El blog de Marc Bernabé

Más sobre KochiKame

Saturday, February 16th, 2008
No sé si debido a mi post de KochiKame de hace unas semanas o a la casualidad, en algunos foros se ha comenzado a hablar sobre la posibilidad o no de que una editorial saque en España este manga. Evidentemente, como decía en ese post original, editar íntegramente KochiKame es una temeridad mayúscula, primero por la cantidad de tomos de que consta (158 y contando), segundo porque es una serie muy “japonesa”, tercero porque algunos episodios se basan en cosas de actualidad japonesa y según qué temas ya están más que pasados de moda (recuerdo que sobre el tomo 110 y pico hay un capítulo dedicado a qué es mejor, si los sistemas de teléfono móvil o los sistemas PHS – años después, el PHS está prácticamente en desuso), etc.
Pero existen alternativas que hacen factible una hipotética edición parcial de KochiKame, de forma similar a lo de Golgo 13 (serie de 150 tomos y contando, de la cual Glénat sacó un “Best of”en 2 tomos de 1200 páginas en total). En casa tengo estos cuatro ejemplos, pero conociendo el tirón de esta serie en Japón, seguro que hay muchos más. Amigos editores, si os pasáis por aquí tomad nota, por favor. Ahí van:

1. KOCHIKAME SENRYÔBAKO
Año: 2005 / Páginas: 259 / ISBN: 4-08-873725-3

Para mí, la mejor opción y la más fácil de cara a negociar con la editorial japonesa por ser muy reciente. Se trata de un tomo unitario de tipo Kanzenban (“edición completa”, es decir, tamaño grandecito, papel de calidad superior, algunas páginas a color, igual que las ediciones de Planeta de Dragon Ball o Marmalade Boy o las de Glénat de Fushigi Yûgi -català- o la futura de Rurôni Kenshin). Aquí se recopilan las mejores historias (no se especifica según el criterio de quién) de los primeros 30 años de vida de la serie. Una de las historias, quizás la más famosa, de titulo El día que desaparecieron las chimeneas fantasma, ha recibido el trato especial de ser coloreada íntegramente para este libro. El punto flaco es que muchas de las historias son de las de la infancia de Ryôtsû, las que explotan el factor natsukashii (nostalgia) que tanto gusta a los japoneses en plan “ah, qué buenos viejos tiempos eran aquellos”. En Japón funciona muy bien el factor nostalgia, pero no creo que en España los lectores se emocionen mucho al recordar “aquel día de 1964 en que derribaron las cuatro chimeneas de la central eléctrica de Tokyo Denryoku en Senju”, más que nada porque dudo que nadie sepa nada sobre esas chimeneas. Las historias de la infancia de Ryôtsû me gustan bastante porque aprendo muchas cosas sobre la Tokio de los años 60, pero son las más aburridas para el lector occidental desde mi humilde punto de vista.

2. KOCHIRA KATSUSHIKA-KU KAMEARI KÔEN-MAE HASHUTSUJO
-DOKUSHA GA ERABU KESSAKUSEN- TOKUBETSU CHÛMON
Año: 1996 / Páginas: 249 / ISBN: 4-08-852690-2

Otra gran opción de tomo unitario con “lo mejor de”, esta vez totalmente en blanco y negro y con el mismo tamaño y calidad (malilla) que un tomo normal tipo shônen. Es este caso, se especifica que es la elección de los lectores, por lo que volvemos a encontrar unas cuantas historias de la infancia de Ryôtsû, pero menos que en el tomo que he presentado en el punto 1. Este tomo se publicó con la intención de presentar las 10 mejores historias de los 20 primeros años de la serie. La mala suerte es que algunas se repiten respecto al tomo del punto 1, pero solamente son dos (una de ellas, la de las chimeneas de las narices, pero esta vez en el blanco y negro original). Este tomo no lo he visto en librerías normales, pero curiosamente siempre está presente en las librerías de los aeropuertos, ya que es una gran opción para leer durante un vuelo.

