El blog de Marc Bernabé

Kakarichō Shima Kōsaku (Vicejefe de sección Kōsaku Shima)

  • Título: 係長島耕作 –Kakarichō Shima Kōsaku– (Líder de grupo Kōsaku Shima)
  • Autor: Kenshi Hirokane
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Evening
  • Años publicación: 2010-13
  • Clasificación: empresarial
  • Tomos: 4

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Poco me queda ya que comentar del salaryman Kōsaku Shima y sus aventuras empresariales después de haber reseñado 8 de sus sagas, que suman un total de 70 tomos a día de hoy (más los 4 de esta saga Kakarichō, 74). La saga Kakarichō es la continuación lógica de la saga Young/Shunin-hen, que a su vez era una precuela.

Recordemos que el personaje de Kōsaku Shima apareció por primera vez en 1983, en la serie titulada Kachō Shima Kōsaku (Jefe de sección Kōsaku Shima), una serie que tuvo tanto éxito que, al hacer méritos suficientes el personaje como para que ya no tuviera sentido que siguiera con el puesto de kachō y fuera ascendido a buchō (jefe de departamento), en vez de cerrar la serie para siempre se decidiera continuar con ella, solo que cambiándole el título para reflejar la nueva realidad. Y esta tendencia se fue perpetuando en el tiempo hasta que Shima llegó a ser el mismísimo presidente de la empresa, cargo que dejó recientemente para ser nombrado presidente honorífico (kaichō), puesto que ostenta en el momento de escribir esta reseña, a fecha de julio de 2014.

Paralelamente, el éxito de la serie propició que su autor empezara, en 2001, a escribir una precuela que nos contaría las andanzas del personaje desde que entró a la empresa hasta –presumiblemente– el momento en el que fuera nombrado kachō, con lo que se cerraría el círculo y podríamos, por primera vez, conocer toda la carrera de un personaje de manga en una empresa japonesa, desde su fichaje por la misma hasta –seguramente, si todo va bien y la salud del autor aguanta– la jubilación definitiva. Shima tiene la misma edad que su creador Kenshi Hirokane, por lo que el 9 de septiembre cumplirá 67 años, edad más que adecuada para jubilarse, aunque en altos cargos es habitual mantenerse en activo hasta bien entrada la setentena.

En todo caso, la saga Kakarichō es la pieza que le faltaba al puzle, que quedó completado hace poco menos de un año (en octubre de 2013) cuando Shima fue nombrado finalmente kachō. En los cuatro tomos de esta serie, de lectura muy amena y rápida, mucho menos farragosa y más entretenida que en las sagas más recientes (shachō y kaichō, que son valiosísimas fuentes de información sobre ámbito empresarial y económico, pero menos entretenidas desde el punto de vista de lectura pura y dura de manga), podemos disfrutar de un montón de situaciones en las que Shima se ve envuelto en el contexto de su empresa y la vida privada.

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Shima teniendo que soportar a jefes inútiles… Gran contraste con el momento actual, en el que es la cara visible de su empresa.

A mí un contraste que me hace gracia es que en los primeros tomos de Kachō, Shima era un personaje mucho más desinhibido y tarambana, que tenía constantes aventuras amorosas (evidentemente, poniéndole los cuernos a su mujer), fumaba, se emborrachaba y en general era más “humano”. Desde más o menos la mitad de Kachō, y acentuándose mucho más a partir de Buchō, el personaje deja de tener líos amorosos más que muy esporádicamente (y cuando los tiene es porque no tiene un compromiso con ninguna otra mujer, al estar divorciado) y se convierte en un adalid de la moralidad y el autocontrol, siempre fiel a su esporádica amante Kumiko –con la que finalmente se casa hacia el final de la saga Shachō–. Incluso en ocasiones en las que prácticamente cualquier hombre se dejaría tentar, e incluso estando divorciado y sin compromiso, Shima declina oportunidades de acostarse con auténticas bellezas que hacen mucho más que insinuársele. Y esto es algo que ocurre también en las sagas Young y Kakarichō, por lo que contrasta mucho con la siguiente pieza del puzle, Kachō, que temporalmente fue la primera en aparecer en 1983. Imagino que el personaje sería criticado en su momento por “dar mal ejemplo” o algo y Kenshi Hirokane quiso lavar su imagen y presentarlo como un hombre estoico que sabe poner el raciocinio por encima de los impulsos biológicos, de ahí este cambio.

Una vez terminada la saga Kakarichō, por cierto, su autor ha empezado con una “precuela de la precuela”, llamada Gakusei Shima Kōsaku (Estudiante Kōsaku Shima), de la que todavía no ha salido ningún tomo recopilatorio, y que reseñaré tan pronto aparezca y pueda conseguirlo para, definitivamente, cerrar toda esta serie de reseñas (el primer capítulo se puede leer gratuitamente aquí).

Eso sí, en Kakarichō se incluyen tres capítulos llamados Shōnen Shima Kōsaku (Chico Kōsaku Shima) que narran unos pequeños episodios de la vida del personaje cuando tiene 15 años, en su pueblo natal de Iwakuni (prefectura de Yamaguchi). Por si tenéis curiosidad, estos episodios están también disponibles online, aquí: Capítulo 1  / Capítulo 2 / Capitulo 3.

¿Cómo seguirá esta macrosaga? ¿Podremos leer sobre el nacimiento e infancia del personaje en algún momento? O incluso… ¿Su fallecimiento y funeral? Porque, si Kenshi Hirokane lo hace, tendremos en forma de manga la vida entera de un personaje, gran parte de ella en tiempo real, un hito único en la historia del cómic. Seguiremos atentos.

Lo mejor

  • Muy entretenido.
  • Se cierra el círculo y por fin podemos leer toda la vida empresarial del personaje Kōsaku Shima.

Lo peor

  • Nada que no haya comentado en anteriores reseñas.

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2 Comments »

Comment by Ignatius
2014-07-28 18:20:09

Está claro que te ha encantado la saga. Yo no creo que tuviera tanta moral como para leer tanto tomo.

 
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