El blog de Marc Bernabé

Akatsuka Fujio 1000 pages (1000 páginas de Fujio Akatsuka)

Thursday, August 28th, 2008
  • Título: 赤塚不二夫1000ページ -Akatsuka Fujio 1000 pages- (1000 páginas de Fujio Akatsuka)
  • Autor: Fujio Akatsuka
  • Editorial: Hanashi no Tokushû
  • Revista: Varias
  • Años publicación: 1975
  • Clasificación: shônen, humor
  • Tomos: 1

El 2 de agosto de este año se anunció el fallecimiento de Fujio Akatsuka, auténtico padre del manga de humor y uno de los integrantes de la famosa generación de los apartamentos Tokiwa, la generación que, siguiendo los pasos del gran maestro Tezuka, puso las bases de todo lo que es el manga actual. Cómo no, aparte del post-esquela que puse en su momento, lo más adecuado para rendirle homenaje en este humilde blog es comentar al menos una de sus obras. Es difícil decantarse por una sola, ya que tiene al menos cuatro que son las más representativas: Osomatsu-ku, Tensai Bakabon, Môretsu A-Tarô y el shôjo Himitsu no Akko-chan.
Pero existe un libro que es como un resumen magistral de su obra de humor, una puerta de entrada ideal a su mundo: es este Akatsuka Fujio 1000 pages, o 1000 páginas de Fujio Akatsuka. Publicado originalmente en 1975 por la minúscula editorial Hanashi no Tokushû, se pasó muchísimos años sin ser reeditado hasta que en septiembre de 1998, la editorial Fusôsha lo rescató del olvido y lo volvió a publicar (ahora, al parecer, vuelve a estar agotado y, por lo que veo, está bastante cotizado en el mercado de segunda mano). Recuerdo haber visto muy a menudo este libro durante mi primer año en Japón, en Kioto en 1999-2000, y siempre me había llamado la atención por su evidente grosor y tamaño A-4. Precisamente por eso, por el peso y el tamaño, no lo adquirí en aquel momento. Pero siempre se me había quedado clavada la espina y hace uno o dos años conseguí encontrar un ejemplar de la primera edición, de 1975, en una librería de segunda mano.
Como indica su propio título, estamos ante un libro muy grueso de 1000 páginas, de tamaño DIN A-4, embutido dentro de una caja de cartón (algo muy habitual cuando se trata de diccionarios, obras de consulta, u ediciones muy de lujo en Japón, pero no tanto en el caso de manga). Y lo mejor de todo es que es un recopilatorio muy interesante de varias historias del “mejor” Akatsuka, ya que después de la publicación de este tomo en 1975, mucho de lo que creó este dibujante fue más bien poco destacado.
En las 1000 páginas que contiene, tenemos historias de (por orden) Osomatsu-kun (164 páginas), Môretsu A-tarô (221 páginas), Tensai Bakabon (271 páginas), Tensai Bakabon no oyaji (130 páginas), Rettsura Gon (132 páginas) y Gag Guerrilla (72 páginas). Esto significa que tenemos muchas páginas de muestra de sus tres obras de humor más representativas (Osomatsu, Bakabon y A-tarô), lo que convierte a este tomo en una verdadera joya, un “digest” ideal para los que quieren introducirse en la obra de Akatsuka pero no saben por qué obra empezar, así como para los que no tienen mucho tiempo pero aun así quieren leer un buen muestrario de este autor. Editar a Akatsuka fuera de Japón sería poco menos que un suicidio (enseguida explico por qué), pero si alguna vez se hiciera, estoy convencido de que la mejor manera de introducirlo sería con este tomo.

