El blog de Marc Bernabé

Tonari no yaoi-chan (La friki de al lado)

Wednesday, April 30th, 2008
  • Título: となりの801ちゃん –Tonari no yaoi-chan – (La friki de al lado)
  • Autor: Jin (manga) / Ajiko Kojima (historia original)
  • Editorial: Kôdansha
  • Revista: Bessatsu Friend
  • Años publicación: 2007-?
  • Clasificación: shôjo, humor
  • Tomos: 1 (en curso)

Todo empezó con un blog. Ajiko Kojima descubrió un día que la chica con la que estaba saliendo era una fujoshi (luego pongo una explicación) y decidió “documentar” su relación en forma de tiras humorísticas en su blog. Para hacerlo, usó la imagen de un bicho llamado Yaoi-chan, que curiosamente es la mascota de una calle comercial de Kioto llamada Misonobashi 801 Shôtengai. Resulta que los números 801 pueden leerse “creativamente” como “yaoi” (los japoneses hacen mucho esto de dar pronunciaciones a los números en forma de palabras, a veces de forma muy peregrina, como en Keroro con 723 (Natsumi) o 556 (Kogoro)). Claro está, imagino que la gente de esa calle comercial no conocía acepción friki de la palabra “yaoi”, o bien no les importaba, así que decidieron ponerle a su mascota el nombre de Yaoi-chan, en honor al número que les define (porque la calle mide 800 metros y el 1 representa la expansión al futuro, dicen). Al poco, el nombre y la imagen de la mascota se propagó por Internet y acabó convirtiéndose en una especie de insignia para las fujoshi.
En cuanto a la palabra fujoshi, escrita 婦女子, es una palabra normal japonesa que significa “mujer” o “mujeres y niños”. Lo único es que en este caso han cambiado el primer kanji, leído “fu”. En vez de 婦 han puesto 腐 (que también se lee “fu”), formando la palabra 腐女子, que aunque se pronuncia igual significa literalmente “chica 女子 podrida 腐”. Así, esta palabra se utiliza actualmente (en círculos otaku) para designar a la “chica otaku enganchada principalmente a los dôjinshi yaoi y que acaba montando en su cabeza relaciones homosexuales imaginarias con casi todo lo que lee o ve”. Las fujoshi son fácilmente discernibles, sobre todo en los Comiket o en el área llamada “Otome Road” de Ikebukuro, porque suelen ir con maletitas de ruedas tipo trolley en los que transportan todo el material que van a vender (si son dibujantes) o que han comprado (si son consumidoras).
Siguiendo con la historia, Ajiko Kojima decidió usar la mascota “Yaoi-chan” para representar a su novia y la usó para expresar, de forma humorística, todo tipo de situaciones que les ocurrían a los dos, presentando las tiras en su blog. Después del gran éxito de Densha Otoko, parece que los “otaku dramas” están de moda en Japón, así que no me sorprende que esta iniciativa también obtuviera un gran éxito. De momento ya hay publicados dos libros que recopilan las tiras del blog y que se han convertido en auténticos best-sellers.
La friki y su amigo de la infancia

