El blog de Marc Bernabé

Estadísticas manga 2018

Wednesday, January 9th, 2019

A estas alturas ya me es inconcebible un inicio de año sin las correspondientes “Estadísticas manga” en las que analizar cómo está el mercado del cómic japonés en España y, por los comentarios que leo y oigo por ahí, no soy el único que espera ansioso el fin e inicio de año para ponerse al día de estas cifras y tomarle el pulso a la evolución de nuestro sector. También como viene siendo habitual, me disculpo por la nula actividad de este blog durante tanto tiempo: demasiados compromisos y viajes, mucho trabajo (¡y que no falte!) y, obviamente, la familia y todo lo que comporta, me dejan sin tiempo no ya para escribir para el blog, sino incluso para leer manga de forma más o menos regular. ¡Por suerte me dedico a traducir manga, así que, aunque sea por trabajo, leo montones de obras ^_^!

Suplo la falta de actualizaciones del blog con la actividad en redes sociales, sobre todo en Twitter (@marcbernabe) pero también en Instagram (@marcbernabe) y Facebook (Marc Bernabé). Si me seguís en cualquiera de ellas, pero sobre todo en Twitter, estaréis al tanto de mis lecturas y peripecias varias, como por ejemplo que hace solo un par de meses salió a la venta mi nuevo libro, Japón: Manga, traducción y vivencias de un apasionado del país del sol naciente, en el que se pueden encontrar infinidad de datos sobre Japón, el manga, la traducción… Es un libro muy especial para mí y espero que al menos le eches un vistazo cuando vayas a alguna librería para ver si te convence.

Antes de empezar, como siempre, recomiendo repasar lo dicho el año anterior para contrastar. Además, aquí tienes un índice con todas las realizadas desde el año 2008 para consultar el histórico. ¡Llevamos ya 10 años de Estadísticas Manga, nada menos!

Y, también como es habitual, toca hacer un corta y pega explicativo, para que nadie se lleve a engaño sobre lo que son y, sobre todo, lo que “no” son estas estadísticas. Solo contamos las novedades (no se cuentan relanzamientos a precio reducido ni segundas o terceras ediciones, aunque sí reediciones en formato distinto al que aparecieron en su origen –kanzenban, bolsillo, tomo doble…– o con el mismo formato pero nueva traducción y rotulación). Independientemente de que una novedad tenga una tirada de 500 o 20.000 ejemplares –dato que no podemos saber–, para nosotros será solo una novedad. Tampoco el número de páginas influye: cuenta igual un tomo de Naruto de 190 páginas como la reedición en dos tomos en cofre de Nausicaä, de unas 1100 páginas en total (es injusto, lo sabemos, pero de algún modo tenemos que hacer el recuento). Definimos manga, por cierto, como “cómic realizado en Japón y destinado, originalmente, al público japonés”.

No barajamos cifras de tiradas ni de ventas simplemente porque las editoriales no las facilitan. Por eso, aunque podamos llegar a una conclusión (p.e., el mercado del manga en España está en auge), esta conclusión solo se aplica al hecho de que sale una cantidad superior de novedades con respecto a los últimos dos o tres años. Si supiéramos otro tipo de cifras, la conclusión podría ser radicalmente distinta (ejemplo: aunque el mercado parece estar en auge, lo cierto es que estamos en declive porque la tirada media o el promedio de las cifras de ventas son muy menores y por lo tanto arrojan menos beneficios a las editoriales. O al contrario, que efectivamente está en auge. Pero esto no lo podemos saber.)

Finalmente, recordar que estas son unas estadísticas realizadas de forma totalmente amateur, “por amor al arte”, como se dice, por lo que podría haber errores, nos podríamos haber dejado alguna obra por contabilizar, puede haber debate sobre si la obra X es “reimpresión” (por lo tanto no cuenta) o “reedición en otro formato” (por lo tanto sí cuenta), etcétera. No quiero que os toméis esto como unas cifras absolutas y poseedoras de la verdad absoluta. Para lo que sí tienen que servir, y sirven, es para tener un retrato de cómo está el mercado.

Por cierto, este año los compañeros de Guía del Cómic han realizado también un análisis interesantísimo, bastante parecido a este pero con la particularidad de que analiza el mercado del cómic en general. Lo han colocado en este hilo de Twitter y en este tuit en concreto hablan específicamente de manga. Veréis que los números que manejan son muy parecidos a los nuestros, pero no exactos, lo que posiblemente se debe a criterios distintos de contabilización. En todo caso, las cifras son suficientemente parecidas y a efectos del análisis del estado del mercado no solo no afectan estas discrepancias, sino que el hecho de tener dos recuentos distintos que arrojan datos tan similares nos va a dar aún más seguridad y fiabilidad que antes.

Vamos allá con la cifra de tomos de manga editados en el año 2018:

Ante todo, por si acaso, recordar –o informar al visitante casual– que soy traductor profesional de manga y codirijo una empresa, Daruma Serveis Lingüístics, que trabaja con múltiples editoriales y otras empresas del sector. Por lo tanto, mi visión del mercado siempre estará sesgada por sensaciones que puedo tener sobre él a raíz de estar en mi día a día en el “núcleo duro” profesional del mismo; hablar con editores, libreros, periodistas y otros profesionales; ver el ambiente en los muchos eventos sobre manga a los que acudo a lo largo del año; observar la cantidad de manga que hay no solo en librerías especializadas sino también generalistas (no hablo tanto de variedad de títulos sino de número de ejemplares a la venta de cada título); estar al tanto de noticias y rumores, oficiales o no; conocer de antemano algunas sorpresas o proyectos en los que pueden estar involucradas las editoriales; y más factores de los que incluso, probablemente, ni siquiera soy consciente.

Así que, por las sensaciones que he tenido a lo largo del año, la verdad es que esta cifra no ha resultado una sorpresa. Tenía mis dudas sobre si este año se superaría el récord de más novedades manga de la historia que alcanzamos en 2017, pero estaba prácticamente seguro de que, si no lo hacía, nos quedaríamos muy cerca. No he visto en el mercado síntomas de agotamiento: la escena de publicación de manga sigue siendo vibrante y cada día más apasionante. Más adelante comentaremos más sobre ello, pero, como avance, y basándome en estas mismas “sensaciones” de las que hablaba en el párrafo anterior, no creo que vayamos a asistir al estallido de una hipotética segunda “burbuja manga” a no ser que nos azote de nuevo una nueva crisis económica que, como la anterior vez, afecte también al sector del ocio (crucemos los dedos).

Bueno, ahora veamos cómo queda repartido el “pastel” del manga por editoriales.

Veamos también el gráfico de la evolución de número de lanzamientos por editorial y año desde 2008.

Vemos que este año Norma desbanca en la primera posición, como editorial que más novedades manga ha sacado, a Planeta. No es una sorpresa, de hecho ya llevamos muchos años en los que las posiciones relativas de las tres editoriales que más manga publican en España (Norma, Planeta e Ivrea) se van intercambiando –de 2013 a 2015 fue Ivrea, en 2016 fue Norma, en 2017 Planeta y ahora de nuevo Norma– y, de hecho, las tres se suelen mover en cifras bastante parecidas. Según nuestros cálculos, Norma ha sacado en 2018 un total de 187 novedades manga, exactamente el mismo número que Planeta el año pasado. En cuanto a Planeta, ha retirado el pie del acelerador pero sin pasarse: de 187 ha pasado a 163. Ivrea ha aumentado de 142 a 152 novedades. En definitiva, en esta parte de la tabla está todo similar a como estaba el año pasado.

Hay que decir, sin embargo, que la desaceleración de Planeta en realidad es bastante más acusada debido a que durante 2018 han seguido realizando muchas (¡y muy necesarias!) reediciones de grandes obras del manga (recuerdo que en estas estadísticas me parece justo contar como “novedades” las reediciones –en formato distinto, por ejemplo ediciones kanzenban o tomos dobles o lo que sea. Las puras reimpresiones de números agotados, en cambio, no cuentan–). No me cabe duda de que esto no ha sido más que una pequeña pausa en el camino para tomar aire y preparar un montón de novedades para este 2019: de hecho, los anuncios que hicieron en el pasado Salón del Manga de Barcelona respaldan esta visión.

Siguiendo con el análisis, desde la irrupción de ECC y Milky Way decíamos que el mercado español de manga se componía de “tres grandes”, “dos medianas + Panini” y “el resto”. Pero es que, cada vez más, la línea entre las tres grandes y las dos “nuevas” se está difuminando y pronto tendremos que hablar de “cinco grandes”. No en vano, ECC ha sacado la nada despreciable cantidad de 117 novedades manga y Milky Way 91. Por cierto, este año ECC ha pisado muy fuerte el acelerador y ha publicado 20 novedades más que el año pasado, mientras que Milky “solo” ha aumentado su producción en 7 novedades. Así pues, ECC abre una gran brecha para consolidarse como “cuarta editorial” y Milky se queda un poco descolgada en la quinta posición, no sin ello creciendo sin parar y teniendo un ojo buenísimo no solo para seleccionar grandes licencias sino también para granjearse el favor del público. Panini, por su parte, sigue en su línea relativamente constante y, aunque su ritmo ha bajado bastante (de 60 pasan a 43) es justo decir que el año pasado fue muy excepcional para esta editorial y que ahora se puede decir que han vuelto a cifras más normales para lo que se venía viendo a lo largo de los años: no hay más que ver el gráfico adjunto para ver que la línea de Panini es, comparativamente, la que menos altibajos tiene.

En estos momentos, las tres grandes editoriales publican un poco más del 54% del manga que se comercializa en el mercado español, una cifra que ha bajado considerablemente en estos últimos años. En 2017 era el 62,5%, en 2016 el 70,1% y en años anteriores habían llegado a superar el 80%. Eso sí, si a las cifras de estas tres les sumamos ECC y Milky Way obtenemos un total de 87,5%, y con Panini el 92,75%. Es decir, que básicamente la publicación de manga en España está concentrada en seis editoriales; un escenario mucho más sano que cuando teníamos cifras parecidas concentradas solo en tres o cuatro empresas: esto fomenta la competencia y evita grandes monopolios, como ocurre efectivamente en otros países.

