El blog de Marc Bernabé

Attacker You! (Juana y Sergio)

  • Título: アタッカーYou! -Attacker You- (Juana y Sergio)
  • Autor: Jun Makimura (dibujo) / Shizuo Koizumi (historia original)
  • Editorial: Kôdansha
  • Revista: Nakayoshi
  • Años publicación: 1984
  • Clasificación: shôjo, deportivo
  • Tomos: 3

En mi incesante búsqueda entre los clásicos más clásicos del manga para encontrar verdaderas joyas (un viaje en el que desde hace casi un año me acompañáis gracias a este blog), es natural tener interés por obras de manga relacionadas con animes que se hicieron extremadamente populares en las televisiones españolas. Attacker You! es uno de estos casos, aunque es curioso en el sentido de que no es una serie especialmente popular en Japón (ni el manga ni el anime), pero su versión televisiva generó un verdadero boom a principios de los 90 cuando fue emitida en Italia, Francia y España con el título de Dos fuera de serie o Juana y Sergio. Y también es curioso en el sentido de que, en este caso, primero fue una novela basada en una historia real (obra de Shizuo Koizumi) y luego, paralelamente, se creó el anime y el manga al mismo tiempo.
Attacker You! no es un manga demasiado original si pensamos que antes hubo otra obra en Japón con la misma temática que sí se hizo extremadamente famosa: Attack Nº 1 (hasta en el nombre se parecen). Así, en Japón imagino que Attacker You! no es especialmente considerada debido a que no es más que una copia de un manga anterior, del mismo modo que los muchos manga de fútbol que surgieron a la estela de Capitán Tsubasa (Campeones / Oliver y Benji) no son ni de lejos tan populares como el original (por muy buenos -hasta mejores- que sean).
En fin, debo decir que no vi la serie en su momento cuando la emitieron por la tele, aunque sí que recuerdo haber visto trozos sueltos; ese acaramelamiento shôjo no iba en absoluto con mis ganas de hostias “dragonballeras” o de risas “doctorslumperas”. Por lo que, francamente, no recuerdo en absoluto nada de esta serie más que de que iba de voleibol, que los protagonistas se llamaban Juana y Sergio, y que la canción de opening era lo más pegadizo del mundo mundial.
En fin, el manga consta solo de tres tomos. Mejor dicho, de dos tomos y medio, puesto que el medio tomo restante para completar el tercero lo ocupa una historia de piratas a lo Errol Flynn en plan shôjero. Y me ha sorprendido porque francamente se hace muy ameno de leer, ya que tiene un desarrollo muy rápido y muy dinámico y no se hace nada pesado. Eso sí, acostumbrado a los manga kilométricos en los que un partido puede durar tres tomos enteros, que se pulan un torneo de varios partidos en solo medio tomo, por un lado deja una sensación rara y por el otro resulta hasta refrescante. Imagino que el hecho de que el manga se publicara paralelamente a la emisión del anime por la tele tiene que ver con esto y que Jun Makimura, la mangaka, posiblemente tuvo que tomar atajos en el manga para poder seguir el ritmo del anime.

Contrariamente a lo que se podría pensar, este es primordialmente un manga de acción

A lo que íbamos: la protagonista del manga es Yû Hazuki (de ahí el “You” del título, un juego de palabras entre el nombre de la prota y el pronombre inglés para “tú”), una chica alta y desgarbada que nada más empezar la historia llega a una nueva escuela. Ahí, sin comerlo ni beberlo, acaba metida en el club de voleibol al que, tras sufrir los típicos rifirrafes tan frecuentes en los gakuen manga con las veteranas del equipo, se acaba incorporando al mismo y, a pesar de que al principio no tenía ni idea de voleibol, muy rápido se acostumbra y llega a ser la “ace” del equipo en tiempo récord. En fin, en medio de todo esto está un chico llamado Sô, que le da cuatro consejos mal dados; la típica rival “inalcanzable” a la que la protagonista perseguirá y a la vez admirará para algún día poder vencerla, que en este caso se llama Eri Takigawa; y la compañera de equipo que al principio es una borde y luego se convierte en gran amiga y aliada en la cancha, que aquí se llama Nami Hayase.
El manga se centra sobre todo en el voleibol y deja mucho de lado todo lo demás. Así, el chico (Sergio, para que nos entendamos) apenas tiene un papel significativo en el manga y la evolución de Nami en su relación con Yû (primero tensa y beligerante y luego amistosa) es realmente rápida y poco trabajada. Aunque esto, como he dicho antes, nos proporciona un manga deportivo realmente trepidante. Ahora sí, los que busquen el acaramelamiento del anime de Juana y Sergio se sentirán defraudados, puesto que aquí la mangaka va al grano y despacha rápidamente las relaciones interpersonales de los personajes en favor de la acción en la cancha.
Curiosamente, el manga contiene algunas explicaciones y consejos para jugar al voleibol en forma de comentarios a pie de página y viñetas sueltas con diagramas y dibujos explicativos. En fin, una curiosidad más del mundo del manga, y uno de los pocos anime que en Japón no funcionaron del todo bien y en cambio en el extranjero (sobre todo en Francia, pero también en Italia y España) se convirtieron en un verdadero boom.

