El blog de Marc Bernabé

Osamu Tezuka conoce a Walt Disney

Wednesday, June 12th, 2013

El otro día me preguntaron por Twitter si Osamu Tezuka había llegado a conocer a Walt Disney, su gran ídolo e inspirador, alguna vez, y si había alguna foto del momento. La respuesta es sí, ambos coincidieron una sola vez solo dos años antes de que Disney falleciera, pero al parecer no hay fotos de ese encuentro o, si las hay, no se han hecho públicas (hay quien dice que sí existe al menos una y que está enmarcada en las oficinas de Tezuka Productions en Tokio, aunque no tengo manera de confirmarlo o desmentirlo).

En todo caso, me puse a buscar y encontré dos referencias, bueno, tres. 1) La narración del encuentro en la biografía oficial en formato manga del maestro (ver más abajo); 2) La descripción del encuentro en la autobiografía de Tezuka Boku wa mangaka (Yo soy dibujante de manga), aunque esta no la puedo verificar ahora porque no tengo el libro a mano y; 3) hoy mismo, buscando si tenía Boku wa mangaka o no, he encontrado el el libro 2 de la recopilación de ensayos de Tezuka (Tezuka Osamu Essay-shū, portada aquí debajo) un escrito sobre ese momento que me he decidido a traducir y a compartir con todos vosotros.

Disney fue la mayor referencia e influencia de Osamu Tezuka, que siempre había deseado, precisamente debido a películas de Disney como Bambi (afirma el propio Tezuka que la llegó a ver cientos de veces en el espacio de pocos meses), dedicarse a la animación. En el Japón de la posguerra, arrasado y sin industria del entretenimiento, era imposible hacer animación, por lo que Tezuka empezó a hacer lo único que podía hacer que se le parecía y se podía hacer por uno mismo con solo papel, tinta y una plumilla: cómics. De ahí a convertirse en el gran padre del manga hubo un paso.

Pero Tezuka nunca perdió sus ganas de hacer animación, y a finales de los años 50 tuvo sus primeras oportunidades colaborando con la recién fundada Toei Animation y, poco después, a principios de los años 60, fundó su propio estudio, Mushi Pro y creó la primera serie televisiva semanal de la historia de la animación japonesa: Tetsuwan Atom (Astroboy).

Todo esto se debe a la influencia que causó Disney en él, por lo que es fácil imaginar la devoción ciega que le profesaba. Vemos en este relato que Tezuka se presentó ante Disney no como el gran y respetado “dios del manga” que estaba en proceso de ser en Japón, sino casi como un niño ilusionado ante la oportunidad de conocer a su mayor ídolo.

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Disney en Nueva York
por Osamu Tezuka

Una vez conocí a Walt Disney en Nueva York. Mejor dicho, tal vez sería más apropiado decir que me topé con él.

El día de la inauguración de la Feria Mundial de Nueva York (N del T: 22 de abril de 1964) tuve, por casualidad, la oportunidad de cruzar unas palabras con él. El caso es que él había acudido en calidad de director conceptual de cuatro de los pabellones del certamen, mientras que yo estaba allí simplemente como artista enviado especialmente por un periódico y para curiosear. Así que, en circunstancias normales, nunca habría tenido la oportunidad de encontrarme con él.

En dicha Feria Mundial presentó, entre otras, una atracción panorámica basada en muñecos-robot especiales electrónicos.

Aquellos trucos robóticos, llamados Audio-Animatronics, estaban tremendamente elaborados, más de lo que podía parecer a simple vista. Por ejemplo. un muñeco de Lincoln hablaba como si fuera perfectamente humano, mientras que mil figuras que cantaban y bailaban hacían las delicias de los visitantes del pabellón de Pepsi Cola.

Cuando me acerqué al pabellón de Pepsi para desempeñar mi trabajo, me topé por pura casualidad con el propio Disney cortando la cinta inaugural.

Estaba saludando a una muchedumbre de unas 500 personas desde lo alto de una tarima. ¡Quedé impresionado al ver las atentas miradas de los ancianos, los jóvenes, los niños y hasta los bebés, que escuchaban con devoción cada una de sus palabras! ¡Cientos de ojos brillando con miradas de respeto, expectación y gratitud!

Todas aquellas personas de distintas generaciones riéndose, disfrutando, amando y, en definitiva viviendo con los personajes de Disney.

Si no recuerdo mal, en aquel momento Disney hizo una especie de broma del estilo de “mis queridos hijos están dispuestos a pasar toda la vida junto a todos vosotros, despreocupadamente y sin causaros nunca ninguna molestia. Al fin y al cabo, ellos no se hacen mayores…”

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“Tiene una especie de aura y todo.”

Antes de encontrarme con Disney, había escuchado varias críticas hacia él en varias partes de los Estados Unidos de boca de expertos.

