El blog de Marc Bernabé

Senmu Shima Kōsaku (Director ejecutivo Kōsaku Shima)

Thursday, May 15th, 2014
  • Título: 専務島耕作 –Senmu Shima Kōsaku– (Director ejecutivo Kōsaku Shima)
  • Autor: Kenshi Hirokane
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Morning
  • Años publicación: 2006-2008
  • Clasificación: empresarial
  • Tomos: 5

senmu-shima-kosaku1

Ya no sé qué más decir de la serie de Shima Kōsaku que no haya dicho hasta ahora en las múltiples reseñas de las sagas Kachō, Buchō, Torishimariyaku, Jōmu y hasta Kaichō (índice general de las sagas, aquí), solo que sigo disfrutando muchísimo de ella. De hecho, el único momento en el que perdí un poco de fuelle lector fue durante la etapa Torishimariyaku, en la que mandan a Shima a Shanghái y tiene que lidiar con el sistema chino de hacer negocios y todo esto. Fue una etapa bastante árida, la verdad, tal vez debido a que tampoco tengo demasiado interés en China.

En todo caso, en la saga Jōmu la cosa se animaba con la entrada en escena de la India como país en el que la empresa Hatsushiba en general y Shima en particular ponían sus ojos. Ya la cosa aquí cambió bastante, con varias situaciones muy interesantes tanto en el plano de los negocios y la cultura como de las aventurillas de Shima de fuera del trabajo, líos de faldas incluidos. Al final de la saga Jōmu, el presidente de la empresa debe dejar su cargo por motivos de salud (un cáncer) y se debe buscar un sustituto, cargo que recae en Toshirō Kooriyama, que en la saga Torishimariyaku había debutado en la historia como jefe directo de Shima, ya que se ocupaba de las operaciones de la Hatsushiba en toda China mientras que Shima era el responsable de la zona de Shanghái.

Al entrar en el cargo, Kooriyama anuncia que su misión, en tiempos de crisis, va a ser “primero destruir para luego volver a construir”, por lo que se avecina una buena escabechina dentro de la empresa para hacerla más viable en un nicho de mercado, el de la electrónica, con cada vez mayor competencia extranjera, sobre todo de las empresas Somsan y RG (coreanas) y Chufar (china) (claras referencias a las empresas de la vida real Samsung, LG y Haier, por otra parte, del mismo modo que la Hatsushiba está basada en Panasonic-Matsushita).

Al estrenar su nuevo cargo, Kooriyama asciende también, entre otros, a Shima, que pasa a ocupar el cargo de senmu torishimariyaku (director ejecutivo miembro de la junta directiva), abreviado senmu, que no equivale al puesto de vicedirector pero casi-casi, tal vez equivalente a la figura del “gerente”. Shima, ahora, ve aumentadas sus responsabilidades y pasa a encargarse de supervisar no solo China y la India, sino también el mercado americano, aparte de tener que centrar gran parte de su atención en los tejemanejes en la sede central de Tokio.

El principio de esta saga, pues, está centrado en el mercado indio y después el americano, que revisitamos después de 20 años (recordemos que Shima estuvo un año destinado en los Estados Unidos, en la etapa Kachō) y por lo tanto conocemos los cambios que ha experimentado el mercado estadounidense, el más importante para la Hatsushiba después del japonés, en estas dos décadas.

ds

¡Que vienen los coreanos!

Sin embargo, la acción pronto deriva hacia una emocionante “guerra” con la empresa coreana Somsan, líder absoluta del mercado de la electrónica en el mundo que, sin embargo, no tiene casi presencia en Japón. Y es que los japoneses son extremadamente reacios a consumir productos electrónicos de marcas no nacionales y por eso los productos de marcas extranjeras apenas se venden. Esto provoca dos cosas: 1) que las empresas japonesas libren batallas fratricidas por ver quién vende más en Japón, y con ello se centren menos en los mercados internacionales, dando pie a que los coreanos y chinos les superen en este sentido y 2) que los japoneses no sean conscientes de que los coreanos y los chinos les están dando sopas con honda fuera de Japón.