Página de Tensai Bakabon

¿Por qué publicar a Akasuka en Occidente sería tan arriesgado? Pues sencillamente porque es un humor muy japonés, muy burro, y también porque es muy antiguo. El dibujo es muy simple y los chistes son muy de su época, con algunas cosas que hoy en día se percibirían como “discriminatorias”. En anime todavía puede funcionar, pero en manga, que requiere que el lector ponga dinero de su bolsillo para adquirir el libro y leerlo, francamente lo veo difícil. Además, sus obras son muy largas: Osomatsu-kun tiene unos 34 tomos (según la edición, el número puede variar, pero para que os hagáis una idea), Bakabon unos 20 y A-tarô 12.
En Japón es un autor que funciona (bueno, funcionó en su momento, en los años 60-70, y actualmente sigue vendiendo por el efecto nostalgia), pero fuera de Japón no me parece una opción viable. Hasta cierto punto, y salvando las diferencias, se podría decir que Akatsuka es el Ibáñez japonés (o viceversa) y que los Osomatsu-kun, Bakabon, A-tarô y tal son los Mortadelo, Pepe Gotera y Otilio y Botones Sacarino de Japón (y viceversa). Realmente, si nos ponemos a comparar resulta bastante curioso ver las similitudes: humor cafre basado en el slapstick y en juegos de palabras, dibujo sencillo caricaturesco, y ambos grandes fenómenos en su país, pero prácticamente desconocidos fuera de él. Asimismo, la tendencia en ambos autores (Akatsuka e Ibáñez) de apoyarse mucho en los juegos de palabras y de dar idiosincradia idiomática a cada personaje para que hable de cierta manera distintiva hace que su traducción a otros idiomas resulte francamente complicada y con un elevadísimo peligro de pérdida de frescor y espontaneidad.
¿Y de qué van las historias? Pues más que nada son excusas para poner a los personajes en situaciones cómicas. En el caso de Osomatsu-kun, son seis mellizos que hacen de las suyas acompañados de algunos secundarios de excepción como el dentudo Iyami o el pequeño cabezón Chibita. En el caso de Bakabon, tenemos a una familia en la que el padre (del que nunca se dice el nombre y es conocido como “el padre de Bakabon”) es el verdadero protagonista: es un auténtico idiota (baka significa idiota) que no para de hacer cosas absurdas. Su hijo Bakabon no le va a la zaga, por cierto. En cambio, su mujer y su hijo pequeño son más normales (el hijo pequeño es bastante genio, de hecho, igual que Turbo en Dr. Slump). En A-Tarô, están A-Tarô y su ayudante Dekoppachi como protagonistas, aunque los secundarios, como el gato Nyarome (el de la portada de este libro) y el policía que siempre dispara a lo loco tienen mucha importancia también. Las otras dos historias (Rettsura Gon y Gag Guerrilla) son un bonito “bonus” del tomo y nos dan una satisfactoria muestra de lo que es la obra de Akatsuka más allá de sus tres grandes obras cómicas, siendo Rettsura Gon más infantil y Gag Guerrilla bastante más cafre y para público adulto.
Lo único que, en mi opinión, falla en el libro son los artículos complementarios que lleva. Supongo que fueron escritos en plan “homenaje” por famosillos de la época, aunque de los ocho que lleva solo me suena un nombre: el del director de cine Jûzô Itami (cuyas películas me encantan, por cierto). Y francamente, los artículos son infumables porque me temo que la mayoría de ellos quiso hacerse el graciosillo y se dedicó a escribir en plan “guay”, lo que resulta una tortura de leer. También hay dos o tres que van en plan académico, totalmente áridos. Por suerte, al final del tomo se nos ofrece una entrevista con el autor realizada por Makoto Wada (el editor del libro, que seleccionó las historietas que lo componen) y una completísima lista de la obra de Fujio Akatsuka desde su debut hasta 1975.
En definitiva, como ya he dicho antes, estamos ante un libro ideal para introducirse en el mundo humorístico de Akatsuka, el padre del manga de humor absurdo japonés, de cual se inspirarían, directa o indirectamente, grandes éxitos posteriores como Gaki Deka, Makoto-chan, Dr. Slump, Kinnikuman, Urayasu Tekkin Kazoku y tantas otras obras.

Fujio Akatsuka (1935-2008)