Todos los animadores de Los Ángeles, sin ir más lejos, coincidían en decir que había caído en la comercialidad más absoluta. Según ellos, merecía su desprecio porque había dejado de ser un creador de películas de animación para pasar a ser un empresario al que todos trataban como un famoso.

Uno de ellos me dijo: “Piénsalo bien. Disneyland no lo ha desarrollado él con sus propios medios. El gobierno le proporcionó esas tierras y fueron empresas recomendadas quienes levantaron el parque por él. Es lo que recibe a cambio de haber hecho una película propagandística tras otra a las órdenes del Pentágono durante la guerra. El gobierno utilizó su fama, mientras que él, a su vez, utiliza al gobierno. Disney no es uno de nosotros.”

También en Japón hay quien critica de forma bastante dura a Disney en los últimos tiempos. De hecho, no son pocos los que dicen que las películas que hizo desde la guerra representan un claro retroceso y pecan de ser estereotipadas, lo que ha desencantado a muchos.

Sin embargo, yo quiero creer que, dejando a un lado el tema de las películas de animación, el propio Disney no estuvo nunca en declive ni cayó en estereotipos, sino que su postura a la hora de querer conseguir una animación lo más amplia posible se hizo, con los años, cada vez más firme y ambiciosa.

La palabra “animación” se suele asimilar con lo audiovisual, pero su base es el animismo, es decir, el modo de hacer que algo que no goza de vida parezca estar vivo.

Desde nuestra más tierna infancia hasta nuestra muerte, los humanos albergamos sueños. Todos hemos soñado alguna vez con ser capaces de volar o de transformarnos. También desearíamos poder conversar con las montañas, los ríos, las sillas, las mesas, las flores, los pájaros y los demás animales. Estoy seguro de que, ahora y en el pasado, en todas las partes del mundo, la gente ha pensado que sería maravilloso que todos estos seres pudieran actuar como las personas.

Estoy convencido de que Disney, en su esencia, persiguió siempre este sueño.

Pensamos por ejemplo que él hizo posible, en la gran pantalla, obras con fuerte carga ecológica como Bambi o documentales sobre la naturaleza en los que los animales actúan como si fueran humanos. Además, una vez completados, quiso dotarles de tridimensionalidad… No me cabe duda de que, como un paso más hacia una expresividad aún más verosímil, se decidió en su momento a crear todo tipo de seres artificiales para Disneyland y a explorar las posibilidades del Audio-Animatronics.

En todo caso, cuando me acerqué al pabellón de Pepsi Cola para hacer mi trabajo, me topé con el propio Disney a los pies de la tarima, una vez hubo terminado su discurso. Muy nervioso y sin saber muy bien qué hacer, me presenté.

– “Hola, soy el jefe de un estudio de animación japonés”, dije.

– “Vaya, bienvenido”, me respondió Disney sin demasiado entusiasmo.

– “Nosotros hemos hecho Astroboy (Tetsuwan Atom).

– “Oh, Astroboy.”

Por primera vez mostró algo de interés.

– “Lo conozco, lo vi en Los Ángeles. Es una obra excelente.”

– “Gracias, mi equipo se alegrará mucho. Por cierto, ¿podría decirme qué le parece?”

– “Es una historia científica francamente interesante”, me dijo Disney.

– “A partir de ahora, las miradas de los niños se dirigirán hacia el espacio. Estoy pensando en crear algo por el estilo. Si alguna vez tiene tiempo, acérquese a Burbank.”

Está claro que Disney estaba siempre atento al paso del tiempo y a la evolución de los gustos del público infantil.

Burbank es la ciudad en la que se encuentran los estudios Disney. Dentro de los desolados estudios solo hay unos pocos animadores-modelo para deleitar a los visitantes. A mí se me antojó como una especie de yacimiento arqueológico que Disney dejó atrás tal cual, un lugar en el que, en su momento, trabajó con pasión hasta que decidió dedicarse a otros menesteres.

El gran Walt Disney nos ha dejado y no creo que surja nadie capaz de seguir verdaderamente su legado. Al fin y al cabo, aunque podamos aprender las técnicas y la teoría, nadie podrá estar a la altura de sus inagotables sueños y su espíritu inconformista.

