El blog de Marc Bernabé

Yume miru kikai (Las máquinas de soñar)

Wednesday, May 4th, 2011
  • Título: 夢みる機械 –Yume miru kikai– (Las máquinas de soñar)
  • Autor: Daijirō Morohoshi
  • Editorial: Asahi Sonorama
  • Revista: Shōnen Jump, entre varias otras
  • Años publicación: entre 1973 y 1976
  • Clasificación: shōnen
  • Tomos: 1

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El autor Daijirō Morohoshi era una asignatura pendiente en mi mangateca. Había leído algunas críticas bastante positivas sobre su obra, que le encumbraban a una posición bastante alta dentro del manga de corte alternativo, pero nunca había tenido ocasión de leer nada suyo. No por falta de ganas, sino por falta de oportunidades; nunca había encontrado una obra suya que me llamara la atención de forma especial.

Sin embargo, en uno de mis viajes a Japón del año pasado, en una de mis habituales razias a las librerías de manga vintage de Tokio, encontré este tomo que me dijo, inmediatamente “cómprame”. Básicamente fue por el título: Yume miru kikai es exactamente el mismo título que la película en la que estaba trabajando el malogrado director de anime Satoshi Kon cuando le diagnosticaron el cáncer que lo mató al cabo de pocos meses, en agosto de 2010. Desconozco el argumento de la peli de Kon (que por cierto ojalá que se pueda terminar y estrenar), y tampoco tengo ni idea de su temática. Probablemente el título de esta obra y el de la película sean una mera coincidencia. Al fin y al cabo, Yume miru kikai puede traducirse como “La máquina de soñar” o “La máquina que sueña”. En el caso de la obra de Morohoshi, el contexto nos dice que la traducción correcta es la primera, ¿pero es también el caso de la película de Kon?

No tengo ni idea, pero la coincidencia me hizo muchísima gracia y ya solo faltó que el nombre del autor fuera Daijirō Morohoshi, del que hace tiempo que quería leer algo. Así que sin dudarlo compré el tomo a pesar de que su precio era un poco más elevado de lo que normalmente estoy dispuesto a pagar por un manga vintage.

Así era el dibujo primigenio de Morohoshi

Así era el dibujo primigenio de Morohoshi

El tomo es una recopilación de historias cortas que Morohoshi publicó en varias revistas entre los años 1973 y 1976, es decir, al inicio de su carrera. La longitud, el estilo y en general el nivel de las historias es muy variable, lo cual resulta sorprendente. Por un lado tenemos historias dibujadas con un estilo bastante particular que recuerda un poco al de Kazuo Umezu y que es el que, tras la lógica evolución causada por el tiempo, es el que acabó teniendo este autor. Sin embargo, por otro lado tenemos historias realizadas con un estilo mucho menos recargado y en cierto modo caricaturesco, y otras directamente de estilo humorístico.

¿Y de qué van las historias? Pues son muy variadas, pero en general las más extensas son de corte fantástico, podríamos decir de ciencia-ficción. La primera, la que da título al manga, recuerda muchísimo a otras obras, como Matrix, en el sentido de que mucha gente se ve atraída por los cantos de sirena de una empresa que se dedica a comercializar máquinas de soñar, con las que el individuo en cuestión se sume en un sueño fantástico lleno de riqueza, diversión y vacaciones, mientras esa misma persona es sustituida en el mundo real por un androide indistinguible que se encarga de ir a trabajar por ella, lidiar con su familia, etcétera.

En general, las historias resultan muy entretenidas y absorbentes; he disfrutado mucho con la lectura de este tomo. Sin embargo, algunas de ellas se hacen un poco pesadas (hay una de humor surrealista que me costó bastante, y la última historia, que está muy bien planteada y tiene mucho potencial, falla un poco al írsele un poco de las manos). En todo caso, si estas son de las primeras historias que escribió Morohoshi y tienen este nivelazo, entiendo por qué este es un autor tan aclamado sobre todo en el círculo de los otros autores de manga y los críticos de manga. Como leí este manga estando todavía en Japón, procuré agenciarme el primer tomo de una de sus obras más representativas, Saiyū Yōen-den, que procederé a leer y reseñar en cuanto pueda.

