El blog de Marc Bernabé

Artículos sobre Usui en la prensa

Sunday, September 27th, 2009

Estos días hemos podido colaborar, bien como redactores, bien como entrevistados, en algunos artículos de prensa, concretamente para los periódicos Avui, La Razón y El País. Los pongo aquí para que no caigan en el olvido.

Shin Chan se queda huérfano
(LA RAZÓN, 22 de septiembre)
por Marc Bernabé

Este domingo se confirmaba la desgraciada muerte de Yoshito Usui (1958-2009) después de que se recuperara su cadáver accidentado del fondo de un enorme precipicio en una zona montañosa. Usui había sido declarado desaparecido desde que el pasado 11 de septiembre se fue de excursión y no regresó a casa. Esta persona, modesta y reservada, a simple vista “un japonés más”, fue en realidad un genio del humor que consiguió traspasar fronteras. No en vano, creó al polémico, zafio y maleducado (pero sumamente adorable) niño cabezón Shin Chan en 1990 como tira cómica para una revista de cómics enfocada básicamente a oficinistas.

Shin Chan conoció pronto una adaptación a televisión en forma de dibujos animados, y su emisión vino acompañada de una gran polémica en Japón debido a la irreverencia del personaje. En el año 2001, la serie desembarcó en España y, como no podía ser de otra manera, cosechó un gran éxito y, de paso, desató también la polémica.

Usui llevaba trabajando ininterrumpidamente en el cómic de Shin Chan desde hacía ya 19 años y, a pesar de que confesaba sentirse bastante cansado de su oficio como dibujante, últimamente hablaba con ilusión del hecho de que sus dos hijas veinteañeras habían empezado a ayudarle en su trabajo. Según decía, “dibujan mejor que yo (lo cual no es tan difícil)”.

Shin Chan puede gustar o no, pero lo innegable es que ha dejado una huella imborrable en toda una generación. Con el fallecimiento de su autor, nos deja un dibujante de cómics, sí, pero también una cálida persona, un marido y un padre de familia. Un mago del humor japonés que ha conseguido calar muy hondo en nuestro país.

Dibujo dedicado a Manu, donado para el blog

Dibujo dedicado a Manu, donado para el blog

Adéu a Yoshito Usui, el pare d’en Shin Chan
(AVUI, 22 de setembre)
per Verònica Calafell

Aquesta setmana ens ha deixat un mestre de l’humor. Vivia a l’altra banda del món, al Japó, en una petita ciutat dormitori al nord de Tòquio, Kasukabe, que cap de nosaltres no sabria situar al mapa si no fos perquè ell la va fer famosa a través dels seus personatges.

Yoshito Usui (1958-2009) era un home discret, de poques paraules, que fugia de la fama i les fotografies i s’entestava a dur una vida anònima malgrat haver creat un dels fenòmens socials més destacables dels anys noranta al Japó i d’aquesta última dècada a Catalunya. No volia que el maregessin gaire. Preferia la muntanya que les festes de l’elit editorial de Tòquio i s’estimava més quedar-se tranquil•lament a casa, amb la seva dona i dues filles, que fer grans viatges.

També era un home observador, un caçador d’històries pròpies i alienes en les quals s’inspirava per crear les aventures i desventures del seu personatge. El Shin Chan, sí, el del “culet, culet”, la “trooompa” i la “Misae del cul gros”. Aquell que sempre té 5 anys i és desvergonyit, irreverent i alhora adorable.

Yoshito Usui va crear el Shin Chan l’any 1990 en forma de manga. El van seguir l’animació, les pel•lícules, els videojocs i el marxandatge. Tot això només ho supervisava, mentre continuava creant guions, introduint personatges nous i dibuixant sense parar: tenia entregues cada quinze dies. Shin Chan va creuar fronteres: va arribar a Taiwan, a Corea… I onze anys més tard, l’any 2001, aterrava a Catalunya. Avui les seves bromes formen part del nostre bagatge, tots el coneixem i als uns els agrada més que als altres. No ha passat desapercebut, en poques paraules.

Al seu creador, en canvi, li agradava passar desapercebut. Però avui no és el dia, Yoshito, avui et volem retre un homenatge. Perquè sense saber-ho, i segurament sense pretendre-ho, vas construir un pont entre la terra japonesa i la catalana: el pont del humor i de les rialles. Gràcies. En paraules del Shin Chan, sàpigues… Ei, que et trobarem a faltar!

