oficiales o no; conocer de antemano algunas sorpresas o proyectos en los que pueden estar involucradas las editoriales; y más factores de los que incluso, probablemente, ni siquiera soy consciente.

Así que, por las sensaciones que he tenido a lo largo del año, la verdad es que esta cifra no ha resultado una sorpresa. Tenía mis dudas sobre si este año se superaría el récord de más novedades manga de la historia que alcanzamos en 2017, pero estaba prácticamente seguro de que, si no lo hacía, nos quedaríamos muy cerca. No he visto en el mercado síntomas de agotamiento: la escena de publicación de manga sigue siendo vibrante y cada día más apasionante. Más adelante comentaremos más sobre ello, pero, como avance, y basándome en estas mismas “sensaciones” de las que hablaba en el párrafo anterior, no creo que vayamos a asistir al estallido de una hipotética segunda “burbuja manga” a no ser que nos azote de nuevo una nueva crisis económica que, como la anterior vez, afecte también al sector del ocio (crucemos los dedos).

Bueno, ahora veamos cómo queda repartido el “pastel” del manga por editoriales.

Veamos también el gráfico de la evolución de número de lanzamientos por editorial y año desde 2008.

Vemos que este año Norma desbanca en la primera posición, como editorial que más novedades manga ha sacado, a Planeta. No es una sorpresa, de hecho ya llevamos muchos años en los que las posiciones relativas de las tres editoriales que más manga publican en España (Norma, Planeta e Ivrea) se van intercambiando –de 2013 a 2015 fue Ivrea, en 2016 fue Norma, en 2017 Planeta y ahora de nuevo Norma– y, de hecho, las tres se suelen mover en cifras bastante parecidas. Según nuestros cálculos, Norma ha sacado en 2018 un total de 187 novedades manga, exactamente el mismo número que Planeta el año pasado. En cuanto a Planeta, ha retirado el pie del acelerador pero sin pasarse: de 187 ha pasado a 163. Ivrea ha aumentado de 142 a 152 novedades. En definitiva, en esta parte de la tabla está todo similar a como estaba el año pasado.

Hay que decir, sin embargo, que la desaceleración de Planeta en realidad es bastante más acusada debido a que durante 2018 han seguido realizando muchas (¡y muy necesarias!) reediciones de grandes obras del manga (recuerdo que en estas estadísticas me parece justo contar como “novedades” las reediciones –en formato distinto, por ejemplo ediciones kanzenban o tomos dobles o lo que sea. Las puras reimpresiones de números agotados, en cambio, no cuentan–). No me cabe duda de que esto no ha sido más que una pequeña pausa en el camino para tomar aire y preparar un montón de novedades para este 2019: de hecho, los anuncios que hicieron en el pasado Salón del Manga de Barcelona respaldan esta visión.

Siguiendo con el análisis, desde la irrupción de ECC y Milky Way decíamos que el mercado español de manga se componía de “tres grandes”, “dos medianas + Panini” y “el resto”. Pero es que, cada vez más, la línea entre las tres grandes y las dos “nuevas” se está difuminando y pronto tendremos que hablar de “cinco grandes”. No en vano, ECC ha sacado la nada despreciable cantidad de 117 novedades manga y Milky Way 91. Por cierto, este año ECC ha pisado muy fuerte el acelerador y ha publicado 20 novedades más que el año pasado, mientras que Milky “solo” ha aumentado su producción en 7 novedades. Así pues, ECC abre una gran brecha para consolidarse como “cuarta editorial” y Milky se queda un poco descolgada en la quinta posición, no sin ello creciendo sin parar y teniendo un ojo buenísimo no solo para seleccionar grandes licencias sino también para granjearse el favor del público. Panini, por su parte, sigue en su línea relativamente constante y, aunque su ritmo ha bajado bastante (de 60 pasan a 43) es justo decir que el año pasado fue muy excepcional para esta editorial y que ahora se puede decir que han vuelto a cifras más normales para lo que se venía viendo a lo largo de los años: no hay más que ver el gráfico adjunto para ver que la línea de Panini es, comparativamente, la que menos altibajos tiene.

En estos momentos, las tres grandes editoriales publican un poco más del 54% del manga que se comercializa en el mercado español, una cifra que ha bajado considerablemente en estos últimos años. En 2017 era el 62,5%, en 2016 el 70,1% y en años anteriores habían llegado a superar el 80%. Eso sí, si a las cifras de estas tres les sumamos ECC y Milky Way obtenemos un total de 87,5%, y con Panini el 92,75%. Es decir, que básicamente la publicación de manga en España está concentrada en seis editoriales; un escenario mucho más sano que cuando teníamos cifras parecidas concentradas solo en tres o cuatro empresas: esto fomenta la competencia y evita grandes monopolios, como ocurre efectivamente en otros países.

Voy a realizar otro “corta y pega” para recordar algo que considero esencial y no quiero que se olvide en ningún momento: lo que estamos barajando aquí es el “número de tomos nuevos de manga editados”. No conocemos tiradas ni ventas. Probablemente, de conocer otros datos tendríamos que, solo por la influencia de Dragon Ball, que se intuye que es un megasuperventas, la hegemonía de Planeta sería bastante acusada. No obstante, Norma e Ivrea probablemente van muy bien también gracias a muy buenas licencias que han sabido “cazar” a tiempo. En general, las tres editoriales que van en cabeza tienen un catálogo muy coherente y un público que ya sabe qué esperar de ellas. Planeta aprovecha el tirón de los grandes shōnen y se atreve con clásicos y seinen de gran calidad, además de relanzar, en nuevas ediciones, obras que se consideran de culto; Norma sigue con su excelente ojo a la hora de realizar licencias; e Ivrea apunta a su público tradicional (de gustos “otaku” y también público femenino) además de expandirse con apuestas más comerciales.