3. KOCHIKAME ’82
Año: 2001 / Páginas: 183 / ISBN: 4-08-106118-1

Esta colección me parece muy interesante por su contenido, tal vez la más interesante de todas, pero creo que será muy difícil de licenciar si alguien se lo propone. Me explico: yo sólo tengo el tomo cuya portada pongo aquí, pero por lo visto forma parte de una colección de “lo mejor de KochiKame de cada año”, siendo este tomo el correspondiente a 1982. Si se editó en 2001, entonces cabe suponer que la colección tendrá unos 23-24 volúmenes si no la han ampliado desde entonces. El tema es que es casi imposible obtener más información sobre esta colección. En Japón, existe un mercado secundario para el manga que consiste en realizar recopilaciones en calidad malísima (papel malo, cubiertas de cartón blando sin sobrecubiertas, etc), pero muy-muy baratas. Estas recopilaciones se venden sobre todo en los llamados convini o “tiendas de conveniencia”, ubicuas en todo el archipiélago japonés. Así, este tomo lo compré en un convini una vez, supongo que para amenizar un viaje en tren o algo así. Estos tomos no se consideran colecciones como tales, sino revistas, por lo que no aparecen en bases de datos y no hay ni rastro de ellos en la web de Shûeisha, por lo que, a menos que se pregunte a la editorial Shûeisha, es imposible saber cuántos tomos son, y también es complicadísimo encontrarlos de segunda mano (ya que este tipo de tomos son para “leer y tirar”, básicamente, y en las tiendas de segunda mano apenas se encuentran).
Sin embargo, una colección de 20-25 tomos de KochiKame con lo mejor de cada año no estaría nada mal, ¿verdad? Desde luego, mucho menos arriesgado que la serie regular de 158 tomos…

4. KOCHIKAME TSUKIGIME
CHÔ SELECTION

Año: 2004 / Páginas: 187 / ISBN: No figura (??)

Otro de esos tomos de convini de los que hablaba en el punto 3. Para mí es la peor opción de las cuatro. El título sugiere que era una colección mensual (tsukigime significa “cada mes”) y éste era el correspondiente a diciembre, como se puede deducir de la portada. Estaría muy bien si fuera una colección de 12 números con historietas referentes a cada mes del año, y que por ejemplo ésta de diciembre incluyera historias sobre la Navidad en Japón y otras cosas interesantes que ocurren en esas fechas (Comiket, Jump Festa, fin de año, cumpleaños del Emperador, etc.). Pero no, se trata de una recopilación de historias y punto, sin ningún tema principal en concreto. Qué oportunidad más mal aprovechada, ¿verdad?

5. CHÔ KOCHIKAME

De este libro no pongo ISBN ni nada, porque no lo considero apto para ser publicado en España (imposible, debido a las muchas ilustraciones de muchos autores que hay, y que conociendo a los japoneses, se debería obtener permiso de toooodos y cada uno de ellos, ¡urgh!), pero es una curiosidad muy interesante. Es un libro de tamaño A4 de 325 páginas, varias de ellas a color, con un CD-ROM de regalo, que fue editado en 2006 para conmemorar el 30º aniversario de KochiKame. Está repleto de datos sobre la serie, entrevistas al autor, etc. Lo más curioso de todo es que hay varias historias de crossover, de KochiKame con alguna otra serie famosa. Concretamente, con Golgo 13 (la serie de más tomos –KochiKame– contra la más longeva –Golgo 13-), con Lupin III, con Musculman (anda que no), con Dragon Ball (Ryôtsû contra Freezer ^_^!!) y un “súper remix” delas cinco series de humor de la Shônen Jump en ese momento (KochiKame, Bobobo, Pyu to fuku Jaguar, Taizô Mote King Saga y Maison du Penguin). También hay un montón de ilustraciones de KochiKame realizadas por mangakas famosísimos, y sus mensajes de felicitación. Si queréis ver a Ryôtsû dibujado por Tite Kubo, Masashi Kishimoto, Tetsuo Hara, Kôsuke Fujishima, Hiromu Arakawa, etc., sólo lo encontraréis aquí.