Voy a realizar otro “corta y pega” para recordar algo que considero esencial y no quiero que se olvide en ningún momento: lo que estamos barajando aquí es el “número de tomos nuevos de manga editados”. No conocemos tiradas ni ventas. Probablemente, de conocer otros datos tendríamos que, solo por la influencia de Dragon Ball, que se intuye que es un megasuperventas, la hegemonía de Planeta sería bastante acusada. No obstante, Norma e Ivrea probablemente van muy bien también gracias a muy buenas licencias que han sabido “cazar” a tiempo. En general, las tres editoriales que van en cabeza tienen un catálogo muy coherente y un público que ya sabe qué esperar de ellas. Planeta aprovecha el tirón de los grandes shōnen y se atreve con clásicos y seinen de gran calidad, además de relanzar, en nuevas ediciones, obras que se consideran de culto; Norma sigue con su excelente ojo a la hora de realizar licencias; e Ivrea apunta a su público tradicional (de gustos “otaku” y también público femenino) además de expandirse con apuestas más comerciales.

En cuando a ECC y Milky Way, ambas editoriales siguen en sus respectivas líneas, muy interesantes ambas, y que constituyen un sanísimo contrapunto a las obras a priori más comerciales a las que apuntan las tres empresas que dominan el mercado. ECC realiza apuestas –a mi entender– muy arriesgadas, seleccionando obras con marcadísima personalidad y que, en principio, poca gente pide (básicamente porque son obras muchas veces bastante desconocidas, incluso underground, con indudable calidad pero muy de nicho). De entre todas estas obras que lanza la editorial al mercado, brutalmente interesantes casi todas, más de una consigue llamar la atención del público y la crítica, aunque personalmente creo que se corre el riesgo de que un ritmo demasiado fuerte de lanzamientos demasiado “rarunos” provoque un fenómeno que ya vimos durante la anterior crisis: obras maestras pasando total e injustamente desapercibidas, sepultadas bajo una lluvia constante de novedades de más renombre o tirón comercial. Espero equivocarme. Milky, por su parte, sigue en general con su línea: con un tino alucinante para atar licencias cuando están empezando a despuntar en Japón (¡y cuando por fin las lanzan aquí ya están en la cresta de la ola o están a punto de llegar a ella!), su variadísimo catálogo incluye de todo: shōnen, shōjo, seinen, BL, josei, alternativo… ¡E incluso ya se han atrevido con un clásico!

El caso de Panini es básicamente el que ya conocemos: una línea muy estable que, sin embargo, el año pasado sufrió un fuerte auge no tanto debido a la contratación de nuevas obras sino a la reedición de mangas ya publicados en el pasado, bien por ellos mismos, bien por la difunta editorial Glénat/EDT, como Bleach, Berserk, Gantz

Finalmente encontramos “al resto”, de entre los que destaca muchísimo Tomodomo, con 19 novedades, que mantiene su línea ascendente y sigue consolidándose en el mercado con una estabilidad que ya querrían para sí otras empresas. Con “otras empresas” puedo referirme específicamente a Ponent Mon y La Otra H, que este año han reducido considerablemente su producción: Ponent Mon ha sacado 5 tomos (mientras que el año pasado fueron 14) y La Otra H también 5 (11 el año pasado). Mientras que de la situación de La Otra H no podemos decir gran cosa, sí sabemos, porque lo dijeron ellos mismos, que Ponent Mon ha decidido desacelerar su publicación de manga: posiblemente su apuesta por obras interesantísimas pero a priori de poco tirón comercial no les ha terminado de salir bien, por no hablar, posiblemente, de una política de precios desalentadora para el público tradicional del manga, acostumbrado a pagar entre 8 y 12 euros (dependiendo del formato y el número de páginas) por tomo.

Este año contabilizamos 20 editoriales que han publicado algún manga, 4 más que el año pasado y 2 más que en 2016, con lo que, si no me equivoco, tenemos aquí un récord histórico. Fandogamia sigue subiendo, con 8 tomos por 5 de 2017, Letrablanka también (3 por 1 del año pasado). Las demás se mantienen bastante estables: Gallo Nero (2 por 1 el año pasado), Astiberri (2 por 3 el año pasado), Yowu (1 por 3 del año pasado); La Cúpula vuelve con 2 novedades después de un tiempo sin publicar nada de manga; y se estrenan en el cómic japonés licenciado Ooso (con 6 novedades nada menos, todas ellas del autor clásico Gō Nagai), Nowevolution (3), Ediciones Babylon (1), DiValentis (1) y Satori (1). Atención a esta última, especializada en literatura japonesa y con un gran prestigio en el sector, que ha empezado fuerte, editando un recopilatorio de historias cortas de Shōtarō Ishinomori y anunciando una interesantísima obra clásica de corte josei de tres tomos: Mujeres del zodíaco, de Miyako Maki. Por el cuidado y el mimo que esta editorial pone en todo lo que hace, así como el tino de sus editores a la hora de seleccionar licencias, estoy seguro de que nos regalarán auténticas joyas.

En este 2018 desaparecen de la escena de edición de manga las editoriales Quaterni y Órbita, que solo sacaron una novedad cada una el año pasado y que se dedican, claro, a otro tipo de publicaciones: un caso muy parecido, sobre todo el de Órbita –Quaterni sí está especializada en temas japoneses, así que no sería de extrañar que en el futuro volvieran a apostar por alguna obra de cómic–, al de DiValentis este año.

Para concluir, pasemos al análisis final:

Ya avanzaba hace unas líneas que no creo que estemos ante una nueva burbuja manga, al menos tan notoria como la última que tuvimos. Sí que es cierto que me preocupa que ocurra como ya pasó aquella vez entre 2005 y 2009: que la gran avalancha de novedades (¡casi 70 al mes de media!) sepulte irremediablemente a obras que merecerían muchísimo más reconocimiento que el que deberían estar cosechando. Por las sensaciones de las que os hablaba antes, parece que en general el manga tiene muy buena aceptación y tanto los editores como los libreros están muy contentos. Así que crucemos dedos y que esto siga así. A título personal, creo que lo mejor que podría pasar en los próximos años, al menos en lo referente a manga editado en formado físico, es mantenernos sobre estas cifras (o incluso una pequeña bajada tal vez) para dejar que el mercado se consolide aún más y dar un poco de respiro.

Vamos en la buena dirección con los tres factores clave para evitar que esto sea “una moda pasajera” de los que hablaba el año pasado: incorporación constante de nuevo público, tanto a través de obras pensadas para el público infantil o como mangas cuyo éxito se apoya en grandes hits televisivos, cinematográficos o del mundo del videojuego; mantenimiento de la base lectora shōnen con la publicación, cada vez más pegada a Japón, de las obras más punteras; y consolidación definitiva del sector de público ya maduro, lector de manga de toda la vida, que demanda y adquiere obras diferentes a lo que tradicionalmente se ha ajustado al estereotipo del cómic japonés. O sea, básicamente seinen y clásico.

Para terminar, me permitiréis hablar de unos pocos puntos concretos que creo que son muy interesantes.

Sobre el shōjo y el BL: comentaba el año pasado que Planeta había hecho una apuesta muy fuerte para recuperar el shōjo en el mercado español de manga, una demografía que durante muchos años estuvo muy maltratada, imagino que simplemente porque las cifras de ventas no acompañaban (no hay que ser adivino para saber que si un tipo de obra no se vende bien, inmediatamente las editoriales toman posiciones conservadoras: es la ley de la oferta y la demanda, nos guste o no). Pese a que la apuesta de Planeta fue muy fuerte, no he visto que haya tenido especial continuidad. Sí que se edita más shōjo que antes, eso es innegable, pero no creo que se pueda decir que hemos recuperado “la normalidad” en este sentido. En cambio, el sector del BL (también conocido como yaoi o boy’s love) sí está en clarísimo auge. No solo tenemos una editorial que específicamente apuesta fuerte por este tipo de obras y que parece muy consolidada (Tomodomo), sino que esta labor de picar piedra de Tomodomo ha estado acompañada, de forma más tímida pero también bastante decidida, por Milky Way (¡que incluso se ha arriesgado con un enorme clásico, La balada del viento y los árboles, considerado una de las semillas de las que germinó el BL!). Y veo que otras editoriales se están subiendo al carro del BL, lo cual es una buena noticia porque tener más variedad y opciones siempre es una gran noticia.