Dibujo dedicado a Irene, donado para el blog

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Obituario: Yoshito Usui, creador del manga ‘Shin Chan’
El personaje es el niño más irreverente de la televisión
(EL PAÍS, 27 de septiembre)
por Lila Pérez Gil

Es más que probable que ni una sola madre querría tener como hijo a Shinosuke Noara, Shin Chan, el personaje de un niño irreverente, grosero, irrespetuoso y chillón que creó el dibujante japonés Yoshito Usui. El 20 de septiembre, la policía de la prefectura de Gunma, a unos 100 kilómetros al noroeste de Tokio, confirmó que Usui, de 51 años, había muerto el pasado día 11, cuando se fue a hacer senderismo por las montañas Arafuna.

Aunque la ruta senderista está bien señalizada y apartada de los acantilados de Tomoiwa, y pese a que, según su familia, Usui visitaba el lugar con frecuencia, todo apunta a que se acercó demasiado al borde del precipicio para tomar una foto del paisaje y cayó. Unos excursionistas encontraron días después su cuerpo al pie de una pared de cien metros de alto, con sus cosas metidas en la mochila, salvo su cámara digital, cuya última foto era precisamente una de esas peligrosas vistas.

Usui nació el 21 de abril de 1958 en la prefectura de Shizuoka, al este de Tokio. Estudió diseño mientras trabajaba y después estuvo en las oficinas de una empresa de publicidad. Pero en los años ochenta lo dejó todo para dedicarse al manga.

“Era una persona de lo más común, un japonés cualquiera”, recuerda por teléfono el experto en cultura nipona y traductor de japonés -y de Shin Chan– Marc Bernabé, de 33 años, que lo conoció en 2001 y con quien desde entonces trabó una buena amistad. “Era delgado, para nada especial, muy reservado, pero te hacía continuamente preguntas sobre tu vida”, añade. “Hablando con él no te hacías a la idea de que tuviera tanto humor dentro como para crear esos cómics. Si acaso, de vez en cuando, soltaba alguna broma, pero enseguida se retraía, le daba como vergüenza. Es que en Japón no está bien visto eso de contar chistes”. Tampoco le gustaba que le sacaran fotos “ni figurar en ninguna parte”.

El fenómeno Shin Chan, que nació como una tira cómica y pronto pasó a ser un dibujo animado que llegó a España en 2001, atrajo tantas críticas como parabienes. Para algunos, el niño era un mal ejemplo para los menores, que había que evitar. Para otros, una caricatura de los modelos familiares.

Autorretrato de Usui

Autorretrato de Usui

En su blog, Bernabé, que está dedicando esta semana a escribir tanto la biografía de su amigo como a recordar los momentos pasados junto a él, recalca que este mangaka (así se llama a los dibujantes de manga) no sólo se dedicó a historias familiares. Además de Shin Chan recuerda otra, titulada Super Shufu Tsukimi-san (Tsukimi, la súper ama de casa), destinada más al público treintañero, sobre la familia de una señora más bien desastrosa y despistada, con un marido oficinista (como fue Usui muchos años) y dos hijas (como tenía Usui). “No podía evitar ver un sesgo autobiográfico de Yoshito en esos dibujos”, apunta Bernabé. Los gags escatológicos de Shin Chan, el niño que le afea a su madre el trasero tan gordo que tiene, y que se baja los pantalones y enseña el suyo al grito de “¡culito culito!”, se repetían en estas viñetas.

Pero también tuvo tiempo y valentía para meterse con la yakuza, la mafia japonesa, con historias con escenas grotescas de sangre y sexo. “Me he reído por lo absolutamente cafres y hasta de mal gusto que llegan a ser”, describe Bernabé.

Usui visitó Barcelona en dos ocasiones. “En 1990 como turista típicamente japonés, en autobús, parada y a hacer fotos”, comenta Bernabé. “El año pasado vino a visitarnos. Quería ver cómo vivíamos, lo que comíamos. Y sobre todo, ir a comer a casa de mi abuela, que le preparó de todo, hasta una escudella“.

La editorial que publica Shin Chan en Japón, Futubasha Manga’s Town, ha anunciado que Usui dejó dibujos hasta mediados de octubre. Shin Chan, que nació en 1990, se ha quedado huérfano después de 59 volúmenes con sus aventuras. A menos que las hijas de Usui, de 24 y 22 años, y que según su padre dibujaban mejor que él, vuelvan a contar sus historias.