En cuando a ECC y Milky Way, ambas editoriales siguen en sus respectivas líneas, muy interesantes ambas, y que constituyen un sanísimo contrapunto a las obras a priori más comerciales a las que apuntan las tres empresas que dominan el mercado. ECC realiza apuestas –a mi entender– muy arriesgadas, seleccionando obras con marcadísima personalidad y que, en principio, poca gente pide (básicamente porque son obras muchas veces bastante desconocidas, incluso underground, con indudable calidad pero muy de nicho). De entre todas estas obras que lanza la editorial al mercado, brutalmente interesantes casi todas, más de una consigue llamar la atención del público y la crítica, aunque personalmente creo que se corre el riesgo de que un ritmo demasiado fuerte de lanzamientos demasiado “rarunos” provoque un fenómeno que ya vimos durante la anterior crisis: obras maestras pasando total e injustamente desapercibidas, sepultadas bajo una lluvia constante de novedades de más renombre o tirón comercial. Espero equivocarme. Milky, por su parte, sigue en general con su línea: con un tino alucinante para atar licencias cuando están empezando a despuntar en Japón (¡y cuando por fin las lanzan aquí ya están en la cresta de la ola o están a punto de llegar a ella!), su variadísimo catálogo incluye de todo: shōnen, shōjo, seinen, BL, josei, alternativo… ¡E incluso ya se han atrevido con un clásico!

El caso de Panini es básicamente el que ya conocemos: una línea muy estable que, sin embargo, el año pasado sufrió un fuerte auge no tanto debido a la contratación de nuevas obras sino a la reedición de mangas ya publicados en el pasado, bien por ellos mismos, bien por la difunta editorial Glénat/EDT, como Bleach, Berserk, Gantz

Finalmente encontramos “al resto”, de entre los que destaca muchísimo Tomodomo, con 19 novedades, que mantiene su línea ascendente y sigue consolidándose en el mercado con una estabilidad que ya querrían para sí otras empresas. Con “otras empresas” puedo referirme específicamente a Ponent Mon y La Otra H, que este año han reducido considerablemente su producción: Ponent Mon ha sacado 5 tomos (mientras que el año pasado fueron 14) y La Otra H también 5 (11 el año pasado). Mientras que de la situación de La Otra H no podemos decir gran cosa, sí sabemos, porque lo dijeron ellos mismos, que Ponent Mon ha decidido desacelerar su publicación de manga: posiblemente su apuesta por obras interesantísimas pero a priori de poco tirón comercial no les ha terminado de salir bien, por no hablar, posiblemente, de una política de precios desalentadora para el público tradicional del manga, acostumbrado a pagar entre 8 y 12 euros (dependiendo del formato y el número de páginas) por tomo.

Este año contabilizamos 20 editoriales que han publicado algún manga, 4 más que el año pasado y 2 más que en 2016, con lo que, si no me equivoco, tenemos aquí un récord histórico. Fandogamia sigue subiendo, con 8 tomos por 5 de 2017, Letrablanka también (3 por 1 del año pasado). Las demás se mantienen bastante estables: Gallo Nero (2 por 1 el año pasado), Astiberri (2 por 3 el año pasado), Yowu (1 por 3 del año pasado); La Cúpula vuelve con 2 novedades después de un tiempo sin publicar nada de manga; y se estrenan en el cómic japonés licenciado Ooso (con 6 novedades nada menos, todas ellas del autor clásico Gō Nagai), Nowevolution (3), Ediciones Babylon (1), DiValentis (1) y Satori (1). Atención a esta última, especializada en literatura japonesa y con un gran prestigio en el sector, que ha empezado fuerte, editando un recopilatorio de historias cortas de Shōtarō Ishinomori y anunciando una interesantísima obra clásica de corte josei de tres tomos: Mujeres del zodíaco, de Miyako Maki. Por el cuidado y el mimo que esta editorial pone en todo lo que hace, así como el tino de sus editores a la hora de seleccionar licencias, estoy seguro de que nos regalarán auténticas joyas.

En este 2018 desaparecen de la escena de edición de manga las editoriales Quaterni y Órbita, que solo sacaron una novedad cada una el año pasado y que se dedican, claro, a otro tipo de publicaciones: un caso muy parecido, sobre todo el de Órbita –Quaterni sí está especializada en temas japoneses, así que no sería de extrañar que en el futuro volvieran a apostar por alguna obra de cómic–, al de DiValentis este año.

Para concluir, pasemos al análisis final:

Ya avanzaba hace unas líneas que no creo que estemos ante una nueva burbuja manga, al menos tan notoria como la última que tuvimos. Sí que es cierto que me preocupa que ocurra como ya pasó aquella vez entre 2005 y 2009: que la gran avalancha de novedades (¡casi 70 al mes de media!) sepulte irremediablemente a obras que merecerían muchísimo más reconocimiento que el que deberían estar cosechando. Por las sensaciones de las que os hablaba antes, parece que en general el manga tiene muy buena aceptación y tanto los editores como los libreros están muy contentos. Así que crucemos dedos y que esto siga así. A título personal, creo que lo mejor que podría pasar en los próximos años, al menos en lo referente a manga editado en formado físico, es mantenernos sobre estas cifras (o incluso una pequeña bajada tal vez) para dejar que el mercado se consolide aún más y dar un poco de respiro.

