El blog de Marc Bernabé

Kakukaku Shikajika (Bla bla bla)

Tuesday, April 7th, 2015
  • Título: かくかくしかじか –Kakukaku Shikajika– (Bla bla bla)
  • Autor: Akiko Higashimura
  • Editorial: Shūeisha
  • Revista: Cocohana
  • Años publicación: 2012-15
  • Clasificación: autobiográfico
  • Tomos: 5

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Hacía un tiempo que le había echado un ojo a este manga (de hecho, estaba en la pila de “por leer”), básicamente porque me hizo gracia el título. La expresión kakukaku shikajika se usa en japonés para abreviar en una explicación larga, que no queremos narrar en su totalidad. Por ejemplo, si a mí me preguntan “¿cómo acabaste como traductor de manga?” podría responder, si me diera cierta pereza contarlo todo en detalle, “pues mira, siempre me ha gustado el cómic en general, desde pequeño, y también siempre me ha llamado la atención Japón en general y el idioma japonés en particular, así que en un momento dado se me presentó la oportunidad de aprender japonés en la Facultad de Traducción e Interpretación, me apunté y… kakukaku shikajika”. Sobre todo he visto esta expresión usada por escrito, en los mangas, cuando el lector ya conoce una situación pero un personaje se ve obligado, por exigencia del guión, a contar lo que ha ocurrido a otro personaje. Así, se abrevia por el estilo “pues han venido unos policías y kakukaku shikajika”. Hasta cierto punto, es similar a nuestro “y bla, bla, bla”.

Aparte, el verbo kaku significa “dibujar”, por lo que es posible que la autora haya querido dar el matiz sonoro de “dibujar, dibujar, y más y más” usando esta expresión kakukaku shikajika.

Pues bien, ¿que hizo el otro día que me decantara por sacar este manga de la pila de “pendientes de leer”? Pues simple y llanamente que hace escasos días fue galardonado con el premio Manga Taishō, uno de los cuatro o cinco premios más importantes de Japón.

Kakukaku Shikajika se define un poco como “una versión shōjo de Manga Michi”, una frase que, como muy bien sabéis si sois lectores habituales de este blog, hace referencia a la mítica obra de Fujiko Fujio A en la que contó, de forma semiautobiográfica, sus inicios en el mundo profesional del manga. Pues bien, dándose cuenta su autora Akiko Higashimura que no existe realmente ningún manga que cuente el “camino del manga” desde el punto de vista femenino, de una mujer que se dedique a hacer mangas para chicas, decidió hacerlo ella en la forma de este Kakukaku Shikajika.

El resultado es un manga muy entrañable y sorprendentemente fácil de leer. El estilo es a caballo entre el shōjo y el josei, lo cual se entiende muy bien cuando averiguamos el carácter de la revista en el que se ha publicado, la Cocohana, que se autodefine como una revista de “shōjo manga para lectoras adultas”. Es una contradicción, porque 少女 shōjo significa “niña”, pero curiosamente se entiende: el estilo gráfico es más bien el del shōjo, y la temática es light y entretenida, sin pretensiones de ir más allá, pero la temática no es la típica del shōjo de amoríos adolescentes y tal, sino que va un paso más allá. Sin duda, esa tendencia que tenemos de compartimentar y clasificar se no dificulta sobremanera cuando hablamos de manga, ¿verdad?

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El maestro del infierno

La historia cuenta las andanzas de Akiko Higashi (la propia autora), una chica que estudia tercero de bachillerato (último año antes de entrar en la universidad) y quiere llegar a ser shōjo mangaka porque desde pequeña es ávida lectora de revistas como la Ribbon o la Bouquet y no se le da mal dibujar. Pese a ser mala estudiante, su idea es conseguir ser aceptada en una universidad especializada en Bellas Artes y, desde allí, mientras gana base y agilidad artística, ir haciendo sus pinitos para ir haciendo manga y enviándolo a editoriales para ver si en algún momento puede debutar.

