- Título: 美味しんぼ –Oishinbo–
- Autor: Tetsu Kariya (guión) / Akira Hanasaki (dibujo)
- Editorial: Shōgakukan
- Revista: Big Comic Spirits
- Años publicación: 1983-?
- Clasificación: seinen, gourmet
- Tomos: 103 (en curso)
Al igual que hice en su momento con Yoshimi Yoshida, detective de insectos en conjunción con Jesús de Entomoblog esta reseña forma parte de un experimento conjunto con un blog amigo. Esta vez, Roger del prestigioso blog sobre gastronomía japonesa comerjapones.com y yo hemos decidido leer un manga en el que tenemos un interés común y, sin leer antes la reseña uno del otro, las hemos publicado al mismo tiempo. Es muy interesante leer dos reseñas de una misma obra porque se muestran dos puntos de vista totalmente distintos, ¿no os parece? Pues aquí tenéis mi reseña, vista desde el punto de vista de un lector de manga, y aquí tenéis la de Roger, desde el punto de vista de un verdadero gourmet de lo japonés.
¿A quién de vosotros os suena Oishinbo? A muy pocos, imagino, y eso a pesar de que es una de las series más exitosas y longevas de la historia del cómic japonés; se publica desde 1983 y el año pasado superó la friolera de 100 tomos recopilatorios, algo que solo un puñado de otras series hasta el momento habían conseguido. De hecho, con esta reseña inauguro el tag “+100” tomos, en el que iré comentando estas míticas series que han superado la increíble cifra de 100 tomos (hasta ahora he comentado KochiKame y la serie Dokaben). Por cierto, también es la sexta serie con más ventas de la historia (empatada con Golgo 13 y Doraemon a 100 millones de tomos y por debajo de Dragon Ball (150 millones), KochiKame (140 millones), Detective Conan (120 millones) y One Piece y Slam Dunk (110 millones)). ¡Cien millones de tomos! Jo-der.
¿Pero qué tiene Oishinbo que sea tan especial como para haberse ganado el favor del público japonés durante tantos años y tantos tomos? Estamos ante una obra del subgénero conocido como “gourmet manga” (o ryōri manga, no sé exactamente si tiene un nombre fijo, pero yo le llamaré “gourmet manga”). De hecho, aunque no he podido comprobar si Oishinbo fue el primer gourmet manga, sí es seguro que es el que hizo escuela, el “padre” de todos los manga de cocina, cocineros y gourmet habidos y por haber (entre ellos, recordémoslo, se incluye la mítica Mister Ajikko – El rey del sushi). Y de todos es sabido (y si no lo sabéis, ahora mismo os lo diré XD) que el japonés es un pueblo extremadamente gourmet, que disfruta comiendo y probando sabores procedentes de todos los rincones de Japón y también del mundo entero. Existen miles de libros, guías y revistas que recomiendan “los mejores restaurantes de”, y un porcentaje obscenamente alto del espacio en las guías de viajes japonesas está ocupado por direcciones de restaurantes y fotos de la comida que sirven. No es raro, además, que en los viajes al extranjero que realizan muchos japoneses el motivo central de los mismos sea, sí señor, la comida, y además son capaces de irse a ese restaurante perdido en lo más remoto de un país porque “allí sirven la mejor X del país” (sustituir la “X” por el nombre de cualquier plato).
No sé qué fue antes, si el huevo o la gallina; es decir, no sé si lo de ser un pueblo gourmet les viene a los japoneses de antes o bien fue Oishinbo y la miríada de obras del estilo que salieron después a su estela lo que provocó que los japoneses de repente empezaran a valorar la comida de una forma que parece rayar la exageración. Podría ser lo segundo; de hecho la Wikipedia japonesa llega a sugerirlo.
Oishinbo se enmarca en un periódico japonés, el Tōzai Shinbun, dirigido por un gourmet de pro. Para el centenario de la publicación, el director decide encargar a un par de periodistas la confección del “menú definitivo”, es decir, un menú que consista en un equilibrio perfecto de los manjares más deliciosos del mundo (con especial ahínco en la comida japonesa, cómo no). Solo dos empleados pasan una prueba de paladar que consiste en discernir entre tres tipos de agua y de tofu: el malhumorado y maleducado Shirō Yamaoka (que parece pasar de absolutamente todo) y la novata Yūko Kurita.