Shigeru Mizuki

Atención: este post está escrito bajo el antiguo formato de “Adivina qué mangaka es”, en el que se presentaba una foto antigua del mangaka y el lector debía adivinar de quién se trata. Ahora el formato ha cambiado, pero dejo la redacción del artículo tal cual.

Hace tiempo que no pongo una de caretos de mangakas, ¿verdad? Pues nada, esto habrá que solucionarlo. ¿Quién diríais que es este señor?


¿Lo sabes? Si no, no tienes más que hacer clic en el link de “Leer el post entero” de aquí debajo y lo sabrás enseguida…

Time machine: 39 años más tarde…

¡Veterano entre los veteranos!

Pues este venerable anciano no es otro que Shigeru Mizuki, uno de los más grandes mangaka de la historia, considerado también uno de los mayores especialistas en monstruos (yôkai) y seres sobrenaturales del imaginario japonés y conocido por ser el creador de la famosísima GeGeGe no Kitarô. En Occidente apenas si es conocido (todavía, al menos), lamentablemente, a pesar de que su obra Nonnonbaa to ore (reseñada aquí) consiguió el gran premio del festival de Angoulême en la edición de 2007, el primero concedido a un tebeo japonés.
La primera foto es precisamente de GeGeGe no Kitarô, en concreto el tomo 1, publicado en 1969. Así, en esa foto tenía ya 47 años. Cabe decir que Mizuki debutó bastante tarde en el mundo del manga, ya que tuvo que luchar en la II Guerra Mundial (donde perdió uno de los brazos) y durante los años 50 se dedicó al kamishibai (hablo bastante más sobre este autor en la reseña de Nonnonbaa, por si os interesa).

¡Y lo bien que dibuja para ser manco!
La segunda y tercera fotos fueron sacadas en un acto del año 2007. A pesar de su avanzada edad, 86 años, el hombre se conserva todavía muy bien y sigue viajando muchísimo por el mundo (una de sus principales pasiones).
Si tenéis la oportunidad, os recomiendo visitar el pueblo de Sakai-Minato, en la prefectura de Shimane (ahí más o menos donde el Buda perdió la sandalia, para qué nos vamos a engañar), donde hay una calle decorada con estatuas de sus personajes y un museo sobre su vida y obra muy interesante. Si no tenéis tiempo o ganas de ir tan lejos, cerca de Tokio, en la ciudad de Chôfu, se encuentra la Kitarô Jaya (o “tetería de Kitarô”), un pequeña tetería tradicional donde venden merchandising de obras de Mizuki y puedes comer todo tipo de frikadas, como “el padre de Kitarô (que es un ojo con patas) bañándose en un bol”. Llegar a la Kitarô Jaya también es bastante complicado, la verdad, pero el templo que hay cerca es bastante chulo y es un buen paseíllo.

Blazer Drive

  • Título: Blazer Drive
  • Autor: Seishi Kishimoto
  • Editorial: Kôdansha
  • Revista: Shônen Rival
  • Años publicación: 2008-?
  • Clasificación: shônen
  • Tomos: 1 (en curso)