En este sentido, así como en muchos otros, esta es una serie que intenta educar al lector y darle datos que, de otra forma, sería difícil obtener, como el hecho de que los coreanos y los chinos están muy fuertes en el sector tecnológico, con productos que a menudo son mejores Y más baratos que los japoneses, un hecho que la mayoría de los japoneses, nos sorprenda o no, desconocen totalmente.

En un momento dado, los coreanos de la gigantesca Somsan, que van muy sobrados y a los que da mucha rabia no tener presencia tangible en el mercado japonés, se plantean qué pueden hacer, y llegan a la conclusión de que comprar una empresa japonesa es lo mejor. Así, se fijan en la Goyō (seguramente, la Sanyō de la vida real), una presa relativamente fácil porque tienen suficiente cash para comprarla, no cuenta con mecanismos de protección contra OPA y encima les va a ir de perlas porque, como empresa, está muy fuerte en el campo de las baterías (futuro campo muy prometedor sobre todo gracias al progreso de los coches eléctricos e híbridos) y en el de los televisores LED, campos en los que la Somsan está muy por detrás (recordemos, datos de 2006-08, de cuando se publicó este manga originalmente).

Así, los coreanos empiezan a operar entre bambalinas para iniciar la operación de compra, una OPA hostil en toda regla. No voy a extenderme demasiado sobre lo que ocurre a continuación porque puede ser un poco aburrido para el lector, pero en definitiva lo que sucede es que la Hatsushiba, con Shima como principal impulsor, se decide a meterse en la operación como “caballero blanco” para evitar que la Goyō caiga en manos de la Somsan. Primero porque no soportan que los coreanos metan mano en una empresa japonesa, segundo porque la tecnología puntera de la Goyō acabaría en manos de los coreanos, con el consiguiente trasvase de secretos tecnológicos japoneses, y tercero porque todo indica que los coreanos tienen la intención de desballestar la Goyō, quedarse solo con las partes que les interesan (red comercial en Japón, tecnología puntera, fábricas…) y desembarazarse de las demás, lo que provocaría no solo la destrucción de una importante empresa japonesa sino también la pérdida de miles de puestos de trabajo japoneses.

Después de un emocionante estira y afloja entre la Somsan y la Hatsushiba, pues, esta última consigue salvar a la Goyō incorporándola a su grupo, con lo que nace la nueva empresa Hatsushiba Goyō Holdings, cuyo primer presidente y máximo representante será… ¡Kōsaku Shima!

En este punto, pues, Shima consigue (después de pensárselo mucho, puesto que él es tan modesto que al principio se niega por “verse incapaz”) llegar a lo más alto de su empresa, con lo que termina la saga Senmu y empieza la saga Shachō (presidente), la siguiente en la línea, que acabó siendo la segunda más larga de la serie con 16 tomos y se publicó entre 2008 y 2013… Y que está ya en primera fila de mi montón de “manga por leer” en estos momentos.

Lo mejor

  • Seguimos aprendiendo, esta vez sobre el mercado indio y sobre OPA, hostiles o no. Conceptos financieros de los que tenía constancia pero que no sabía cómo funcionaban. Realmente interesante, al menos desde mi punto de vista.

Lo peor

  • Los argumentos “pro japoneses” que se presentan cuando la Somsan aparece para comprar la Goyō son bastante chungos. Pintan a los coreanos como taimados bussinessmen que pretenden destrozar a la Goyō y robar secretos japoneses y ellos mismos, los de la Hatsushiba, se postulan como los héroes que aparecen para salvar la tecnología japonesa con el visto bueno del mismísimo gobierno japonés. Un poco chusco, la verdad.