La editorial Kôdansha no tardó en reaccionar y, al poco, empezó la publicación de un manga enfocado al público femenino en la revista Bessatsu Friend, que es justamente el que reseño en esta ocasión. El manga no tiene (creo) ninguna relación con las tiras originales de Kojima, más que el hecho de que la protagonista se “transforma” en Yaoi-chan en los momentos de frikismo extremo de tipo moe. Más que transformarse, da a entender que ese bichejo es el auténtico aspecto de Rei, la protagonista, solo que está escondido dentro de un cuerpo humano y aparece (abriendo una cremallera que tiene en la espalda) en los momentos más frikis.
El manga cuenta la historia de Rei Hoshino, una típica fujoshi que no piensa más que en los manga y que ve yaoi por todas partes. Además, como no puede ser de otra manera, es dôjinshera de pro y se pasa el rato pensando y trabajando en ideas para los fanzines que pondrá a la venta en la próxima convención. Al principio de la historia, nos la presentan como una friki rematada, poco agraciada físicamente, con varios kilos de más, y con un desdén total por los estudios. Pero un buen día se topa con un guapo chico por la calle que le roba el corazón. Inmediatamente, se enamora de él y se lo imagina en todo tipo de situaciones yaoi… Y decide que 1) quiere ir al instituto al que va el chico en cuestión, que da la casualidad que tiene una nota de corte muy elevada y 2) que quiere cuidar su aspecto para estar guapa para él. Ni corta ni perezosa, solicita la ayuda de su amigo del alma Shôtarô Kamiyu (otro guaperas con gafas, toma tópico) y, por arte de birlibirloque, unas páginas más tarde la encontramos en plan “chica monísima” y habiendo conseguido su objetivo de entrar al instituto Jion. En el instituto, empezará con bastante buen pie, pero una de sus compañeras, rival en el amor, descubre que es una fujoshi y tratará de ponerla en evidencia…
Entrando ya en la valoración del manga, me ha parecido un manga muy divertido, pero ciertamente tiene una temática de esas típicas que, si estás en el mundillo y pillas las múltiples ironías y, cómo no, inevitables referencias a Gundam, lo encuentras graciocísimo. Pero si no llevas cierto tiempo en esto del manga y sus tendencias (yaoi, moe, etc.) no te va arrancar ni una sonrisa. Debo confesar que no acabo de entender la gracia del yaoi y se me escapa bastante qué atractivo puede tener hacer y leer dôjinshis en los que los personajes de mangas famosos se lían entre sí. Pero conozco este mundillo hasta cierto punto: he estado en el Comiket, en Otome Road, en Mandarake y en Toranoana y he visto a las fujoshi en acción, aparte de haber hablado con alguna. Por lo tanto, conozco un poco sus manías, sobre todo la de empeñarse en imaginar relaciones homosexuales por todas partes, tanto dentro de mangas o animes como en la vida real, y por lo tanto este manga me ha hecho muchísima gracia.
Ahora, la pregunta es… ¿Veremos este título en España? Y no me atrevo a contestarla. Por un lado, la temática es bastante arriesgada y el grado de conocimiento que se tiene en España sobre este mundillo es relativamente bajo, por lo que a priori solo podría aspirar a ventas bajas. Pero por otro lado, es muy divertido… Si en su momento pudimos leer el manga de Densha Otoko (titulado aquí Otaku in Love), ¿por qué no este Tonari no 801-chan? Igual alguna editorial se arriesga a ver si suena la flauta. Ya veremos.

Rosario + Vampire

Monday, April 28th, 2008
  • Título: ロザリオとバンパイア –Rosario to Vampire – (Rosario + Vampire)
  • Autor: Akihisa Ikeda
  • Editorial: Shûeisha
  • Revista: Monthly Shônen Jump / Jump Square
  • Años publicación: 2004-?
  • Clasificación: shônen
  • Tomos: 10 (en curso)

Como decía en los comentarios del post “Mangas licenciados”, voy a hacer un poco de trampa para provocar que la lista crezca un poquito en poco tiempo. ^_^ No van a ser todos mangas raros, clásicos y tal en este blog; también de vez en cuando me permito el lujo de comentar algo actual y con todas las probabilidades a favor de ser licenciado y publicado en España. Y este es uno de estos días en los que me apetece comentar un manga que con toda seguridad podremos disfrutar en breve en castellano, ya que lo tiene todo: dibujo atractivo, temática interesante, publicado dentro de la colección con más éxito del shônen manga y con un anime recientemente emitido. Este es el caso de Rosario + Vampire, manga publicado primeramente en la difunta Shônen Jump mensual y actualmente en publicación en la nueva revista Shônen Square, de la todopoderosa Shûeisha. Los tomos se publican dentro de la colección Jump Comics, como todos los de la archiconocida Shônen Jump (la semanal y original, se entiende), lo cual es garantía de una marca de “eficacia probada”. Para más inri, tiene una serie animada de 13 episodios emitida entre enero y marzo de este año 2008, con una segunda temporada ya anunciada para el otoño. No me creo que ninguna de las editoriales españolas, con estos precedentes, no haya pasado todavía una propuesta a Shûeisha para editar este manga, así que es cuestión de tiempo que se anuncie su licencia (siempre según mi modesta e independiente opinión, por supuesto).
¿Pero de qué va el manga? Básicamente, es una historia bastante tipiquilla y que no va a pasar ciertamente a los anales de la historia del manga, pero no está del todo mal. Tsukune Aono es un estudiante más bien mediocre y enclenque que fracasa en todos sus intentos para entrar en un instituto (en Japón, debes hacer exámenes para entrar a los institutos de bachillerato y entras o no según si has superado la nota de corte). Al final, decide probar en el instituto Yôkai*, donde, al parecer, puede entrar cualquiera ya que no se requiere examen para entrar.