Blazer Drive es la nueva serie de Seishi “el hermanísimo” Kishimoto, es decir, el hermano gemelo de Masashi Kishimoto, autor de Naruto. Después de terminar su anterior obra 666 Satan, Kishimoto se ha embarcado en la creación de este nuevo manga y videojuego (ha diseñado los personajes del videojuego de Sega del mismo título y a partir de ellos ha hecho este manga) en la novísima revista Shônen Rival de Kôdansha, que inició su andadura allá por abril de 2008.
El manga nos presenta un mundo en un futuro no muy lejano, en el que existen unas pegatinas (llamadas mysticker -supongo que es una contracción de mysterious sticker o mystic sticker, o sea “pegatina misteriosa” o “pegatina mística”) que sirven más o menos para cualquier cosa. Por ejemplo, si pegas una pegatina de electricidad en un electrodoméstico, ese electrodoméstico se pondrá en marcha; si pegas una de calor en la base de una tetera o una olla, el agua que haya dentro se pondrá a hervir, etcétera. Ni que decir tiene que estas pegatinas no son aptas para consumo humano: es decir, si te las pegas en la piel, lo más seguro es que te hagan un daño tremendo y termines en el hospital con quemaduras de tercer grado.
Sin embargo, dice la leyenda urbana que hay unos pocos individuos que tienen la facultad de no solo no ser afectados por la acción de las pegatinas si se las pegan en la piel, sino de poder aprovechar sus facultades. Estos individuos, de cuya existencia duda todo el mundo, son llamados “Blazer Drive”. Así, por ejemplo, si un Blazer Drive se pega una pegatina de calor, podrá lanzar bolas de fuego por las manos.
En fin, la historia nos cuenta las aventuras de Daichi, un chaval que al principio de la obra se hace pasar por Blazer Drive sin que sepa que realmente lo es. Hasta el momento, pensaba que los Blazer Drive no existían, pero las circunstancias hacen que se tope con uno, que se carga a su hermano (ojo, no son spoilers, todo esto ocurre en las primeras páginas). Antes de morir, su hermano le revela que él también es un Blazer Drive y que debe luchar contra los malos malosos: para ello, le da una pegatina de electricidad muy poco común (existen pegatinas comunes, y “raras”). En fin, el poder oculto de Daichi se despierta y tendrá que luchar contra los malos con la ayuda de Kuroki, un colega de su difunto hermano que se ofrece a enseñarle a usar el poder de las pegatinas.

¡Hazte con todas (las pegatinas)!

Y así empieza toda una aventura con mucha acción, muchas luchas, y mucha búsqueda de pegatinas misteriosas, a cuál más potente y molongui. ¿Francamente? Me aburrí muchísimo leyendo este tomo. Es cierto que el dibujo está muy bien, Seishi ha evolucionado mucho su dibujo y ya no se parece tanto al de su hermano y es francamente atractivo, al nivel de los mejores dibujantes de shônen de la actualidad. Pero el rollo tan visto ya de las peleas y del “hazte con todos” me parece soporífero.
Todo el tema de las pegatinas, además, huele demasiado a operación de marketing, ya que si el manga y el videojuego se venden bien, obviamente todos los diseños de pegatinas que se han creado para ambas cosas se fabricarán en la realidad. Si la jugada les sale bien a Sega, Kôdansha y Kishimoto, pueden llegar a forrarse con las pegatinitas de marras. Esto no quita que sea un título muy atractivo por su dibujo moderno y dinámico, su temática trepidante y también el componente “tie up” con el videojuego. No sé si el videojuego llegará a Europa o no, pero el manga no me cabe duda de que acabará siendo publicado tarde o temprano por estos lares, porque tiene todos los números para venderse bastante bien aquí. Aunque, como he dicho antes, me ha aburrido al mismo nivel que me aburrió AirGear, que más o menos tiene un dibujo similiar y una temática y un desarrollo de la historia -en el que prima la acción por encima de todo- también muy parecidos.

Circuit no ôkami (El lobo del circuito)

  • Título: サーキットの狼 -Circuit no ôkami- (El lobo del circuito)
  • Autor: Satoshi Ikezawa
  • Editorial: Shûeisha
  • Revista: Shônen Jump
  • Años publicación: 1975-79
  • Clasificación: shônen, carreras
  • Tomos: 27