Además, en este libro salen también los recopilatorios de KochiKame, y hay dos que yo no tengo y que deberían figurar también en este post por puro completismo:
6. KOCHIRA KATSUSHIKA-KU KAMEARI KÔEN-MAE HASHUTSUJO -SHITAMACHI FUNSENKI- Recopilatorio de lo mejor de los 10 primeros años de la serie.
7. EDICIÓN DE BOLSILLO (BUNKO-BAN). De 26 tomos, recopila lo mejor hasta el tomo 80 de la serie regular, y cuenta con una “secuela” de 4 tomos más. Existe una tercera colección de bolsillo, pero recopila íntegramente los tomos 81 a 100 en un total de 10 volúmenes (no es una selección, sino todo el material).

En fin, ya nadie tiene excusa para no editar algo de KochiKame en España. No creo que una hipotética editorial se forrara con esta serie, pero puede ser una buena curiosidad, ¿no? Además, contando con el apoyo del anime que se emite en varias cadenas autonómicas, seguro que no se vende mal del todo.

Kingyo-ya koshoten suitôchô (El libro de cuentas de la librería de viejo Kingyo-ya)

Sunday, January 27th, 2008
  • Título: 金魚屋古書店出納帳 -Kingyo-ya koshoten suitôchô- (El libro de cuentas de la librería de viejo Kingyo-ya) / 金魚屋古書店 -Kingyo-ya koshoten- (La librería de viejo Kingyo-ya)
  • Autor: Seimu Yoshizaki
  • Editorial: Shônen Gahôsha / Shôgakukan
  • Revista: Young King Ours Zôkan Our Girls / Young King Ours Zôkan Ours + / Ikki
  • Años publicación: 2000-2002 / 2004-?
  • Clasificación: Seinen
  • Tomos: 2 (completa) + 6 (en curso)


Todos los que escribimos artículos introductorios sobre manga, sea de forma amateur o profesional, acabamos siempre recurriendo a la famosa frase de que “existe manga para todas las edades y estratos sociales, así como para gente de todas las profesiones”. Incluso acabamos diciendo (y me incluyo) la famosa frasecita de que “incluso hay manga para amas de casa”. Bueno, pues resulta que es verdad.
Ya he comentado alguna vez lo de mi afición por recorrer librerías de viejo japonesas, principalmente las que están especializadas en manga. También sé que hay pocos japoneses que tengan esta misma afición; es decir, existir existen, pero las dimensiones y extensión en páginas y tomos de los manga son inversamente proporcionales al espacio que el japonés medio tiene disponible para almacenarlos. Es decir, que muchísimos japoneses consumen manga pero no lo coleccionan porque simplemente no tienen espacio para guardarlo. Lo que hacen es principalmente venderlo a grandes cadenas de tiendas de manga de segunda mano (tipo Book-Off o Furuhon Ichiba), que acaban funcionando como una especie de bibliotecas de pago (empieza uno comprando un manga nuevo, lo vende a la librería, viene otro que lo compra, luego lo vuelve a vender, etc.) Aparte, están las librerías de segunda mano más pequeñitas, que acaban haciendo la misma función, pero a una escala mucho más modesta. Por último, existen unas pocas librerías de viejo especializadas en manga antiguo de verdad, que son las que tienen esas joyas que a mí me fascinan.
Por la cantidad tan reducida de librerías de manga de coleccionista que hay, así como la cara de pasmo en plan “joder, no pensaba que fueras tan friki” que me ponen los japoneses a los que les digo que colecciono este tipo de obras, deduzco que hay poquísima gente con mi misma afición. Pues bien, como reza el tópico del “existe un manga para cualquiera”, ahora puedo decir que, pese a que puede resultar increíble, existe un manga para : se trata de este Kingyo-ya koshoten suitôchô. Ojo, porque no tiene pérdida: la tienda Kingyo-ya (tienda del pez de colores) es una librería de viejo situada en una zona residencial, lejos del bullicio, y está especializada en manga antiguo, en verdaderas joyas de coleccionista. Tiene un stock increíble, con una especie de mazmorra interminable repleta de manga hasta donde alcanza la vista (esto es muy ci-fi, pero se lo perdonaré, hala).
Una página de muestra, con interesante nota al margen explicativa incluida. Aquí se habla de Roppu-kun (1965), de Tezuka, y de una obra llamada Dori-chan ikka (1953), de Shôsuke Kurakane, de la cual no existen reimpresiones.