* Lo de Yôkai no es gratuito. De hecho, en el manga el instituto se llama 陽海学園 (Yôkai Gakuen), que se traduciría literalmente por “Instituto Sol y Mar” o algo así. Pero la palabra yôkai, escrita 妖怪, tiene un significado bastante cercano al de “ser sobrenatural”. Ya expliqué un poco en este post que la palabra yôkai abarca a todo tipo de seres sobrenaturales; y engloba todo lo que nosotros conocemos como “monstruo”, “espíritu”, “fantasma”, “demonio”, etc. y además también abarca a seres no necesariamente malignos. Por lo cual, no existe una palabra exacta en español para traducir el concepto de yôkai”(y personalmente siempre tengo muchos problemas con esta palabra a la hora de adaptarla; realmente da muchos quebraderos de cabeza a un traductor). Normalmente, la palabra yôkai se aplica solo a los seres sobrenaturales del imaginario japonés, pero en este manga se utiliza también para los monstruos occidentales (vampiros, súcubos, hombres lobo…), en una curiosa amalgama que fusiona las tradiciones fantasmagóricas del mundo occidental con el japonés.

Ven p’acá, cordero…


A lo que íbamos. Nada más llegar al instituto, que tiene un aspecto tétrico que tumba de espaldas, Tsukune se topa con la bella Moka Ayakashi. Ambos chocan y caen al suelo; pero sorprendentemente, Moka se siente atraída por Tsukune y ¡le muerde en el cuello y empieza a chuparle sangre! Así, ante la mayúscula sorpresa de Tsukune, Moka le cuenta que ella es una vampiresa. Pasará poco tiempo hasta que el sorprendido Tsukune descubra que el Instituto Yôkai es un centro educativo para todo tipo de monstruos y seres sobrenaturales, donde, aparte de las asignaturas normales, se les enseña a vivir escondidos entre los humanos. Para ello, una de las normas más estrictas es que los estudiantes deben adoptar permanentemente un aspecto humano y actuar como tales. Esto es lo único que permite al pobre Tsukune pasar mínimamente desapercibido…
A partir de aquí, las típicas historias de enredo, con Tsukune metiéndose en toda clase de líos y tratando de evitar que descubran su condición de humano. Por cierto, que Moka lleva un rosario en el cuello que la inhibe a la hora de mostrar su verdadera apariencia de “vampira terrible”. Lógicamente, habrá momentos en los que el rosario se irá a tomar viento y aparecerá la atractiva y peligrosa vampiresa que lleva dentro… A eso súmale que la profesora es un gato diabólico, hay una súcubo por ahí que se encapricha también de Tsukune, una terrible sirena y, cómo no, un par de chulitos-piscina en forma, respectivamente, de hombre lobo y una especie de bicho feo en plan Hulk (hagure-ayashi, le llaman) y tienes la ración de monstruos necesaria para formar un primer tomo bastante entretenido. Además, ponle también una buena dosis de falditas cortísimas, chicas en bikini y, cómo no, panchira (escenas en las que se muestran fugazmente las bragas) y ya lo tienes todo.
Ya veis que la historia no es de lo más original y que, como decía antes, el dibujo no mata pero se deja ver. Imagino que con el dibujo pasará lo habitual: el primer tomo es normalito, pero a la que el autor le va cogiendo el pulso, lo va afinando y mejorando con el tiempo. En cualquier caso, no me cabe duda de que llegará aquí, así que si eres uno de los muchos Shônen Jump-adictos que hay por ahí fuera y el argumento te atrae, ve ahorrando por si acaso.

Yudetamago

Saturday, April 26th, 2008

Atención: este post está escrito bajo el antiguo formato de “Adivina qué mangaka es”, en el que se presentaba una foto antigua del mangaka y el lector debía adivinar de quién se trata. Ahora el formato ha cambiado, pero dejo la redacción del artículo tal cual.