Jōmu Shima Kōsaku (Director administrativo ejecutivo Kōsaku Shima)

Wednesday, May 7th, 2014
  • Título: 常務島耕作 –Jōmu Shima Kōsaku– (Director administrativo ejecutivo Kōsaku Shima)
  • Autor: Kenshi Hirokane
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Morning
  • Años publicación: 2005-2006
  • Clasificación: empresarial
  • Tomos: 6

jomu-shima-kosaku1

Bueno, ya veis que continúo dándole caña a las andanzas del súper salaryman Kōsaku Shima dentro de su empresa, la Hatsushiba Denshi Sangyō (Industrias electrónicas Hatsushiba). En estos momentos me encuentro enfrascado en la lectura de la siguiente saga dentro de su meteórico ascenso dentro de la empresa (en este enlace tienes la referencia a las varias sagas, que equivalen a sus ascensos), y es que al final de la saga Torishimariyaku los jefes de Shima deciden recompensarle por el éxito de sus gestiones al frente de la sucursal de Shanghái y darle el cargo de jōmu torishimariyaku (abreviado a jōmu a secas), que se traduce aparentemente al inglés por “Executive managing director” (es lo que pone en la portada japonesa del libro).

Como torishimariyaku (director administrativo, aunque yo más bien lo traduciría por “miembro del consejo de administración”), Shima ya había entrado a formar parte de la junta directiva de la empresa, pero al parecer sus funciones dentro de la misma eran bastante limitadas y cualquier movimiento que quisiera hacer tenía que ser aprobado previamente por sus superiores. Al inicio de esta saga aprendemos lo que hace un jōmu torishimariyaku (director administrativo ejecutivo), que es básicamente lo mismo que el torishimariyaku a secas, pero con más responsabilidades, lógicamente, pero también con la potestad de tomar decisiones de relativa importancia sin tener que pedir permiso o aprobación previa a la junta o al presidente.

La saga Torishimariyaku se centraba en los esfuerzos de Shima por la buena marcha de su empresa en la circunscripción de Shanghái, en China. Aunque Shima tenía el cargo más importante dentro de la empresa filial que gestionaba, estaba subordinado no solo a sus superiores en Tokio, sino también al jefe regional que controlaba toda China. Ahora, el ascenso de Shima comporta sustituir a su anterior jefe al mando de toda China (que obtiene también un ascenso) y por lo tanto repartir su tiempo entre Pekín, Shanghái y Tokio, ya que como jōmu sus obligaciones con la empresa madre pasan a tener bastante más peso, aparte de tener que reunirse también con políticos con los que hay intercambio de opiniones del mundo empresarial al político y viceversa.

Ya desde la saga Buchō, la serie Shima Kōsaku se ha venido caracterizando por la gran cantidad de información que proporciona al lector. De un manga de pequeñas aventuras dentro de una gran empresa y de ciertos escarceos amorosos (la saga Kachō), hemos pasado a un manga claramente informativo y con vocación no solo de entretenimiento, sino también educativa. En la saga Torishimariyaku aprendíamos sobre las grandes dificultades que las empresas extranjeras, no solo japonesas, se encuentran cuando intentan hacer negocios en China. No solo a la hora de montar fábricas para producir productos industriales a menor precio gracias a los salarios reducidos de los trabajadores chinos, sino también a la hora de intentar acceder al gigantesco mercado chino. Y es que las peculiaridades de China como país realmente ponen muchas trabas a las empresas deseosas de trabajar con él…

Problemas antijaponeses en China: las masas enfurecidas revientan una tienda con productos de la Hatsushiba solo por el hecho de ser una empresa japonesa.

Problemas antijaponeses en China: las masas enfurecidas revientan una tienda con productos de la Hatsushiba solo por el hecho de ser una empresa japonesa.

También Shima Kōsaku se distingue por ser un manga “en tiempo real”, que narra sucesos que ocurren u ocurrieron en el momento en el que se iba publicando la historia. Esto es muy destacable en este caso porque, si bien en Torishimariyaku veíamos toda la problemática de trabajar con China y los chinos, en Jōmu empieza a cobrar muchísima importancia el sentimiento antijaponés que se ha venido fomentando entre la juventud china en las últimas décadas. Así pues, problemas territoriales como el de las islas Senkaku/Diaoyu o cuestiones polémicas como el de los libros de texto japoneses provocan que el sentimiento antijaponés en China ponga las cosas muy difíciles para las empresas japonesas situadas allí, y la Hatsushiba, lógicamente, no es ninguna excepción. Shima y sus ejecutivos tienen que enfrentarse a huelgas, manifestaciones, destrucción de los productos de su empresa en algunos comercios de China y problemas por el estilo.