Sobre el manga clásico: este era mi lamento sempiterno en estas estadísticas. “Muy guay todo, pero ¿qué pasa con el clásico?” Pues bien, este año puedo cambiar mi cansino discurso en este sentido. ¡Por fin! Todo indica que por fin el manga clásico está despertando más allá de Tezuka y Koike (sin olvidarnos de estos dos, claro, y es que Planeta anunció en el Salón del Manga que su intención es editar (palabras literales) “todo Tezuka” (!!!!)). Y es que nos estábamos perdiendo un montón de obras absolutamente brillantes por culpa de esa obsesión que tenemos en general por “lo último”, “lo más nuevo”, “lo que está en boca de todo el mundo”… Vale la pena volver la vista atrás y descubrir obras que han marcado la historia del manga. Por fin parece que el público está respondiendo a esto, por la misma regla de tres de la que hablaba con el shōjo pero en el caso contrario: la ley de la oferta y la demanda. Durante muchos años, la gente no demandaba clásico más allá de Tezuka y Koike, por lo tanto, apuestas puntuales de varias editoriales en este sentido no tuvieron el éxito esperado y, por lo tanto, no se arriesgaron más o bien lo hicieron de forma muy tímida. Ahora, si vemos la cantidad de manga clásico que se está editando, el que se va a editar (esté anunciado o no –repito que conozco algunas cosas que aún no son públicas, y realmente no sé de la misa la mitad–) todo indica que por fin hay un hueco, pequeño todavía pero ahí está, para los grandes clásicos. Hay muchísimo donde explorar en los más de 70 años de historia del manga moderno, ¡no nos vamos a aburrir! Podemos por fin disfrutar de obras de Gō Nagai, Monkey Punch, Shōtarō Ishinomori, Miyako Maki, Yoshiharu Tsuge, Shigeru Mizuki, Keiko Takemiya, Kazuo Kamimura, Moto Hagio… Y esto por nombrar solo autores con obras maestras previas a los años 1980…

Sobre las reediciones y el material “alternativo”: esto ya no es un fenómeno nuevo, sino que se consolida cada vez más a cada año que pasa. Cada vez es más normal que obras que, en su momento, marcaron una época, se reediten en otros formatos, generalmente de más calidad (formatos kanzenban y similares) o con más páginas (formato tomo doble, por ejemplo), a veces con nuevas traducciones y a veces con las mismas traducciones que se usaron en el primer momento. Pero esto ya no es noticia, simplemente lo menciono para que quede constancia de que esto sigue igual, que me parece muy sano y que ojalá esto sea algo que se perpetúe en el tiempo porque vale la pena que las grandes obras del manga estén siempre disponibles en las librerías. Tampoco es noticia que están apareciendo constantemente nuevos materiales alternativos que no son manga pero están muy relacionados con él. Estoy hablando de databooks, enciclopedias y demás. Lo que sí es más nuevo es que parece que se ha consolidado un pequeño nicho de mercado en la forma de las llamadas “novelas ligeras”. No es nuevo que se editen novelas ligeras en España, pero sí que me parece que lo que empezó con un rotundo fracaso (la aventura de Timun Mas y su sello Genkō Books, que claramente resultó fallida pese a lo interesante de su propuesta, solo que estaba muy avanzada a su tiempo), siguió con un fuerte parón y, desde hace un par de años y algunas intentos más bien tímidos, se ha consolidado bastante. Lo que decía antes de que Planeta parece haber frenado un poco su producción en lo referente a novedades manga se puede entender también si pensamos que esta editorial es, con bastante diferencia, la que más productos de este tipo lanza, y que además son muy laboriosos de producir (en cuestión de traducción, sobre todo, pero también en rotulación en el caso de los enrevesados databooks y enciclopedias)… Solo que no están contabilizados en estas estadísticas.

Sobre lo digital: cada año desde hace [incontables] acabo este texto hablando sobre las posibilidades del medio digital con el manga y lo poco aprovechado que está. ¿Y qué pasa con las editoriales japonesas que, salvo en Estados Unidos –y, hasta ahora, de forma muy limitada– no permiten que se publique manga legal en formato digital? Un dato interesante y que corrobora mis teorías sobre el brutal potencial del manga digital es que, en 2017, en Japón, los beneficios obtenidos por la industria editorial en el sector del manga digital superaron a los del manga físico. ¡Es decir, que en Japón ya se consume más manga en digital que en físico! Esto en Occidente no se ha replicado todavía (al menos en los referente a opciones estrictamente legales, claro) y tengo mis dudas razonables de que lo haga con la velocidad e intensidad que lo ha hecho en Japón. Pero es innegable que el futuro del manga está en el formato digital (y no, no creo que el físico vaya a desaparecer en muuuuchos años) y que algo se está por fin moviendo. Hace cuestión de un par de meses, Viz Media, la filial de Shūeisha y Shōgakukan en Estados Unidos, anunció que pondría a disposición de todo el mundo angloparlante (lamentablemente no está disponible fuera de ciertos países del área angloparlante) los contenidos de la Shōnen Jump el mismo día que en Japón, lo que vendría siendo un “simulpub” en toda regla. Y que además abriría todo su catálogo digital de manga en inglés a cambio de una suscripción mensual muy modesta. Esto es por fin lo que tanto estaba esperando, un movimiento así es lo que era imprescindible. Habrá que ver si la apuesta fructifica y, sobre todo, si se amplifica (a ver si entran en juego más editoriales aparte de Shūeisha, y más mangas aparte de los de la familia Jump; seguramente están esperando a ver si lo petan o si se dan el batacazo, para subirse al carro o quedarse quietecitos) y, lo que más nos va afectar, si se replica en otras partes del mundo. Cada día está más cerca, creo, mi viejo sueño de tener un Netflix o un Spotify de manga… Vamos a ver si podemos asistir a su nacimiento en 2019 o si tendremos que esperar un poco más.

Bien, ¿qué te ha parecido la edición de este año de las Estadísticas Manga? ¿Crees que estamos ante una burbuja o no? ¿Cómo ves la evolución del mercado manga? ¿Seguirá creciendo, se estabilizará, volverá a bajar? ¿Qué hay del manga clásico? ¿Y el digital? Te invito a compartir tus impresiones tanto en los comentarios de este mismo post como en las redes sociales, sobre todo Twitter y Facebook.

De nuevo, este año hemos realizado el recuento basándonos sobre todo en las listas de Listado Manga. Mis agradecimientos por su encomiable labor, así como a Toni Ramírez por su gran ayuda con los recuentos, ¡año, tras año, tras año! Gràcies, Toni!



Estadísticas manga 2017

Wednesday, December 27th, 2017

Un año más os presentamos las estadísticas manga, ya toda una tradición, que nos sirven para tomarle el pulso al mercado de cómic japonés de España. Como ya viene siendo habitual, por desgracia, lo primero es una disculpa por tener el blog parado durante tanto tiempo. La verdad es que mis circunstancias actuales no me permiten disponer de demasiado tiempo para leer y mucho menos escribir para el blog, y no parece que esto vaya a cambiar en un futuro próximo. Sin embargo, suplo esto con la actividad en redes sociales, sobre todo en Twitter pero también en Instagram y Facebook. Si me seguís en cualquiera de ellas, pero sobre todo en Twitter, estaréis al tanto de mis lecturas y peripecias varias. En cualquier caso, aprovecho la ocasión para anunciaros que estoy empezando a trabajar en un nuevo libro que me hace mucha ilusión y del que espero poder deciros más en los próximos meses.

Antes de empezar, como siempre, recomiendo repasar lo dicho el año anterior para contrastar. Además, aquí tenéis un índice con todas las realizadas desde el año 2008 para consultar el histórico.

Y, también como es habitual, toca hacer un corta y pega explicativo, para que nadie se lleve a engaño sobre lo que son y, sobre todo, lo que “no” son estas estadísticas. Solo contamos las novedades (no se cuentan relanzamientos a precio reducido ni segundas o terceras ediciones, aunque sí reediciones en formato distinto al que aparecieron en su origen –kanzenban, bolsillo, tomo doble…– o con el mismo formato pero nueva traducción y rotulación). Independientemente de que una novedad tenga una tirada de 500 o 20.000 ejemplares –dato que no podemos saber–, para nosotros será solo una novedad. Tampoco el número de páginas influye: cuenta igual un tomo de Naruto de 190 páginas como la reedición en dos tomos en cofre de Nausicaä, de unas 1100 páginas en total (es injusto, lo sabemos, pero de algún modo tenemos que hacer el recuento). Definimos manga, por cierto, como “cómic realizado en Japón y destinado, originalmente, al público japonés”.

No barajamos cifras de tiradas ni de ventas simplemente porque las editoriales no las facilitan. Por eso, aunque podamos llegar a una conclusión (p.e., el mercado del manga en España está en auge), esta conclusión solo se aplica al hecho de que sale una cantidad superior de novedades con respecto a los últimos dos o tres años. Si supiéramos otro tipo de cifras, la conclusión podría ser radicalmente distinta (ejemplo: aunque el mercado parece estar en auge, lo cierto es que estamos en declive porque la tirada media o el promedio de las cifras de ventas son muy menores y por lo tanto arrojan menos beneficios a las editoriales. O al contrario, que efectivamente está en auge. Pero esto no lo podemos saber.)

Finalmente, recordar que estas son unas estadísticas realizadas de forma totalmente amateur, “por amor al arte”, como se dice, por lo que podría haber errores, nos podríamos haber dejado alguna obra por contabilizar, puede haber debate sobre si la obra X es “reimpresión” (por lo tanto no cuenta) o “reedición en otro formato” (por lo tanto sí cuenta), etcétera. No quiero que os toméis esto como unas cifras absolutas y poseedoras de la verdad absoluta. Para lo que sí tienen que servir, y sirven, es para tener un retrato de cómo está el mercado.

Vamos allá con la cifra de tomos de manga editados en el año 2017:

Esta para mí es la gran sorpresa. Yo esperaba, sinceramente, unas cifras muy parecidas a las del año pasado, sin demasiada variación, y me he encontrado con que se ha batido el récord absoluto histórico de edición de manga en España, vigente desde 2007, con 793 novedades. De nuevo, la primera pregunta que viene a la cabeza es: ¿estamos ante una nueva burbuja manga? A esta pregunta intentaré responder más adelante desde mi punto de vista, de momento la dejo aquí. Eso sí, viendo solamente el gráfico, está claro que la época de crisis está más que superada y estamos inmersos en un carrusel ascendente bastante mareante.

Bueno, ahora veamos cómo queda repartido el “pastel” del manga por editoriales.

 

Veamos también el gráfico de la evolución de número de lanzamientos por editorial y año desde 2008.