Sin embargo, no nos vayamos a pensar que esto es un manga sobre dibujar manga. En parte lo es, claro, pero sin ir más lejos toooodo el primer tomo entero lo invierte en contar su background desde su infancia, y luego el dilema de encontrarse en tercero de bachillerato y tener que preparar los exámenes de entrada en la universidad, para pasar luego a narrar, con todo lujo de detalles, su experiencia en los exámenes propios de cada universidad a la que se presentó. No obstante, sin duda el verdadero protagonista, al menos en el primer arco, es su profesor particular de dibujo (primero de bocetos a lápiz y luego de óleos), Kenzō Hidaka, al que llega por “recomendación” de una amiga y que se revela como un auténtico ogro desagradable que la obliga a dibujar y dibujar sin piedad… y al que poco a poco se le va cogiendo cariño pese a sus malas pulgas y a su tendencia a golpear con la espada de bambú shinai a los alumnos que no aplican sus enseñanzas como es debido.

Lo mejor

  • Una obra entrañable y que engancha al lector.
  • El profesor Hidaka, que al principio lo odias pero luego le vas cogiendo más y más cariño.

Lo peor

  • El estilo “shōjo adulto” puede ser un poco complicado de entender y seguir para muchos lectores, sobre todo occidentales: aparte del dibujo, que está a caballo entre lo infantil y lo adulto, tiene mucho texto escrito a mano en forma de comentarios “al margen” que pueden resultar pesados. Esta es una evolución natural del manga en Japón, al haber muchísimas mujeres que leen manga desde niñas y que quieren seguir leyendo manga pero no pasarse directamente a obras josei más seriotas y que narran cuestiones de “la mujer de hoy en día”, sino que simplemente quieren entretenerse leyendo manga. Otro ejemplo de este tipo de manga es, sin ir más lejos, la obra ganadora del premio Manga Taishō de 2014. Umimachi Diary, o las obras de Chika Umino, Honey & Clover (publicada en España) o San gatsu no lion (también galardonada con el Manga Taishō, en 2011).

Onmyōji (Exorcista)

Wednesday, November 5th, 2014
  • Título: 陰陽師 –Onmyōji– (Exorcista)
  • Autor: Baku Yumemakura (historia original) / Reiko Okano (dibujo)
  • Editorial: Scola, Hakusensha
  • Revista: Comic Birz, Monthly Melody
  • Años publicación: 1993-2005
  • Clasificación: sobrenatural, histórico
  • Tomos: 13

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Mi primer contacto con esta obra fue hace ya muchos años, creo que sobre 2001, cuando me llamó la atención por haber sido galardonada con el Premio Cultural Osamu Tezuka. Como dos años antes fue Monster de Naoki Urasawa, una de mis obras favoritas, la que ganó este premio, es natural que estuviera atento a cualquier otra obra que mereciera tal distinción, y además esta se encontraba, en ese momento, en todas las librerías en posiciones muy destacadas, por lo que era imposible que no te llamara la atención. Poco después se realizó la adaptación cinematográfica en imagen real y, bueno, podemos decir que en esa época hubo un pequeño boom de los onmyōji en Japón.

Recuerdo haber tomado el primer tomo con muchas ganas y empezado a leer, pero dejarlo a las pocas páginas porque simplemente me estaba costando tanto seguir la historia que llegaba a aburrirme. Dos factores contribuyeron a esto: por un lado, la ambientación histórica en la corte imperial de Japón de las cercanías del año 1000 d.C. Al ambientarse la historia en este tipo de marco (muy parecido al de obras literarias como La historia de Genji o El libro de la almohada) y tener yo escasos conocimientos sobre la misma, la verdad es que se me hacía muy cuesta arriba. El segundo factor fue el idioma, ya que los personajes hablan con un deje arcaico para ambientar mejor la historia, y tampoco podemos decir que en esa época dominara el japonés antiguo; de hecho, mis problemas tenía ya con el contemporáneo.

Sin embargo, nunca he llegado a olvidar este manga y siempre había querido darle una segunda oportunidad. No en vano, es una historia muy popular en Japón, basada en una serie de novelas escritas por Baku Yumemakura y que, aparte del Premio Cultural Tezuka, consiguió también el Premio Seiun en 2006, otro famoso galardón japonés. La obra tenía que ser buena por fuerza, el problema había sido mío al no poder seguirla por falta de conocimientos.

