El blog de Marc Bernabé

Grey

Monday, June 10th, 2013
  • Título: Grey
  • Autor: Yoshihisa Tagami
  • Editorial: Tokuma Shoten
  • Revista: Shōnen Captain
  • Años publicación: 1985-87
  • Clasificación: ciencia-ficción, acción
  • Tomos: 3

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Ya sabéis que muy pocas veces rompo mi propia regla de no comentar mangas que hayan sido licenciados o publicados en España, pero de vez en cuando me da por leer y comentar alguna historia que sí fue publicada, pero en los albores de la historia del manga en España (caso de Regreso al mar, recientemente relanzado en una nueva edición, o de Version). Esta reseña, pues, cae en esta categoría, ya que Grey fue publicada íntegramente en España entre 1992 y 1993 de la mano de Planeta deAgostini Comics.

En este caso, sin embargo, contrariamente a los casos de Regreso al mar y Version, la lectura de Grey me ha decepcionado bastante, y es que, aunque tampoco la recordaba con especial cariño, sí que en aquella época compré algunos números y la tenía en mi estantería de otaku adolescente, por lo que la posibilidad de releerla después de tantos años, y esta vez en su original japonés, me hacía cierta ilusión.

El caso es que me he encontrado con una historia que no me ha enganchado en absoluto, que se me ha hecho aburrida e incluso farragosa de leer; un claro ejemplo de que los años suelen embellecer según qué cosas y a veces es mejor no tocarlas y quedarte con el recuerdo.

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Supongo que de este manga u otros por el estilo publicados en esa época surgió esa idea (errónea) de que “los mangas -en general- marean porque tienen líneas cinéticas a saco en todas partes”.

Grey se ambienta en un hipotético futuro en el que todo es un gran páramo donde hay repartidas varias ciudades controladas por ordenadores Little Mama a los que, a su vez, controla un gran ordenador central: Big Mama. Las ciudades están continuamente en guerra entre sí, pero estas guerras son como “juegos”, un poco a lo Avalon de Mamoru Oshii: los participantes, anhelando conseguir el estatus de “ciudadanos”, batallan sin cesar a cambio de los puntos que obtienen con cada hazaña. Claro está, cuando consigues X cantidad de puntos, se te otorga el rango de “ciudadano” y puedes vivir tranquilamente y con todas tus necesidades cubiertas en las (se supone) paradisíacas ciudades.

Grey, el protagonista, es uno de estos guerreros. Implacable y tenaz, su apodo de “shinigami Grey” (Grey la Muerte) le va como anillo al dedo. En parte por vengar la muerte de su novia Lips, que anhelaba convertirse en ciudadana y empujó a Grey a alistarse también, en parte por salir de la espiral de muerte y violencia en la que se encuentra, Grey va participando en batallas y descubriendo los inquietantes secretos de la sociedad organizada y liderada por el gran ordenador central Big Mama.

Lo mejor

  • Obra cyberpunk con dibujo ochentero, pero que no está mal. A priori promete.

Lo peor

  • Historia confusa, avanza a trompicones. A mí desde luego no logró engancharme.
  • Hay hasta demasiada profusión de líneas cinéticas por todas partes.
  • Demasiados conceptos, poco trabajados y explicados. De nuevo, “saca” al lector de la obra.

Endless Love

Tuesday, May 28th, 2013
  • Título: エンドレスラブ –Endless Love–
  • Autor: Susumu Tsutsumi
  • Editorial: Keisei Shuppan
  • Revista: Varias
  • Años publicación: 1985
  • Clasificación: erótico, pornográfico
  • Tomos: 1

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Por cosas de la vida, en el año 2005 pude conocer al autor de manga pornográfico Chiyoji ya que me contrataron como su intérprete durante su visita al Festival de Cine Erótico de Barcelona de ese año. De hecho, la organización de dicho festival contactó conmigo meses antes porque tenían la intención de invitar a un autor de “hentai” (los japoneses no usan esta etiqueta, pero así nos entendemos) y querían pedirme consejo. Hasta ese momento (os lo creáis o no XD) mis conocimientos de manga porno eran prácticamente nulos, por lo que apenas pude darles muchas pistas, aparte de que miraran en el catálogo de la editorial La Cúpula, que a mi entender era, en ese momento, la única que publicaba este tipo de obras.