Seguimos con la sección más curiosa de este blog, en la que pongo fotos de famosos mangakas que saco de tomos antiguos e inmediatamente después las comparo con fotos recientes. Para hacerlo más como un juego, la solución no viene dada inmediatamente, sino que tenéis que hacer clic en “Lee el post entero” para ver el nombre del autor de turno y un par de líneas sobre sus obras más representativas. Vamos a ver, pues, ¿quiénes diríais que son estos dos chicos con el peinado setentero (sobre todo el de la izquierda)?

Time machine: 28 años más tarde…

Los años no pasan en vano…

Estos sí que han cambiado bastante… ¡Son el dúo Yudetamago, autores de la mítica serie Kinnikuman (Musculman)! Tiene mérito que, desde 1978, lleven la mayor parte de su tiempo dedicándose a dibujar las aventuras del esperpéntico superhombre y su plebe. De hecho, como veíamos en este post, siguen todavía hoy con la serie que les ha dado la fama.
El nombre real de los dos Yudetamago (que significa “huevo duro”) es Yoshinori Nakai (el de la derecha en ambas fotos) y Takashi Shimada (el de la izquierda). Como vemos, Shimada ha perdido la fabulosa tofa setentera que gastaba a los 20 añitos (la primera foto es de 1980), aunque a sus actuales 48 años se conserva muy bien. En cuanto a Nakai, el pobre ya está bastante calvo y nota más los años, aunque es de justicia decir que cuando solo tenía 20 años ya parecía un tío de 35, el pobre.
Debo confesar que me ha costado encontrar fotos actuales de Nakai, ya que apenas circula ninguna por la red. En cambio, por lo que he podido ver, Shimada es bastante abierto y simpático, y hay bastantes fotos de él haciendo el burro con gente que se lo ha encontrado por la calle, o en algún festival, etc. Para muestra, un botón:

¡Yeeeeeeyyyy!

Parece muy buen tío. Para más inri, se ve que Shimada se casó en diciembre de 2007 y también circulan bastantes fotos de su boda, a la que invitó a luchadores de lucha libre, otros mangakas y también a famosillos. Parece que fue una boda bastante curiosa, para decirlo suavemente ^_^. Por ejemplo, en el blog de Ironman, una revista de lucha libre, se publican varias fotos del fiestorro que se pegaron. ¡Vaya tío, el colega Shimada!
Por cierto, ¿os está gustando esta sección? Espero que sí, porque yo me lo paso muy bien haciéndola, lo que pasa es que no es fácil conseguir fotos de mangakas relativamente conocidos aquí y que tengan una trayectoria lo suficientemente extensa como para que la comparación de fotos “antes y después” sea divertida y/o sorprendente. Igual tendré que ampliarlo a mangakas famosos en Japón pero poco conocidos en Occidente, ya veremos.

Kyojin no hoshi (La estrella de los Giants)

Monday, April 21st, 2008
  • Título: 巨人の星 –Kyojin no Hoshi- (La estrella de los Giants)
  • Autor: Ikki Kajiwara (guión) / Noboru Kawasaki (dibujo)
  • Editorial: Kôdansha
  • Revista: Shônen Magazine
  • Años publicación: 1966-1971
  • Clasificación: shônen, deportivo (spokon)
  • Tomos: 19