Vamos en la buena dirección con los tres factores clave para evitar que esto sea “una moda pasajera” de los que hablaba el año pasado: incorporación constante de nuevo público, tanto a través de obras pensadas para el público infantil o como mangas cuyo éxito se apoya en grandes hits televisivos, cinematográficos o del mundo del videojuego; mantenimiento de la base lectora shōnen con la publicación, cada vez más pegada a Japón, de las obras más punteras; y consolidación definitiva del sector de público ya maduro, lector de manga de toda la vida, que demanda y adquiere obras diferentes a lo que tradicionalmente se ha ajustado al estereotipo del cómic japonés. O sea, básicamente seinen y clásico.

Para terminar, me permitiréis hablar de unos pocos puntos concretos que creo que son muy interesantes.

Sobre el shōjo y el BL: comentaba el año pasado que Planeta había hecho una apuesta muy fuerte para recuperar el shōjo en el mercado español de manga, una demografía que durante muchos años estuvo muy maltratada, imagino que simplemente porque las cifras de ventas no acompañaban (no hay que ser adivino para saber que si un tipo de obra no se vende bien, inmediatamente las editoriales toman posiciones conservadoras: es la ley de la oferta y la demanda, nos guste o no). Pese a que la apuesta de Planeta fue muy fuerte, no he visto que haya tenido especial continuidad. Sí que se edita más shōjo que antes, eso es innegable, pero no creo que se pueda decir que hemos recuperado “la normalidad” en este sentido. En cambio, el sector del BL (también conocido como yaoi o boy’s love) sí está en clarísimo auge. No solo tenemos una editorial que específicamente apuesta fuerte por este tipo de obras y que parece muy consolidada (Tomodomo), sino que esta labor de picar piedra de Tomodomo ha estado acompañada, de forma más tímida pero también bastante decidida, por Milky Way (¡que incluso se ha arriesgado con un enorme clásico, La balada del viento y los árboles, considerado una de las semillas de las que germinó el BL!). Y veo que otras editoriales se están subiendo al carro del BL, lo cual es una buena noticia porque tener más variedad y opciones siempre es una gran noticia.

Sobre el manga clásico: este era mi lamento sempiterno en estas estadísticas. “Muy guay todo, pero ¿qué pasa con el clásico?” Pues bien, este año puedo cambiar mi cansino discurso en este sentido. ¡Por fin! Todo indica que por fin el manga clásico está despertando más allá de Tezuka y Koike (sin olvidarnos de estos dos, claro, y es que Planeta anunció en el Salón del Manga que su intención es editar (palabras literales) “todo Tezuka” (!!!!)). Y es que nos estábamos perdiendo un montón de obras absolutamente brillantes por culpa de esa obsesión que tenemos en general por “lo último”, “lo más nuevo”, “lo que está en boca de todo el mundo”… Vale la pena volver la vista atrás y descubrir obras que han marcado la historia del manga. Por fin parece que el público está respondiendo a esto, por la misma regla de tres de la que hablaba con el shōjo pero en el caso contrario: la ley de la oferta y la demanda. Durante muchos años, la gente no demandaba clásico más allá de Tezuka y Koike, por lo tanto, apuestas puntuales de varias editoriales en este sentido no tuvieron el éxito esperado y, por lo tanto, no se arriesgaron más o bien lo hicieron de forma muy tímida. Ahora, si vemos la cantidad de manga clásico que se está editando, el que se va a editar (esté anunciado o no –repito que conozco algunas cosas que aún no son públicas, y realmente no sé de la misa la mitad–) todo indica que por fin hay un hueco, pequeño todavía pero ahí está, para los grandes clásicos. Hay muchísimo donde explorar en los más de 70 años de historia del manga moderno, ¡no nos vamos a aburrir! Podemos por fin disfrutar de obras de Gō Nagai, Monkey Punch, Shōtarō Ishinomori, Miyako Maki, Yoshiharu Tsuge, Shigeru Mizuki, Keiko Takemiya, Kazuo Kamimura, Moto Hagio… Y esto por nombrar solo autores con obras maestras previas a los años 1980…

Sobre las reediciones y el material “alternativo”: esto ya no es un fenómeno nuevo, sino que se consolida cada vez más a cada año que pasa. Cada vez es más normal que obras que, en su momento, marcaron una época, se reediten en otros formatos, generalmente de más calidad (formatos kanzenban y similares) o con más páginas (formato tomo doble, por ejemplo), a veces con nuevas traducciones y a veces con las mismas traducciones que se usaron en el primer momento. Pero esto ya no es noticia, simplemente lo menciono para que quede constancia de que esto sigue igual, que me parece muy sano y que ojalá esto sea algo que se perpetúe en el tiempo porque vale la pena que las grandes obras del manga estén siempre disponibles en las librerías. Tampoco es noticia que están apareciendo constantemente nuevos materiales alternativos que no son manga pero están muy relacionados con él. Estoy hablando de databooks, enciclopedias y demás. Lo que sí es más nuevo es que parece que se ha consolidado un pequeño nicho de mercado en la forma de las llamadas “novelas ligeras”. No es nuevo que se editen novelas ligeras en España, pero sí que me parece que lo que empezó con un rotundo fracaso (la aventura de Timun Mas y su sello Genkō Books, que claramente resultó fallida pese a lo interesante de su propuesta, solo que estaba muy avanzada a su tiempo), siguió con un fuerte parón y, desde hace un par de años y algunas intentos más bien tímidos, se ha consolidado bastante. Lo que decía antes de que Planeta parece haber frenado un poco su producción en lo referente a novedades manga se puede entender también si pensamos que esta editorial es, con bastante diferencia, la que más productos de este tipo lanza, y que además son muy laboriosos de producir (en cuestión de traducción, sobre todo, pero también en rotulación en el caso de los enrevesados databooks y enciclopedias)… Solo que no están contabilizados en estas estadísticas.