En este gráfico se ve claramente que la editorial que ha conseguido el primer puesto lo ha hecho disparando su producción año tras año durante los últimos 5 años y batiendo su propio récord histórico de material publicado, de 2009 nada menos. Planeta Cómic es sin duda la editorial más importante de manga en nuestro país por el simple hecho de que posee los derechos de la tríada más superventas: Dragon Ball, One Piece y Naruto. Y, curiosamente, desde 2008, cuando empezamos a confeccionar este gráfico, solo una vez había ocupado la primera posición también en cuestión de número de lanzamientos, y por un estrechísimo margen (175 de la extinta Glénat/EDT vs. 177 de Planeta en ese año). Dicha primera posición se ha obtenido no solo por editar novedades, sino también por realizar nuevas ediciones de mangas que ya en su momento vieron la luz en nuestro país, sea por esta misma editorial o rescatada de entre los títulos descatalogados de otras. Más tarde hablaré sobre estas nuevas ediciones. En cuanto a Ivrea y Norma, las otras dos de “las tres grandes”, han relajado un poquito el pie que tenían puesto en el acelerador y han visto unos ligeros descensos, en absoluto preocupantes. Lo que está muy claro es que seguimos teniendo tres editoriales muy potentes, que sacan al mercado una cantidad muy similar de novedades y la posición que ocupen en cada año no tiene tampoco demasiada relevancia. Este año es Planeta, los dos años anteriores fue Norma y entre 2013 y 2015 fue Ivrea.

Lo que sí cambia, y mucho, es que si bien tradicionalmente teníamos tres grandes grupos de editoriales, las “tres grandes”, “dos medianas + Panini” y “el resto”, el hueco entre los dos primeros grupos se ha reducido considerablemente debido al auge impresionante que siguen teniendo las editoriales ECC y Milky Way, que debutaron en 2014 y se han consolidado ya como auténticos pesos pesados, con cifras cada vez más cercanas a las tres de cabeza. Actualmente, las tres grandes editan el 62,5% de todo el manga que se comercializa en el estado español, un bajón considerable con respecto al 70,1% del año pasado o las cifras superiores al 80% de años anteriores. Algo que, personalmente, me parece un dato muy sano ya que fomenta la competencia y evita grandes monopolios.

Voy a realizar otro “corta y pega” para recordar algo que considero esencial y no quiero que se olvide en ningún momento: lo que estamos barajando aquí es el “número de tomos nuevos de manga editados”. No conocemos tiradas ni ventas. Probablemente, de conocer otros datos tendríamos que, solo por la influencia de Dragon Ball, que se intuye que es un megasuperventas, la hegemonía de Planeta sería bastante mayor. No obstante, Norma e Ivrea probablemente van muy bien también, debido a fenómenos como Pokémon y Yo-kai Watch por parte de la primera y One Punch-man por parte de la segunda. En general, las tres editoriales que van en cabeza tienen un catálogo muy coherente y un público que ya sabe qué esperar de ellas. Planeta aprovecha el tirón de los grandes shōnen y se atreve con clásicos y seinen de gran calidad, además de relanzar, en nuevas ediciones, obras que se consideran de culto y realizar una gran apuesta por el shōjo durante este año; Norma sigue con su excelente ojo a la hora de realizar licencias y además este año ha conseguido por fin la licencia de una obra de culto como Akira, en su versión original en blanco y negro, que estamos seguros de que le reportará beneficios muy dignos de verse y muy estables durante muchos años; e Ivrea apunta a su público tradicional (de gustos “otaku” y también público femenino) además de expandirse con apuestas más comerciales como la mencionada One Punch-man, dando el pelotazo con la arriesgadísima, pero a la postre, muy exitosa, JoJo’s Bizarre Adventure y recuperando, totalmente por sorpresa, la obra Gunnm, conocida también con el título de Alita Ángel de Combate.

Ya hemos comentado lo del segundo grupo, cada vez más cerca del grupo en cabeza. ECC y Milky Way siguen apostando fuerte por el crecimiento. Milky Way tiene una línea editorial muy clara, con algunas apuestas que pueden percibirse como arriesgadas pero que contribuyen a ampliar la variedad de cómic japonés que se edita en el estado español y un público extremadamente fiel que ya solo por el hecho de que una obra aparezca bajo el sello de dicha editorial le da un voto de confianza y una oportunidad. Su gran labor en redes sociales y su cercanía al público, además de su servicio de venta directa y el ya tradicional “manga de medianoche” (apertura de los pedidos en la web el día del lanzamiento a las 00:00) han conseguido que esta editorial se haya ganado el cariño de un público que le es muy fiel. En cuando a ECC, su línea manga parece estar centrada en la búsqueda de autores rompedores, contemporáneos o más clásicos, y la explotación incesante de las vetas “Junji Itō” y “Kazuo Koike”, que parecen estar funcionándoles muy bien, sobre todo la primera.

Finalmente, en este grupo encontramos a Panini, que habitualmente llegaba en una posición bastante más rezagada en cuanto a número de lanzamientos (entre 20 y 25 al año) pero que este año se ha disparado muchísimo, llegando a los 60 tomos publicados. El año pasado decíamos de Panini que “sigue siendo coherente y realiza una cantidad de lanzamientos manga muy estable a lo largo de los años, lo cual no debería sorprendernos ya a estas alturas: un descenso haría saltar las alarmas, mientras que un ascenso significaría que la editorial ha decidido potenciar su línea manga. La estabilidad ya conocida significa, a priori, que la editorial que publica Marvel en España ya está satisfecha con su presencia en el mercado del manga y que simplemente quiere seguir ahí, con títulos seleccionados y sin embarcarse en grandes aventuras”. Pues bien, el ascenso de este año en Panini no viene dado tanto por un incremento en el número de nuevas licencias sino en una nueva política de reediciones de mangas que ya salieron hace años y que se ha estimado, por su parte, que pueden tener una nueva vida: estamos hablando de obras como Berserk (cuarta vez que se edita en España, ya que pasó por los catálogos de Planeta, MangaLine y Glénat/EDT), Blame!, Biomega y Ultra Maniac.

Ya después de estas seis editoriales, a considerable distancia, vienen las pequeñas, de entre las que siguen destacando, al igual que el año pasado, tres, que son “las grandes entre las pequeñas”: Tomodomo (18 novedades, por 12 del año pasado), Ponent Mon (14 novedades, por 8 del año pasado) y La Otra H (10 novedades, por 11 del año pasado). Destacamos aquí la consolidación de la “resurrección” de Ponent Mon que ya comentamos en 2016, y que ya ha anunciado interesantísimas novedades de cara a 2018, y el crecimiento sostenido de Tomodomo. Este año contabilizamos un total de 16 editoriales que han sacado al menos un título de manga, dos menos que el año pasado.

La única que se estrena es Órbita, mientras que en este año no han editado ningún título de cómic japonés las editoriales Minchō Press, Autsaider ni DeBolsillo. Como vemos, Fandogamia ha sacado 5 tomos (por 1 del año pasado), Astiberri 3 (una más), Yowu 3 (por 1 del año pasado), Letrablanka 1 (por 2 del año pasado) y Gallo Nero y Quaterni se mantienen en 1.

Para concluir, pasemos al análisis final:

Este año me es complicado realizar este análisis en los mismos términos, tan optimistas, que el pasado. Si recordáis, el año pasado estaba hablando de que tenemos una escena manga muy sana, en la que se edita de todo, de comercial a alternativo, de infantil a adulto, etcétera. Que creía que pese al auge de la edición de manga, estábamos ante una escena muy consolidada, con público de todo tipo que ya es conocedor de lo que puede encontrar o no en el mercado, y de lo que puede esperar o no de ciertas obras.
Antes de recibir el recuento de novedades de este año, que como hace ya unos años realiza Toni Ramírez y al cual se lo agradezco en el alma, esperaba, y así había expresado en redes sociales, que las cifras de este año resultaran más o menos parecidas a las del año pasado. Para nada me esperaba una crecida tan grande, de más de 100 novedades (de 686 a 793). A toro pasado, puedo ver ahora que este auge ha sido provocado sobre todo por la crecida de las editoriales ECC y Milky Way y por el fenómeno de las recuperaciones de obras que en su momento ya habían sido publicadas.

Me explico: muchas veces, mis sensaciones sobre el mercado provienen de mi trabajo en el día a día en la agencia de traducción Daruma Serveis Lingüístics, que trabaja con las editoriales Planeta Cómic, Norma, Milky Way y Panini, entre otras, y puedo decir que nuestra actividad traductora en cuestión de manga este año ha sido un poco inferior a la del año pasado. De ahí que tuviera esta sensación de estabilidad. Lo que se me había escapado es que, si bien es cierto que hemos traducido un poco menos de material nuevo, hemos cedido muchísimo material ya traducido anteriormente por nosotros, como Berserk, Biomega, Blame!, 20th Century Boys, La Espada del Inmortal, Card Captor Sakura, etc. Y el año que viene, solo por las anunciadas reediciones de obras de Tezuka como Black Jack, Astroboy, La nueva isla del tesoro y otras, aparte de que van a salir el grueso de los tomos de 20th Century Boys, La Espada del Inmortal y Card Captor Sakura, este número de reediciones posiblemente incluso aumentará.

No puedo dejar de tener cierta preocupación, esta vez sí, por la posibilidad de que estemos ante una nueva burbuja manga similar a la vivida entre 2005 y 2009. Hay motivos para pensar que no, y ya los expresé el año pasado: la incorporación del público infantil al manga con obras como Pokémon, Yo-kai Watch o Super Mario; la consolidación del manga alternativo que cada vez está teniendo más aceptación entre un público tradicionalmente “alérgico” al cómic japonés; el mantenimiento de la “base lectora” shōnen, alimentada continuamente por los bombazos del momento como Tokyo Ghoul, One-punch man o My Hero Academia; y ese público tan fiel, durante tantos años, que sigue consumiendo manga habiendo empezado a leerlo en los años 90 o ya en el “segundo boom” de a partir de 2001 y que ya no demanda tanto shōnen sino que pide un producto más acorde con su edad, es decir, obras seinen. Por no decir el público que consume manga shōjo y que este año ha vivido un gran año gracias a la ambiciosa apuesta de la editorial Planeta por este tipo de obras. No tengo datos sobre si esta apuesta ha salido bien o no, y es pronto para decirlo: vamos a ver cómo son las próximas licencias de esta editorial; si el shōjo sigue teniendo un papel prominente entonces es que ha salido bien la apuesta. De lo contrario, lo más probable es que la edición de shōjo manga vuelva a limitarse considerablemente. Yo, por si acaso, mantengo los dedos cruzados.