Voy a dedicar dos entradas seguidas a las dos grandes series que originaron el boom del spokon y que marcaron un antes y un después muy pronunciado en la historia del manga: Kyojin no Hoshi y Ashita no Joe. Para los despistados, el “spokon” (abreviatura de スポーツ根性 sports konjô, o sea “tenacidad deportiva”) es un género de manga que se centra en las competiciones deportivas de cualquier tipo, poniendo siempre el esfuerzo, la tenacidad y el drama por delante de todo.
Es justo decir que antes de Kyojin y Ashita, por supuesto, hubo ya varios manga de deporte, lo que significa que no fueron los pioneros como tales. Pero sí consiguieron, con su éxito abrumador, marcar escuela e influir a todo lo que vendría después. Ikki Kajiwara (AKA Asao Takamori), el “inventor” de Kyojin, seguido de Tiger Mask (lucha libre de enmascarados) e inmediatamente después de Ashita, es el verdadero padre del género “spokon”, del cual beben directamente obras como Attack No. 1 (La panda de Julia), Ace o Nerae (Raqueta de Oro), Astro Kyûdan (Team Astro), Capitán Tsubasa, etc.
El título Kyojin no Hoshi se puede interpretar de dos maneras. Kyojin (literalmente “gigante”) es el término con el que los japoneses conocen a equipo de béisbol tokiota de los Yomiuri Giants, el más poderoso y laureado de la historia del béisbol japonés, conocido por tirar de talonario y fichar siempre a los jugadores más conocidos, convirtiéndose así en el favorito de la mayoría de los japoneses (con la honrada excepción del área de Osaka y cercanías, donde la fiebre por los Hanshin Tigers impide cualquier avance significativo de los Giants). Estableciendo un paralelismo fácil de comprender, los Giants son al béisbol japonés (el deporte rey en Japón) lo que el Real Madrid podría ser al fútbol español. Siguiendo con el nombre, “no” es partícula de posesivo (es decir “de”, “perteneciente a”); mientras que Hoshi significa “estrella”. Así, en una interpretación simple y literal, el título se traduciría por “La estrella de los Giants” –entendido tanto como “estrella” literal (ya que en la obra se menta varias veces a la “estrella de la constelación del gigante (Kyojin)” o a que “cuando muera, me convertiré en una estrella en la constelación del gigante”) como en su significado figurado de “jugador prominente”–. Hasta aquí todo bien. Lo que pasa es que el protagonista se llama Hyûma Hoshi, con lo que, en una tercera interpretación, el título podría traducirse perfectamente como “Hoshi de los Giants”.

El manga nos narra la historia de Hyûma Hoshi, un joven cuyo padre, Ittetsu, fue un prometedor jugador de béisbol que llegó a estar a punto de debutar con los Giants antes de la II Guerra Mundial. Sin embargo, al estallar la guerra le mandaron al frente, donde se lesionó el hombro, lo que finalmente le impidió debutar y tener una carrera estelar en el deporte rey de Japón. A partir de entonces, Ittetsu, muy pobre y viudo, vive con su hija Akiko y su hijo Hyûma en un barrio deprimido de la capital nipona, trabajando como jornalero en la construcción de carreteras. De carácter muy arisco y hostil, se pasa buena parte del día borracho e irascible. Sin embargo, los genes de Ittetsu han pasado a su joven hijo Hyûma, que resulta tener un gran talento para el béisbol, un talento que nadie conoce puesto que no pertenece a ningún equipo.
Hyûma entrenando con su padre Ittetsu, vistiendo la famosa chaqueta de muelles


Ittetsu se empeña en hacer de su hijo un grandísimo jugador que se convierta en la estrella de los Giants, precisamente lo que él no pudo llegar a ser, así que le impone un entrenamiento extremadamente espartano que incluye una especie de chaqueta de muelles a la que llama “Dai-league ball ikusei Gips” (literalmente “Escayola para formación de pelota de la liga americana”). Esta chaqueta de muelles, absolutamente legendaria, millones de veces copiada y ampliamente parodiada en el manganime y más allá, sirve para forzar a Hyûma a realizar esfuerzos sobrehumanos para realizar cualquier ademán, como por ejemplo comer con palillos o simplemente escribir, para así desarrollar sus músculos de modo que pueda lanzar pelotas con la fuerza, precisión y velocidad suficientes para derrotar a jugadores de la liga americana de béisbol.
Entre los planes de Ittetsu se incluye apuntar a su hijo a un instituto de hijos de papá que tiene un club de béisbol normalito. Para ello, trabaja día y noche en la construcción para conseguir el dinero necesario para la matrícula de su hijo. El caso es que, en Japón, participar en el torneo nacional de béisbol de institutos supone un escaparate muy importante que todos los equipos profesionales observan con atención para fichar antes que nadie a las futuras estrellas. Conseguir imponerse en los preliminares de cada prefectura para poder ir a las finales nacionales que se celebran en el celebérrimo estadio Kôshien, cerca de Osaka, es el sueño de cualquier adolescente pelón (como característica distintiva del béisbol, todos los jugadores de los clubes de instituto suelen raparse el pelo durante su pertenencia al club). Y, no digamos ya, coronarse campeón nacional en el Kôshien abre las puertas de cualquier equipo profesional, que acude raudo a fichar a los jugadores más destacados de la final.