Sobre lo digital: cada año desde hace [incontables] acabo este texto hablando sobre las posibilidades del medio digital con el manga y lo poco aprovechado que está. ¿Y qué pasa con las editoriales japonesas que, salvo en Estados Unidos –y, hasta ahora, de forma muy limitada– no permiten que se publique manga legal en formato digital? Un dato interesante y que corrobora mis teorías sobre el brutal potencial del manga digital es que, en 2017, en Japón, los beneficios obtenidos por la industria editorial en el sector del manga digital superaron a los del manga físico. ¡Es decir, que en Japón ya se consume más manga en digital que en físico! Esto en Occidente no se ha replicado todavía (al menos en los referente a opciones estrictamente legales, claro) y tengo mis dudas razonables de que lo haga con la velocidad e intensidad que lo ha hecho en Japón. Pero es innegable que el futuro del manga está en el formato digital (y no, no creo que el físico vaya a desaparecer en muuuuchos años) y que algo se está por fin moviendo. Hace cuestión de un par de meses, Viz Media, la filial de Shūeisha y Shōgakukan en Estados Unidos, anunció que pondría a disposición de todo el mundo angloparlante (lamentablemente no está disponible fuera de ciertos países del área angloparlante) los contenidos de la Shōnen Jump el mismo día que en Japón, lo que vendría siendo un “simulpub” en toda regla. Y que además abriría todo su catálogo digital de manga en inglés a cambio de una suscripción mensual muy modesta. Esto es por fin lo que tanto estaba esperando, un movimiento así es lo que era imprescindible. Habrá que ver si la apuesta fructifica y, sobre todo, si se amplifica (a ver si entran en juego más editoriales aparte de Shūeisha, y más mangas aparte de los de la familia Jump; seguramente están esperando a ver si lo petan o si se dan el batacazo, para subirse al carro o quedarse quietecitos) y, lo que más nos va afectar, si se replica en otras partes del mundo. Cada día está más cerca, creo, mi viejo sueño de tener un Netflix o un Spotify de manga… Vamos a ver si podemos asistir a su nacimiento en 2019 o si tendremos que esperar un poco más.

Bien, ¿qué te ha parecido la edición de este año de las Estadísticas Manga? ¿Crees que estamos ante una burbuja o no? ¿Cómo ves la evolución del mercado manga? ¿Seguirá creciendo, se estabilizará, volverá a bajar? ¿Qué hay del manga clásico? ¿Y el digital? Te invito a compartir tus impresiones tanto en los comentarios de este mismo post como en las redes sociales, sobre todo Twitter y Facebook.

De nuevo, este año hemos realizado el recuento basándonos sobre todo en las listas de Listado Manga. Mis agradecimientos por su encomiable labor, así como a Toni Ramírez por su gran ayuda con los recuentos, ¡año, tras año, tras año! Gràcies, Toni!



Shōta no sushi (El sushi de Shōta)

  • Título: 将太の寿司 –Shōta no sushi– (El sushi de Shōta)
  • Autor: Daisuke Terasawa
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Shōnen Magazine
  • Años publicación: 1992-97
  • Clasificación: culinario, shōnen
  • Tomos: 27

A Daisuke Terasawa lo conocemos básicamente por ser el autor de Mr. Ajikko, una obra que, al menos en tierras catalanas, nos es bastante familiar gracias a su versión animada, emitida en los años 90 en TV3, con el título El gran Suixi (sic.), aunque todos lo llamábamos El rei del sushi. Esa era la historia de un chaval que se dedicaba a participar en concursos culinarios, no necesariamente de sushi (de hecho, cocinaba de todo menos sushi, casi se podría decir) y con una exageración pasmosa en cuanto a reacciones de los comensales al probar la comida. El manga de Mr. Ajikko en el que se basa ese mítico anime lo reseñé en este mismo blog hace unos años.

Tengo el tomo 1 de Shōta no sushi en mi “mangateca” particular desde hace muchos años, no sé si incluso desde antes de comisariar la exposición “Manga paladear” para el Salón del Manga de Barcelona de 2012. Obviamente, en ese momento sí era consciente de que era un manga del mismo autor que Mr. Ajikko, pero cuando lo tomé el otro día, para por fin leerlo –no sé exactamente qué impulso me llevó a hacerlo– ya ni me fijé en el nombre del autor y hasta este mismo momento, en el que me he puesto a buscar los datos de años de publicación y todo lo demás para la ficha que abre la reseña, he caído en la cuenta: “¡Pero si es del mismo autor que Mr. Ajikko!”

Hasta este punto resulta diferente una obra de la otra. Ciertamente, el estilo de dibujo es el mismo, pero es que el de Terasawa es un estilo bastante común entre los mangakas de finales de los 80 y principios de los 90, así que no me sorprende no haber caído en la cuenta. Lo que cambia bastante es el enfoque de la obra, al menos en este primer tomo. Luego, según voy leyendo por ahí, la cosa cambia y el manga pasa a presentar “competiciones” y “retos” entre cocineros, al igual que con Mr. Ajikko, pero en este primer tomo la historia que nos presenta es muy costumbrista y para nada exagerada.

