- Título: インベスターZ –Investor Z–
- Autor: Norifusa Mita
- Editorial: Kōdansha
- Revista: Morning
- Años publicación: 2013-?
- Clasificación: inversión
- Tomos: 6 (en curso)
En mi empeño por ir buscando siempre manga diferente, o que pueda dar un punto de vista diferente sobre algún tema u otro, voy topando –como vais viendo a través de este blog– con auténticas curiosidades. Investor Z es sin duda una de ellas. Compré el primer tomo al verlo destacado en una librería de Tokio y me llamó la atención por las portadas de los cinco tomos que tiene en estos momentos, donde aparecen chicos jóvenes vestidos con uniformes típicos de secundaria o bachillerato (es decir, adolescentes) con ilustraciones de fondo relacionadas con el mundo financiero. Además, claro está, por el título, claramente referente de un manga que va de invertir, presumiblemente en bolsa.
Luego me he dado cuenta de que su autor es Norifusa Mita, autor también del mega éxito Dragon Zakura (2003-07), un manga que estaba enfocado a enseñar, de forma amena y sobre la base de una historia manga con sus giros de guión y tal, trucos y técnicas para enfrentarse a los durísimos exámenes de acceso a la universidad japonesa, que llegó a convertirse en un gran hit en la época en la que estuvo en publicación, con adaptación a serie televisiva de imagen real tanto en Japón como en Corea.
En Investor Z nos encontramos con un joven brillante llamado Takashi Zaizen, que consigue el acceso al instituto Dōjuku Gakuen de Sapporo y que, al ser el más brillante de su promoción, debe realizar el discurso de saludo en la ceremonia de inicio de curso. Takashi estudia en estos momentos primero de secundaria, por lo que su edad es de 12 años. El Dōjuku Gakuen es un instituto muy prestigioso y tiene la particularidad de que tanto la matrícula como el curso son gratuitos para los alumnos que consiguen acceder a él.
Como siempre ocurre en los inicios de curso, los alumnos deben plantearse si apuntarse a algún club extraescolar, y de qué tipo. La idea de Takashi es apuntarse a béisbol, pero de repente aparece un chico que le exhorta a acompañarle y le lleva a una habitación subterránea donde se encuentran cuatro chicos más rodeados de pantallas de ordenador por todos lados. Pronto, los chicos le explican a Takashi que ese es el “Club de Inversión”, que fue fundado en los inicios del instituto y que en todo momento ha sido un secreto para todos salvo para sus propios miembros y algunos miembros del comité directivo. Al Club de Inversión solo pueden entrar los primeros de cada promoción (que además sigan siéndolo durante toda su estancia en los tres años de secundaria y los otros tres de bachillerato), por eso se invita a Takashi a formar parte de él. Por consiguiente, claro está, los demás cinco chicos fueron también los primeros de promoción en su momento y lo siguen siendo (si no, se les expulsa del club).
Takashi en principio no tiene ningún interés en eso, y además por presiones familiares –no sabemos (aún) por qué, pero si padre tiene prácticamente prohibido hablar de dinero en casa– es algo que le da cierto repelús. Pero los miembros del club consiguen picar su curiosidad, sobre todo cuando le enseñan a jugar al mah-jongg, y finalmente consiguen convencerle. Así, Takashi se convierte en “Investor Z”, al ser la inicial de su apellido (Zaizen) esa letra.
Poco a poco, irán enseñándole los entresijos de la inversión en bolsa a Takashi, y le contarán que su objetivo es mover suficiente dinero (de los enormes fondos de los que dispone el centro tras 150 años de exitosas inversiones) cada año como para conseguir un rendimiento suficiente para sufragar todos los gastos del instituto… De ahí que todo sea gratis para todos los alumnos. Para empezar, le confían a Takashi una cuenta con 10.000 millones de yenes (68,5 millones de euros) para que los invierta como él crea conveniente.
Sin tener ni idea, Takashi decide hacer su primera inversión y meter 3.000 millones (20,5 millones de euros) en una empresa de videojuegos llamada Gekichi ante la oposición de sus compañeros, que opinan que esa empresa hace juegos muy malos. Pero Takashi es seguidor de los juegos de esta empresa y sabe que va por muy buen camino, por lo que decide seguir adelante, sin stop loss ni nada, a pecho descubierto aparentemente… Al cabo de poco, cuando vuelve a mirar la cuenta, descubre que esas acciones han subido un 10,1%, y que por tanto acaba de ganar 303 millones de yenes (2,07 millones de euros). Lógicamente, hay subidón, pero también es una cuestión de “suerte del principiante”… Y más o menos en este punto termina el primer tomo.
Lo mejor
- Aprender un poco sobre inversión en bolsa, y también sobre el dinero en general, a través de un manga.
- Al principio parece que no, pero es un manga muy adictivo y sinceramente me he quedado con ganas de más.
- Hay un artículo al final que cuenta mejor lo que hay que hacer para abrir una cuenta de inversión, etc. pero es prácticamente un publirreportaje de la agencia de valores que “patrocina” de alguna forma este manga, por lo que todo lo que dice hay que tomárselo con una pizca de prudencia.
Lo peor
- Norifusa Mita no dibuja especialmente bien…
- Es todo una gran fantasmada, ja ja ja. Pero bueno, es un manga, ya es eso. Imagino que invertir en bolsa no es tan fácil como meter pasta en una empresa y que de repente te suba un 10,1%. Aunque supongo que en próximos tomos igual le meten una buena colleja a Zaizen y alguna inversión le sale tan mal que pierde millones y millones. Habrá que verlo.
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