Lo mejor

  • Historias cortas de ciencia-ficción, en general muy buenas y originales.
  • Variedad de estilos de dibujo y temáticas.

Lo peor

  • El dibujo es un poco acartonado aunque cumple con su cometido.
  • Algunas historias son mejores que otras.

Suimitsutō no yoru (Noches de melocotón)

Monday, January 24th, 2011
  • Título: 水蜜桃の夜 –Suimitsutō no yoru– (Noches de melocotón)
  • Autora: George Asakura
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Bessatsu Friend (Betsufure)
  • Años publicación: 2002
  • Clasificación: shōjo, josei
  • Tomos: 1

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A veces hay que dejarse aconsejar. Esto es algo que intento llevar a cabo siempre, por lo que procuro dar una oportunidad a lo que los demás me aconsejan. Lo bueno de esto es que el porcentaje de acierto es muy elevado, y más cuando el “recomendador” conoce, aunque sea por encima, tus gustos. Y es lo que hice cuando una amiga me recomendó meterme en el mundo de la mangaka –a pesar de su pseudónimo, es una mujer– George Asakura.

Suimitsutō no yoru (Noches de melocotón) es una recopilación de cinco historias cortas publicadas a principios de los años 2000 en la revista Betsufure, y la verdad es que son todas una pasada. No entiendo por qué esta autora es bastante desconocida, no ya en Japón (donde obviamente tiene sus fans, que no son pocas, pero no es una autora a la que podamos llamar “mayoritaria”), pero fuera de sus fronteras. Tal vez sea porque sus historias están más que nada enfocadas al público femenino más bien adulto, de 16 años para arriba, y esto es un hándicap en Occidente, donde las lectoras de manga suelen ser más jóvenes. Tal vez sea por el ambiente más bien enfermizo que imprime a sus historias, donde no es raro que a los personajes les falte algún que otro tornillo.

En este tomo podemos leer:

  • Suimitsutō no yoru (Noches de melocotón). La historia que da título al tomo va de dos hermanastros de padres distintos (a lo Marmalade Boy, para entendernos) que se reencuentran después de largo tiempo tras haber tenido una adolescencia bastante “cercana” entre ellos dos (no pasó nada sexual, pero casi). La chica protagonista tiene un carácter bastante chungo, y se insinúa de forma extremadamente contradictoria a su hermanastro (o sea, ahora sí, pero en realidad no, pero bueno, igual sí, pero ay, mejor no…). El título viene de que él se cachondeó de su hermanastra una vez pinchándola en la mejilla con la piel de un melocotón, de lo que ella se “venga” años más tarde.
  • Shissō biyori (Un buen día para esfumarse). Un chico y una chica tienen una larga relación de cuatro años y viven juntos. Un día, tienen una discusión y él desaparece. Al cabo de un tiempo, ella decide librarse de los trastos de él, y a partir de aquí va recordando su relación con el chico, que es de esos que va probando mil cosas (aprender a tocar la guitarra, a hacer tatuajes, a dibujar manga, a ser bombero…) y las deja enseguida, dejando, eso sí, mil trastos en el camino. Por un lado, ella se siente aliviada tras la ruptura, pero por otro lado… ¿Le echa de menos? ¿O no?
  • Akai soda-sui (La bebida roja). Dos amigos de la infancia se reencuentran de mayores (adolescentes). Ella, que en sus tiempos era bastante marimacho, es ahora una chica monísima y él no sabe cómo reaccionar.
  • Colorful Flavor. Una chica se cree el mito que ronda por el colegio según el que cuando ella besa a un chico, este se queda prendado irremediablemente de ella (y realmente es cierto, al menos hasta el momento). Sin embargo, existe una excepción: hay un chico que no le hace ni caso y que encima se resiste a sus encantos ya que está enamorado de la doctora del instituto. Aunque no está mal, para mí es la historia más floja de este tomo.
  • Ai no bōsō (Perdiendo las riendas por amor). Una chica y un chico viven juntos y los dos están muy enamorados. Pero ella está tan obsesionada con su amor que solo piensa en él, hasta el punto de, literalmente, volverse loca de atar por amor y cometer auténticas locuras que dan con sus huesos en la cárcel. Una historia tremenda, genial, impresionante e imprescindible, sobre todo por el final.
  • Akai soda-sui (La bebida roja). Dos amigos de la infancia se reencuentran de mayores (adolescentes). Ella, que en sus tiempos era bastante marimacho, es ahora una chica monísima y él no sabe cómo reaccionar.
  • Colorful Flavor. Una chica se cree el mito que ronda por el colegio según el que cuando ella besa a un chico, este se queda prendado irremediablemente de ella (y realmente es cierto, al menos hasta el momento). Sin embargo, existe una excepción: hay un chico que no le hace ni caso y que encima se resiste a sus encantos ya que está enamorado de la doctora del instituto. Aunque no está mal, para mí es la historia más floja de este tomo.
  • Ai no bōsō (Perdiendo las riendas por amor). Una chica y un chico viven juntos y los dos están muy enamorados. Pero ella está tan obsesionada con su amor que solo piensa en él, hasta el punto de, literalmente, volverse loca de atar por amor y cometer auténticas locuras que dan con sus huesos en la cárcel. Una historia tremenda, genial, impresionante e imprescindible, sobre todo por el final.
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Un dibujo bastante sencillo pero muy dinámico