Alrededor de la Kingyo-ya pulula una serie de personajes, ya que la historia se estructura en historias autoconclusivas cada una diferente, de gente que busca un manga en concreto por un motivo en concreto. Por ejemplo, una de ellas habla sobre un chico que empieza a leer Touch porque su vecino, al mudarse, le regala una bolsa con 25 tomos de esta serie. El chico se lleva el primer tomo al instituto y, justamente, a la chica que le gusta le llama la atención que esté leyendo Touch y le pide que le vaya prestando un tomo al día. Lo que pasa es que Touch tiene 26 tomos en su versión original, su vecino sólo le ha dado hasta el 25, y en las librerías de libros nuevos ya no tienen esa edición (tienen la de bolsillo o la wide-ban). Al cabo de 25 días, el chico se entera de que la chica tiene que irse a otra ciudad (toma dramón). Finalmente, consigue ese tomo 26 y último en la librería Kingyo-ya y se lo da en el último momento, cuando ella ya está dentro del tren y él tiene que correr por el andén para dárselo a través de la ventana (topicazo, sí, ya lo sé, pero funciona, snifff ^_^).
Otra historia: un chico y una chica que se dedican a ganarse unas perras con el “sedori”, el arte de comprar a precios irrisorios ciertas obras en tiendas de segunda mano no especializadas y revenderlas a otras tiendas especializadas, como la Kingyo-ya, a un precio mayor (no tenía ni idea de que existiera gente que se dedicara a eso). El chico y la chica acaban enfrentándose en una especie de “a ver quién puede más”; son el terror de las librerías de viejo.

Otra historia nos narra la relación de un hombre con su padre, coleccionista de todos los tomos de Golgo 13 en su primerísima edición. Se ve que Golgo 13 se edita primero en la revista Big Comic; al cabo de un año, se lanza un tomo llamado “Golgo 13 Series Bessatsu“, parecido a una revista; al cabo de otro año, ese material vuelve a editarse, en tamaño un poco más pequeño, en la colección “Big Comic Zôkan Golgo 13“; y, finalmente, al cabo de otro año, sale el tomo normal, que será el que se irá reeditando al largo de los años. Pues bien, el padre del personaje, con el que tiene una relación muy complicada, posee toda la colección de Bessatsu de Golgo 13 menos uno. El protagonista acaba descubriendo el porqué de esa falta en la colección: fue el tomo que salió a la venta cuando él nació y su padre no pudo ir a comprarla porque estuvo con él y su madre en el hospital, al complicarse el parto.

La gracia de este manga está en que, como veis, usa obras reales de manga como hilo conductor de las diferentes historias, lo que permite que aprendamos al mismo tiempo que disfrutamos de las varias historias. Además, el autor nos deleita con notas al margen explicando más datos sobre las obras de las que habla. Muchas veces, los manga que hacen de hilo conductor son bastante desconocidos, sobre todo en Occidente (pero me encanta, porque aprendo muchísimo y salen datos como cuál es el manga más antiguo -con viñetas y bocadillos- y cosas así*), pero otras veces se apoya en manga de sobras conocido como Touch, Ginga Tetsudô 999 o Golgo 13.
*Es Otogi Shô-chan no bôken, de Tôfûjin (1923-1926)
Descubrí este manga por casualidad, en una tienda de manga nuevo. Fue como si me llamara, porque aún no sé por qué -supongo que por la hilera larguísima de 9 kanji del título-, el lomo me llamó la atención. Al sacarlo de la estantería, vi la faja publicitaria que ponía algo así como “el manga para los frikis del manga”, lo ojeé y, al ver de qué iba, inmediatamente decidí comprarlo. De hecho, compré los dos tomos disponibles, lo que pasa es que hay otra colección que de momento lleva 6 tomos y todavía no la tengo…
Me explico: la serie tuvo un mal inicio, ya que empezó a publicarse en una revista de la editorial Shônen Gahôsha. La revista quebró y la serie pasó a otra revista… que también quebró. Así, Kingyo-ya se quedó en sólo dos tomos. Unos años más tarde, la editorial Shôgakukan decidió recuperar la idea y darle a su autor Seimu Yoshizaki la posibilidad de continuarla en la revista Ikki, especializada en manga alternativo. En la revista, el título de la serie fue abreviado (quedándose sólo en Kingyo-ya koshoten -La librería de viejo Kingyo-ya-, perdiendo la parte “Suitôchô”) y, a día de hoy, lleva seis tomos publicados y sigue en curso. Y ya que estaban, los de Shôgakukan decidieron republicar esos dos primeros tomos, que son los que yo acabé consiguiendo.
Ya cuento los días que faltan para mi próximo viaje a Japón para hacerme con los seis tomos de la nueva serie. ¡Es que es “mi” serie! Por cierto, ¿habéis encontrado vosotros “vuestra” serie?