La historia está protagonizada por Shōta, un joven que trabaja en un restaurante de sushi como aprendiz. Ya lleva año y medio allí y, como no puede ser de otra manera dentro de la estricta jerarquía nipona, se dedica a tareas menores como servir té a los clientes, limpiar el local y, tal vez, preparar algún pescado (quitarle las espinas, marinarlo, o lo que sea) para que se pueda servir más tarde en forma de sushi.

Primer enfrentamiento: contra un chaval engreído que se cree el mejor sushiman del universo.

Pero Shōta es ese chaval típico tan voluntarioso que aparece en los mangas. Se ilusiona con su trabajo, lo considera un orgullo y le da igual ser el último mono en el restaurante porque a su lado tiene al gran y prestigioso “sushiman” que es el dueño y a sus senpais que trabajan en la barra haciendo el sushi, y él está aprendiendo de ellos. Pero claro, como es el típico protagonista de shōnen, siempre tan ilusionado y voluntarioso, practica como loco en su casa, durante horas, cocinando el arroz y dándole forma para que los nigiri le salgan lo mejor posible.

Si bien este no es estrictamente un manga de historias autoconclusivas, porque la trama subyacente va avanzando y Shōta digamos que cada vez cuenta con mayor confianza del dueño del restaurante y sus senpai, sí que al menos en el primer tomo tenemos un total de tres arcos argumentales que pueden considerarse autoconclusivos. En el primero, una antigua compañera de clase de Shōta, muy joven, tiene que casarse por una cuestión de relaciones familiares, y quiere que Shōta le prepare una ración de sushi: será la primera vez que el dueño del restaurante le permita ponerse detrás de la barra y hacer nigiri y maki para que los deguste un cliente. En el segundo arco, aparece un chico muy prepotente que resulta que sabe hacer excelentes nigiri con un solo gesto de la mano (cuando lo normal es hacerlo en 5 o 6 movimientos, en 4 o 3 los más experimentados). Tiene una historia bastante negra detrás relacionada con su padre y ahora se dedica a retar a restaurantes de sushi para ganar dinero, en plan “si consigo hacer un mejor sushi que tú me pagarás X dinero”. Pese a su obvia inexperiencia, Shōta acaba teniendo que enfrentarse a él por orden del dueño de su restaurante. Finalmente, el tercer capítulo del tomo nos habla sobre la relación del wasabi con el sushi, cuando aparece una chica que es responsable de un campo de cultivo de wasabi: esta hace abrir los ojos del protagonista sobre la gran importancia que tiene esta raíz en el sushi y cómo se tiene que tratar.

A mí me ha parecido un manga la mar de entretenido y, como suele pasar con los mangas temáticos, aprendes muchísimas cosas: en este caso sobre el funcionamiento de un restaurante de sushi y los procesos de preparación de este manjar. Por lo que veo, el manga evoluciona más tarde hacia las típicas batallas y enfrentamientos entre cocineros (de hecho, el reto entre el chaval prepotente y Shōta ya entra dentro del estilo tan típico de Terasawa), pero no me cabe duda de que sigue siendo un manga entretenidísimo, muy costumbrista (al menos al principio), y con el que vas aprendiendo un montón de cosas. Me encantan este tipo de mangas.

A propósito, este título tuvo que tener un éxito bastante considerable, porque no solo el manga original abarcó un total de 27 tomos (mientras que Mr. Ajikko duró 19), sino que encima ha tenido dos secuelas (aunque es cierto que, a diferencia de Mr. Ajikko, Shōta no sushi no ha sido nunca adaptado a anime). La primera se subtitula “Saga del Torneo Nacional” (ya estamos con los torneítos…), se publicó entre 1997 y 2000 y alcanzó los 17 tomos. La segunda, en cambio, no tuvo aparentemente tanto éxito: se publicó entre 2013 y 2015, bajo el título Shōta no sushi 2 – World Stage y duró solamente 4 volúmenes.

Lo mejor

  • De esos mangas que a mí tanto me gustan con los que pasas un buen rato leyendo y encima aprendes.
  • Tiene buen desarrollo y no se hace aburrido.

Lo peor

  • No le veo nada de malo, al menos hasta donde he leído (el tomo 1), aunque tal vez luego la cosa se vuelva más previsible y aburrida.

Estadísticas manga 2015

Llegamos a la tradicional entrada de estadísticas sobre el mercado de manga durante este año 2015 que acaba de dejarnos. Como es habitual, antes de empezar a leer recomiendo repasar lo dicho el año anterior para contrastar. Y, por si fuera poco, aquí tienes un índice con todas las realizadas desde el año 2008.

En fin, para ir abriendo boca tengo que repetir lo de siempre (corto y pego): este es un estudio cuantitativo. Solo contamos las novedades (no se cuentan relanzamientos a precio reducido ni segundas o terceras ediciones, aunque sí reediciones en formato distinto al que aparecieron en su origen –kanzenban, bolsillo, tomo doble…*-). Independientemente de que una novedad tenga una tirada de 500 o 20.000 ejemplares –dato que no podemos saber–, para nosotros será solo una novedad. Tampoco el número de páginas influye: cuenta igual un tomo de Naruto de 190 páginas como la reedición en dos tomos en cofre de Nausicaä, de unas 1100 páginas en total (es injusto, lo sabemos, pero de algún modo tenemos que hacer el recuento).