Como seguramente sabéis, una de las obras que estoy traduciendo es Nura, el señor de los yōkai (Nurarihyon no mago). Aunque se ambienta en la época actual, uno de los personajes, una chica, es descendiente de una familia de onmyōji de Kioto, y de hecho en un momento de la historia aparece el mismísimo Abe no Seimei (921-1005), el onmyōji más célebre que ha existido jamás… Que, de hecho, es el protagonista del manga Onmyōji que reseño en esta ocasión. Los onmyōji eran una especie de exorcistas y expertos en lo sobrenatural y el horóscopo, una especie de chamanes, que trabajaban al servicio de la corte imperial solucionando posibles problemas de posesiones, apariciones y malos agüeros, aparte de servir también como adivinos y oráculos.

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Abe no Seimei enfrentándose a un monstruo en el Japón de la era Heian.

Traducir una historia en la que aparecen onmyōji fue el punto de motivación que necesitaba para intentar de nuevo acercarme a este manga. Y ahora, con un bagaje infinitamente mayor sobre historia y lengua de Japón, sí lo he podido seguir sin problema alguno, y me ha parecido maravilloso.

Como decía hace unas líneas, el protagonista de este manga es Abe no Seimei, un auténtico prodigio del onmyōdo (literalmente “camino del yin y el yang”) que se convirtió en toda una leyenda. El manga está realizado de forma impecable, tanto gráfica como argumentalmente, y te atrapa con gran maestría gracias a la combinación de un dibujo realista y muy bonito aderezado por numerosas apariciones sobrenaturales dibujadas con un gusto exquisito. El manga no intenta ser realista, sino que sin ningún tipo de problema hace aparecer a demonios, ogros y trasgos, todo tipo de monstruitos (yōkai) del folklore japonés y, en formato de historias autoconclusivas, nos va presentando diferentes situaciones que Abe no Seimei tiene que solucionar.

Lo mejor

  • Un manga exquisito, tanto en el dibujo como en el argumento.

Lo peor

  • Hay que tener un bagaje importante de lengua arcaica e historia y orden social de la corte imperial del período Heian (794-1195).
  • Por sus particularidades (tiene un estilo bastante josei manga, es decir, pensado para el gusto de mujeres adultas) y temática, es complicadísimo verlo publicado algún día en nuestro país.

Oshiire (El armario)

Tuesday, December 17th, 2013
  • Título: 押し入れ –Oshiire– (El armario)
  • Autor: Ryōko Yamagishi
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Amie
  • Años publicación: 1997-98
  • Clasificación: josei, historias cortas
  • Tomos: 1

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Ryōko Yamagishi es una miembro del llamado Grupo del 24 (ver aquí un vídeo explicativo y en el primer párrafo de este artículo una explicación textual sobre lo que representa esta generación de autoras para la historia y el desarrollo del shōjo manga) que es muy conocida en Japón por obras como Arabesque (1971-73) y Hi izuru tokoro no tenshi (El ángel de donde sale el sol, 1980-84).

Aunque alguna vez he leído partes de sus obras, me parece que nunca había reseñado ninguna en este blog, así que empezar con Oshiire me parece una buena idea.

Oshiire es una recopilación de historias cortas publicadas en la revista Amie entre 1997 y 1998, aunque una de ellas es un poco anterior, de 1994. Es decir, nos encontramos con una Yamagishi ya madura, lejos de su versión más popular y conocida (su momento de máximo esplendor durante los años 70 y la primera mitad de los 80, al igual que el resto de las autoras del Grupo del 24). Pero también encontramos una autora perfectamente asentada, que puede hacer un poco lo que le da la gana sin preocuparse de cuestiones comerciales porque ya tiene a su público y ha dejado de importarle vender más o menos.

Así, aunque Yamagishi nunca ha destacado por tener un dibujo especialmente bonito (a los ojos de un lector contemporáneo, ojo, y siempre con muchos matices sobre lo que significa “dibujo bonito”), en las historias de Oshiire su trazo se relaja mucho, hasta el punto de parecer incluso “dejado”. Eso no significa, claro está, que sus personajes no resulten creíbles y sus historias no lleguen a enganchar considerablemente. A mí, desde luego, la lectura de las historias me ha dejado muy buen sabor de boca y me ha atrapado a pesar de que no hayan sido creadas para un público objetivo como el que podría representar yo, es decir, por una mujer más bien madura y pensando en un público también femenino de 30 o 40 años para arriba.