Al principio, Yamaoka pasa un huevo de todo y todo el mundo se pregunta si de verdad es una buena idea dejar un proyecto tan serio y decisivo en manos de este tipo y de una chica jovencísima recién entrada a la empresa. Pero poco a poco Yamaoka se va destapando como un gourmet de finísimo paladar y enormes conocimientos, y Kurita, con su capacidad innata para discernir sabores, se destapa también como una gran crítica de cocina. Al cabo de pocos capítulos se descubre el porqué de las habilidades gourmet de Yamaoka: su padre, Yūzan Kaibara, un hombre extremadamente exigente con la comida, les hizo la vida tan imposible a él y a su madre por culpa de su obsesión culinaria que al final acabó “matándola”. A raíz de ello, Yamaoka, que desde muy pequeño había estado en contacto con los mejores manjares del mundo, decidió marcharse de casa y renegar de su apellido (tomando el de su madre), enemistándose de por vida con su padre.
Y bueno, básicamente este es el argumento de fondo. Lógicamente ocurren más cosas, pero esta es la base. Así, capítulo a capítulo, Yamaoka y Kurita irán probando todo tipo de platos e irán demostrando por qué esto es más bueno que lo otro, desmontando teorías establecidas y dejando anonadados y noqueados a todo tipo de expertos. La principal gracia de Oishinbo, así como de la mayoría de los manga culinarios, es que no se centra tanto en “cómo preparar” un plato, sino en describir los sabores, la textura y el “cuerpo” de los alimentos y el porqué de todo ello (incluyendo, por supuesto, información sobre la preparación). De hecho, el propio título ya describe bastante bien de qué va el manga: es una palabra inventada que sugiere la amalgama del adjetivo oishii (delicioso) y el sustantivo kuishinbo (glotón), y que vendría a significar algo como “Ávidos de delicias”.
Una vez conoces el argumento de base, los diferentes capítulos se pueden tomar como piezas independientes, lo que hace innecesario seguir linealmente la obra para disfrutarla. Por eso Oishinbo, como KochiKame o Golgo 13, es uno de los cómics más vendidos en los kioscos de las estaciones de tren y las tiendas 24 horas, y de los más leídos en peluquerías o garitos de comida rápida. Si tienes un ratito para matar, nada mejor que leer un capítulo suelto de una serie cuyos personajes conoces. Para mí, este es el secreto de la gran longevidad de estos títulos.
Por si fuera poco, esta distribución en capítulos autoconclusivos permite que se hayan recopilado tomos temáticos sobre sushi, fideos, carne, pescado, etcétera, que se venden en todo tipo de formatos, como por ejemplo las ediciones baratísimas en papel malísimo y cubiertas de cartón barato que venden en las estaciones o tiendas 24 horas japonesas. Por si os interesa este manga, varios tomos temáticos de Oishinbo están siendo editados actualmente por Viz Media en los Estados Unidos (ya llevan 7 tomos), así que no es necesario saber japonés para introducirse en uno de los manga más conocidos y queridos por el público japonés.
Por cierto, si tienes ciertas nociones de japonés y tienes un blog de una temática definida (fotografía, viajes, zoología, tokusatsu, corte y confección, fisioterapia, televisión, curling, lo que sea…) podemos hacer este experimento cuando quieras. Seguro que encontramos un manga que se adecúe a la temática de tu blog, nos hacemos con él (de eso me encargaría yo), lo leemos y lo comentamos al unísono en nuestros respectivos blogs. ¿Te apuntas?
Lo mejor
- La gran cantidad de detalle e información que contiene cada capítulo. ¡Es impresionante lo documentado que está!
- Estamos ante un manga que ha creado escuela y ha causado un gran impacto en la sociedad japonesa en general, y se nota.
- Se ensalza el valor de los sabores simples y las comidas sencillas por encima de la pomposidad y la ostentación.