* Aunque ya empezó durante 2013, en 2014 y 2015 ha seguido existiendo el fenómeno del relanzamiento, por parte de otras editoriales, de series que en su momento pertenecieron a Glénat-EDT. Consideramos estos relanzamientos como novedades a todos los efectos, ya que se incluyen en los plannings de lanzamientos de las empresas como tales, independientemente de que se reaproveche por completo la traducción, rotulación y diseño de EDT (caso de Panini con relanzamientos de Rurouni Kenshin, Bleach y Gantz), de que se aproveche solo la traducción y se haga rotulación y diseño nuevo (caso de Norma con Death Note, Blue Dragon y Claymore y de Planeta con Naruto) o de que se haga todo desde cero (caso de Ivrea con Zetman y D.Gray-man y Planeta con Saint Seiya).

No barajamos cifras de tiradas ni de ventas simplemente porque las editoriales no las facilitan. Por eso, aunque podamos llegar a una conclusión (p.e., el mercado del manga en España está en auge), esta conclusión solo se aplica al hecho de que sale una cantidad superior de novedades con respecto a los últimos dos o tres años. Si supiéramos otro tipo de cifras, la conclusión podría ser radicalmente distinta (ejemplo: aunque el mercado parece estar en auge, lo cierto es que estamos en declive porque la tirada media o el promedio de las cifras de ventas son muy menores y por lo tanto arrojan menos beneficios a las editoriales. O al contrario, que efectivamente está en auge. Pero esto no lo podemos saber.)

Vamos allá con la cifra de tomos de manga editados en el año 2015:

estadistica 2001-2015

Tras años de estabilidad tras el batacazo de 2010 y 2011, parece que la cosa repunta bastante, y es que tenemos ¡casi 200 novedades más! editadas durante 2015 en comparación con 2014, lo cual representa un crecimiento enorme para haberse producido en cuestión de un solo año.

Si parecía que en los últimos años el equilibrio del mercado español se encontraba en torno a las 350-380 novedades, ese techo se ha roto de forma muy ostensible. No sé qué puede significar ni implicar eso, sinceramente, pero en las conclusiones finales intentaré exponer mi punto de vista, totalmente personal y basado en sensaciones y algunas observaciones como profesional de este mundillo.

Bien, ¿y cómo queda repartido el “pastel” del manga por editoriales?

editoriales2015

Veamos también el gráfico de la evolución de número de lanzamientos por editorial y año desde 2008.

evolucion 2008-2015

El repunte en cifras se nota también, como es obvio, en el número de lanzamientos de las tres grandes, que en el caso de Ivrea y Norma baten sus propios récords, vigentes ambos desde 2008: 150 novedades de Ivrea (anterior récord: 139) y 123 de Norma (121 en 2008), mientras que Planeta registra su tercer mejor dato histórico en el mismo período: 136 novedades frente al récord de 177 de 2009 y el segundo puesto de 151 en 2008.

Así pues, Ivrea es, un año más, la editorial que más novedades ha lanzado al mercado (desde que desbancó a la difunta Glénat-EDT en 2013), 150 (por 130 del año pasado), seguida de cerca por Planeta (136, por 98 del año pasado) y Norma (123, por 94 el año pasado). El podio, pues, sigue exactamente igual que el año pasado, pero con más lanzamientos realizados por parte de cada una de estas tres editoriales, que editan el 70,5% de todo el manga que se comercializa en el estado español. Sigue habiendo clara polarización, pero bastante más mitigada, ya que el año pasado era casi del 84%.

Estamos hablando de las tres editoriales más poderosas, que siguen bien asentadas en sus posiciones debido al buen trabajo realizado durante todos estos años. Ivrea sigue con su línea variada y más del gusto otaku (pero atención que está realizando algunas licencias con, a priori, mucha potencia comercial, como One Punch-man, lo que podría ser indicativo de un nuevo crecimiento de dicha editorial en el futuro si les funciona la apuesta –personalmente no me cabe duda de que lo hará–). Planeta con sus grandes pesos pesados del “tridente” DON (Dragon Ball, One Piece, Naruto), una acertada política de novedades, ciertas apuestas muy interesantes y reediciones de clásicos muy necesarios (y potencialmente lucrativos). Y Norma con su excelente ojo a la hora de seleccionar nuevas series que están teniendo gran éxito o bien van a tenerlo debido a futuros animes o películas, combinado con interesantísimas apuestas y experimentos que ayudan a ampliar considerablemente el espectro del manga disponible en nuestro mercado.

Si bien normalmente hablaba de “las tres grandes más una”, y esa “una” era Panini, esta vez el panorama en ese segundo bloque ha cambiado mucho debido a la potente irrupción de dos nuevas editoriales, activas en el sector manga solo desde 2014: Milkyway y ECC. Si antes se abría un abismo entre esas tres grandes y las pequeñas, y Panini quedaba descolgada un poco entre medio (no se podía considerar ni grande ni tampoco pequeña), esta vez detrás de las tres grandes sigue un grupo de tres medianas que cuenta con bastante fuerza. Las tres medianas son, por orden, ECC, Milkyway y Panini.

Si Panini ha seguido en su clásica línea de estabilidad (ver el gráfico para comprobarlo), ECC y Milkyway han entrado con muchísima fuerza en su segundo año en el sector manga y han superado ampliamente a la que tradicionalmente era la cuarta editorial, relegándola ahora a la sexta posición. Estas tres juntas editan el 22% de todo el manga que se lanza en España, que no es poco. Y detrás de ellas encontramos un total de 11 editoriales que han editado manga durante el 2014, lo que nos da 17 editoriales con lanzamientos manga, ¡algo que nunca antes se había dado!

editoriales total 2015

De las pequeñas destacamos a las tres pequeñas-grandes, Tomodomo (14 novedades), Ponent Mon (8) y Herder (7). Las tres han crecido considerablemente desde el año anterior, ya que Tomodomo presentaba 5, Ponent Mon solo 1 y Herder 3.