De nuevo, mi reivindicación anual por el manga clásico. No voy a quejarme demasiado después de la fortísima apuesta de Planeta por recuperar obras esenciales de Osamu Tezuka, ni por la continuada edición por parte de ECC de obras de Kazuo Koike o su reciente descubrimiento de uno de mis autores más queridos, Kazuo Kamimura, ni tampoco por la aparición de un par de obras de mi admiradísimo Yoshiharu Tsuge… Pero sí que es cierto que sigue habiendo un déficit de clásicos más “populares”, menos “de nicho”. Me refiero a obras de autores como Shōtarō Ishinomori, Fujiko Fujio, Leiji Matsumoto, Tetsuya Chiba o incluso Sanpei Shirato (por Tezuka, ¿¿¿qué demonios pasa que nadie se atreve con La leyenda de Kamui???) Seguramente nuestro mercado todavía no está preparado para este tipo de propuestas, como parece evidenciar la indiferencia con la que se recibió a una obra maestra como Relatos de Sabu e Ichi, que pese a ser un clásico creo que sí estaría dentro de estos clásicos “de nicho” a los que me refería antes.

Sigue, eso sí, como destacaba el año pasado, la apuesta por editar productos relacionados con el manga y el anime como novelas ligeras, databoks, anime comics y demás productos paralelos. En Daruma no paramos de recibir encargos de este tipo, muy complicados de gestionar por la enorme carga de trabajo que suponen. Evidentemente, al ser productos tan costosos de traducir y, como los databooks, de rotular, su coste de producción es muy superior al del manga, de lo que deduzco que si las editoriales siguen licenciando e invirtiendo en ellos es porque les salen a cuenta. Y si les salen a cuenta es porque hay suficiente público que los adquiere, lo cual, de nuevo, es una gran noticia y una señal de que nuestro mercado está muy bien asentado. No parece que estemos ante el “gigante de pies de barro” de los años locos de la burbuja. Ahora tenemos igualmente a un gigante, de nuevo, pero tengo la sensación de que se apoya en un terreno muy firme, muy estable y consolidado. Espero no equivocarme y que esto siga evolucionando en la dirección correcta durante muchos más años.

Un año más termino (y hago corta-pega por enésima vez…) con la mención al e-manga, que todavía está por llegar (y llegamos así un montón de años). Analizando las apps disponibles en Japón y el notabilísimo crecimiento del uso del manga electrónico en dicho país, creo que el futuro puede ser bastante excitante en este sentido, pero un año más esto no se ha acabado de trasladar a Occidente, donde apenas existen opciones para comprar manga electrónico oficial en Estados Unidos, Francia y también España, todos los casos a precios ilógicos, con lo que es difícil que realmente se asiente. Vamos a ver cuándo y cómo se produce el gran cambio y en qué afecta este al mercado.

¿Qué te ha parecido la edición de este año de las Estadísticas Manga? ¿Crees que estamos ante una burbuja o no? ¿Cómo ves la evolución del mercado manga? ¿Seguirá creciendo, se estabilizará, volverá a bajar? Te invito a compartir tus impresiones tanto en los comentarios de este mismo post como en las redes sociales, sobre todo en los comentarios y “replies” de las respectivas entradas en Twitter y Facebook.

De nuevo, este año hemos realizado el recuento basándonos sobre todo en las listas de Listado Manga. Mis agradecimientos por su encomiable labor, así como a Toni Ramírez por su gran ayuda con los recuentos.

Sobre la conveniencia o no de tener “título” de traducción para ser traductor

Monday, February 6th, 2017

Sobre la conveniencia o no de tener “título” de traducción para ser traductor
(Al menos en el campo del manga y anime)

Vaya por delante que esta es una visión muy personal, exclusivamente mía. Y también que yo soy licenciado en Traducción e Interpretación y por lo tanto sí tengo “el título”.

Es obvio que tener el título de traductor, tras haber cursado una licenciatura en Traducción e Interpretación, es un plus muy importante, muchas veces decisivo. Se supone que un licenciado en traducción e interpretación ha sido formado específicamente, tiene un dominio excelente de las técnicas de traducción, la teoría de la misma, conoce la importancia de documentarse y sabe cómo hacerlo, tiene ortografía y gramática impecables, etcétera.

Sin embargo, en la vida real, me he encontrado con varios casos que dan matices a esa afirmación: como codirector de la agencia de traducción e interpretación Daruma Serveis Lingüístics SL, he supervisado decenas de pruebas de traducción de traductores aspirantes a incorporarse a nuestro equipo.

A no ser que hayamos visto al candidato MUY verde, nunca hemos denegado una prueba de traducción a nadie por motivos de currículum; tanto da que acredite tener la licenciatura como no, porque al final lo que valoramos es el resultado de la prueba.

Por un lado, hemos encontrado a gente que tiene la licenciatura pero luego, en la prueba, no han estado a la altura por varios motivos. Presuponiendo una comprensión del original del 100% o al menos del 99% (que a veces es mucho presuponer, ojo… pero bueno, ese sería otro tema), me atrevería a decir que el más general de ellos es la falta de “consciencia de idioma”, por llamarlo de una forma. Una traducción tiene que fluir, ser natural y “sonar bien”. Nunca debe dar la sensación de ser un texto que va a trompicones, que los personajes no hablan de forma natural o adecuada al registro (dada su edad, entorno, circunstancias, emociones que suscitan ese diálogo en el momento…). Por no hablar de cuestiones como “higiene” a la hora de escribir los textos (mala puntuación, espacios donde no tocan, cuatro puntos en vez de tres, errores de tecleado, nombres propios escritos de varias maneras y cosas así) o, algo que siempre me ha dejado boquiabierto (¡estamos hablando de una prueba de traducción, en la que el aspirante debe dar el 150% de sí mismo!), faltas de ortografía o gramática, algo increíble teniendo en cuenta que el corrector de Word detecta él solito el 80-90% de ellas.

Por otro lado, hemos encontrado a gente que no tiene la licenciatura y ha bordado la prueba. Como gestor de una empresa que tiene un equipo de traductores que andará alrededor de las 20 personas (algunas a tiempo completo, otras a tiempo parcial y otras solo en proyectos ocasionales), mi interés es que las traducciones que salgan de Daruma sean de calidad y se entreguen en el plazo de tiempo estipulado. El plazo de tiempo es otro factor importante: un traductor puede ser buenísimo, excelente incluso, pero si se retrasa constantemente o da problemas de cualquier índole, le vamos a dar una oportunidad, dos, tres, las que sea, pero si no corrige eso dejaremos de contar con él/ella. Una cosa es traducir por afición y otra muy distinta es hacerlo para ganarse la vida, y en el segundo caso hay un “plazo de entrega” que se tiene que cumplir, ya que el prestigio de Daruma en bloque va en ello. A día de hoy, tras 13 años desde la fundación de la empresa, podemos decir que jamás hemos llegado tarde a una fecha de entrega, y ese es uno de nuestros principales factores de orgullo.

Cuando buscamos nuevos traductores, obviamente miramos el CV, pero primordialmente valoramos la prueba. Cierto es que en los últimos tiempos prácticamente todas las nuevas incorporaciones son licenciados de Traducción e Interpretación, pero históricamente no siempre ha sido así. Durante el “segundo boom del manga” (2002-2008 aprox.) hubo mucho trabajo y pocos profesionales formados en traducción específicamente (ahora estamos en pleno “tercer boom del manga” y por suerte eso ya no es así). Tuvimos que recorrer a personas con dominio del japonés y, sobre todo, del español (Importantísimo, como digo en el punto 7 aquí) y “formarlos” sobre la marcha. Algunos han resultado ser excelentes desde el primer día e incluso siguen a día de hoy trabajando con nosotros -porque nunca han dejado de hacerlo-, a otros les ha costado más, otros se han caído del carro por un motivo u otro, etcétera.

De hecho, puedo poner como ejemplos a Jesús Espí, bioquímico de formación y traductor “por accidente”. No se me ocurre nadie mejor que Jesús para hacer una traducción con fuerte carga científica, por ejemplo, porque tiene este tipo de formación. Aunque también borda el shônen y el shôjo, una cosa no quita la otra. Otro ejemplo es el malogrado Alberto Aldarabí que, por no tener, no tenía ni el bachillerato (problemas de salud a una edad temprana se lo impidieron), y aun así ha sido uno de los mejores traductores que han trabajado para Daruma: sigo pensando que Alberto es el mejor traductor de humor que ha habido en el manga-anime en España, como se puede comprobar en sus traducciones de Lamu o Keroro. Su chispa y su gracia valían más que cien títulos.

En definitiva, ¿es importante o no tener el título de traducción? Para Daruma (y sin ánimo de sentar cátedra en absoluto, que para gustos colores) es un “papel” que acredita que has sido formado específicamente para ser traductor. Un “papel” importante, ojo. Pero lo que de verdad valoramos es que alguien sepa traducir y, traduciendo, lo demuestre.

Estadísticas manga 2016

Thursday, December 29th, 2016

Como podéis comprobar, tengo el blog totalmente parado desde hace ya demasiado tiempo para mi gusto. No es que haya dejado de leer manga, pero sí que es cierto que puedo leer mucho menos que antes por una cuestión de trabajo y, sobre todo, paternidad. En todo caso, es mi intención retomar las reseñas algún día. Eso sí, como cada año, para la tradicional entrada sobre estadísticas sí vale la pena dedicar unas horas y sacarlas de donde sea: y, de nuevo, aquí estamos para ver las cifras del año 2016.