¡Por fin se ha acabado el dichoso octubre, madre mía! El Salón fue estupendamente, aunque muy ocupado debido a que todos los medios del país quisieron entrevistar a Kaiji Kawaguchi (acabé agotado, pero muy contento porque, aunque sea con la excusa de las elecciones americanas, el manga ha tenido un papel muy importante en los medios estos días) y la conferencia de ayer sobre Tezuka también fue muy bien, ¡gracias a los que vinisteis!
Ahora espero poder dedicarme más a este blog, que ganas no me faltan. Y qué mejor para reanudarlo que con un manga “viejuno” de estos que tanto me gustan. Como ya sabéis, hay muchos japoneses a los que les fascina el mundo del motor, y no es para menos, ya que solo con las marcas de fama mundial que tienen (Toyota, Honda, Yamaha, Kawasaki…) lo raro sería que no hubiese japoneses totalmente pirados por los coches o las motos. Aun así, y aunque en motociclismo ha habido grandes pilotos japoneses que han sido campeones del mundo, en Fórmula 1 los pilotos japoneses no suelen tener tanta suerte.
En cualquier caso, en Japón existe un porcentaje muy alto de coches superdeportivos que probablemente solo es superado por Italia, el país de los superdeportivos por antonomasia. No en vano, Ferrari, Lamborghini, Lotus, Maseratti, Porsche y otras marcas por el estilo tienen en sus listas de clientes a muchos japoneses. Pero esto fue básicamente durante los años 80, cuando el japonés medio tenía un poder adquisitivo apabullante comparado con el resto del mundo debido a la enorme burbuja económica, y cuando cualquier japonés se gastaba auténticos dinerales en objetos de lujo. Esto actualmente ya no ocurre tanto debido a que la economía japonesa se ha puesto en el lugar que le corresponde, aunque no hay que olvidar que, como uno de los países con más renta por cápita del mundo, el poder adquisitivo de los japoneses sigue siendo muy alto comparado con otros países. Todo esto lo explico para justificar que un antiguo compañero de trabajo mío en el Ayuntamiento de Yokohama, que por aquel entonces debía de andar por los 30-32 años y acababa de ser padre, tenía ni más ni menos que un Toyota antiguo superdeportivo (no recuerdo el modelo, pero era un coche precioso) y otro de mis compañeros era (sigue siendo) un fanático de las carreras que se gasta un dineral en ser miembro de un equipo de carreras y participar en varios torneos. Y ojo, los dos son funcionarios y tienen un sueldo normal y corriente. Lo que pasa es que, en general, los japoneses viven para su trabajo y simplemente pasan tantas horas en la oficina que no tienen tiempo para gastarse el dinero en ocio, con lo que consiguen ahorrar muchísimo. Así, algunos pueden permitirse el capricho de comprarse un cochazo.
En fin, toda esta introducción es de nuevo para demostrar el poder del manga en la sociedad japonesa, y es que la raíz de gran parte de este fetichismo por los coches se puede encontrar, de nuevo, en un manga. Capitán Tsubasa (Oliver y Benji) fue el inicio del boom del fútbol, con el que se crió toda una generación que consiguió clasificar a Japón por primera vez para la fase final de un Mundial de fútbol (en Francia ’98) y luego lo revalidó en Alemania ’06 (en Corea-Japón ’02 se clasificó directamente por ser anfitrión); debido a Attack Nº 1 y Attacker You (Juana y Sergio) los equipos femenino y masculino de voleibol consiguen siempre estar en los primeros puestos en las olimpiadas; y últimamente Prince of Tennisha generado un gran boom del tenis que seguramente generará dentro de pocos años a grandes jugadores de nivel mundial.

¡Carreras de supercoches en medio de Tokio!