La Cúpula recomendó inmediatamente a Chiyoji, uno de sus autores fetiche, al que publicaban desde hacía muchos años, en las páginas de la revista Kiss Comics, las historias de Miss 130. Así que, tras obtener sus datos de contacto, me puse tímidamente en contacto con él. Uno no sabe qué puede esperar al llamar a un autor de manga hentai. Puede imaginarse muchas cosas, entre ellas un auténtico depravado sexual baboso, pero al otro lado del teléfono se puso un señor totalmente afable, dicharachero y dispuesto a todo.

Mucho podría contar sobre la visita de Chiyoji a Barcelona, como por ejemplo el emotivo almuerzo en casa (una cúpula geodésica, cómo no, de ahí el nombre de la editorial) del malogrado editor Josep Maria Berenguer, en el que tuve el gran placer de participar en calidad de intérprete, pero tampoco quiero extenderme demasiado. Solo diré que vino acompañado de su esposa Chiyomi, una mujer encantadora, y que ambos, bastante tímidos para lo que dibujan (y es que ella hace de ayudante suyo en la creación de sus cómics ^_^), estuvieron alucinando bastante en ese festival al lado de gente como Rocco Siffredi o Nacho Vidal, por no decir las despampanantes actrices que poblaban el lugar y que acudieron con reveladores vestidos de noche a la cena-gala de entrega de premios del festival.

Desde entonces, he procurado estar en contacto con Chiyoji, un contacto que aún conservo. De hecho, él es uno de los entrevistados del proyecto Masters of Manga, y en la entrevista me contó muchísimas cosas sobre el mundo de la edición de manga hentai en Japón. Susumu Tsutsumi (así se llama en realidad) utiliza varios seudónimos para separar su obra por tipo de publicación. Los más conocidos son el de Chiyoji (sin “Tomo”, ojo, ese “apellido” es un invento que surgió de no se sabe dónde) para obras destinadas al público masculino y el de Kaoru Ai, para obras para el público femenino (sí, en Japón existe manga porno para mujeres, más enfocado a los sentimientos, a las caricias y a la sensualidad para gustar a “ellas”).

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He elegido una página más bien “neutra” para no ofender sensibilidades. XD

Sin embargo, sabía que en el pasado había publicado bajo su nombre real, Susumu Tsusumi, pero nunca había visto ningún tomo firmado con ese nombre hasta que encontré este Endless Love por pura casualidad en una librería de segunda mano en mi visita más reciente a Japón. Por supuesto, me faltó tiempo para hacerme con él.

Si habéis leído las historias de Miss 130 o El príncipe del manga sabéis perfectamente cuál es el estilo de Chiyoji: mujeres más bien maduras o de aspecto maduro (nada de lolitas), de generosísimas curvas y prominentes pechos y de nombre “Reiko Higuchi”, que, por una causa u otra, se lo acaban montando con un hombre. Las historias de Chiyoji, casi todas ellas cortas (de unas 20 páginas) suelen tener un fuerte componente de humor, por lo que resultan bastante amenas de leer.

Lo que me llamó la atención de la obra de Chiyoji fue no tanto su obra más reciente, que tiene un estilo más caricaturesco (más “manga”, podríamos decir, con ojos más grandes, sin duda debido a las presiones de las editoriales ya que el público actual exige ese tipo de dibujo), sino las cosas que pude ver de sus historias más clásicas, creadas en los años 70 y 80. El estilo de dibujo de este autor en ese momento, inscrito en el movimiento gekiga, era increíblemente detallado y realista, de infinito mejor gusto (para mí), que las obras actuales en las que las mujeres aparecen extremadamente caricaturizadas (ojos muy grandes, labios enormes, narices minúsculas, por no decir cuerpos absolutamente imposibles de pechos y culos hiperdesarrollados y cinturas de avispa…).

Endless Love es una de estas obras clásicas de este autor, con un dibujo espectacularmente bonito, pero con los argumentos de siempre de Chiyoji. Reikos de generosos cuerpos montándoselo, en historias con un alto componente humorístico, con todo tipo de hombres en todo tipo de situaciones.

Lo mejor

  • El dibujo me parece excelente.
  • El humor.

Lo peor

  • Cuando lees una historia de Chiyoji, prácticamente las has leído todas, ya que casi todas siguen patrones similares.
  • Siendo un manga de los años 80, se nota cierto desfase en algunos aspectos. Especialmente, el trato de la mujer como objeto resulta bastante denigrante en ocasiones. Por no decir escenas de cuasi-violaciones que, aunque en Japón siguen siendo perfectamente aceptadas, en Occidente ya hace años que son consideradas de mal gusto.