Kodomo no jikan (La hora de los niños)

Tuesday, January 22nd, 2008
  • Título: こどものじかん -Kodomo no jikan- (La hora de los niños)
  • Autor: Kaworu Watashiya
  • Editorial: Futabasha
  • Revista: Comic High!
  • Años publicación: 2005-en curso
  • Clasificación: Moe, ¿seinen?
  • Tomos: 4 (en curso)


La reseña de esta vez tiene un contenido bastante polémico, y lo cierto es que no sé muy bien cómo enfocarla. Así que iré escribiendo y ya me saldrá lo que me saldrá, ¿vale? Vamos a ver… Hace un par de meses, la casualidad quiso que tuviera la oportunidad de visitar, después de un par de años, al editor Tooru Masuo de la editorial Futabasha en su oficina. Igual os suena Masuo de los cómics de Shin-chan, ya que aparece como personaje (al que siempre le dicen que “aunque no lo parezca, es un buen tío” XDDD) haciendo, cómo no, de editor de Yoshii Usuto, el mangaka perro y rastrero que es el alter ego del autor original, Yoshito Usui ^_^. En fin, que tuve la oportunidad de ir a tomar unas copas con él y con su compañero y tuvimos una agradable conversación. Hablando y hablando, no sé cómo surgió el manga de MPD Psycho en la conversación y él me preguntó que si no había problemas en España al editar manga tan violento y bestia como MPD Psycho. No me lo pensé dos veces y dije que en España, básicamente no hay problemas con nada, que tenemos una mente bastante abierta y que en general nadie pone el grito en el cielo por que se publiquen cosas violentas (por muy bestias que sean) ni siquiera por sacar material pornográfico de lo más basto (recordad que en Japón existe una ley de censura que prohíbe mostrar los genitales -aunque muchos se la salten casi-casi olímpicamente en la actualidad-).

Sin embargo, de repente caí en la cuenta de que hay un tema que en Japón está muy en boga, una industria nada desdeñable, ante la cual una amplia mayoría de la población española, conservadores y progres, se llevaría las manos a la cabeza. Estoy hablando del “lolicon”, o “lolita complex”, que es básicamente el fetichismo de tipo sexual orientado a chicas de apariencia virginal o directamente infantil. Un fetichismo que muchos tildarían directamente de “pederastia”. El “lolicon” se manifiesta básicamente en el manga y en el anime, aunque por supuesto también se ha extendido al AV (adult video) y otros tipos de entretenimiento erótico o pornográfico. Hay grados y grados en el “lolicon”, por supuesto, pero a mí me preocupa porque cada vez lo llevan más al extremo. He visto mangas aberrantes, enfermizos, terribles… Sinceramente, me preocupa muchísimo este aspecto del otakismo japonés, porque veo que cada vez va de mal en peor.
En España, concretamente, el tema de la pederastia es básicamente tabú, y con razón, y este tipo de manga o anime “lolicon”, si hubiese alguna empresa con las narices de traerlo, ciertamente no creo que recibiese muy buenas críticas. Yo creo que se montaría un buen pollo.