En resumen, este tomo me ha encantado, me ha parecido francamente bueno y realmente tengo que dar las gracias a la amiga que me lo recomendó. A partir de ahora intentaré leer más historias de George Asakura. Esa mezcla de sentimientos –amor, odio, rencor, tristeza, soledad, alegría, etc.– convierte a sus obras en algo memorable que no deja indiferente al lector. Cierto que tienen un regusto bastante amargo, ¿pero no es así la vida en general, una mezcla de alegrías y tristezas?

Lo mejor

  • Historias de un nivel generalmente muy alto.
  • Ese regusto ligeramente ácido que deja al terminar de leer.
  • Historias de relaciones personajes chico-chica desde el punto de vista adulto.

Lo peor

  • El estilo de dibujo puede no ser del agrado de todos.

Estadísticas 2010: Puntualizaciones

Wednesday, January 19th, 2011

Como veo que el informe estadístico de la entrada anterior ha dado bastante de qué hablar y en los comentarios han surgido varias cuestiones, prefiero responderlas aquí, en abierto, antes que recomentar comentario por comentario. Así no se pierden en el limbo.

Sobre cifras de ventas

Es cierto que estas estadísticas solo recogen un dato: cuántos libros diferentes han salido. No se recogen datos de venta ni de beneficios editoriales, pero eso es simplemente porque las editoriales no los facilitan. Joan Navarro ha dado pistas recientemente sobre las cifras de Glénat en el año 2010, pero no sabemos nada de años anteriores, por lo que no hay comparación posible. Ojalá pudiéramos hacer un análisis más concienzudo y realista, pero actualmente esto no es posible y nos tenemos que conformar con los datos que tenemos, los objetivos: número de libros que se publican al año.

También tenemos pistas, sin embargo. Para muestra, el comentario de Óscar Valiente, director general de Norma, cuando le avisé de esta entrada a través de Facebook:

Uou! Jaja, buen informe Marc. Aunque como bien dices no es que nosotros hayamos crecido, sino que mantenemos la misma hoja de ruta que tan buen resultado está dando. Eso sí, más allá de la cantidad de títulos publicados, si analizamos las tiradas y ventas de cada editor, seguro que los lectores se llevarían una sorpresa aún mayor. El descenso en estos dos últimos años es considerable.

La burbuja

Creo que es muy acertado hablar en términos de “burbuja manga” en los años 2006 a 2008. Se editaba demasiado manga para el que el público español estaba dispuesto o podía absorber. Creo que el tamaño actual del mercado es más realista. Personalmente, como profesional del medio, desearía volver a los niveles anteriores, más que nada porque conozco a mucha gente del sector, incluidos varios amigos personales míos (desde editores a traductores, pasando por rotulistas, impresores, etc.) que se han quedado sin trabajo, pero cada vez soy más consciente de que esto no es posible. El mercado es el que es.

La crisis

Sé que es un recurso fácil echarle la culpa a la crisis, ¿pero acaso no es así? Con tantas familias viviendo en la precariedad, la última cosa en la que se gasta el dinero es el ocio caro, y pagar 7-8 euros por un tomo que se lee en media hora siempre me ha parecido un lujo, crisis o no crisis.