De las pequeñas, 5 son nuevas en el sector manga (cómics publicados originalmente para el mercado nipón): Fandogamia (que está lanzando las licencias de Japan Weekend Ediciones, 3 de ellas en 2014), DeBolsillo (3 novedades), Quaterni (2), DKO (1) y El Nadir (1). Yowu (1 novedad) representa una resurrección, ya que si en 2014 no editó nada, en 2013 sí lo hizo. Astiberri (de 1 a 2) y Gallo Nero (se mantiene en 1) han seguido tímidamente lanzando novedades manga durante este 2015.

De nuevo me permitiréis que haga un “corta y pega”, ya que esto es importante: recordemos otra vez que estas cifras obedecen estrictamente a número de lanzamientos. No podemos hablar en términos de “beneficios editoriales” ni de “tiradas” porque son datos que las editoriales consideran confidenciales y no facilitan. Es perfectamente posible que el reparto que vemos aquí sea totalmente distinto considerando esos otros factores: por ejemplo, con casi total seguridad, Planeta o Norma se disputarían el título de ser la primera editorial de España en cuanto a beneficios editoriales y/o tiradas, vista la popularidad masiva de algunos títulos que manejan. Y es que no es lo mismo lanzar 100 novedades con unas ventas medias de 2.000 ejemplares (pongamos) que lanzar 50 novedades con unas ventas medias de 5.000 ejemplares (cifras totalmente inventadas).

Para concluir, pasemos al análisis final:

Lo evidente es la preocupación de si este gran auge de casi 200 tomos más en este año representa una cantidad asumible por el mercado español o bien estamos en puertas de una nueva burbuja. Lo cierto es que los factores son totalmente distintos a lo que ocurrió hace unos años: en estos momentos tenemos unas editoriales mucho más bregadas y experimentadas, que no se andan con experimentos raros porque vivieron la explosión de la burbuja y son mucho más prudentes, así como una base de fans que parece más amplia y variada. Creo que este segundo factor es determinante, ya que los compradores de manga son más heterogéneos que nunca y se editan productos más diversos que nunca, para todo tipo de público: comercial, alternativo, para público adulto, experimental, para chicas, juvenil, infantil (a destacar las licencias basadas en videojuegos míticos como Pokémon –que al parecer funciona excelentemente bien– y Super Mario, así como el –previsiblemente– futuro bombazo de Yo-kai Watch, que invitan a ser muy optimistas de cara a la incorporación el público infantil como lector de manga, unos lectores que posiblemente, muchos de ellos, se queden en el mundillo y empiecen a consumir primero shōnen y después, dentro de varios años, productos pre-seinen y seinen), etcétera.

El hecho de que detrás de este auge no se encuentre un boom del anime, sin ninguna serie que haya resultado popular a nivel generalista (con permiso de Ataque a los Titanes, que efectivamente ha logrado salir del reducto de público puramente manganimesco, pero que difícilmente se puede considerar de éxito generalista) invita a ser optimistas, ya que al no apoyarse sobre una moda pasajera da la sensación de que el mercado del manga se asienta sobre una base sólida y estable.

Sí que es cierto que algunas novedades me parecen un poco demasiado arriesgadas para lo que es el mercado, pero también es cierto que nunca se sabe lo que puede llegar a tener éxito comercial y a veces una apuesta puede llegar a salir muy bien, por lo que es importante que siga habiendo espíritu de arriesgar y hacer pruebas, ya que de lo contrario nos estaríamos perdiendo a autores y obras imprescindibles.

No sé lo que va a ocurrir y si este auge en la edición de manga tendrá o no continuidad en el tiempo. Por lo que estoy viendo, 2016 de momento pinta bastante parecido a 2015, con lo que es previsible que las cifras del año que viene terminen siendo similares. Sobre ventas no sé nada más que lo que vi durante el Salón del Manga, donde encontré a varios editores realmente contentos con las cifras que estaban manejando, algo que no era habitual en los últimos años, en los que las quejas (la gente se gasta más en merchandising, no tiene dinero para gastar, se podría vender más, estamos lejos de los años buenos, etc.) eran constantes.

La subida y consolidación de ECC y Milkyway es una gran noticia para el mercado: estas dos editoriales aportan variedad, realizan apuestas nuevas por autores que antes no se habían publicado o bien habían pasado desapercibidos y, en definitiva, aportan muchísimo al mercado del manga en España. Todo indica que en 2016 seguirán igual, si no siguen pisando aún más el acelerador, algo que al menos en el caso de Milkyway, que ha realizado algunas insinuaciones a través de Twitter –su medio predilecto de comunicación, que les funciona de maravilla–, no me cabe duda de que va a ser una realidad.

La desaparición de Glénat-EDT no solo ha terminado por no notarse cuantitativamente, sino que cualitativamente tampoco lo ha hecho, ya que su línea de edición ha quedado repartida entre las varias editoriales. Una gran pérdida, que lamentamos siempre, pero que afortunadamente para el mundillo ha terminado por no ser en absoluto determinante.

Una pequeña mención a DKO, editorial que el año pasado parecía que iba a entrar con enorme fuerza y al final solo ha lanzado una novedad: Recuerdos al Dr. Black Jack, que por otro lado es una licencia gratuita y de uso público y libre. El no cumplimiento de su anunciado plan editorial a finales de 2014 no ha representado una sorpresa visto lo que decíamos en el informe del año pasado.