- Esas exageraciones geniales, como por ejemplo hacerle un TAC a unas piezas de sushi para ver cuán apretados entre sí están los granos de arroz. XD
- Esas descripciones tan detalladas de los sabores y las texturas, que además han sido imitadas hasta la saciedad.
Lo peor
- Llevan 103 tomos y aún siguen buscando ese “menú definitivo”. ¡El presupuesto del periódico Tōzai debe de ser brutal para financiar eso!
- El dibujo puede parecer más bien estático y aburrido a simple vista, pero va perfecto para la temática y al cabo de pocas páginas te olvidas.
- Yamaoka se pasa de chuleta a veces (aunque también es la gracia del manga).
¡Wala, nen! La reseña te ha quedado chulísima 🙂
Ha sido todo un reto súper estimulante esto de hacer una reseña simultánea de un manga a cuatro manos contigo.
Estoy seguro de que el experimento de las reseñas coordinadas con bloggers especializados en ciertas temáticas será todo un éxito. Además, es una excusa perfecta para que los amantes de la cocina se animen a leer un manga, y los amantes del manga se animen a… ¿qué se yo?… ¿en serio te estás planteando encontrar un manga y un blogger especializados en hacer macramé? 😉
Espero que puedas encontrar más gente capaz de leer en japonés. Temáticas seguro que no te faltan.
Sólo lamento que mi nivel de japonés sólo haya dado de sí para enterarme por encima de qué se dice en algunos diálogos y siento que me he perdido los matices y las descripciones de las texturas y sabores que describes en tu relato.
No puedo imaginarme un mundo sin traductores de manga (además de arqueólogos del manga y líderes de opinión del manganime) como tú. Muchas gracias por inventarte este proyecto tan chulo. 😉
A este manga le tenía echado el ojo, a las ediciones recopilatorias en inglés, más concretamente ^^ ¡Madre mía, un TAC al sushi, qué bueno!
Kami no Shizuku, el “manga de los vinos” tiene un argumento muy parecido: el prota es hijo de un famoso enólogo, pero reniega de su padre porque estuvo ausente cuando murió su madre, lo que no le impide embarcarse en la búsqueda de los mejores vinos del mundo con una chica joven que es sumiller bla bla bla. Vamos, que la influencia de Oishinbo está más que clara.
Interesante reseña y con apuntes culturales imprescindibles. Reconozco que yo sigo en estado de shock por lo del “Petit Xef” que ponían en TV3, y cuando vi la peli de Stepehn Chow de “The God Of Cookery” ya no me he vuelto a recuperar. ¿Se recomienda leer ese manga con el estómago lleno o vacío? xD
Y ojalá supiera yo suficiente japonés, pero seguro que algo podremos hacer con Kamen Rider 😉
Desde que le “hinqué el diente” (y nunca mejor dicho :P) a Yakitate Japan, siempre me he referido a este género de manga como “manga gastronómico”.
Por cierto, aparte de la descripción detallada de sabores, texturas y demás que comentas que hace que traducirlo sea una pesadilla (y ahí es donde te das cuenta la infinita variedad de matices que tienen los adjetivos japoneses), otra de las características típicas de este género es la reacción exagerada de los personajes cuando prueban algo que está “ultramegasuperdelicioso”. Supongo que Oishinbo, como obra de referencia de otros mangas del mismo estilo, también incluye viñetas de este tipo, ¿verdad?
Hablando del Rey de Roma… ¿tú eres quien hizo el otro manga crossover sobre el Detective de Insectos, verdad? Me encantaron las reseñas (y por eso me atreví a seguir la estela de las reseñas crossovers). Por cierto, aluciné con la entrada que escribiste sobre Naruto y los distintos ataques ninja relacionados con insectos.
Me ha hecho gracia lo de que sea un manga muy vendido en estaciones de tren, porque hace casi 10 años estuvo viviendo en mi ciudad un arquitecto japonés con el que coincidía cada mañana para coger el tren… y siempre, SIEMPRE, llevaba un tomo de Oshinbo para leer, XD
¡Qué pena que no traigan esos mangas aqui! Al final tendré que ir allí para poderlos leer…
Este está disponible (parcialmente) en inglés (leer un par de comentarios más abajo), por si te interesa.
¡Cojonuda la reseña! Muy informativa también.