Es la hora de los niños


El manga que comento esta vez, precisamente editado por la editorial Futabasha a la que pertenece el editor Masuo, está en la frontera de lo aceptable o no en España. Yo creo que más bien cabe dentro de lo que no es aceptable, pero no soy yo quien debe juzgarlo. Desde luego, si yo tuviese una editorial de manga o anime, no me arriesgaría a jugármela con este título. Kodomo no jikan nos cuenta la historia del profesor Aoki, un maestro de primaria novato que acaba de entrar a trabajar en un colegio. Allí, le encargan la tutoría de una clase en la que destaca la pequeña Rin Kokonoe, de nueve años. Nada más entrar el profesor al aula, se encuentra a Rin en pelotas, cambiándose de ropa; entonces, ella decide que él le gusta y se dedica a perseguirle y a insinuársele, afirmando querer ser su novia y forzando al profesor a que le diga que le gusta y cosas así. Cierto es que el acoso proviene de parte de la niña y no al revés (porque si no, sería cuestión de apaga y vámonos), pero es que las situaciones no están exentas de polémica porque están bastante subidas de tono, llegando fácilmente al nivel sexual. Es decir, no es un simple encaprichamiento cariñoso, ¡es que la niña incluso llega a quitarse las bragas delante del profesor! Y luego están todos esos planos en la que se nos muestra a Rin (o a alguna otra de sus virginales amigas) en posturas eróticas, etc. ¡Buf!
A ver, el manga tiene su gracia y si en vez de ser una niñita de nueve años se tratara de una adolescente más crecidita no creo que me enganchara (porque yo prefiero otros géneros), pero posiblemente me entretendría más. Kodomo no jikan, sinceramente, me parece que va un poco más allá de lo que estoy dispuesto a considerar “normal”, y no me considero precisamente un mojigato. O tal vez es que soy más conservador de lo que pienso, no sé…
En Estados Unidos este manga llegó a estar licenciado y a punto de salir al mercado, pero el editor al final decidió desestimar su publicación. Al parecer, el tomo 1 tiene un contenido más light, y a partir del tomo 2 la cosa sube de intensidad (me parece increíble, porque el 1, que es el que he leído, tiene cada escena…). El editor supongo que por un lado se asustó ante lo que tenía entre manos, y por el otro también vio como los libreros se negaban a hacerle pedidos de esa obra y al final decidió no publicarla.
Kodomo no jikan es uno de los manga de moda entre el público otaku más acérrimo de la actualidad, ése que está enganchado al “moe” (chicas monas de estilo 100% manga, ojazos enormes, cabelleras imposibles y un toque de pavería importante). De hecho, ya se ha realizado un anime y todo, que tiene 12 episodios más un OVA. Como dato curioso, el anime está producido por un estudio, sito en Tokio, llamado “Studio Barcelona” (?). Otra curiosidad es que existe otro manga, que no tiene nada que ver con éste, que se llama Otona no jikan (La hora de los adultos), publicado en España con el título de Adult Time (es un shôjo). Por el título, parece que sean historias complementarias, pero no es así.
Bueno, ya está la reseña. ¿Qué os ha parecido? Para haberla escrito del tirón y sin pensar en absoluto en lo que iba a decir, creo que no me ha salido mal. Se la dedico a R.I., que me ha pinchado un par de veces para que le dijera mi opinión sobre ella. ¡Espero que no te haya defraudado! Por otra parte, me gustaría montar un pequeño debate en los comentarios, si os parece bien, porque no sé si es que soy yo el mojigato o bien mi opinión es compartida por los demás. ¿Qué me decís?

OreTama (Mis pelotas)

Friday, January 4th, 2008
  • Título: オレたま -OreTama- (Mis pelotas)
  • Autor: Shigemitsu Harada (guión) y Takahiro Seguchi (dibujo)
  • Editorial: Hakusensha
  • Revista: Young Animal Arashi
  • Clasificación: Seinen erótico-festivo
  • Tomos: 1 (en curso)