(Revista Bungei Shunjū, número de mayo de 1967)

Narración en manga del encuentro Tezuka-Disney (1)

Narración en manga del encuentro Tezuka-Disney (1)

Narración en manga del encuentro Tezuka-Disney (2)

Narración en manga del encuentro Tezuka-Disney (2)

 

Black Jack Sōsaku Hiwa (Historias secretas de la creación de Black Jack)

Wednesday, May 8th, 2013
  • Título: ブラックジャック創作秘話 –Black Jack Sōsaku Hiwa– (Historias secretas de la creación de Black Jack)
  • Autor: Masaru Miyazaki (guión) / Kōji Yoshimoto (dibujo)
  • Editorial: Akita Shoten
  • Revista: Bessatsu Shōnen Champion
  • Años publicación: 2011-en curso
  • Clasificación: biográfico
  • Tomos: 3 (en curso)

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Leí el primer tomo de este manga el año pasado, ya que me llamó poderosamente la atención después de que hubiera obtenido el primer puesto en las votaciones de “mejor manga para el año 2012 en categoría de manga para público masculino” del libro-guía Kono manga ga sugoi!! (en la edición 2013 ganaron Terra formars (masculino) y Ore monogatari!! (femenino)). No solo el hecho de haber conseguido esta distinción (que no es oficial ni representa un premio de ningún tipo, pero da pistas muy buenas sobre qué mangas de reciente factura pueden ser interesantes)  me llamó la atención: por supuesto, el título y la temática hicieron que no dudara ni un segundo en hacerme con él.

El libro fue pensado como un tomo único (fijaos que no hay número 1 en la portada), así que pensaba que ya estaba todo, que había leído una obra de un solo tomo y punto. Y eso fue así hasta que, gracias a esa distinción, se corrió la voz y empezó presumiblemente a venderse muy bien, lo que hizo que, como es lógico, los editores instaran a los autores a seguir trabajando en la obra. A día de hoy existen tres tomos en el mercado y hace muy poco he podido leer los tomos 2 y 3. Me sorprende comprobar que en su momento no hiciera una reseña de este manga; probablemente lo leí en un momento en el que estaba muy ocupado con otras cosas y no tenía tiempo para el blog. El caso es que más vale tarde que nunca, ¿verdad?

Como muy bien indica el título, Historias secretas de la creación de Black Jack, estamos ante un docu-manga que nos cuenta las interioridades de la época en la que Osamu Tezuka, el “dios del manga”, creó Black Jack, una de sus obras más queridas en Japón. Basándose en entrevistas y charlas con personas que vivieron aquella época, como antiguos ayudantes, empleados de Tezuka Productions, coetáneos (a destacar cameos de famosos creadores como Leiji Matsumoto o Buichi Terasawa), etcétera, esta obra recrea aquellos años de la vida de Tezuka con todo lujo de detalles. Esto, en todo caso, es válido para el primer tomo, porque los tomos 2 y 3 ya no se centran tanto en el “cirujano ilegal de lo imposible” Black Jack y desgranan otras anécdotas de otras épocas de la vida del genial autor, desde la época de su debut pasando a su mudanza a Tokio (primero en Tokiwa-sō, luego en Namiki House, etcétera) hasta la escena de su mismísima enfermedad final y fallecimiento, con la que concluye el tercer tomo (eso sí, la historia no es lineal, así que el tercer tomo no es necesariamente el último, seguramente habrá más).

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Tezuka trabajando en Black Jack y cabreándose…

Habiendo leído ya bastantes libros sobre Osamu Tezuka, tanto sobre su vida como su biografía, y a pesar de que muchas de las anécdotas ya las conocía, y también de que conocía bastante bien el excéntrico carácter y la energía casi sobrenatural del “dios del manga”, este manga me ha parecido una lectura deliciosa. Muy bien documentado, tanto en lo que respecta a las entrevistas como en lo puramente gráfico (pensar en el proceso de documentación que han tenido que recorrer les autores para saber cómo era el interior de los estudios de Tezuka Productions en tal o cual época, o cómo era la casa de Tezuka en el año tal o pascual, me marea muchísimo), y muy adictivo. Tanto, que he devorado las páginas de los tomos en tiempo récord.

Lo mejor

  • Indispensable para conocer mejor a Tezuka.
  • Es difícil que se traduzcan a idiomas occidentales libros (de texto, se entiende) sobre la vida de Tezuka, pero obras como esta ya no es tan descabellado, por lo que hay posibilidades de dejar de ser uno de los pocos privilegiados con acceso a esta información (lo cual me llena de alegría).
  • Hace poco se ha anunciado que se está creando un dorama (serie de imagen real) basado en este manga. Me muero por verlo.
  • Impresionante trabajo de documentación.
  • Aunque empezó tratando solo sobre la época en la que se creó Black Jack, el éxito de la obra ha propiciado que se siga adelante con ella y se salga del “marco” de BJ para contar anécdotas de otras épocas del autor. No cabe decir que la obra, si ya era buena, gana enteros con esto.

Lo peor

  • Podría decir que el dibujo, pero es que simplemente no es justo. No podemos exigir a todos los mangaka que dibujen como Takehiko Inoue. El esfuerzo de Kōji Yoshimoto a los lápices es encomiable y traslada a la perfección el guión establecido por Masaru Miyazaki.