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¿Habrá algo en el armario, que empeña en quedarse entreabierto?

Las historias de que se compone este tomo son:

  • Yoru no uma (Caballo nocturno): Inquietante historia sobre experiencias después de la muerte, cuando alguien que ha estado muerto durante un instante regresa a la vida habiendo experimentado ciertas sensaciones, con un planteamiento muy original y una conclusión sorprendente.
  • Media: Junto con Oshiire, la historia que más me ha gustado. Narra la trayectoria de una joven estudiante y su relación con su obsesiva madre, que la ama con auténtica pasión… Ella también quiere muchísimo a su madre, pero las neuras de esta suponen un obstáculo para su carrera.
  • Oshiire (El armario): Narración de una historia basada en hechos reales que una autora de manga le contó en su día a Yamagishi. Está contada en primera persona por la autora y narra unos misteriosos hechos que ocurren en la casa de una ayudante de mangaka y su hermana, en los que el armario desempeña un papel fundamental.
  • Ameonna (La mujer de la lluvia): Enrevesada historia en la que una mujer casada descubre ciertas infidelidades de su marido, pero luego resulta que no es así y… de nuevo, un manejo curioso del guión para jugar con la vida, la muerte y el más allá.

Lo mejor

  • Historias curiosas que enganchan bastante.
  • Buena sensación de lectura, amena y agradable.

Lo peor

  • El dibujo no acaba de gustarme, la verdad.
  • Algún giro del guión, sobre todo de Yoru no uma y Ameonna, me parece un poco demasiado complicado y poco claro.

Sakamoto desu ga? (Soy Sakamoto. ¿Por?)

Wednesday, December 11th, 2013
  • Título: 坂本ですが? –Sakamoto desu ga? – (Soy Sakamoto. ¿Por?)
  • Autor: Nami Sano
  • Editorial: Enterbrain
  • Revista: Fellows (actual Harta)
  • Años publicación: 2012-en curso
  • Clasificación: escolar, humor
  • Tomos: 2 (en curso)

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Este manga llamó mi atención hace poco, cuando de repente, en una de las típicas listas de “lo más vendido” japonesas, el tomo 2 de esta serie se coló en el número 1 desbancando a One Piece 72. Vale, de acuerdo, era la tercera semana de One Piece en la lista (las dos primeras, ocupando por supuesto el primer puesto) y la primera de Sakamoto, pero aun así me pareció muy remarcable que un manga del que nunca había oído hablar, y con solo 2 tomos en el mercado, se colocara de repente en ese puesto.

Después de leerlo, debo decir que el manga es realmente bueno. El personaje protagonista es el típico que gusta a las lectoras de manga con tendencias fujoshi: un estudiante de instituto guaperas, con gafitas y realmente cool. Muy cool. Tan cool, que todo lo que hace, lo hace a la perfección y sin despeinarse. Desde esquivar con un elegante gesto el típico borrador colocado sobre la puerta para que, al abrirla, caiga encima del incauto, hasta evitar con gráciles movimientos y sin perder nunca el semblante impertérrito los ataques de los garrulos del instituto a los que da tanta rabia que quieren ridiculizar (obviamente, no solo no lo consiguen sino que además se gana sus corazones…).

Sakamoto es básicamente perfecto, y sus acciones nos las pinta la autora, Nami Sano, con tanta gracia y tanta naturalidad que consiguen arrancar una sonrisa al menos pintado, y la provocan que la gran pregunta planee continuamente sobre la obra… ¿Es Sakamoto realmente humano? ¿Tiene superpoderes? ¿Será un extraterrestre o algo así?

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Esquivando con “sakamotesca” elegancia la broma del cubo de agua sobre el cubículo del retrete.