En definitiva, a modo de resumen, vemos que 2015 ha sido un año excelente a todos los efectos para el mundillo del manga, con más variedad que nunca y una cantidad nada desdeñable de novedades, muy superior a la de los últimos años. Queda por ver si estamos a las puertas de una nueva burbuja o no: sobre si lo es o no, cada cual tiene su opinión, pero la mía es que no lo es. Cierto, habrá muchas series que no funcionen y no sean rentables, pero estas serán compensadas por las ventas sobresalientes de muchas otras. Por lo que veo a mi alrededor, la salud del mundillo manga es muy buena y las perspectivas de futuro, excelentes.

Un año más termino con la mención al e-manga, que todavía está por llegar (y llegamos así un montón de años ya). Analizando las apps disponibles en Japón y el crecimiento del uso del manga electrónico en Japón, creo que el futuro puede ser bastante excitante en este sentido, pero un año más esto apenas se ha trasladado a Occidente, donde apenas existen opciones para comprar manga electrónico oficial en Estados Unidos y Francia, en ambos casos a precios ilógicos, con lo que es difícil que realmente se asiente. Vamos a ver cuándo y cómo se produce el gran cambio y en qué afecta este al mercado.

De nuevo, este año hemos realizado el recuento basándonos sobre todo en las listas de Listado Manga, cotejándolas con otras fuentes. Mis agradecimientos por su encomiable labor, así como a Toni Ramírez por su gran ayuda con los recuentos.

Cómo tratar a invitados japoneses

Observaciones que he realizado tras tratar con numerosos invitados japoneses en eventos realizados en España.

1. Se sienten inseguros si no tienen toda la información de antemano

Ayuda mucho si de antemano tienen un Excel con los horarios del evento, donde se incluya claramente a qué horas van a hacer qué: sesiones de firmas, charlas, talleres, entrevistas con la prensa. Incluso horas de recogida del hotel, etc. Y, a ser posible, que se cumplan a rajatabla en la realidad. La puntualidad es importante también para los japoneses, que vienen ya con la idea preconcebida de que “en España se es muy informal con los horarios”. Pues toca darles la sorpresa para causar buena impresión.

Según qué autores o editoriales lo van a exigir, incluso meses antes del evento. Otros tal vez ni lo lleguen a pedir, pero desde luego ayuda muchísimo que a la hora de recoger en el aeropuerto, como más tarde, puedan tener un dossier con toda esta información.

Los eventos españoles en general están muy bien, hay muy buen rollo y al final los autores japoneses lo pasan genial, pero la imagen es muy importante y hay que procurar que no se lleven la impresión de que las cosas se hacen improvisando, a salto de mata, sino que está todo bien organizado.

2. Hoja de contactos con las personas relevantes

Un documento con los números de teléfono de: intérprete, director del evento, responsable de prensa, conductor, etc. Todas las personas con las que puede tener contacto el autor, por si hay alguna emergencia.

3. Puntualidad

Ya lo he puesto en el punto 1, pero no está de más repetirlo.

4. Intérprete / acompañante

Hay autores y autores, pero casi todos ellos van a sentirse muy inseguros en España yendo por su cuenta y la mayoría no van a tener ni idea no ya de español, sino ni siquiera de inglés. Por ello, si bien es obvio que se va a requerir un intérprete con soltura y experiencia para los actos de cara al público en el evento (charlas, talleres, firmas, prensa), lo deseable es que el autor tenga un acompañante permanente, no solo cuando está dentro del evento, sino también fuera, para poder disfrutar un poco de la ciudad de acogida. No es necesario que el “acompañante” tenga un nivel exagerado de japonés, mientras pueda comunicarse más o menos bien ya será suficiente.

El intérprete-acompañante (puede ser la misma persona o dos personas distintas) tiene que estar siempre al tanto de los horarios y contactos, para que no exista sensación de descoordinación y el autor (y su séquito*) perciba que el evento funciona con total normalidad.

* El “séquito” suele estar formado por un editor o un representante de una editorial o empresa de animación, productora de música o lo que sea. A veces casi es más importante dar buena impresión al “séquito” que al propio autor, ya que eso va a abrir la puerta a más invitaciones de autores en el futuro. O, de lo contrario, si el trato no es bueno, la va a cerrar.

5. Hospitalidad

Es deseable que de parte de la organización haya siempre alguien que acompañe al autor (y su(s) acompañante(s)), a menos que este diga explícitamente que prefiere ir solo. En turismo, comidas, cenas… Contar con una persona que conoce bien el terreno, recomendar restaurantes o llevar a rincones interesantes que tal vez no salen en las guías representa una diferencia enorme para la experiencia de visita de un autor.

Tengamos en cuenta que muchos autores no han viajado mucho. Se sienten inseguros, y además tienen la imagen de España como un país donde hay muchos carteristas y hay bastante peligro de que les roben, con lo cual no se van a atrever a ir o hacer según qué cosas por sí solos. Ayudemos a desmontar esta vergonzante imagen.

6. Hotel

Según la categoría del autor, vamos a tener que recurrir a un hotel de más o menos categoría, pero ya que son invitados creo que un 4 estrellas (o un 3 estrellas que esté muy bien) es el mínimo. En todo caso, creo que es mejor que puedan estar en un hotel céntrico, ya que durante el evento van a estar en el salón de turno, pero fuera de él van a querer aprovechar el tiempo para visitar la ciudad, y eso no es muy práctico si el hotel se encuentra lejos.

Todo esto varía bastante según un montón de factores: la editorial a la que pertenece el autor, o si viene por su cuenta, la “fama” del autor y su propio “caché”, etcétera, así que es flexible, pero en el documento se resumen los grandes rasgos.

Marc Bernabé
10 de diciembre 2015