El blog de Marc Bernabé

Chô! Makoto-chan

Saturday, October 4th, 2008
  • Título: 超!まことちゃん -Chô! Makoto-chan- (¡Súper! Makoto-chan)
  • Autor: Kazuo Umezu
  • Editorial: Shôgakukan
  • Revista: Shônen Sunday
  • Años publicación: 1988-89
  • Clasificación: shônen
  • Tomos: 3

Hay algunos libros japoneses cuya edición es una auténtica maravilla y un derroche de creatividad, originalidad y belleza, y además a unos precios muy asequibles. Con una población de 130 millones de personas, muchas de ellas ávidas lectoras, las cifras de ventas de los productos editoriales permiten hacer filigranas y, aun así, mantener unos precios que en España serían del todo impensables.
Este es el caso de las ediciones de la colección Umezz! Perfection, que conmemora el 50º aniversario del debut del mangaka Kazuo Umezu. Hace ya bastante tiempo me compré el tomo Hebi Onna, el número 1 de esta colección, y hacia finales del año pasado adquirí los tres mega-tomos de Hyôryû Kyôshitsu, obra que reseño aquí y que pronto será publicada en España. Como comentaba en la reseña de esta última obra, es alucinante las filigranas y efectos que los diseñadores de los libros han conseguido en esta colección, así que decidí que adquiriría otras obras de Umezz! Perfection, primero para leerlas (porque Umezu es uno de los grandes) y segundo para poder apreciar de cerca esa maestría en la edición de libros. Y la obra elegida fue esta Chô! Makoto-chan.
Makoto-chan es una de las obras más representativas de Kazuo Umezu y del manga de gags absurdos y escatológicos en general. Fue publicado entre 1976 y 1981 en la Shônen Sunday y se convirtió en uno de los fenómenos de la época. En cierto modo, este es uno de los “padres” de mi queridísimo Dr. Slump, de Akira Toriyama. La serie se hizo tan popular que el extraño signo que Makoto hace a veces con las manos, acompañado del grito ¡Gwashi!, fue imitadísimo entre niños y adultos. Incluso ahora, este ¡Gwashi! es popular y reconocido en Japón, hasta el punto de que UniQlo, una conocida marca de ropa, ha hecho una camiseta con la mano y el ¡Gwashi! dentro de su colección de camisetas conmemorativas del 50º aniversario de las revistas Shônen Sunday y Shônen Magazine (una camiseta, por cierto, que unos amigos me regalaron y que llevo con todo el orgullo del mundo, je je).
Especial Gwashi en la página oficial de Kazuo Umezu: La historia de Gwashi (con ilustraciones) / Haz tu propia mano Gwashi (imprimiendo y recortando la imagen que prefieras)