Así, la obsesión de Ittetsu radica en que si su hijo no va al instituto, no podrá participar en el campeonato nacional y por lo tanto nunca destacará lo suficiente como para que los Giants se fijen en él y le fichen. Por eso trabaja día y noche en condiciones durísimas hasta lograr el dinero de la matrícula de su hijo, pero paga el sobreesfuerzo enfermando. Pese al rechazo inicial del presidente de la asociación de padres a dejar entrar en el instituto de “chicos bien” a un pobretón, Hoshi se gana el respeto de Chûta Ban, capitán del equipo de judo, disciplina en la cual es campeón de Japón, y líder de la escuadra de animadores del equipo de béisbol. Chûta resulta ser el hijo del presidente y además es un apasionado del béisbol; tras varios rifirrafes, el grandullón de Chûta acabará entrando también al equipo de béisbol y se convertirá en el único catcher capaz de detener las terribles bolas que lanza Hyûma, convirtiéndose así en su complemento ideal. A partir de este punto, empezará la andadura de Hyûma en el instituto; primero deberá ganarse la confianza de sus compañeros y entrenador y luego deberán participar todos en la competición con vistas a llegar al Kôshien. Por supuesto, no faltará el “gran rival”, que en este caso es Mitsuru Hanagata que, cómo no, acabará fichando por los Hanshin Tigers, grandes rivales de los Yomiuri Giants.
Pese a su antigüedad y su temática beisbolística, este título me ha gustado mucho. He comprendido por qué los japoneses se volcaron en él hasta el punto de convertirlo en un fenómeno nacional y por qué ha resultado ser tan y tan influyente en la historia del ocio japonés. Ahora, tras leerlo, comprendo mucho mejor muchas cosas que tantas veces hemos visto en el manganime. Francamente, veo muy complicado, al menos a corto-medio plazo, ver publicado este título en España, primero por su antigüedad, segundo por su temática y tercero porque no tiene un componente nostálgico ya que su anime nunca se emitió en nuestro país. Pero soñar es gratis…

Naked Star

Friday, April 18th, 2008
  • Título: Naked Star
  • Autor: Oh! Great
  • Editorial: Core Magazine
  • Revista: Varias
  • Años publicación: 2004
  • Clasificación: Pornográfico (hentai)
  • Tomos: 1 


Ya aviso antes de empezar que este post es “para mayores de 18 años”, en especial la página de muestra, así que los que puedan sentirse ofendidos por el sexo explícito, que lo pasen de largo. Como ya dije en su momento, en este blog me gustaría tocar un poco de todo del amplísimo mundo del manga, y por supuesto los géneros erótico y pornográfico (conocido en Occidente como “hentai”) son, guste o no, incomode o no, una parte considerable del mismo -se dice que este tipo de manga copa más del 20% del mercado total en Japón-. Por eso, no es en absoluto desdeñable y se merece alguna representación.
Debo decir que no soy consumidor de este tipo de productos (ahora saldrá el típico que dirá “sí, claro, lo dice para quedar bien”), pero hace tres o cuatro años tuve la gran suerte de trabajar para el Festival de Cine Erótico de Barcelona, encargándome de interpretar al autor japonés de cómic pornográfico Chiyoji (Miss 130, El príncipe del manga, etc.). Chiyoji y su esposa son un matrimonio increíblemente afable, muy mundanos ambos, con dos hijas ya veinteañeras y que llevan una vida completamente normal, pese a las obras que él dibuja con su esposa como ayudante.
Era muy divertido verles alucinar, boquiabiertos, en medio del Festival, con los espectáculos pornográficos en vivo y los vídeos ultra-X que se pasaban por las pantallas del mismo, así como en la ceremonia de entrega de premios, sentados al lado de gente como Rocco Sifredi o Celia Blanco. Realmente, pese a dedicarse a la pornografía (para comer, porque la afición artística de Chiyoji, en lo que es un crack, es la nihonga), parecían más bien una pareja cincuentañera normal y corriente flipando ante todo el pantagruélico espectáculo carnal que se desenvolvía ante sus ojos.