Así, aprendemos muchísimo sobre toda las problemáticas de trabajar con China para las empresas japonesas en la primera mitad de la historia, pero a partir de la segunda mitad la mirada se dirige hacia la India. Este e un mercado igualmente gigantesco, con muchísima gente que cobra sueldos más bajos (más bajos que en China, que al ir avanzando y situándose como potencia mundial ya ha dejado de ser el chollo que era en este sentido), gran nivel educativo (sobre todo en matemáticas y ciencias en general), terreno barato donde construir fábricas, gran extensión del inglés como idioma de trabajo y del día a día, y ningún sentimiento antijaponés. Así, Shima se desplazará a la India y empezará a explorar la posibilidad de ampliar el mercado de la Hatsushiba en ese país, así como la posibilidad de abrir fábricas e iniciar una red comercial interna propia.

Veremos qué ocurre en los años venideros, ya que todo esto que he ido mencionando corresponde al año 2005-06 y no sé cómo ha evolucionado en este sentido el mundo empresarial japonés; esto es algo que seguramente iré viendo en las siguientes sagas: Senmu (director ejecutivo) y Shachō (presidente) y que ya os contaré.

Otros temas interesantes en esta saga son por ejemplo la Expo Universal de Aichi de 2005, donde la Hatsushiba y también Shima tienen un papel bastante destacable, y también el tema del Cool Biz o conveniencia de vestir de forma más informal y fresca durante el caluroso verano japonés para poder subir la temperatura del aire acondicionado en oficinas hasta los 28º C, con el considerable ahorro energético que ello supone.

Lo mejor

  • La posibilidad de aprender sin parar.
  • No se denigra el aspecto de entretenimiento de la historia, ya que Hirokane ofrece la habitual dosis de controversias, líos, aventuras y también escarceos amorosos (no solo de Shima sino también de sus compañeros, muchos de los cuales tienen amantes además de esposas, que apenas tienen un papel en la historia si no es el de aparecer en el funeral de alguien, en plan “ostras, ¿esta era la mujer de este? Pues hasta ahora solo le conocía la novia”) que dan muchísima sal a la historia.

Lo peor

  • El hecho de que esta historia tenga un gran componente informativo hace que a veces las conversaciones sean muy forzadas, porque aparece el típico personaje que no está informado de cierto tema y entonces se crean conversaciones de “pregunta y respuesta” en las que las respuestas, que generalmente da Shima, son tan perfectas y bien argumentadas que resultan evidentemente poco realistas. No puede ser que Shima sepa tanto de todo y pueda dar respuestas tan y tan certeras.
  • La naturalidad con la que aparecen temas de amantes y novias, sin implicaciones morales de ningún tipo. Vamos, imagino que es hasta cierto punto normal que los empresarios japoneses de cierto nivel tengan amantes fijas desde hace años aparte de sus propias esposas, ya que de lo contrario no saldría el tema con tanta naturalidad, pero visto desde el punto de vista de un occidental resulta bastante chocante.

Kaichō Shima Kōsaku (Presidente honorífico Kōsaku Shima)

Monday, April 14th, 2014
  • Título: 会長島耕作 –Kaichō Shima Kōsaku– (Presidente honorífico Kōsaku Shima)
  • Autor: Kenshi Hirokane
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Morning
  • Años publicación: 2013-en curso
  • Clasificación: empresarial
  • Tomos: 3 (en curso)

kaicho-shima-kosaku1

Mi intención original era ir leyendo la serie de Shima Kōsaku por orden empezando por la saga Kachō hasta su puesto más reciente en lo más alto y, una vez llegado allí, empezar con las precuelas. Tenéis el índice de las diferentes sagas en este enlace por si os perdéis un poco cuando voy hablando de las varias sagas, por cierto.