Como es habitual, antes de empezar a leer recomiendo repasar lo dicho el año anterior para contrastar. Además, aquí tienes un índice con todas las realizadas desde el año 2008 para poder consultar todo el histórico.

Como siempre, toca hacer el corta y pega explicativo, para que nadie se lleve a engaño sobre lo que son y, sobre todo, lo que no son, estas estadísticas. Solo contamos las novedades (no se cuentan relanzamientos a precio reducido ni segundas o terceras ediciones, aunque sí reediciones en formato distinto al que aparecieron en su origen –kanzenban, bolsillo, tomo doble…-). Independientemente de que una novedad tenga una tirada de 500 o 20.000 ejemplares –dato que no podemos saber–, para nosotros será solo una novedad. Tampoco el número de páginas influye: cuenta igual un tomo de Naruto de 190 páginas como la reedición en dos tomos en cofre de Nausicaä, de unas 1100 páginas en total (es injusto, lo sabemos, pero de algún modo tenemos que hacer el recuento).

No barajamos cifras de tiradas ni de ventas simplemente porque las editoriales no las facilitan. Por eso, aunque podamos llegar a una conclusión (p.e., el mercado del manga en España está en auge), esta conclusión solo se aplica al hecho de que sale una cantidad superior de novedades con respecto a los últimos dos o tres años. Si supiéramos otro tipo de cifras, la conclusión podría ser radicalmente distinta (ejemplo: aunque el mercado parece estar en auge, lo cierto es que estamos en declive porque la tirada media o el promedio de las cifras de ventas son muy menores y por lo tanto arrojan menos beneficios a las editoriales. O al contrario, que efectivamente está en auge. Pero esto no lo podemos saber.)

Vamos allá con la cifra de tomos de manga editados en el año 2016:

Pues bien, el gráfico habla por sí mismo: las cifras de 2015 no solo se mantienen sino que siguen aumentando y conseguimos un tercer dato histórico muy meritorio: un total de 686 novedades. Una cifra que solo queda por detrás de los “años locos” de la burbuja económica y manga 2007 y 2008, por encima incluso de 2005 y 2006, cuando se estaba fraguando dicha burbuja, y de 2009, cuando, a pesar de que ya había reventado, seguía habiendo inercia en el mercado. Lo que lleva, inevitablemente, a la pregunta… ¿Estamos ante una nueva burbuja manga? Más tarde intentaremos dar una respuesta a esta pregunta, de momento la dejaremos aquí. Lo que está claro es que el equilibrio de entre 350 y 380 novedades al año que imperó durante los años de la crisis (2010-2014) está más que roto y el mercado está, de nuevo, en claro auge.

Bien, ¿y cómo queda repartido el “pastel” del manga por editoriales?

Veamos también el gráfico de la evolución de número de lanzamientos por editorial y año desde 2008.

 

Todas las editoriales, salvo dos, han batido su récord de novedades en un año. Norma se impone como la editorial que más nuevos tomos de manga ha lanzado en el año (169), desbancando a Ivrea (158), que llevaba 3 años seguidos ocupando ese podio, desde la caída de Glénat-EDT. En tercer lugar encontramos a Planeta Cómic, con 154 novedades, segundo mejor dato histórico, solo por detrás de la locura del año 2009, cuando lanzó 177. Así pues, el podio de las tres editoriales con más novedades sigue igual que el año pasado, solo que con un cambio de posiciones que no resulta demasiado significativo puesto que las tres están muy igualadas. Seguimos teniendo tres grandes editoriales muy por encima del resto, que editan el 70,1% de todo el manga que se comercializa en el estado español, una cifra muy similar a la del año pasado y bastante sana en comparación a otros años, cuando estas mismas tres editoriales copaban más del 80% del mercado.

Como siempre, y a riesgo de repetirme, lo que estamos barajando aquí es el “número de tomos nuevos de manga editados”, no conocemos tiradas ni ventas. Probablemente, de conocer otros datos estaríamos hablando de un podio muy distinto, en el que probablemente Planeta ocuparía el primer puesto ya que no en vano posee licencias potentísimas como Dragon Ball (que ha protagonizado un sonado renacimiento gracias a la edición de la Full Color Edition, Compendios, Anime Book y demás material, y estamos seguro de que las tiradas de esta serie probablemente hacen empalidecer de lo lindo a todo lo demás), One Piece o Naruto. No obstante, Norma e Ivrea probablemente van muy bien también, debido a fenómenos como Pokémon y Yo-kai Watch por parte de la primera y One Punch-man por parte de la segunda. En general, las tres editoriales que van en cabeza tienen un catálogo muy coherente y un público que ya sabe qué esperar de ellas. Planeta aprovecha el tirón de los grandes shōnen y se atreve con clásicos y seinen de gran calidad; Norma sigue con su excelente ojo a la hora de realizar licencias; e Ivrea apunta a su público tradicional (de gustos “otaku” y también público femenino) además de expandirse con apuestas más comerciales como la mencionada One Punch-man.

Tradicionalmente hablábamos de “las tres grandes más una”, que era Panini, pero el año pasado el panorama ya cambió mucho debido a la irrupción de dos editoriales que han seguido avanzando a marchas forzadas durante este 2016: Milky Way y ECC, que formaron un segundo grupo muy definido. Este año sigue bastante igual en este aspecto: detrás de las tres grandes encontramos, ahora sí se puede decir, a estas dos “medianas”, Milky Way y ECC, que siguen creciendo de forma muy destacable y con un sorprendente paralelismo (ver las líneas correspondientes en el gráfico de “Evolución del nº de lanzamientos por editorial”). Y, a bastante distancia, se encuentra Panini, que de las grandes es la única en este año, junto con Planeta, que no ha realizado su mejor dato histórico, aunque, como vemos en el gráfico, sí sigue siendo coherente y realiza una cantidad de lanzamientos manga muy estable a lo largo de los años, lo cual no debería sorprendernos ya a estas alturas: un descenso haría saltar las alarmas, mientras que un ascenso significaría que la editorial ha decidido potenciar su línea manga. La estabilidad ya conocida significa, a priori, que la editorial que publica Marvel en España ya está satisfecha con su presencia en el mercado del manga y que simplemente quiere seguir ahí, con títulos seleccionados y sin embarcarse en grandes aventuras.

Si normalmente por detrás de este grupo de cinco editoriales más Panini encontrábamos “al resto”, esta vez podemos destacar un nuevo grupo, en este caso de tres editoriales, que conforman el grupo de “las grandes entre las pequeñas”, claramente separadas del resto. Por orden, Tomodomo (12 novedades, por 14 del año pasado), La Otra H (con 11 novedades, superando las 7 del año pasado, cuando era conocida con el nombre de su editorial madre, Herder) y Ponent Mon (cuya “resurrección” en el mercado del manga se confirma, manteniendo las mismas 8 novedades que en 2015). Así pues, en total, el año pasado teníamos 17 editoriales que habían editado al menos un título de cómic japonés, y lo destacábamos como algo que nunca se había visto antes: pues bien, este año tenemos ¡18!

De estas pequeñas, tres se estrenan editando cómic japonés (Letrablanka, Minchō Press y Autsaider), dos han desaparecido de la escena (DKO, cosa que no ha sorprendido a nadie; y El Nadir, que realizó un lanzamiento puntual en 2015), mientras que el resto se mantienen en escena: Astiberri (2 novedades, igual que el año pasado), DeBolsillo (pasa de 3 a 2), Fandogamia (pasa de 3 a 1), Quaterni (pasa de 2 a 1), Gallo Nero y Yowu (1 cada una, igual que el año anterior).

Para concluir, pasemos al análisis final:

Ya el año pasado estábamos preguntándonos sobre si este auge significaba que estábamos ante una nueva posible burbuja y, aunque éramos prudentes en nuestras valoraciones, concluíamos que no por varios motivos: las editoriales tienen más experiencia y van más “a lo seguro”; el público base es mucho más amplio (hay desde niños a adultos que han –hemos– crecido leyendo manga) y se está consiguiendo, con algunas obras, romper el tradicional círculo cerrado del manga y llegar a un público más amplio, tanto general como amante del cómic americano o europeo que antes no se acercaba al manga por motivos varios. Destaco la definitiva incorporación del público infantil al manga, sobre todo con el exitazo de Pokémon, que quedó muy claro cuando los autores del manga, Hidenori Kusaka y Satoshi Yamamoto, visitaron el Salón del Manga de Barcelona, pero también con la edición de títulos como Yo-kai Watch o Super Mario, entre otros.

No parece, en definitiva, que estemos ante un auge del manga provocado por una “moda pasajera” de ningún tipo, con la salvedad de fenómenos (aunque sean pasajeros, siguen siendo fenómenos) como el videojuego PokémonGo que han contribuido evidentemente a potenciar las ventas, en este caso, del manga de Pokémon (algo positivo, puesto que su alguien empieza a leer el manga de Pokémon conducido por PokémonGo, cabe la posibilidad de que se enganche y empiece a probar con otras series y se convierta en un nuevo lector asiduo de manga).

El año pasado comentaba que el 2016 pintaba muy bien y así ha sido. Puedo no acertar con muchas cosas, pero tened en cuenta que, como profesional del mundillo manga en España como director de la agencia de traducción Daruma Serveis Lingüístics SL y traductor, estoy en contacto directo con el ambiente que se respira, con lo que, a veces de manera subjetiva, tengo “sensaciones” complicadas de explicar en pocas palabras, que me dan una indicación de si el mercado del manga está sano o no. El año pasado ya intuía que 2016 sería un buen año y en esta ocasión tengo unas sensaciones muy similares con respecto a 2017. Veo al mercado muy asentado, a las editoriales trabajando de forma muy seria, con líneas muy coherentes. Además, un indicador claro son los comentarios de editores tras el Salón del Manga, y este año, al igual que el pasado, han sido en general muy positivos. Parece ser que las ventas son satisfactorias, que hay un público fiel y estable y que, en definitiva, el mercado del manga está muy sano. ¡Y que nos dure!