No puedo evitar comparar esta obra con una de las de reciente hornada de la Jump que más gracia me hace: Saiki Kusuo no sainan (Las tribulaciones de Saiki Kusuo), una historia de humor del que me gusta a mí (bastante cercano al de Gintama, por cierto), con un protagonista absolutamente cool e impertérrito (también con gafas) pero que, en este caso, sí queda claro desde el primer momento que cuenta con superpoderes (Saiku Kusuo, el nombre, es desde luego un juego de palabras = Saikikusu(o) se pronuncia en japonés igual que la palabra inglesa psychics).

Lo mejor

  • El humor es muy peculiar, pero a mí desde luego ha conseguido hacerme mucha gracia. Y, viendo su éxito en Japón, es obvio que a los japoneses también.
  • El dibujo está muy bien también.

Lo peor

  • El protagonista no es el típico protagonista cachas, guaperas, forzudo, de pelo pincho y tal… Es un chaval guapo, sí, pero con gafas y tal. Alejado de los estándares occidentales en este sentido y muy centrado al “fujoshismo”. A mí no me molesta, en absoluto, pero sí puede echar para atrás a cierto tipo de compradores en Occidente, lo que sería una lástima.
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Pequeño mosaico de portadillas que expresan perfectamente la filosofía “serio-humorística” de este manga. ¡Me encantan! (Clic para ampliar, como siempre)

Heart o uchinomese! (Knock your heart out)

Tuesday, August 6th, 2013
  • Título: ハートを打ちのめせ!–Heart o uchinomese!– (Knock your heart out)
  • Autor: George Asakura
  • Editorial: Shōdensha
  • Revista: Zipper Comic, Feel Young
  • Años publicación: 2001-03
  • Clasificación: romance
  • Tomos: 2

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George Asakura es una de las autoras (sí, a pesar de autonombrarse “George”, es una mujer… no comment) favoritas de una amiga japonesa, que en alguna que otra ocasión me ha dejado algún manga suyo para leer, e incluso he reseñado uno: Suimitsutō no yoru (Noches de melocotón).

Hace poco cayó este manga en mis manos y me apeteció cambiar un poco de registro de lectura y ponerme a leer un manga pensado para chicas adolescentes tardías. No sabría si clasificar este manga como josei, pero desde luego no es un shōjo tampoco, así que diría que está a medio camino (es lo que tienen de malo las clasificaciones, que hay obras que acaban cayendo entre los intersticios).

Estamos ante una obra curiosa, que capítulo a capítulo presenta el punto de vista de varios chicos y chicas, compañeros de clase, que están en esa época de la adolescencia media en la que se empieza a experimentar con los novios y novias y algunos, los más osados, empiezan a tener relaciones sexuales. Se trata de historias de amor, otras puramente carnales, de confusiones mentales, hormonas desatadas, envidias y traiciones entre chicos y chicas quinceañeros.

Por ejemplo, la primera historia se nos cuenta desde el punto de vista de Negishi, una chica que suspira por Arai, guapo miembro del club de béisbol. Como sabe que, de por sí, él no se fijará en ella porque parece estar prendado de otra chica llamada Ruri (que después, en posteriores capítulos, descubrimos que está enamorada de su profesor -viudo- y le tira los tejos hasta conseguir ligárselo), Negishi se le ofrece carnalmente. Así, noche tras noche, Negishi experimenta con el sexo con Arai en el invernadero de la familia de este. Mientras tanto, rumores sobre la relación empiezan a correr por el colegio… Y Negishi, claro está, empieza a sentir remordimientos por haber usado su cuerpo para conquistar a Arai, aunque sea solo en cuerpo, porque parece claro que en alma, a priori, él sigue sin quererla genuinamente…

Esta y otras historias del círculo de Arai, Negishi y Ruri se entrelazan en un cómic apasionante de leer, al que al principio cuesta un poco meterse pero, una vez dentro, te atrapa irremediablemente porque quieres saber qué secretos esconden todos estos chicos que empiezan, tentativamente, a conocer los recovecos del amor y del sexo.

Lo mejor

  • Me ha gustado el formato de historias entrelazadas.
  • La carga sentimental y el estado mental confuso de los protagonistas se transmite muy bien.

Lo peor

  • Quizá cuesta un poco meterse en la historia.