En cualquier caso, el hecho de conocer a Chiyoji, y de leer algunas recopilaciones de cómic erótico-pornográfico que me regaló cuando fui a visitarle a su casa (aparte de varios originales suyos y un montón de ejemplares antiguos de Yoshiharu Tsuge -¡uno incluso firmado!-, Yoshihiro Tatsumi, Yû Takita, etc. que guardo como oro en paño) me hizo interesarme un poco por este mundo.
Cabe decir que la mayoría del manga pornográfico publicado en Japón me parece pura basura, esto que quede claro. Abundan el dibujo malillo, las historias manidas, las situaciones asquerosas y muchas auténticas aberraciones vomitivas en forma de “lolicon”. Hay tiendas en Akihabara que son verdaderos antros de perversión del manganime y videojuego porno, realmente enfermizas y perturbadoras.
Pero a veces encuentras curiosidades como esta que presento: Naked Star. Lo encontré por casualidad en una tienda de segunda mano, cómo no. Iba a la caja a pagar unos tomos que había encontrado y sin querer pasé por la zona “para adultos”; no sé cómo, mis ojos se detuvieron en los kanji 大暮維人 que figuraban en el lomo de uno de esos tomos. Y, mira por dónde, ese nombre me sonaba: “Oogure Ito, ¿de qué me suena?” pensé. “Estos kanji los tengo vistos de antes”. Cogí el tomo y vi la romanización “Oh! Great” en la portada. Pues claro, ¡”Oh! Great” es la forma elegida por el amigo 大暮 維人 (Oogure Ito) de romanizar su nombre! Oh! Great, para los despistados, es el creador de grandes éxitos del manga shônen actual como Tenjô Tenge (Del cielo al infierno) o Air Gear, ambos editados en España por Norma Editorial. Cabe decir que ninguna de estas dos obras me gustó. Sinceramente, las dos las encontré horrendas. El dibujo: espectacular, precioso, una pasada… El argumento: pura bazofia (en mi humilde opinión y respetando a la gente a quien le guste).
Desconocía que Oh! Great se dedicara también a la pornografía y me pareció realmente curioso, así que lo compré. El libro es básicamente una recopilación de historias cortas e ilustraciones de este autor publicadas en varios medios, como dôjinshi, revistas de manga pornográfico o revistas shônen o seinen. Curiosamente, no todo el libro es hentai, sino que casi la segunda mitad la copan dos historias publicadas en la Shônen Ace y en la Ultra Jump Megamix que son típicos shônen de Oh! Great, es decir, con acción, violencia y tías buenas.
Dibujo: Oh! Great! / Historia: Oh! Coñazo!

Ahora bien, la primera mitad y pico es bastante depravada. El libro empieza con varias ilustraciones a todo color de corte erótico, con chicas cañón muy ligeras de ropa dibujadas al estilo Oh! Great. Luego, empieza la caña con tres historias cortas —The Beautiful World, one self y Hane— bastante fuertes a nivel porno. A continuación, una curiosidad: Shabon, una historia también hentai que Oh! Great quiso publicar de modo que nadie pudiera adivinar que era suya. Cambió su estilo considerablemente y lo hizo más bien “à la nouvelle manga”. Le quedó realmente curioso y, efectivamente, es casi imposible adivinar que es una obra suya si no te lo dicen.
Luego, otra curiosidad: Shiborinbô Shôgun, una serie de textos ilustrados en los que el autor explica diversos conceptos o estilos tales como el bondage, el sadomasoquismo, y otras cosas que más vale no mentar aquí por lo enfermizas que son. Cierra el bloque porno del libro una historia en dos partes titulada Necroman que es otro festival de sexo a lo bestia en la que dos chicas son violadas (no del todo contra su voluntad) en grupo en un autobús, luego aparece una especie de bestia que se carga a los violadores disparando por la polla (???) y finalmente la historia finaliza con que a una de las chicas de repente le surge un pene (?????) con el que se tira a su amiga, y finalmente eyacula y eyacula hasta secársele todo el cuerpo y morir (????????). Incomprensible.
A partir de aquí, cierran en libro las dos historias más bien larguitas de corte normal shônen -seinen con grandes dosis de violencia y típicamente Oh! Great, es decir, de gran dibujo pero de guión aborrecible: West Side Story y S -song of sapphire star-.
En conclusión, para mi gusto es un cómic totalmente prescindible, pero que me alegro de tener en mi colección como elemento curioso, porque realmente es raro que un autor shônen de éxito se dedique o se haya dedicado también al hentai, al menos firmando con el mismo nombre en las dos facetas.