Y sin embargo soy consciente de que los precios que tenemos, a pesar de ser tan caros, son los que tienen que ser para aguantar las series en el mercado con las cifras de ventas que consiguen… Así que es un tema espinoso. Ya lo comento más adelante, pero se da el caso de que un precio más económico no se traduce en aumento de ventas.

La piratería

Otro recurso fácil para echar las culpas: la piratería. Pero es que… Si tienes un manga gratis y de fácil acceso, ¿te lo comprarás? Si te gusta muchísimo, sí, pero si no, te lo descargas, lo disfrutas y ya está. Ya no te lo compras. Sin ir más lejos (el que esté libre de culpa que tire la primera piedra), no recuerdo la última vez que compré un DVD (bueno, sí, el otro día me compré el primer fascículo de una colección de Tora-san, y hace poco la edición taiwanesa de Summer Wars XD)

Que sí, que internet está muy bien para dar a conocer nuevas series y que muchas de las que tienen éxito ahora lo consiguen gracias a que ha corrido la voz en internet, pero aun así… Es evidente que las descargas afectan a las ventas y sobre todo las series que más lo sufren son las que están en segunda fila, que han pasado de tener unas ventas que justificaban su edición en España a no venderse lo suficiente para resultar rentables. Y por lo tanto nos quedamos sin ellas.

Dice un comentario que tal vez la solución sean los escaneos legales. Ojalá sea así. Pero la industria editorial está cayendo en el mismo error que la de la música en su momento y la del cine después, y no está sabiendo reaccionar rápidamente… La están cagando de verdad ahí, y cuando por fin tengamos un iTunes o un Spotify de manga igual ya será demasiado tarde. Demasiado lentos, demasiado conservadores, demasiado chapados a la antigua, demasiado miedo al fracaso (y la culpa no es de las editoriales españolas, sino de las japonesas, ojo, que son las que tienen la sartén por el mango)… Soy el primero que suspira por la normalización del manga digital (el día que tenga que mudar mi biblioteca voy a flipar en colores), por tener una biblioteca de cientos de miles de tomos al alcance de un par de clics en un dispositivo de lectura cómodo y fácil. Y, de un modo u otro, indirecta o directamente, quiero pagar un precio justo por ello, para que los autores puedan ganarse la vida dignamente y seguir creando. Y sin embargo, aún no se ve la luz al final del túnel…

Precios económicos o no

Se ha demostrado varias veces (primero MangaLine y luego Planeta) que sacar series más baratas no es sinónimo de que se vendan mejor. Las descatalogaciones de Glénat no cuentan como “precios económicos”, ya que son más bien ofertas para vaciar stock.

Salones y éxito del manga

El caso de los salones es especial. Soy consciente de que los chavales no van a comprar manga, sino a vivir su afición. Y la base de esta afición es el manga, aunque en realidad consuman anime, videojuegos, figuritas o gachapones, o no se gasten nada y simplemente vayan a pasar la tarde. Da igual, todo eso proviene del manga, de personajes creados por gente que trabaja con pluma y tinta. Para mí, eso forma parte del “mundo manga” en general. Por eso digo que el manga (o, si lo preferís, el “japonismo popular”) sigue estando en perfecto estado de salud.

Dicho esto, ¡que siga el debate! ^_^

Estadísticas manga 2010

Monday, January 17th, 2011

Como ya es tradición en este blog, llega el momento de analizar el mercado manga español del año que recién ha terminado. Como voy a estar todo el rato comparando con otros años, tal vez sería mejor que releyerais mis posts relativos a los años 2007, 2008 y 2009, sobre todo este último, para seguir perfectamente el hilo.