Pero hace poco estuve de Japón y vi que había salido justo esos días el primer tomo de la saga Kaichō y no pude resistirme a comprarlo y, más tarde, en el viaje de avión de vuelta, a devorarlo. Me he saltado un montón de peripecias de Shima y me he comido algún spoiler que otro (tampoco nada especialmente sorprendente, la verdad), pero al fin y al cabo los propios títulos de las sagas ya son un spoiler en sí mismo ya que evidencian el ascenso de Shima en la empresa Hatsushiba (que durante la época como presidente del personaje cambia de nombre a Tecot tras sufrir una fusión con otra empresa de electrónica) desde su ingreso a la misma en la saga Young hasta lo más alto de lo más alto.

En todo caso, ir leyendo esta serie me está permitiendo aprender muchísimo sobre el mundo empresarial japonés. Hasta ahora había salido varias veces la figura del kaichō (el subtítulo de la obra lo traduce por “Chairman” en inglés), pero no me había quedado muy claro qué era exactamente esa figura. Básicamente, cada vez que se producía un cambio de presidente en la empresa (siendo el presidente el responsable máximo de la marcha de la empresa y la toma de las decisiones más importantes), el presidente saliente era nombrado kaichō y/o sōdanyaku (consejero) y pasaba a un segundo o incluso tercer plano, apareciendo de vez en cuando como un personaje con cierto poder pero en realidad muy apartado del día a día de la empresa.

Cuando Shima termina retirándose como presidente de la Tecot en el tomo 16 de la saga Shachō, pues, el paso siguiente lógico es que sea nombrado Kaichō, que es precisamente lo que ocurre y, por lo tanto, este hecho provoca un nuevo cambio en el título de la obra al iniciarse una nueva saga que es la que reseño en esta ocasión.

Este primer tomo empieza contándonos la adaptación de Shima a su nuevo puesto y aprendiendo y por lo tanto presentando (¡por fin!) a los lectores qué es exactamente un kaichō en una empresa japonesa. Básicamente, y resumiendo mucho, el kaichō de una gran empresa japonesa está bastante apartado del día a día de la corporación a la que representa, ya que este es el papel que corresponde al presidente o shachō.

ds

También en el Keidanren hay facciones y Shima, fiel a sus principios, declina meterse en ninguna… Y, claro, eso también le reportará problemas…

Sus funciones pasan a ser las de representar la empresa dentro de la sociedad japonesa, por un lado como la cara visible de la Tecot como miembro de asociaciones patronales como el Keidanren (Federación Empresarial de Japón, básicamente la versión japonesa de la CEOE española, aunque en el manga lo llaman “Keizairen” para curarse en salud, pero es obvio que están hablando del Keidanren) y también como nexo de unión entre el mundo empresarial y el mundo político.

Las funciones de Shima pasarán, por lo tanto, a trabajar no tanto por el bien de su empresa, sino por el bien de Japón en general, proponiendo nuevas políticas y estrategias a los políticos, estableciendo planes de desarrollo y, cómo no, haciendo y deshaciendo tejemanejes al nivel más alto, reuniéndose a menudo con ministros o incluso el mismísimo primer ministro nipón. En este sentido, pasamos de un manga empresarial a un manga con fuerte componente político, lo cual resulta también extremadamente interesante.

En esta primera parte, pues, se nos cuenta cuál es el papel de un kaichō (ahora entendéis por qué he preferido traducir el título como “presidente honorífico”, aunque realmente no estoy muy seguro de que sea la traducción más adecuada y acepto sugerencias alternativas), el funcionamiento de la patronal, las asociaciones supraempresariales y la forma cómo el mundo empresarial ejerce “lobby” sobre el gobierno y cómo el gobierno expresa ciertas exigencias en contrapartida al mundo empresarial.