Jitsuroku Adachi Mitsuru Monogatari (La historia real de Mitsuru Adachi)

Monday, March 11th, 2013
  • Título: 実録あだち充物語 –Jitsuroku Adachi Mitsuru Monogatari– (La historia real de Mitsuru Adachi)
  • Autor: Tsutomu Adachi & Adachi Pro
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Shōnen Big
  • Años publicación: 1984
  • Clasificación: biografía, humor
  • Tomos: 1

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Mitsuru Adachi está considerado actualmente uno de los mayores maestros del manga, por lo menos de los últimos 30 años. Una de las cosas que define a Adachi es que no es en absoluto un one hit wonder, sino que en estas tres últimas décadas se ha caracterizado por haber escrito un manga de éxito (casi todos ellos ambientados en el mundo del deporte, sea este el béisbol u otro) tras otro. Cierto, no todas sus obras han sido mega hits, pero sí que siempre, al igual que ha ocurrido con las de Rumiko Takahashi, se han venido vendiendo extremadamente bien y han tenido recorridos muy largos.

No voy a aburrir con un listado de las obras de Mitsuru Adachi (para eso está por ejemplo la Wikipedia), nada más comentaré las que han llegado a ser más conocidas: Touch (Bateadores) es sin duda su obra más recordada, en Japón y allende los mares; pero obras como Miyuki, Cross Game o Hiatari Ryōkō (Alegre Juventud) no le van a la zaga en popularidad y “cariño” por parte de los lectores.

Como bien sabéis, últimamente había pasado un pequeño “my boom” (que dicen los japoneses) de Adachi, y me he leído varias obras suyas que en general me han gustado y entretenido mucho. Una de las obras que tenía en la recámara es una grandiosa curiosidad: ¡una especie de biografía del autor realizada por su hermano a principios de los años 80!

Muy pocos saben (yo, sin ir más lejos, lo desconocía), que Mitsuru Adachi tenía un hermano mayor que también era mangaka. Hablo en pasado, “tenía” y “era”, porque escribiendo esta reseña he sabido que Tsutomu Adachi falleció en 2004 a la prematura edad de 56 años… En cualquier caso, Tsutomu nunca cosechó un gran éxito como mangaka, y en la época en la que creó la obra que reseño, hablando sobre la vida de su hermano, ya estaba de capa caída y se encontraba en el mismo estudio que Mitsuru trabajando en “sus labores”, que básicamente eran las de mánager de Mitsuru (por cierto, en el manga él mismo nos cuenta, jocosamente, que a menudo la gente que acudía al estudio le confundía con uno de los ayudantes de su hermano).

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Mitsuru (el de la visera) y Tsutomu (el de las gafas), hermanos y residentes en Tokio.

Como digo, esta especie de biografía (que más bien es un recopilatorio de pequeñas anécdotas pasadas y “presentes”) fue creada a principios de los años 80, cuando Adachi estaba por fin en la cresta de la ola gracias a Miyuki y Touch, ambas series creadas por esas fechas, así como por el éxito anterior de Hiatari Ryōkō.

En esta obra sabremos un poco más sobre cómo es Adachi, o más bien cómo era en esa época, y también conoceremos cómo empezó en el mundo del manga y las vicisitudes que tuvo que sufrir hasta por fin conseguir triunfar. De hecho, al no casar su estilo más bien blando y suave con el shōnen imperante en la época -años 70- (muy influido por el estilo “machote”, de líneas y argumentos abigarrados del gekiga, como en Ashita no Joe), en un momento dado tuvo que derivar su flujo creativo hacia el shōjo (de ahí, sin ir más lejos, surgió Hiatari Ryōkō, creado para una revista para chicas, la Shōjo Comic). Adachi estuvo muchos años sin conseguir mucho éxito, desde que empezó, muy joven, a mandar historias para que las valoraran los expertos de la revista COM de Osamu Tezuka.

Estos hechos también se narran en la historia, y de hecho sale la página que puse hace tiempo en este mismo blog, de la COM número 9 de 1967, que fue lo primero que se publicó jamás de Mitsuru Adachi.

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El momento en el que Mitsuru descubre la existencia de la mítica revista COM

El estilo de este manga es jocoso y distendido, con un dibujo sencillo que está a caballo entre el del propio Mitsuru (se nota que Mitsuru tuvo influencias de su hermano) y el de Fujio Akatsuka (del que Tsutomu fue ayudante). El hermano y creador de este manga, Tsutomu, tiene bastante protagonismo. De hecho, por la forma con la que se pinta y describe a sí mismo, recuerda sobremanera a personajes “jetas” tan adachianos como Ryūichi de Miyuki. Es evidente la influencia que Tsutomu ejerció sobre Mitsuru en su carrera. Seguramente sin Tsutomu, Mitsuru habría acabado dando su brazo a torcer y abandonando el manga en los muchos años que pasó como dibujante sin pena ni gloria, y este es un bonito homenaje de parte del hermano mayor al menor.