Para 2017 me hace mucha ilusión un tema, que es el intento por parte de Planeta Cómic de recuperar el shōjo manga y volver a llevarlo al sitio que justamente le correspondería. El shōjo manga, creado con el público femenino juvenil como target principal, ha estado durante muchos años latente en España, e Ivrea era la única editorial que seguía editándolo con cierta regularidad. Pues bien, en el Salón del Manga, Planeta Cómic anunció un ambicioso plan de cara a 2017 para recuperar la edición de shōjo manga y han anunciado una batería potentísima de novedades al respecto. Esperemos que la apuesta salga bien y, por fin, el shōjo manga pueda volver a estar donde debe estar.

En estos momentos se edita con regularidad manga shōnen y seinen, además de apuestas de cómic japonés independiente y experimental. Entre 2015 y 2016 podemos decir que el manga para público infantil ha conseguido asentarse. Espero que 2017 sea el año en el que el shōjo se pueda recuperar definitivamente, con lo que solo nos quedaría pendiente la asignatura del manga clásico. Si bien es cierto que hay intentos de editar manga clásico (seguramente el más notable de ellos sea la edición de Relatos de Sabu e Ichi, una impresionante obra maestra de Shōtarō Ishinomori que, al parecer –y motivo mío para llorar mucho– ha pasado sin pena ni gloria), parece que el público no acaba de reaccionar de forma suficientemente efusiva como para que haya una continuidad. Aun así, la edición de títulos de Tezuka (igual ni lo consideraría “clásicos”, sino “Tezukas” a pelo, como género en sí mismo), la recuperación del Capitán Harlock por parte de Norma o la apuesta de Tomodomo por Moto Hagio con ¿Quién es el 11º pasajero?, aparte del mencionado Sabu e Ichi por Planeta o la edición de obras de Koike y Kojima (de nuevo, no sé si contarlas como “clásicos”, porque son más bien un género en sí mismas, con un público muy concreto que seguramente no se fije en otro tipo de clásicos) por parte de ECC son excelentes noticias. Ojalá algún día nuestro mercado madure lo suficiente como para que la edición de grandes clásicos del cómic japonés deje de ser una excepción y podamos leer aquellas obras en las que se asientan los actuales bombazos.

Destaco también la edición, cada vez más habitual, de obras que no son manga pero indican que nuestro mercado está cada vez más sano y cada vez consta de más variedad. Cada vez se editan más databooks, anime comics y “novelas ligeras” relacionadas de algún modo con el manga o el anime, además de videojuegos basados directamente en obras de manga. En Daruma no paramos de tener encargos que antes eran “atípicos” (aún recuerdo el trauma que supuso traducir el tomo 13 de Death Note en su momento…) y ahora cada vez son más normales y, por lo tanto, nos cuestan menos de gestionar. Los databooks, gruesos libros repletos de texto en los que se analizan todos los detalles de un manga, son ya bastante normales: el tomo 13 de Death Note fue el primero, pero desde entonces han salido databooks –varios– de Naruto, One Piece, Dragon Ball, Blue Exorcist, Ataque a los Titanes, Bakuman… En los anime comic, por su parte, se toman fotogramas de anime, se organizan como viñetas y se añade el texto en bocadillos: de estos tenemos de Dragon Ball (las películas y la serie de TV), Naruto y One Piece. Finalmente, las novelas ligeras son también cada vez más habituales. Desde obras como El niño y la bestia o Your Name (novelas basadas en exitosas películas de anime o, al revés, las novelas en las que se han basado exitosas películas de anime) a Sword Art Online (serie de novelas en las que se ha basado un potente media mix de anime, manga, videojuegos y demás productos), cada vez es más normal que se editen obras de prosa relacionadas de algún modo con el manga y/o el anime.

Destaco también el encomiable trabajo realizado por Bandai Namco Entertainment Iberica, que no para de traer videojuegos basados en manga y anime, como Dragon Ball, Naruto, One Piece, etcétera, aparte de títulos muy inspirados por el manga y el anime, como la serie Tales of (que de hecho ha inspirado a su vez mangas y animes). El hecho de que estos videojuegos sean cada vez más normales en nuestro mercado es, de nuevo, señal de que estamos ante personajes y títulos que, si bien hasta hace poco eran solo conocidos por los aficionados del manga y el anime, cada vez son más universales y de vocación generalista.

Todo ello un indicativo clarísimo de que el mercado del manga está sanísimo y que me hace afirmar que 2017 también pinta muy bien. No sé si será tan bueno como 2016, eso a estas alturas no puedo preverlo, pero ciertamente pinta que como mínimo será tan bueno como 2015. Lo ideal sería que el mercado se estabilizase alrededor de las 600 novedades al año, pero si sigue creciendo –y si trabajamos sobre la premisa de que no estamos ante una nueva burbuja– significará que el mercado en el que se basa nuestra afición está más sano que nunca. ¡Y que dure por muchos más años!

Un año más termino (y hago corta-pega…) con la mención al e-manga, que todavía está por llegar (y llegamos así un montón de años). Analizando las apps disponibles en Japón y el notabilísimo crecimiento del uso del manga electrónico en dicho país, creo que el futuro puede ser bastante excitante en este sentido, pero un año más esto no se ha acabado de trasladar a Occidente, donde apenas existen opciones para comprar manga electrónico oficial en Estados Unidos y Francia, en ambos casos a precios ilógicos, con lo que es difícil que realmente se asiente. Vamos a ver cuándo y cómo se produce el gran cambio y en qué afecta este al mercado.

De nuevo, este año hemos realizado el recuento basándonos sobre todo en las listas de Listado Manga, cotejándolas con otras fuentes. Mis agradecimientos por su encomiable labor, así como a Toni Ramírez por su gran ayuda con los recuentos.

Estadísticas manga 2015

Saturday, January 2nd, 2016

Llegamos a la tradicional entrada de estadísticas sobre el mercado de manga durante este año 2015 que acaba de dejarnos. Como es habitual, antes de empezar a leer recomiendo repasar lo dicho el año anterior para contrastar. Y, por si fuera poco, aquí tienes un índice con todas las realizadas desde el año 2008.

En fin, para ir abriendo boca tengo que repetir lo de siempre (corto y pego): este es un estudio cuantitativo. Solo contamos las novedades (no se cuentan relanzamientos a precio reducido ni segundas o terceras ediciones, aunque sí reediciones en formato distinto al que aparecieron en su origen –kanzenban, bolsillo, tomo doble…*-). Independientemente de que una novedad tenga una tirada de 500 o 20.000 ejemplares –dato que no podemos saber–, para nosotros será solo una novedad. Tampoco el número de páginas influye: cuenta igual un tomo de Naruto de 190 páginas como la reedición en dos tomos en cofre de Nausicaä, de unas 1100 páginas en total (es injusto, lo sabemos, pero de algún modo tenemos que hacer el recuento).

* Aunque ya empezó durante 2013, en 2014 y 2015 ha seguido existiendo el fenómeno del relanzamiento, por parte de otras editoriales, de series que en su momento pertenecieron a Glénat-EDT. Consideramos estos relanzamientos como novedades a todos los efectos, ya que se incluyen en los plannings de lanzamientos de las empresas como tales, independientemente de que se reaproveche por completo la traducción, rotulación y diseño de EDT (caso de Panini con relanzamientos de Rurouni Kenshin, Bleach y Gantz), de que se aproveche solo la traducción y se haga rotulación y diseño nuevo (caso de Norma con Death Note, Blue Dragon y Claymore y de Planeta con Naruto) o de que se haga todo desde cero (caso de Ivrea con Zetman y D.Gray-man y Planeta con Saint Seiya).

No barajamos cifras de tiradas ni de ventas simplemente porque las editoriales no las facilitan. Por eso, aunque podamos llegar a una conclusión (p.e., el mercado del manga en España está en auge), esta conclusión solo se aplica al hecho de que sale una cantidad superior de novedades con respecto a los últimos dos o tres años. Si supiéramos otro tipo de cifras, la conclusión podría ser radicalmente distinta (ejemplo: aunque el mercado parece estar en auge, lo cierto es que estamos en declive porque la tirada media o el promedio de las cifras de ventas son muy menores y por lo tanto arrojan menos beneficios a las editoriales. O al contrario, que efectivamente está en auge. Pero esto no lo podemos saber.)

Vamos allá con la cifra de tomos de manga editados en el año 2015:

estadistica 2001-2015

Tras años de estabilidad tras el batacazo de 2010 y 2011, parece que la cosa repunta bastante, y es que tenemos ¡casi 200 novedades más! editadas durante 2015 en comparación con 2014, lo cual representa un crecimiento enorme para haberse producido en cuestión de un solo año.

Si parecía que en los últimos años el equilibrio del mercado español se encontraba en torno a las 350-380 novedades, ese techo se ha roto de forma muy ostensible. No sé qué puede significar ni implicar eso, sinceramente, pero en las conclusiones finales intentaré exponer mi punto de vista, totalmente personal y basado en sensaciones y algunas observaciones como profesional de este mundillo.

Bien, ¿y cómo queda repartido el “pastel” del manga por editoriales?

editoriales2015

Veamos también el gráfico de la evolución de número de lanzamientos por editorial y año desde 2008.

evolucion 2008-2015

El repunte en cifras se nota también, como es obvio, en el número de lanzamientos de las tres grandes, que en el caso de Ivrea y Norma baten sus propios récords, vigentes ambos desde 2008: 150 novedades de Ivrea (anterior récord: 139) y 123 de Norma (121 en 2008), mientras que Planeta registra su tercer mejor dato histórico en el mismo período: 136 novedades frente al récord de 177 de 2009 y el segundo puesto de 151 en 2008.