En fin, vamos al grano y veamos cuántos tomos de manga se han editado en total en el año 2010. Aquí va el gráfico:

Graficoanyos

Como podéis comprobar, ha habido un descalabro importante que nos coloca a los niveles de 2003-2004, es decir, un retroceso de 6 años en el tamaño del mercado manga de nuestro país y un descenso muy acusado respecto a las cifras del año anterior. Decía en mi post de 2009 que ese año había sido de transición, de inercia. A pesar de la dura crisis económica, el mercado del manga contaba con cierta inercia debido por un lado a la longitud de las series, de muchos tomos, así como a la lentitud de las editoriales japonesas a la hora de conceder licencias, de ahí que en 2009 no se notara mucho bajón; sin embargo, la inercia terminó en la segunda mitad de 2009 y se cebó sobre todo en 2010, lo que arrojó estas cifras desoladoras. ¿Causas del descalabro? La crisis económica, por un lado, que ha obligado a muchas familias a recortar gastos innecesarios (y el manga es un lujo caro), y por el otro la facilidad con la que se encuentra por internet el material manga escaneado ilegalmente. También podríamos hablar de que el manga ya no está tan de moda, pero es un argumento que no se sostiene si vemos que la asistencia a Salones del Manga y similares por toda la geografía española no solo se mantiene, sino que aumenta.

Este año no voy a desglosar el cómic asiático por su procedencia, como hacía hasta ahora separando el manga japonés del manhwa coreano y, en 2008, del manhua chino. Y la razón es muy simple: solo 3 novedades coreanas fueron publicadas en 2010 (Los 3 tomos de El sonido del pueblo, por Planeta deAgostini), lo que hace totalmente innecesario distinguir nada. Se confirma pues la tendencia de 2009 de reducir al máximo los experimentos con cómics asiáticos no japoneses, un fenómeno que tuvo un fuerte apogeo en 2008 pero que en 2009 se empezó a desbravar rápidamente hasta prácticamente desaparecer en 2010. Parece obvio que el cómic asiático, que parece japonés pero no lo es, simplemente no se vende bien en España.

Por editoriales, los quesitos quedan así:

Quesito2010

Cabe destacar el auge de Norma Editorial, que este año se planta como la editorial líder del mercado, con 115 novedades, que sin embargo no se coloca en esta posición por un aumento de producción (en 2009 sacó exactamente la misma cantidad de tomos manga, 115), sino por el gran descenso experimentado por las otras editoriales. La segunda editorial de 2009 fue Glénat, con 111 novedades (sacó 175 en 2009), y la tercera resulta ser Ivrea, con 107 novedades (por 122 en 2009). El descalabro más importante ha sido el de la poderosa Planeta deAgostini, que después de una tremenda reestructuración de su línea manga, con un montón de series paradas y/o canceladas, ha pasado de ser la primera editorial de 2009 (177 novedades) a ser la cuarta en 2010 (solo 55 novedades). En cuarto lugar encontramos a Panini, con 17 tomos publicados (31 en 2010), y luego llegan las “otras” (Ponent Mon (7), Dolmen (6), Mangaline (4), La Cúpula (4), Astiberri (3) y ApaApa (1)).

No hay mucho más que comentar, ¿verdad? Descalabro importante y una sola editorial aguanta el tipo: Norma, seguida de Ivrea, que también aguanta bastante bien. Norma siempre ha destacado por un perfil conservador, eligiendo muy bien las series, sin hacer grandes experimentos ni arriesgar demasiado. Desde luego, la trayectoria de Norma ha sido siempre la más sensata, y ahora mismo está recogiendo los frutos de haber realizado una muy buena selección de títulos y de haber construido fuertes y duraderas relaciones con las editoriales japonesas, que le han permitido, sin ir más lejos, optar a títulos de la todopoderosa Shônen Jump de Shûeisha (caso de Bakuman), una franquicia que hacía muchos años que no podían explotar debido a que Shûeisha había dado siempre esos mangas a Glénat y a Planeta. Hablando de Planeta, resulta increíble el comportamiento errático de esta gran editorial, ya que nunca han tenido una línea clara de edición y siempre ha habido muchos altos y bajos. De ser la cuarta editorial en 2007 pasó a ser la segunda en 2008, capitaneó el mercado en 2009 y en 2010 volvió a caer a la cuarta posición tras sacar solamente 55 novedades frente a las 177 que había publicado el año anterior (¡eso son 122 tomos menos!)

Si leéis el post de 2009, sobre todo hacia el final, veréis que acerté bastante en mis previsiones: corrección durísima del mercado, reediciones, etc. El año 2011 se prevé como bastante similar al anterior. Yo personalmente espero que las cifras por lo menos se mantengan. De momento no estoy viendo ninguna fuerte reacción ni nada parecido que haga intuir que el mercado remontará, sino que todo parece indicar que habrá cierta continuidad, tal vez un poco a la baja. Esperemos que este bache pase lo antes posible y podamos volver a gozar de un mercado manga de lo más sano y rentable para todos.