¡Vamos a la playa!
Curiosamente, sin embargo, en la colección Umezz! Perfection solo se encuentra disponible la secuela de Makoto-chan, que no es otra que Chô! Makoto-chan, el manga que reseño en esta ocasión. Fue publicado entre 1988 y 1989 y en su origen tenía el mismo título de Makoto-chan, aunque con el subtítulo Heisei-ban (Versión Heisei*). Aunque los 4 tomos de los que constaba originalmente fueron publicados en aquella época, no se reeditaron durante mucho tiempo y acabaron siendo una pieza de coleccionista. Supongo que en parte por eso pensaron que conseguirían más notoriedad y ventas publicando Chô! Makoto-chan antes en la colección Umezz! Perfection.
* Heisei es el nombre de la era actual y designa al reinado del actual emperador Akihito. Empezó a principios de 1989, con lo que el año 2008 es conocido en Japón como “Año 20 de Heisei”.
Pasando a lo que es la obra, se trata de historias autoconclusivas con gags. El protagonista no es otro que Makoto-chan, un niño de guardería que siempre va con cara de tonto por la vida y el moco colgando. Además, habla fatal y realmente cuesta seguir lo que dice. Su familia tampoco le va a la zaga: una hermana mayor de aspecto finolis, el padre, la madre y los dos abuelos, todos ellos tontos hasta decir basta. Las historias no tienen demasiado argumento en sí, la verdad. Una puede ir de un día en la playa de la familia, otra de que a Makoto le da por trastear con la cámara de vídeo de su padre, etc. La principal característica del manga es la absoluta y bestial escatología que destila.
Si alguien se escandaliza porque a Arale le dé por llevar en la mano cacas pinchadas en un palo, con Makoto-chan puede llegar a sufrir un patatús. La verdad, conozco varios mangas bastante burros en este sentido, pero creo que Makoto-chan se lleva la palma en lo que se refiere a guarradas a cuál más bestia. En este primer tomo, por ejemplo. hay un episodio que va de un lavabo que no se traga la mierda por mucho que tires la cadena… ¡Y da verdadero asco! Y lo más curioso es que Umezu no se corta a la hora de dibujar guarradas: el protagonista de la marranada de turno puede ser tanto Makoto como su madre (que aparece cagando a lo bestia), su abuela (que aparece en pelotas) o cualquiera. Solo para estómagos poco sensibles. Lo curioso es que se publicó en una revista shônen, para público infantil y juvenil… Si aquí ponen el grito en el cielo por las tonterías de Shin-chan, no puedo imaginarme lo que dirían con Makoto-chan.
En lo que respecta al libro en sí, pues sencillamente diré que es la edición de manga más alucinante que he visto nunca. Absolutamente preciosa. Desde efectos en relieve en portada pasando por bloques de páginas satinadas, otras mates, otras en color, un pequeño libreto a color desplegable encuadernado en medio del libro… ¡Yo qué sé! Una auténtica maravilla de la edición que hace empalidecer a cualquier Kanzenban de por ahí, en serio. Y esto solo por unos 1200 yenes, que vendrían a ser unos 7 euros aproximadamente. Para mear y no echar gota.

Nueva licencia manga – Aula a la deriva

Tuesday, August 26th, 2008
Acabo de ver en La Cárcel de Papel que Ponent Mon ha anunciado la licencia de la desconcertante obra Hyôryû Kyôshitsu (Aula a la deriva) del gran Kazuo Umezu. Como ya viene siendo habitual en este blog, añado la referencia en la lista de aquí al lado. ¡Uno más que pasa a engrosar la lista de títulos comentados en este blog que dejan de ser inéditos en nuestro país!
Por cierto, en ese post, del 1 de enero de este mismo año, decía que veía complicado que se editara esta obra en España, que “tal vez en unos años” la veríamos por aquí. Pues ocho meses han durado mis “unos años”. Anda que podría ganarme la vida como “pitoniso”… XDD

Hyôryû Kyôshitsu (Aula a la deriva)