Así pues, Ivrea es, un año más, la editorial que más novedades ha lanzado al mercado (desde que desbancó a la difunta Glénat-EDT en 2013), 150 (por 130 del año pasado), seguida de cerca por Planeta (136, por 98 del año pasado) y Norma (123, por 94 el año pasado). El podio, pues, sigue exactamente igual que el año pasado, pero con más lanzamientos realizados por parte de cada una de estas tres editoriales, que editan el 70,5% de todo el manga que se comercializa en el estado español. Sigue habiendo clara polarización, pero bastante más mitigada, ya que el año pasado era casi del 84%.

Estamos hablando de las tres editoriales más poderosas, que siguen bien asentadas en sus posiciones debido al buen trabajo realizado durante todos estos años. Ivrea sigue con su línea variada y más del gusto otaku (pero atención que está realizando algunas licencias con, a priori, mucha potencia comercial, como One Punch-man, lo que podría ser indicativo de un nuevo crecimiento de dicha editorial en el futuro si les funciona la apuesta –personalmente no me cabe duda de que lo hará–). Planeta con sus grandes pesos pesados del “tridente” DON (Dragon Ball, One Piece, Naruto), una acertada política de novedades, ciertas apuestas muy interesantes y reediciones de clásicos muy necesarios (y potencialmente lucrativos). Y Norma con su excelente ojo a la hora de seleccionar nuevas series que están teniendo gran éxito o bien van a tenerlo debido a futuros animes o películas, combinado con interesantísimas apuestas y experimentos que ayudan a ampliar considerablemente el espectro del manga disponible en nuestro mercado.

Si bien normalmente hablaba de “las tres grandes más una”, y esa “una” era Panini, esta vez el panorama en ese segundo bloque ha cambiado mucho debido a la potente irrupción de dos nuevas editoriales, activas en el sector manga solo desde 2014: Milkyway y ECC. Si antes se abría un abismo entre esas tres grandes y las pequeñas, y Panini quedaba descolgada un poco entre medio (no se podía considerar ni grande ni tampoco pequeña), esta vez detrás de las tres grandes sigue un grupo de tres medianas que cuenta con bastante fuerza. Las tres medianas son, por orden, ECC, Milkyway y Panini.

Si Panini ha seguido en su clásica línea de estabilidad (ver el gráfico para comprobarlo), ECC y Milkyway han entrado con muchísima fuerza en su segundo año en el sector manga y han superado ampliamente a la que tradicionalmente era la cuarta editorial, relegándola ahora a la sexta posición. Estas tres juntas editan el 22% de todo el manga que se lanza en España, que no es poco. Y detrás de ellas encontramos un total de 11 editoriales que han editado manga durante el 2014, lo que nos da 17 editoriales con lanzamientos manga, ¡algo que nunca antes se había dado!

editoriales total 2015

De las pequeñas destacamos a las tres pequeñas-grandes, Tomodomo (14 novedades), Ponent Mon (8) y Herder (7). Las tres han crecido considerablemente desde el año anterior, ya que Tomodomo presentaba 5, Ponent Mon solo 1 y Herder 3.

De las pequeñas, 5 son nuevas en el sector manga (cómics publicados originalmente para el mercado nipón): Fandogamia (que está lanzando las licencias de Japan Weekend Ediciones, 3 de ellas en 2014), DeBolsillo (3 novedades), Quaterni (2), DKO (1) y El Nadir (1). Yowu (1 novedad) representa una resurrección, ya que si en 2014 no editó nada, en 2013 sí lo hizo. Astiberri (de 1 a 2) y Gallo Nero (se mantiene en 1) han seguido tímidamente lanzando novedades manga durante este 2015.

De nuevo me permitiréis que haga un “corta y pega”, ya que esto es importante: recordemos otra vez que estas cifras obedecen estrictamente a número de lanzamientos. No podemos hablar en términos de “beneficios editoriales” ni de “tiradas” porque son datos que las editoriales consideran confidenciales y no facilitan. Es perfectamente posible que el reparto que vemos aquí sea totalmente distinto considerando esos otros factores: por ejemplo, con casi total seguridad, Planeta o Norma se disputarían el título de ser la primera editorial de España en cuanto a beneficios editoriales y/o tiradas, vista la popularidad masiva de algunos títulos que manejan. Y es que no es lo mismo lanzar 100 novedades con unas ventas medias de 2.000 ejemplares (pongamos) que lanzar 50 novedades con unas ventas medias de 5.000 ejemplares (cifras totalmente inventadas).

Para concluir, pasemos al análisis final:

Lo evidente es la preocupación de si este gran auge de casi 200 tomos más en este año representa una cantidad asumible por el mercado español o bien estamos en puertas de una nueva burbuja. Lo cierto es que los factores son totalmente distintos a lo que ocurrió hace unos años: en estos momentos tenemos unas editoriales mucho más bregadas y experimentadas, que no se andan con experimentos raros porque vivieron la explosión de la burbuja y son mucho más prudentes, así como una base de fans que parece más amplia y variada. Creo que este segundo factor es determinante, ya que los compradores de manga son más heterogéneos que nunca y se editan productos más diversos que nunca, para todo tipo de público: comercial, alternativo, para público adulto, experimental, para chicas, juvenil, infantil (a destacar las licencias basadas en videojuegos míticos como Pokémon –que al parecer funciona excelentemente bien– y Super Mario, así como el –previsiblemente– futuro bombazo de Yo-kai Watch, que invitan a ser muy optimistas de cara a la incorporación el público infantil como lector de manga, unos lectores que posiblemente, muchos de ellos, se queden en el mundillo y empiecen a consumir primero shōnen y después, dentro de varios años, productos pre-seinen y seinen), etcétera.

El hecho de que detrás de este auge no se encuentre un boom del anime, sin ninguna serie que haya resultado popular a nivel generalista (con permiso de Ataque a los Titanes, que efectivamente ha logrado salir del reducto de público puramente manganimesco, pero que difícilmente se puede considerar de éxito generalista) invita a ser optimistas, ya que al no apoyarse sobre una moda pasajera da la sensación de que el mercado del manga se asienta sobre una base sólida y estable.

Sí que es cierto que algunas novedades me parecen un poco demasiado arriesgadas para lo que es el mercado, pero también es cierto que nunca se sabe lo que puede llegar a tener éxito comercial y a veces una apuesta puede llegar a salir muy bien, por lo que es importante que siga habiendo espíritu de arriesgar y hacer pruebas, ya que de lo contrario nos estaríamos perdiendo a autores y obras imprescindibles.

No sé lo que va a ocurrir y si este auge en la edición de manga tendrá o no continuidad en el tiempo. Por lo que estoy viendo, 2016 de momento pinta bastante parecido a 2015, con lo que es previsible que las cifras del año que viene terminen siendo similares. Sobre ventas no sé nada más que lo que vi durante el Salón del Manga, donde encontré a varios editores realmente contentos con las cifras que estaban manejando, algo que no era habitual en los últimos años, en los que las quejas (la gente se gasta más en merchandising, no tiene dinero para gastar, se podría vender más, estamos lejos de los años buenos, etc.) eran constantes.

La subida y consolidación de ECC y Milkyway es una gran noticia para el mercado: estas dos editoriales aportan variedad, realizan apuestas nuevas por autores que antes no se habían publicado o bien habían pasado desapercibidos y, en definitiva, aportan muchísimo al mercado del manga en España. Todo indica que en 2016 seguirán igual, si no siguen pisando aún más el acelerador, algo que al menos en el caso de Milkyway, que ha realizado algunas insinuaciones a través de Twitter –su medio predilecto de comunicación, que les funciona de maravilla–, no me cabe duda de que va a ser una realidad.

La desaparición de Glénat-EDT no solo ha terminado por no notarse cuantitativamente, sino que cualitativamente tampoco lo ha hecho, ya que su línea de edición ha quedado repartida entre las varias editoriales. Una gran pérdida, que lamentamos siempre, pero que afortunadamente para el mundillo ha terminado por no ser en absoluto determinante.

Una pequeña mención a DKO, editorial que el año pasado parecía que iba a entrar con enorme fuerza y al final solo ha lanzado una novedad: Recuerdos al Dr. Black Jack, que por otro lado es una licencia gratuita y de uso público y libre. El no cumplimiento de su anunciado plan editorial a finales de 2014 no ha representado una sorpresa visto lo que decíamos en el informe del año pasado.

En definitiva, a modo de resumen, vemos que 2015 ha sido un año excelente a todos los efectos para el mundillo del manga, con más variedad que nunca y una cantidad nada desdeñable de novedades, muy superior a la de los últimos años. Queda por ver si estamos a las puertas de una nueva burbuja o no: sobre si lo es o no, cada cual tiene su opinión, pero la mía es que no lo es. Cierto, habrá muchas series que no funcionen y no sean rentables, pero estas serán compensadas por las ventas sobresalientes de muchas otras. Por lo que veo a mi alrededor, la salud del mundillo manga es muy buena y las perspectivas de futuro, excelentes.

Un año más termino con la mención al e-manga, que todavía está por llegar (y llegamos así un montón de años ya). Analizando las apps disponibles en Japón y el crecimiento del uso del manga electrónico en Japón, creo que el futuro puede ser bastante excitante en este sentido, pero un año más esto apenas se ha trasladado a Occidente, donde apenas existen opciones para comprar manga electrónico oficial en Estados Unidos y Francia, en ambos casos a precios ilógicos, con lo que es difícil que realmente se asiente. Vamos a ver cuándo y cómo se produce el gran cambio y en qué afecta este al mercado.

De nuevo, este año hemos realizado el recuento basándonos sobre todo en las listas de Listado Manga, cotejándolas con otras fuentes. Mis agradecimientos por su encomiable labor, así como a Toni Ramírez por su gran ayuda con los recuentos.