Lo mejor

  • Jocoso, distendido, interesante.
  • Una ventana al Mitsuru Adachi de los primeros años 80.
  • Curiosísimo tener una “biografía” de un autor cuando todavía era tan joven y hacía tan relativamente poco que había empezado a triunfar.

Lo peor

  • No es una obra especialmente memorable, ya que su valor (para mí, muy elevado) es puramente sentimental.

 

Tetsu no Don Quijote (El Don Quijote de hierro)

Tuesday, February 19th, 2013
  • Título: 鉄のドンキホーテ –Tetsu no Don Quijote (El Don Quijote de hierro)–
  • Autor: Tetsuo Hara
  • Editorial: Shūeisha
  • Revista: Shōnen Jump
  • Años publicación: 1982-83
  • Clasificación: deportivo, motor
  • Tomos: 2

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Evidentemente, fue el título de este manga el que me empujó a leerlo. “El Don Quijote de hierro”, suena tan absurdo y tan curioso que es imposible no sentirte atraído por él, y más aún al ver que lo firma ni más ni menos que Tetsuo Hara, dibujante de la mítica Hokuto no Ken (El puño de la estrella del norte).

Estamos ante un manga de motocross (of all things), que narra las aventuras de Gen Kurosu (sí, kurosu es como se pronuncia “cross” en japonés, muy original no es ^_^), un joven piloto de motocross que, como todos en los shōnen manga, aspira a ser el mejor en su campo. La particularidad del motocross que se nos presenta en este manga es su extrema violencia, ya que los pilotos no dudan en abalanzarse los unos encima de los otros, con todo el peso de las motos, o en empujarse para echar al rival de la pista. Un ambiente muy “macho” y casi “apocalíptico” (la sombra de Mad Max es alargadaaaa) que sin duda casa muy bien con el estilo del autor.

Como suele ocurrir en este tipo de obras, el protagonista debe enfrentarse a un rival muy poderoso, que parece inalcanzable. En este caso se trata de Shun’ichi Igarashi, un rubiales de pelo largo que recuerda sobremanera al Shin de Hokuto no Ken y que es el líder del “Red Army”, un poderoso equipo de motocross que domina el campeonato sobre otros equipos. Gen Kurosu, hermano menor del fallecido hace unos años y legendario piloto (otro cliché del género) Shin Kurosu, piloto independiente, se enfrentará a Igarashi y su tropa en una violenta y sangrienta carrera.

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¡TESTOSTERONA sobre dos ruedas!

Aparte del manga que da título a la obra, relativamente largo (ocupará unas 320 páginas o así), el resto de cada uno de los dos tomos está ocupado por varias historias cortas. Todo el material junto, pues, es un poco un recopilatorio de la obra de Tetsuo Hara antes de que se hiciera famoso como dibujante de Hokuto no Ken. De hecho, dos de estas historias son los episodios pilotos de la legendaria obra, y su título es exactamente el mismo: Hokuto no Ken y Hokuto no Ken 2. Ambas autoconclusivas de Hokuto no Ken presentan al protagonista, Kenshirō Kasumi, y establecen las bases de lo que sería la obra, sobre todo el estilo de lucha Hokuto-shinken y la particularidad de destrozar a los rivales golpeando los “meridianos” de sus cuerpos y haciendo que estos (los cuerpos) estallen desde dentro de la forma más aparatosa y “visceral” posible.

Las demás historias son entretenidas pero no dejan de ser mediocres: Super Challenger es una historia de boxeo que recuerda muchísimo a Ashita no Joe; Crash Hero es como el episodio piloto de El Don Quijote de hierro y Mad Fighter también va sobre moteros y luchas sobre motos, pero esta vez (más) a lo Mad Max.

Lo mejor

  • Conocer a la versión primigenia de un autor como Tetsuo Hara.
  • Saber de dónde salió Hokuto no Ken. Por suerte, en la serie definitiva le pusieron a Hara un guionista como Buronson, porque ya se nota que el guión no es el fuerte de este autor y un Hokuto no Ken sin Buronson a los guiones probablemente hubiera acabado siendo una historia del montón y de relativamente corta duración.

Lo peor

  • Bastante simplones los planteamientos.
  • El dibujo es bastante sucio y abigarrado, como si Hara tuviera horror vacui. Pero también es verdad que esa es la base de su estilo y, sin él, nunca habría surgido una obra como Hokuto no Ken.