Como ya decía en la entrada de Mx0, no sólo leo manga “gafapasta”, alternativo o intelectualoide (que me gusta, que conste que no lo digo con desdén), sino que también me gusta estar atento a las novedades más rabiosas de Japón. Evidentemente, con más de 700 novedades mensuales de media (sin contar ediciones recopilatorias en formato bolsillo, “edición perfecta”, etc.), es imposible estar a la última de todo lo que se cuece en el país del sol naciente. Pero sí intento tener la antena puesta para saber qué es lo que más éxito está teniendo o resulta interesante. Por eso, un día leí en algún sitio algo sobre esta novísima serie que sólo lleva un tomo recopilado en Japón: OreTama (Mis pelotas), con el subtítulo “¿¡Que yo tengo que salvar la Tierra, dices!?”
Pasen y vean: estamos en julio del año 2XXX, cuando debe cumplirse la profecía según la cual la reina del infierno llegará a la Tierra para reclamarla como suya y de todos los demonios -y de paso exterminar a la Humanidad-. Cuando la amenaza está a punto de cumplirse, llega un ángel decrépito con el último recurso para impedir el desastre: un poderoso conjuro con el que podrá atrapar a la malvada reina demonio dentro de una bola. Ni corto ni perezoso, el ángel lanza el conjuro… Con tan mala suerte que, en vez de encerrar a la reina en la bola de cristal que tenía preparada, la encierra dentro de los cojones del pobre Kôta que, borrachillo perdido, estaba echando una meadíta en ese lugar. Pero bueno, la cosa no parece tan grave para el bando demoníaco, puesto que es fácil liberar a la reina: basta con hacer que Kôta eyacule. Con este propósito, los del mundo infernal envían a una pequeña demonio “lolita” semidesnuda para que se encargue del tema… Tiene todo un mes para hacerlo -estamos a 1 de julio y la maldición caduca en agosto-, y con ese Kôta que va más quemado que el cenicero de un bingo, en principio lo tiene facilísimo…
Vente p’acá, cordero…

Buf, supongo que comprenderéis que, viendo este plan, no pude resistirme a comprar el primer tomo y leérmelo para ver con mis propios ojos hasta qué cotas de absurdidad podía llegar el manga en cuestión ^_^. Pero oye, la verdad es que no está tan mal. El prota va quemadísimo y se muere por “descargar su arma”, pero ante la amenaza de ser el responsable del fin de la Humanidad, intenta aguantarse por todos los medios. Pero no se lo ponen fácil, porque delante tiene a chicas que están como un queso, como la propia demonieta ingenua Erith, su compañera de curro Minayo -déjala ir, a la chiquilla, que parece que no haya matado ni una mosca en su vida-, la guarrilla súcubo Airin o la propia reina del mal, toda una “dominatrix” vestida de cuero.
Las situaciones son manidas y forzadas, pero con lo absurdo del planteamiento inicial se le perdona al manga eso y más. La verdad es que original no lo es mucho, pero tiene su gracia y se deja leer. Y el dibujante es más que decente y no se corta a la hora de enseñar cacho, ya que de hecho el guión es sólo una excusa para mostrar chicas ligeritas de ropa o directamente en pelotas. La verdad es que me lo pasé bien leyéndolo y recuerda -sí, ya sé, muy de refilón y con menos pedigrí, no me lo tengáis en cuenta- al celebérrimo Golden Boy.
Supongo que tarde o temprano acabaremos viendo este manga por aquí (cosas muuucho peores se han editado). Y añadiré que también tiene números para que se haga un anime basado en él.

 

KochiKame

Wednesday, December 26th, 2007
  • Título: こちら葛飾区亀有公園前派出所 (Kochira Katsushika-ku Kameari Kôen-mae Hashutsujo)
  • Autor: Osamu Akimoto
  • Editorial: Shûeisha
  • Revista: Shônen Jump
  • Clasificación: Shônen
  • Tomos: 158 (en curso)

La obra que inaugura el área de reseñas de este blog tiene el honor de tener posiblemente el título más largo de todos los manga (aunque popularmente se le conoce por la abreviatura KochiKame), pero también es la serie con el récord de tomos publicados, un total de 158 a fecha de enero de 2008. Un momento, ¿¡158!? A unas 190 páginas el tomo, esto equivale a ¡31.590 páginas de manga!
Aunque Aquí la comisaría de policía de enfrente del parque de Kameari, en el distrito de Katsushika (así se traduciría el título) se empezara a publicar en 1976 (o sea, que tiene mi misma edad, ¡argh!), no ostenta el récord de manga más longevo (récord que ostenta Golgo 13, en publicación desde 1968). Lo increíble de este manga es que, semana tras semana (y sin faltar ni una sola), durante más de 31 años, ha estado publicándose en las páginas de la famosísima e hiper-competitiva Shônen Jump, notoria por ser la que ha parido más éxitos (de lejos) del manga shônen japonés. Una revista en la que, a la mínima que una serie pierde apoyo popular, se corta sin más contemplaciones. Pues KochiKame lleva aguantando 31 años ahí, y con más salud que nunca, siempre manteniéndose en los puestos altos de las votaciones de popularidad de los lectores.
Por si fuera poco, siempre que veo fotos de Osamu Akimoto, el autor, alucino con este hombre. Siempre aparece sonriendo, con una expresión dulcísima en la cara, ¡feliz de la vida! Semana tras semana, currando en esta serie sin parar durante la friolera de 31 años seguidos (y ojo, porque a veces -aunque pocas- le da por ponerse a hacer otras series o proyectos diferentes como libros, etc.). Osamu Akimoto es uno de los mangaka a los que más admiro, ¡y es que, a diferencia de la mayoría, jamás le he leído quejarse de lo duro que es su trabajo, ni de la falta de tiempo, ni nada! ¡Y siempre con esa amable sonrisa en la cara!