Conferencia – Osamu Tezuka, el “dios” del manga (2)

Monday, May 14th, 2012

Esta conferencia habla sobre la figura de Osamu Tezuka, conocido con el apodo de “dios del manga”. Tezuka fue la figura más grande dentro de la evolución del cómic japonés desde su condición original de “entretenimiento anodino para niños” a la enorme industria editorial que es actualmente. En esta conferencia conoceremos más sobre el gran maestro y estudiaremos sus obras más importantes. Hubo ciertos problemas técnicos durante la realización de esta charla y no es tan “fluida” como las otras que he presentado, por lo que me disculpo. Es la misma que la que presenté hace unas semanas. La presento por ánimo de completismo más que otra cosa, para subir online todas las charlas que realicé durante mi gira sudamericana de febrero de 2012.
Conferencia realizada en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega de Lima (Perú), en febrero de 2012 y organizada por Fundación Japón y la Embajada del Japón en Perú.

Conferencia – Osamu Tezuka, el “dios” del manga

Tuesday, March 27th, 2012

Esta tercera conferencia que ofrezco habla sobre la figura de Osamu Tezuka, conocido con el apodo de “dios del manga”. Tezuka fue la figura más grande dentro de la evolución del cómic japonés desde su condición original de “entretenimiento anodino para niños” a la enorme industria editorial que es actualmente. En esta conferencia conoceremos más sobre el gran maestro y estudiaremos sus obras más importantes.
Conferencia realizada en la Escuela Nacional de Caricatura de Bogotá (Colombia), en febrero de 2012 y organizada por Fundación Japón y la Embajada del Japón en Colombia.

Kami no toride (El fuerte de papel)

Thursday, December 23rd, 2010
  • Título: 紙の砦 –Kami no toride– (El fuerte de papel)
  • Autor: Osamu Tezuka
  • Editorial: Daitosha
  • Revista: Shōnen King, Shōnen Jump, Shōnen Magazine y COM
  • Años publicación: entre 1970 y 1976
  • Clasificación: shōnen, semiautobiográfico
  • Tomos: 1

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A lo tonto llevo tres años ya con este blog (cómo pasa el tiempo) y, aunque he hablado repetidas veces sobre Osamu Tezuka, el “dios” del manga, curiosamente nunca había llegado a reseñar una obra suya. Las razones son varias: Tezuka es ya relativamente conocido y he preferido priorizar la presentación de otros enormes mangaka como Shōtarō Ishinomori, Fujio Akatsuka y demás; las mejores y más conocidas obras de Tezuka ya han sido publicadas en España; y alguna que otra vez me he pillado los dedos leyendo un manga de Tezuka con gran ilusión y encontrándome con una obra aburridísima (no todo iba a ser genial, evidentemente). Ha llegado la hora, sin embargo, tres años más tarde, de reseñar una obra de este imprescindible autor en el blog.

El tomo de Kami no toride (El fuerte de papel), al menos la edición que tengo yo (de 1977), contiene varias historias cortas con cierto regusto autobiográfico. Todas ellas narran la adolescencia y/o aventuras de un chaval durante la guerra o la posguerra: un chaval bastante enclenque, con gafas, que sueña con ser dibujante de manga. Obviamente, un retrato del propio Tezuka.

Kami no toride, la historia que da título al tomo, se desarrolla durante la II Guerra Mundial. Tetsurō Oosamu es un chaval que trabaja en una de las numerosas fábricas de armas y municiones de Japón. Su gran pasión es dibujar manga, pero debido a las restricciones y acusaciones de “antipatriótico” que recibía cualquiera que no se mostrara ciegamente a favor del régimen y de la guerra, tiene que hacerlo a escondidas. En medio de bombardeos y una cándida historia de amor, Oosamu continuará desarrollando su pasión.

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A pesar de los bombardeos, el protagonista sigue dibujando manga en la fábrica desierta.

Seis historias, de diferente longitud y temática, se suceden en este gran tomo. Todas ellas dejan entrever la gran pasión por el manga que tenía Tezuka, así como las penurias que tuvo que soportar durante esos primeros años de su carrera, cuando el manga ni estaba bien visto por la sociedad ni era algo con lo que poder ganarse la vida. Desconozco hasta qué punto se basan en hechos reales estas historias, pero sin duda Tezuka se inspiró considerablemente en sus propias vivencias para narrar la miseria, la frustración y la depresión de la guerra, y también para expresar esos destellos de esperanza y cariño que brotaban de vez en cuando como pequeñas flores en medio de un campo de cenizas. Para Tezuka, sin duda, el manga fue una de esas flores de esperanza.

Lo mejor

  • Grandes historias, amenas y emotivas.
  • El estilo semiautobiográfico nos abre una ventana a la guerra y a la posguerra en Japón, así como a las dificultades de dibujar manga en esa época.
  • Gran amor por el manga y la vida en general.

Lo peor

  • Que aún no se haya publicado en España.