Sunday, August 3rd, 2008
赤塚不二夫 Fujio Akatsuka (1935-2008)
Tenía las fotos que presento aquí preparadas para la sección “Adivina qué mangaka es“, pero las circunstancias se me han adelantado. Ayer sábado día 2 de agosto, a las 4.55 de la tarde (hora japonesa), nos dejó Fujio Akatsuka, genial dibujante y padre del manga de humor absurdo.
Hacía ya tiempo que había oído hablar sobre su delicada salud en los últimos tiempos, aquejado de un cáncer de esófago desde diciembre de 1997. Ya hacía dos o tres años que Akatsuka estaba ingresado continuamente en hospitales, cada vez peor, y por lo tanto la noticia de su muerte a la edad de 72 años no es sorprendente, aunque por supuesto es de lamentar.
La foto de Akatsuka de 1976 que tenía para abrir el post “Adivina qué mangaka es”
Fujio Akatsuka nació en 1935 en Manchuria, durante la ocupación japonesa de la región china, aunque después de perder Japón la guerra tuvo que regresar a Japón con sus padres. A principios de los años 50, influenciado por el “dios del manga” Osamu Tezuka, decidió que quería dedicarse al manga y se trasladó a vivir al centro de Tokio, justamente a los legendarios apartamentos Tokiwa. Ahí, no llegó a convivir con el mismísimo Tezuka, que había vivido en el lugar durante un par de años entre 1953 y 1955 (y se convirtió en una especie de “imán” para muchos otros mangaka), pero sí compartió alojamiento con monstruos del manga como el dúo Fujiko Fujio, Shôtarô Ishinomori o Yoshiharu Tsuge, entre muchos otros.

Iyami, personaje de Osomatsu-kun, es uno de los más conocidos. La postura de la foto, acompañada del grito “sheeee”, es su signo de identidad y ha sido, es y será imitada y parodiada por muchos japoneses.

En los apartamentos Tokiwa se juntó una cantidad enorme de talento. Así, sus residentes, que organizaban cada “fiestuqui” que no veas, se convirtieron en los cimientos de la enorme industria actual del manga (recomiendo encarecidamente la película Tokiwa-sô no Seishun, de Kon Ichikawa, si estáis interesados en este tema). De hecho, se dice que Akatsuka fue un fiestero de pro: junto a su gran amigo Tamori (famosísimo showman y presentador de la tele japonesa todavía en activo) iban de fiesta en fiesta y se ve que las borracheras que se pillaron los dos fueron legendarias.
Aunque como muchos mangaka de la época tuvo que dedicarse al manga para chicas (shôjo) de primerísima generación (de hecho, una de sus obras más famosas es un shôjo: Himitsu no Akko-chan), Fujio Akatsuka siempre será recordado por sus obras humorísticas. Él es el gran padre del manga de humor absurdo, las raíces de posteriores bombazos como Gaki Deka, Makoto-chan, Dr. Slump, Musculman, Urayasu Tekkin Kazoku, etc.

Akatsuka disfrazado de su personaje shôjo Akko-chan.
Como veis, no le faltaba sentido del humor.

Así, de su amplísima bibliografía, sus obras humorísticas más conocidas en Japón son Tensai Bakabon, Osomatsu-kun y Môretsu A-tarô, que han contado todas con más de una adaptación animada a lo largo de los años (Bakabon 4 veces, Osomatsu 2 y A-tarô 2).
En España, Jonu Media realizó un encomiable trabajo de “corta y pega” con episodios de varias series de Bakabon (Tontobón) y Osomatsu y vendió la divertidísima serie resultante a algunos canales autonómicos con el título de Cosas de Locos. En Daruma tuvimos la oportunidad de trabajar en la traducción de varios episodios (todos autoconclusivos) de esta serie y realmente fue un trabajo muy divertido porque la serie es tronchante. Lo curioso es que los personajes hacían como de “actores” y en cada episodio desempeñaban un papel distinto (aunque sus nombres y carácter se mantenían). Realmente, un estilo muy curioso y divertido.

Akatsuka disfrazado de padre de Bakabon

El nombre de Fujio Akatsuka también me toca personalmente bastante de cerca ya que el año pasado fui a una exposición de originales suyos que se celebraba en el Museo de Animación de Suginami, y este mismo año, en abril, me acerqué a la casa-museo que le dedicaron en 2003 en la ciudad de Ôme, en la parte más rural del Área Metropolitana de Tokio. En este museo se pueden ver muchísimos originales suyos, estatuas de sus personajes más famosos, fotos y documentos de Akatsuka, una maqueta bastante grande de los apartamentos Tokiwa, y también una reproducción bastante realista de la habitación que ocupó en los “apartamentos del manga”. Ambas fueron unas visitas muy interesantes.

Reproducción del cuarto de Akatsuka en Tokiwa-sô.
Casa-Museo de Fujio Akatsuka en Ôme (Tokio)
Descanse en paz, maestro Fujio Akatsuka