En la segunda parte, una vez aclarado lo que es un kaichō, Shima descubre uno de los temas a los que quiere dar prioridad, y es que siente que el hecho de que Japón sea un país tan dependiente de las importaciones de alimentos lo hace muy vulnerable, por lo que llega a la conclusión de que la agricultura va a ser un tema esencial que explorar y desarrollar en el futuro próximo, y decide trabajar para conseguir un mejor aprovechamiento de los recursos agrícolas japoneses. Así, va a visitar innovadoras plantaciones de última generación para aprender formas alternativas de cultivo y se informa de todo lo que implica una restructuración profunda de la agricultura.

Por otra parte, en la obra hay también bastantes referencias a la concesión a Tokio de los Juegos Olímpicos de 2020, y varias conversaciones sobre lo que implicará, tanto pros como contras, este gran evento, tanto a nivel empresarial de la Tecot (desarrollo de la nueva generación de televisores y otras tecnologías) como a nivel nacional, sin olvidarse de las posibles implicaciones que puede conllevar el obvio problema de radiación que sufre el país a raíz del desastre de Fukushima.

Este primer tomo me ha dejado francamente con ganas de más. Por un lado me da rabia tener que esperar unos meses hasta que salga el segundo tomo, acostumbrado como estoy ahora a devorar un tomo tras otro de la serie, pero por el otro me hace bastante ilusión poder seguir en tiempo real, también en parte por las menciones a la actualidad más rabiosa que surgen aquí y allá. Esto es un no parar de aprender.

Cuando hace unos años entrevisté a Kenshi Hirokane, le pregunté sobre hasta dónde creía que Shima podía llegar, pensando en que me respondería tal vez “a primer ministro de Japón”. Pero su respuesta fue que no veía a Shima involucrándose en política general, que el personaje es un businessman nato i que como mucho le veía situándose en el puesto más alto del mundo empresarial japonés, es decir, como presidente del Keidanren. Ahora, en esta la saga Kaichō, Shima acaba de entrar a esta organización patronal, así que me parece que es cuestión de tiempo que llegue a lo más alto… ¿Lo conseguirá? ¿Y qué pasará después…? ¿Tendremos por ejemplo la saga “Jubilado Shima Kōsaku”…? El tiempo lo dirá… Shima tiene ahora 67 años (os recuerdo que el manga avanza en tiempo real) y es de suponer que le queda cuerda para rato, así que ya veremos.

Lo mejor

  • Aprender, aprender y aprender. Siempre entreteniéndose.
  • La rabiosa actualidad que presenta la obra en todo momento.
  • El hecho de pasar del mundo empresarial puro al politiqueo me parece también extremadamente interesante.

Lo peor

  • Este manga es lo que es, por lo tanto aunque podría quejarme de que “hay mucho texto” o de que “es muy especializado y denso”, en realidad es algo que me gusta y que debe ser así.

Torishimariyaku Shima Kōsaku (Director administrativo Kōsaku Shima)

Wednesday, April 9th, 2014
  • Título: 取締役島耕作 –Torishimariyaku Shima Kōsaku– (Director administrativo Kōsaku Shima)
  • Autor: Kenshi Hirokane
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Morning
  • Años publicación: 2002-2005
  • Clasificación: empresarial
  • Tomos: 8

torishimariyaku-shima-kosaku1

Sigo totalmente enganchado a las aventuras de Kōsaku Shima, el súper salaryman japonés, en su carrera dentro de la empresa de electrónica Hatsushiba. Os remito al nuevo índice que he realizado porque ya estoy viendo que voy a acabar leyéndome y reseñando toda la serie, y así voy a tener ordenadas las diferentes sagas.

En su época como Buchō (Jefe de departamento) veíamos que la serie derivaba bastante desde un manga en el que poco veíamos del día a día en el trabajo de Shima en favor de sus escarceos amorosos y otros asuntos (la saga Kachō) hasta un manga mucho más serio en el que Shima sienta la cabeza en lo referente a líos de faldas y se dedica en cuerpo y alma a su trabajo.

