- Título: 戦星のバルジ –Sensei no Bulge– (Bulge de la guerra estelar)
- Autor: Kōhei Horikoshi
- Editorial: Shūeisha
- Revista: Shōnen Jump
- Años publicación: 2012
- Clasificación: acción
- Tomos: 2
Sigo con mis reseñas de series nuevas de la Shōnen Jump, o más bien opiniones más bien cortitas porque en algunos casos, como este, no tendré mucho que decir.
Sensei no Bulge ha sido la serie de menor duración en lo que llevamos de año, ya que únicamente ha durado 16 capítulos (del número 25 al 41 de la revista) y la verdad es que no me extraña, porque siempre, desde el primerísimo capítulo, me había parecido malísima y de hecho ya hacía tiempo que la pasaba muy por encima, prácticamente sin leerla.
Es la típica historia que quiere aspirar a mucho en la Jump, usando las convenciones típicas de las series de más éxito: fantasía, diseños espectaculares y mucha acción, pero el autor no ha sabido llevarla bien y ha acabado, como no podía ser de otra manera, prematuramente guillotinada. Va a ser recopilada en solamente 2 tomos, imagino que además tomos bastante finos ya que 16 capítulos no dan para mucho. El primero sale a principios de octubre y el segundo en noviembre, de ahí que aún no pueda ofreceros una portada.
A priori, la historia podía ser interesante: está ambientada en un planeta imaginario llamado Industria, actualmente bajo el yugo de unos extraterrestres. El rey del planeta no puede hacer nada para resistir y tampoco ayuda el hecho de que su hijo, el príncipe Bulge, sea poco más que un patán violento e irresponsable… Y caiga asesinado al principio de la historia. Curiosamente, el protagonista, el pobretón Astro, tiene exactamente el mismo aspecto y voz que Bulge (¡qué curioso, oye!), así que le confunden con él. Sin quererlo ni beberlo, Astro se acaba metiendo en un lío enorme ya que, para más inri, la legendaria arma “Org”, la herramienta de los reyes, se activa al entrar en contacto con él, lo que refuerza su condición de “príncipe”.
A partir de aquí, la historia va divagando sin parar, con numerosas luchas que pretenden ser espectaculares pero que resultan un rollo como pocos y, hacia el final, con la aparición de un personaje femenino que claramente era un intento del autor de mejorar su posición en el ranking de votos de los lectores. Un intento infructuoso, ya que la serie acabó cayendo sin más remedio para pasar a formar parte de la montaña de “series Jump” que han fracasado estrepitosamente. Como pasaba con el autor de Pajama-na kanojo, esta ha sido la segunda serie de Kōhei Horikoshi cortada prematuramente en la Jump, con lo cual es difícil que se le vuelva a dar una oportunidad…
Lo mejor
- La intención era buena.
Lo peor
- Aburriiiiidísima.
Un coñazo de principio a fin… no se salva ni la chica que sale hacia el final. Una verdadera pena que le den un puesto en la Jump a esta serie y no a otras que merecen más la pena.
No se que les impide a estos Mangaka (cuyas series han sido canceladas una y otra vez) intentar en otra revista. Vale, que Jump es la revista que más vende y de mayor prestigio, pero el artista ha de entender que ser “popular” y atraer a las masas no lo es todo.