Saiyū-Yōenden (Viaje al oeste – La leyenda del mono sobrenatural)

Monday, February 11th, 2013
  • Título: 西遊妖猿伝 –Saiyū-Yōenden– (Viaje al oeste – La leyenda del mono sobrenatural)
  • Autor: Daijirō Morohoshi
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Super Action, Comic Action Characters, Comic Tom, Morning
  • Años publicación: 1983-97 / 2008-?
  • Clasificación: seinen
  • Tomos: 10 (1ª parte) / 4 (2ª parte, en curso)

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Tras leer Yume miru kikai quedé intrigado por el autor Daijirō Morohoshi y quise probar con otra de sus obras, así que me decidí por Saiyū-Yōenden, uno de sus mangas más conocidos (si no el más conocido), que hasta hace poco se solía ver en las estanterías de la sección manga de las grandes librerías japonesas debido a su reciente reedición.

A estas alturas, quien más quien menos conoce por encima la gran leyenda china de Viaje al Oeste, en la que el monje budista chino Xuanzang decide partir hacia la India para conseguir unas escrituras sagradas budistas, acompañado en su camino por el rey mono Sun Wukong, el monstruo cerdo Zhu Bajie y el demonio acuático Sha Wujing. Tal vez os sonarán más sus nombres adaptados al japonés: Sanzō (Xuanzang), Son Gokū (Sun Wukong), Cho Hakkai (Zhu Bajie) y Sa Gojō (Sha Wujing). Efectivamente, estas historias y personajes han inspirado a numerosas obras literarias y manga japonesas, como por ejemplo Boku no Son Gokū de Osamu Tezuka, Saiyūki de Kazuya Minekura y, evidentemente, Dragon Ball de Akira Toriyama.

Morohoshi es uno más de los autores manga que han decidido adaptar a su manera el gran clásico de la literatura china, concretamente centrándose en la figura del rey mono Sun Wukong (Son Gokū), todo un icono de la cultura clásica oriental.

En este caso, Morohoshi se desmarca bastante de la historia clásica y quiere ofrecer un relato mucho más global, presentándonos los orígenes de Sun Wukong como modesto chico campesino en la antigua china rural, devastada por las luchas de poder entre las clases dirigentes, por culpa de las que el pueblo del protagonista acaba arrasado por completo.

Desamparado, Wukong emprende un viaje que le llevará a vivir grandes aventuras y a conocer a muchísimas personas, amigas y enemigas. Al principio la obra sorprende porque parece querer desarrollarse de forma realista, sin ninguna de las apariciones y milagros sobrenaturales que adornan en la historia original. Sin embargo, esto pronto se tuerce y se incorporan a la historia elementos fantásticos como un enorme mono sobrenatural y cosas así que rompen un poco ese fresco ritmo original que me había sorprendido tanto.

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Y esta es la enésima representación de Sun Wukong (Son Goku) en el manga japonés.

La historia se deja leer muy bien, tiene mucha acción y un dibujo muy peculiar (el principal rasgo de este autor). El problema es que personalmente no me gusta mucho la historia antigua china, lo que para mí se convierte en un gran hándicap difícil de superar, además de la enorme profusión de nombres chinos (con lecturas japonesas) que hay por todas partes. Francamente, me pierdo.

Esta gran historia, galardonada con el prestigioso Premio Cultural Osamu Tezuka en el año 2000, ha tenido una vida muy errática debido a la cancelación de revistas o incluso al cierre de editoriales. Ha tenido períodos de parón, cambios de publicación, etcétera, que han provocado que haya varias versiones, retocadas con los años, de su recopilación en tomos. Tras 11 años de parón, la historia fue rescatada por Kōdansha en 2008, y actualmente su continuación se publica de forma aperiódica en la revista Morning.

La edición más actual, “remasterizada” por el propio autor para la ocasión, es la realizada por Kōdansha en 2009 aprovechando que esta editorial se había hecho con los derechos del manga realizado hasta entonces y de su continuación. Esta edición, la que reseño, cuenta con 10 tomos de unas 400 páginas cada uno. La segunda parte, actualmente en publicación, consta de momento de 4 tomos.

Lo mejor

  • El extraño dibujo de Morohoshi tiene una capacidad de atracción muy curiosa.
  • Una faceta fresca de la tan manida historia de Sun Wukong (Son Goku).

Lo peor

  • La temática personalmente no me gusta mucho (pero esto es personal).
  • Demasiado nombre chino (aunque es obvio, ya que la historia se desarrolla en China).