Pero aún no he comentado de qué va la serie, ¿no? Ups, perdón. La serie va sobre las andanzas de Ryôtsu, un agente de policía de lo más bruto, ruin, marrullero y deshonesto (¡pero que se hace querer!). Acompañado por un elenco de personajes bestial, con centenares de personajes diferentes, cada capítulo es una historia autoconclusiva de humor. Esto posibilita que cualquiera se pueda enganchar a la historia desde prácticamente cualquier tomo, y por ejemplo KochiKame es una de las opciones de lectura habituales en los lugares en los que el cliente debe esperar y matar el tiempo (peluquerías, dentistas, comercios de comida para llevar, etc.). Prácticamente todo Japón conoce a Ryôtsu y, si tiene un rato disponible, no duda ni un instante en tomar un tomo del manga y leer uno o dos capítulos al azar.
La gracia de KochiKame no radica sólo en sus personajes ni en su humor. A mí me encanta leerla porque el autor procura estar siempre a la última en tendencias, tecnología, videojuegos, etc., además de ser un erudito en la historia y tradiciones de Tokio y lugares de interés. Así, en los últimos tomos vemos a Ryôtsu discutir sobre las consolas de última generación (PS3, Wii, X-Box 360), ir a un maid café en Akihabara, etc, pero también participar en un festival tradicional o en un torneo de shôgi. Es una manera divertida de conocer las tendencias de la sociedad japonesa actual y aprender sobre tradiciones o lugares, ¡aparte de que la serie tiene un “no-sé-qué” que engancha muchísimo! Aunque me enganché al manga sobre el tomo 140, a raíz de trabajar en la traducción de la versión animada de la serie, es uno de los pocos manga que sigo religiosamente a medida que se van publicando tomos en Japón, ya que casi parece hecho para mí. Aunque su humor es bastante universal (aunque muy exagerado y cafre), el marco en el que se desarrolla la historia (barrios tradicionales de Tokio) y el trasfondo de la misma -más “nipona” que el anime- provocan que este manga tenga prácticamente nulas posibilidades de triunfar fuera de Japón.
Una última curiosidad es que el autor firmó los primeros cinco tomos de la obra con el apodo Tatsuhiko Yamadome, 山止たつひこ parodia del nombre 山上たつひこ (Tatsuhiko Yamagami), el autor del famoso manga setentero Gaki Deka (humor cafre sobre policías). Nótese que la diferencia entre ambos nombres escritos en kanji es un solo trazo en un carácter (止 vs 上). Sólo las primeras ediciones de los primeros cinco tomos están firmadas “Tatsuhiko Yamadome” y actualmente son muy difíciles de encontrar. Así, una de las joyas de mi colección es una primera edición del tomo 1 (de 1977) firmada con el apodo Tatsuhiko Yamadome. Para contrastar, también tengo la 96º (!!) edición de este mismo tomo 1, de 1994, firmada “Osamu Akimoto” 秋本治.

La portada del número 1 firmada Tatsuhiko Yamadome
(comparar con la portada al principio del post)


Curiosamente, ahora que tengo delante un tomo de 1977, otro de 1994 y otro de 2007, en 1977 los tomos costaban 320 yenes. En 1994 habían subido a 370 y actualmente cuestan 390 (más IVA del 5%). Es decir, sólo 70 yenes de subida en 30 años. Esto da una pista sobre la baja inflación de Japón, ¿verdad?