La saga Buchō me gustó mucho por lo variada que era: por un lado la subsaga de la compra y venta de vinos principalmente franceses, luego el periplo en la empresa discográfica y finalmente (esto no lo comenté porque cuando hice la reseña aún no había llegado) la caída en desgracia por culpa de un cambio de presidente de la empresa que le considera miembro de una facción enemiga, que aprovecha un error cometido por él (¡oh, Shima es humano y se equivoca!) para relegarle al ostracismo.

Shima acaba en Fukuoka, en una empresa filial menor, y encima bajo las órdenes de un tipejo asqueroso al que en su momento tuvo como subordinado y del que en su momento tuvo que librarse por los problemas que le daba, algunos de ellos realmente serios, de tipo acoso sexual a trabajadoras de la empresa. Cómo no, por otro lado, Shima consigue no solo solventar la situación, sino encima desplazar a su antiguo subordinado, erigirse como presidente de la empresa filial y mejorar ostensiblemente su facturación y el ambiente interno entre los trabajadores de la misma.

Cuando hay un nuevo cambio de presidente de la Hatsushiba, Shima consigue que por fin se reconozca su buen trabajo y le nombren torishimariyaku, es decir, “director administrativo”, un puesto que implica un asiento en la junta directiva de la empresa y unas responsabilidades muy grandes.

sa

Introducción a las relaciones empresariales entre Japón y China.

Como miembro de la junta directiva, Shima tiene ahora un papel esencial en la toma de decisiones de la empresa Hatsushiba, y el nuevo presidente Katsuki decide mandarle a Shanghái como director de la sucursal de la boyante ciudad china. Aún voy por el tomo 4 (de 8), así que tampoco sé cómo va a seguir evolucionando la saga, pero por lo que veo hojeando los tomos siguientes Shima va a seguir en China durante toda la saga Torishimariyaku. En esta saga, dibujada entre 2002 y 2005, el autor Kenshi Hirokane decide dirigir la mirada hacia la cada vez más fuerte potencia china, y presentar y enfocar los problemas a los que se enfrentan las empresas extranjeras en general y las japonesas en particular que deciden trabajar con, en y/o para China.

El factor entretenimiento que tiene la serie sigue siendo esencial, porque al fin y al cabo este es un manga  que tiene que enganchar. Dejando aparte los temas empresariales, Shima vive algunas aventuras no estrictamente del trabajo que hacen que la serie sea realmente interesante. Pero por encima de todo, desde la saga Buchō, esta es una serie con una clara vocación educativa y también, para qué negarlo, una serie en la que Hirokane presenta sus propias ideas sobre cómo deberían actuar las empresas japonesas.

Independientemente de si uno está o no de acuerdo con lo que dice Hirokane y sus ideas, que hacen replantearse los mismísimos cimientos de la cultura empresarial japonesa tradicional, lo cierto es que leer este manga me está permitiendo aprender muchísimo sobre el mundo de los negocios a gran escala, y con cada escalón que sube Shima, más “macro” se vuelve este conocimiento adquirido. Podemos decir que la serie evoluciona desde el nivel “micro” (el trabajo del día a día de un salaryman de a pie hasta un puesto de cierta responsabilidad como el de kachō) hasta el nivel “macro”. Hasta el punto en el que en la saga en la que el autor está trabajando actualmente, ya en 2014 (Kaichō, director honorífico), Shima ya no trabaja tanto para su empresa como para el beneficio global de la economía japonesa. Pero no voy a anticiparme, porque en cuestión de pocos días voy a reseñar la serie Kaichō, saltándome de momento las sagas Jōmu, Senmu y Shachō.

Lo mejor

  • Cada vez se aprende más, a niveles bastante profundos. Esta vez sobre las relaciones comerciales entre Japón y China. El trabajo de documentación de Kenshi Hirokane es para quitarse el sombrero.

Lo peor

  • A veces resulta un poco denso porque tiene mucha explicación y bastante vocabulario especializado.

Shima Kōsaku – Índice

Tuesday, April 8th, 2014

Voy a utilizar esta entrada como un índice de las diferentes reseñas de las varias sagas de la serie Shima Kōsaku que estoy realizando poco a poco.

kodansha_suntory_premium_malts01