Como cada año, gracias a la gente de Norma Comics Sabadell, que es gracias a su lista de distribución que puedo recopilar estos datos cada año, y a Toni Ramírez, que ha realizado el recuento de novedades con gran paciencia.

Imomushi (La oruga)

Monday, January 3rd, 2011
  • Título: 芋虫 –Imomushi– (La oruga)
  • Autor: Suehiro Maruo / Basado en una historia original de Ranpo Edogawa
  • Editorial: Enterbrain
  • Revista: Comic Beam
  • Años publicación: 2010
  • Clasificación: seinen
  • Tomos: 1

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La primera obra de Suehiro Maruo que cayó en mis manos fue La sonrisa del vampiro, cuando la editorial Glénat me encargó su traducción, creo que sobre el año 2001 o 2002. Esa obra me pareció extraña, macabra, pero curiosamente atractiva en lo malsano, debido sobre todo al atractivo trazo claro de su autor y a su fascinante preferencia por ambientar sus obras en las más bien tétricas primeras tres décadas del siglo XX japonés.

A partir de ese momento, fueron cayendo más y más obras de Maruo, uno de los autores fetiches de la editorial barcelonesa: Lunatic Lover’s, Midori, El monstruo de color de rosa, Gichi Gichi Kid, El doctor Inugami… Todas ellas repletas de ese sabor “Maruo” tan característico, de tullidos, de sangre, de sexo y violencia, de enfermos, de gusanos, hormigas y arañas, de putrefacción y enajenación… Repugnante, pero a la vez extrañamente atractivo.

Y entonces llegó La extraña historia de la isla Panorama. Un verdadero delirio visual, una maravilla de la novela gráfica moderna, un clásico instantáneo. Sin tantos elementos típicos de Maruo, sin –ni de lejos– tanta violencia ni locura como en sus anteriores obras. ¿Y el secreto…? Que era una historia basada en un relato del gran novelista de misterio japonés Ranpo Edogawa (1894-1965). El tándem Maruo-Ranpo se reveló imbatible, apabullante y conmovedor. Sin duda, uno de los mejores manga que recuerdo haber leído y traducido. Gran historia y brutal dibujo, un alarde de talento en cada viñeta, en cada página.

La buena noticia es que Maruo ha seguido en la misma línea de adaptar a Ranpo al cómic, y esta vez presenta una nueva historia, titulada Imomushi (La oruga), basada en la que es considerada obra más polémica del genial escritor, del mismo título.

Sin embargo, hay que tener mucho cuidado: pese a que se repite el tándem creativo de Isla Panorama, Imomushi es una historia mucho más “maruoesca” de lo que podría parecer, ya que en sus páginas se repiten esas temáticas que tanto parecen gustar al polémico dibujante: violencia, sexo, tullidos, enfermedad, gusanos… Por lo que si os gusta el Maruo de Isla Panorama pero no el de las otras obras, recomendaría que la evitarais. En cambio, si pensasteis que con Isla Panorama Maruo se había “ablandado”, esta obra os va a encantar porque recupera su esencia.

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Cuidando del marido tullido

Imomushi cuenta la historia de una mujer cuyo marido, un prestigioso militar, regresa de la guerra ruso-japonesa de 1905 gravísimamente herido. Ha perdido las cuatro extremidades y es incapaz de hablar; así, es más parecido a un enorme gusano que a una persona. A pesar de la tragedia, la mujer se ve obligada a cuidar del tullido, que aun estando inválido mantiene intactas sus capacidades sexuales.

Os podéis imaginar que a lo largo de las escasas 140 páginas de esta obra se pueden presenciar escenas bastante escabrosas, desde luego no para todos los públicos. Y, sin embargo, con ese estilo de dibujo fascinante del mejor Suehiro Maruo.

Lo mejor

  • El dibujo es sublime, así como algunas composiciones de página y metáforas visuales.
  • A pesar de que algunas partes son repugnantes, no puedes evitar seguir leyendo.

Lo peor

  • No llega al nivel de Isla Panorama.
  • No apto para estómagos sensibles.