Yo la conocía por lo típico: porque está en un montón de sitios de ramen y comida rápida japonesa para que la gente que va sola a comer no se aburra. Una cosa que me llama la atención es el contraste entre lo simle y estilizado de los personajes y lo realista y detallado de la comida.
Por cierto, ¿hace una de algún manga de Dragon Quest? Los mejores manga de videojuegos que conozco son de Dragon Quest. El más clásico es Dai no Daibōken (Las aventuras de Fly) pero puede ser un poco obvio. El segundo de abordo digo yo que sería el de DQVII, de Kamui Fujiwara. Claro que sería muy normal que no lo tuvieras XD
Gracias, ale, por el comentario, nos alegra un montón (hablo por Roger también, seguro que no le importa) que te haya gustado el experimento. Yo no he jugado nunca a DQ (eeehmmm…) pero sí tengo un manga de Kamui, si quieres podemos reseñar ese. Concretamente, tengo el tomo 1 de , pero es que es una “tercera parte”, no sé si servirá. En cualquier caso, en cuestión de 20 días estoy por los japones, así que allí podré conseguir lo que sea, con lo que tú propón, propón…
Dai no Daibôken no entraría en la lista porque ya fue publicado en España en los 90 y además Planeta pretende (si le dejan los japos) sacarla de nuevo, así que por las “normas” del blog no serviría.
De ese que tienes tengo los 4 primeros por aquí sin leer. Se puede hacer. Pero por lo que leí me pareció más serio y pretencioso que el de DQVII. En todo caso, lo que te parezca mejor a ti, que en este tema a lo mejor puedo ser más flexible (me comería una mierda si es de Dragon Quest). Y lo de no haber jugado nunca a un DQ nos viene de perlas, así tenemos dos puntos de vista distintos. Aunque yo la verdad al VII no he jugado, es que me da alergia la PlayStation.
De Oishinbo sigo la edición américana que va en tomos monotematicos, de momento solo tengo el especial de comica japonesa y estoy esperando que me llegue el de Sushi. La verdad es que me está gustando mucho.
Para quién lo quiera y no sepa japonés o no quiera tener 103 tomos, VIZ saca unos tomos recopìlatorios (Creo que lleva 6 o 7 tomos) cada uno son 13$
http://www.viz.com/products/products.php?series_id=902
Espero que no te moleste marc!
¿Molestarme? ¡Al contrario! ¡Gracias!
Parece muy entretenido, y el hecho de que sean historias cortas lo hace perfecto para leer en cualquier momento, sin necesidad de releer lo anterior para poder seguir la historia. Eso si, que cantidad tan monstruosa de tomos que tiene, y lo que le queda.
Por cierto Marc, el enlace que has puesto de la Wikipedia japo es el de Emblem of Roto, no? Supongo que si ya que pone “Doragon Kuesuto Roto no…” pero como no se leer los kanjis a lo mejor me equivoco teniendo en cuenta que hay muchos manga de DQ. En fin, que aqui tienes un interesado para que lo reseñes en un futuro, que me interesa.
Saludos!
Des de el Petit Xef, em va agradar el rotllo grastronómic en manga/anime. Tot i que suposo que és molt complicat que importin manga d’aquest tipus a Catalunya. És una llàstima perquè certament, recordo que mirant el Petit Xef ja t’alimentava l’estómac
Me encanta esta idea de que un manga o comic pueda marcar tanto a una sociedad.
Interesantes reseñas en ambos blogs 😉 aunque me quedo con la del Marc, pero se puede plantear una “revancha” que ahora ambos hagan la reseña de un plato japones, jajaja (broma).
Los dos blogs son muy buenos.
Y ahora se viene un crossover con pepino, eso va a ser divertido!
Este año en clase de japonés traté de leer un tomo de Oishinbô. Muy difícil para mí, pero me gustó el estilo viejuno, y lo que puede leer estaba curioso.
Si tuviera un blog de mahjong japonés te retaría a leer Saki (咲-Saki) y hacer una reseña. (Más que nada porque lo puedo leer más o menos bien, y es un seinen ligerito que parece un manga shônen de deportes, eso sí con algo de fanservice ridículo).