Pues este Circuit no Ôkami (El lobo del circuito) consiguió, en los años 70, consolidar y extender inimaginablemente la fiebre por los coches superdeportivos, hasta el punto de que los lectores de aquella época, cuando crecieron y pudieron ahorrar un poco, intentaban conseguir uno de esos (así se explica mejor por qué desde finales de los 80 y durante todos los 90 se vendieron tantos Ferraris, Maserattis y Lamborghinis en Japón).
¿Pero de qué va este manga? Pues es simple y llanamente un cómic de aventuras automovilísticas que nos narra las peripecias de Yûya Fubuki, un chaval de sangre caliente que tiene un Lotus Europa y que, en vez de formar parte de una de las bandas de tíos gamberros con supercoches que hay por ahí, prefiere ir en solitario (la figura del “lobo” en Japón se asocia mucho a la idea de “soledad” o “individualismo”). En el capó de su Lotus hay marcadas varias estrellas, una para cada uno de los rivales a los que ha derrotado en carreras ilegales por carrereteras de montaña o ciudad. Pero tiene un problema y es que el Lotus Europa, pese a ser un gran coche, no tiene la potencia de otros bólidos de la época como el Porsche Carrera RS, el Lamborghini Miura, el Ferrari Dino o el Toyota 2000GT (todos estos coches salen “con nombres y apellidos” en el manga) así que tiene que suplir su falta de potencia con técnica al volante, así como aprovechando la única gran ventaja que tiene el Lotus respecto a los demás: su tremendo agarre en las curvas.
Así, el manga se desarrolla presentándonos piques entre Yûya y otros rivales, como Sakon Hayase, líder de los “Corredores Nazis” (llevan cruces gamadas pintadas en los Porsches XDD). Por en medio, también aparecerá la típica chica, que también resulta ser el líder de una banda de chicas moteras muy chungas, y el típico personaje “mentor”, que es el novio de la hermana de Yûya, un piloto profesional.
La gracia de este manga respecto a otros manga de carreras que hubo anteriormente (Mach no GoGoGo, básicamente) es que aquí todos los coches que salen son reales. De hecho, se ve que su autor, Satoshi Ikezawa (página oficial), es él mismo un auténtico friki de los coches y muchos de los que salen en las páginas del manga o bien los había tenido o bien eran coches de sus compañeros de correrías, que a menudo le pedían que dibujara a sus bólidos en las páginas del manga. Además, se dan muchos datos de los coches (potencia, cilindrada, peso, etc.) y también se explican muchos conceptos automovilísticos, bien a través de la boca de los personajes, bien a través de notas a pie de página. Todo esto hizo que Circuit no ôkami se convirtiera en un manga de culto y contribuyó mucho al fenómeno de conseguir que una revista shônen como la Shônen Jump, que hasta ese momento estaba básicamente enfocada a niños y pre-adolescentes, fuera leída por un estrato de público mucho mayor (un fenómeno que sigue hoy en día, cuando gente que ya ha entrado en la treintena sigue leyendo la Jump). Los niños quedaban fascinados por las aventuras de Yûya y soñaban con poder conducir un día uno de esos bólidos y los mayores soñaban con comprarse uno para ellos.
El dibujo en sí, al menos en el primer tomo, es bastante típico de su época, lo que equivale a decir que actualmente se ve muy anticuado. Eso sí, la historia se desarrolla con mucha rapidez, lo que lo convierte en un manga trepidante y francamente me lo pasé muy bien leyéndolo. La edición original consta de 27 tomos, pero a lo largo de los años ha habido reediciones recopiladas en 19, 10, 4 y 3 tomos respectivamente (las de 4 y 3 tomos o bien tienen un porrón de páginas por tomo, o bien se publicaron parcialmente, no lo sé). Como curiosidad, decir que existe una segunda parte, Circuit no ôkami 2 – Modena no ken (La espada de Módena), que se publicó en la revista Playboy (al igual que la misma revista rescató Kinnikuman para hacer una segunda parte muy exitosa) y consta de 25 tomos.
Por cierto, ¿soy el único a quien esta historia le recuerda mucho a la de Initial D? Si es que en el mundo del manga se van repitiendo temáticas…

Conferencia sobre Osamu Tezuka

Pego esta noticia aquí por si os interesa. Espero que podáis venir, la verdad es que estoy muy contento de cómo me está saliendo el Powerpoint que me estoy montando para la conferencia, creo que va a estar bastante bien. ¡Venga, animaos!

El próximo día 5 de noviembre (miércoles), el traductor y experto en cómic japonés -manga- Marc Bernabé pronunciará una conferencia sobre Osamu Tezuka en el marco del ciclo de conferencias “Lletres japoneses”. Este ciclo sobre literatura japonesa está organizado por la Xarxa de Biblioteques de Barcelona y coordinado por Mercè Altimir con la colaboración de la Facultad de Traducción e Interpretación de la UAB, Casa Asia y el Consultado General de Japón en Barcelona.
El título de la conferencia, Osamu Tezuka, el dios creador del manga, da una idea de lo que se tratará en la misma. Con un soporte visual muy abundante con el que se afianzará la conferencia, se hará un repaso a la trayectoria del autor de manga más influyente de todos los tiempos, el denominado con total justicia “dios” del manga.
¡Esperamos vuestra asistencia a la conferencia, cuya entrada es totalmente gratuita!

  • Día y hora: 5 de noviembre a las 19 h
  • Lugar: Biblioteca Jaume Fuster (Pl. Lesseps, 20-22)