Tuesday, January 1st, 2008
  • Título: 漂流教室 -Hyôryû Kyôshitsu- (Aula a la deriva)
  • Autor: Kazuo Umezu
  • Editorial: Shôgakukan
  • Revista: Shônen Sunday
  • Clasificación: Shônen
  • Tomos: 3 (colección Umezz Perfection!)
Como buen aficionado al manga clásico, ya hacía un tiempo que quería leer alguna obra de Kazuo Umezu, uno de los grandes del manga setentero y ochentero. Se ve que Umezu “himself” es todo un personaje, pero de eso posiblemente ya hablaré en otra ocasión Es uno de esos pocos autores cuyo nombre aparece siempre en las listas de mangakas más influyentes de la historia del manga -sin ir más lejos, el grandioso Junji Itô es su heredero más directo-, pero por alguna razón, hasta hace relativamente poco no había leído. Hace un par de años, vi en una librería una nueva edición de su historia Hebi Shôjo (La chica serpiente) y no dudé en adquirirla. Luego resultó que esa edición de Hebi Shôjo no era más que el primer libro en la colección Umezz Perfection! de la editorial Shôgakukan.
En mi viaje más reciente a Japón, el mes pasado, descubrí en una librería un tomo muy grueso y preciosamente editado: era el primer tomo de Hyôryû Kyôshitsu, una de las obras más representativas de Kazuo Umezu y la octava en ser editada en esta colección (aquí están todas las portadas, una pasada todas ellas). Un tomo precioso, de más de 750 páginas, con una calidad de reproducción impresionante, un papel excelente (que, curiosamente, en algunos pliegues es de color beige claro y menos satinado que el normal, desconozco el porqué pero el efecto es genial) y otros detalles que hay que verlos para creerlos. Esta obra se edita completa en 3 de estos tomos y el último acaba de salir en Japón el pasado día 26 de diciembre.
Estamos ante una historia muy cruda, que comienza con un niño que tiene una pelea bastante heavy con su madre y le jura que “no volverá nunca más a casa”, a lo que ella replica que “perfecto, porque yo no quiero volver a verte nunca más”. Más tarde, el niño va al colegio y, al poco, ocurre un terrible terremoto. Cuando se quieren dar cuenta, el colegio entero se encuentra situado en medio de la nada, un terreno yermo e inhóspito. Por la otra parte, en la ciudad, en el sitio donde estaba el colegio no queda más que un enorme agujero.

Umezu no se corta un pelo
Pese a que el título es Hyôryû Kyôshitsu (Aula a la deriva), la verdad es que es un poco engañoso, ya que no es un aula, sino un colegio entero; ni tampoco va a la deriva, sino que simplemente se traslada a otro lugar. La verdad es que es un poco raro, ¿no? Pero bueno, así es como empieza una historia colosal. Por un lado, el drama del niño y su madre, carcomidos por el arrepentimiento por las fuertes palabras que se dijeron antes de separarse. Por el otro, la situación de un colegio de primaria entero en medio de un lugar inhóspito; el no saber qué hacer, la incertidumbre, el pánico, la locura enfermiza en la que acaban cayendo los maestros; el descontrol y los llantos de los niños más pequeños, etc.
Umezu tiene una forma de narrar increíblemente veloz y cruda, directa. No duda en mostrarnos el lado más perverso del ser humano, lo que contrasta terriblemente con su estilo de dibujo “à la Tezuka”. Tiene escenas verdaderamente fuertes y no se corta ni un pelo en “diezmar” las filas de los cientos de alumnos que componen el colegio. Yo he leído los dos primeros tomos y me falta el tercero, así que no sé cómo acabará la historia, pero os aseguro que estoy ansioso de saber cómo soluciona Umezu el embolado en el que mete a sus pobres personajes.
Para mí, leer esta historia ha sido un soplo de aire fresco. Estamos en una época en la que las obras de ficción deben tener un componente “realista” y “verídico” que, a veces, hace que nos compliquemos mucho la vida. En Hyôryû Kyôshitsu, Umezu no se para a contarnos por qué el colegio de marras desaparece de golpe, simplemente es algo que ocurre y ya está. Es un estilo directo y “poco lógico”, con un sabor añejo que consiguió devolverme a aquellos días en los que leía un cómic y no le daba vueltas al mismo pensando “esto el autor se lo ha sacado de la manga”, “en una situación así, la gente no haría esta cosa”, o “en el espacio no se transmite el sonido, por lo tanto es imposible que la explosión de esa nave la hayan escuchado estos tíos” o cosas así.
Esta obra en concreto de Umezu la han publicado en los Estados Unidos con el título de Drifting Classroom, y en Francia como L’école emportée (buen título, si se me permite el inciso, más fiel al contenido del manga que el original), así que es posible que algún día la podamos leer aquí. Sin embargo, actualmente el manga clásico todavía no tiene un nicho de mercado suficientemente grande en España -aún estamos en el estadio “de momento publiquemos a Tezuka” y aun así las ventas son modestas-, así que es complicadillo. Tal vez en unos años…