Mix Connection

Friday, September 25th, 2009
  • Título: みっくす・こねくしょん –Mix Connection–
  • Autor: Yoshito Usui
  • Editorial: Futabasha
  • Revista: Manga Action
  • Años publicación: ? (pre 1993)
  • Clasificación: humor, 4-koma
  • Tomos: 1

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Cuando en 2002 entrevisté por primera vez a Yoshito Usui, le pregunté por sus obras aparte de Shin Chan, sabiendo que tenía varias y pensando que me daría una lista más o menos exhaustiva. Cuál fue mi sorpresa cuando me habló solamente de Super Shufu Tsukimi-san (Tsukimi, la superama de casa). Perplejo (básicamente porque en casa tenía este tomo de Mix Connection) le dije “pero sí que tienes otras obras, que yo las he visto, ¿no?”, a lo que él me respondió riéndose que sí, pero que prefería obviarlas. En fin, resumiendo, que parece que Usui no estaba muy orgulloso de sus obras antiguas ^_^. Además, en otro orden de cosas, no sé cómo salió en la conversación, pero recuerdo que en otro momento hablamos sobre los yakuza (mafia japonesa), y me comentó que el mundo de la mafia le hacía muchísima gracia y, medio en broma, me dijo que temía que algún día un mafioso se cabreara con él. Entonces no entendí muy bien el comentario (es verdad que en Shin Chan salen algunos mafiosos, pero no es para tanto) pero ahora, después de leer esta obra, creo que ya sé por dónde iban los tiros.

Y es que Mix Connection es una recopilación de tiras cómicas de cuatro viñetas (yon-koma), la mayoría de las cuales se sustentan en bromas alrededor de los yakuza. En ellas aparecen desde los jefes mafiosos a los aprendices jóvenes, pasando, claro está, por los distintos lugartenientes y miembros de las jerarquías yakuza. También resulta divertido el papel de un pobre matrimonio que vive al lado de una guarida yakuza y que tiene que sufrir todo tipo de peregrinas situaciones derivadas de convivir con los mafiosos.

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Tira de la derecha
Viñeta 1: Se sabe que al capo de la banda XY le encantan los perros. Obligaremos a este chucho a tragarse una minibomba, haremos que se acerque al capo y “buuuum”.
Viñeta 2: ¡A por él!
Viñeta 3: Clic.
Viñeta 4: Buuuuuuuuum / Hostia, justo donde he cagado hace un momento.

Tira de la izquierda
Viñeta 1: Tenga, por favor, acepte esto. / La vecina del capo yakuza. / Me lo han enviado mis familiares en el campo. / Vaya, gracias.
Viñeta 2: Ding dooong / Hola, vengo de parte del Grupo Kanitama, los vecinos. / Voooy.
Viñeta 3: El capo me ha dado esto para usted, para agradecerle su gesto… / Vaya, no hacía falta, hombre…
Viñeta 4: Me ha dicho que se lo ha enviado un amigo Sudamericano y… / Opio / Por favor, no tengas más detalles con ellos…

Como podéis ver, los chistes son sorprendentemente “muy” adultos: hay muertes y sangre, pero también mucho sexo (yakuza poniendo o siendo puestos cuernos, masturbaciones y cosas así), yakuza homosexuales, travestis… Vamos, todo un desfile de humor bastante burro del tipo que, en Shin Chan, solo se entrevé ligeramente. A mí me ha gustado bastante la obra y ha habido tiras que me han arrancado sonoras carcajadas por lo absolutamente cafres y hasta de mal gusto que llegan a ser.

No he logrado encontrar en qué año exactamente se publicaron estas tiras, solo que el tomo se publicó en 1993. En internet tampoco hay información (sorprendentemente, por cierto, apenas hay nada en internet sobre las otras obras de Usui aparte de Shin Chan). A pesar de todo, mi deducción es que estas tiras se publicaron sobre finales de los años 80 en la Manga Action y/o alguna otra revista de la editorial Futabasha y en su momento no se recopilaron en forma de tomo unitario. En 1993, cuando hacía un año que el anime de Shin Chan estaba en antena y su éxito (y polémica) estaba en pleno auge en Japón, seguramente los ejecutivos de Futabasha decidieron publicar en tomo otras obras de Usui para aprovecharse del tirón de Shin Chan, y Mix Connection fue uno de los que salieron. Vamos, es una hipótesis, pero imagino que no voy muy desencaminado.

Como he dicho, pues, el humor de Mix Connection es sorprendentemente adulto y a veces hasta raya el mal gusto, por lo que habrá gente que directamente lo aborrezca. Por otra parte, si ya es difícil ver obras como Tsukimi-san editadas en nuestro país, con Mix Connection lo es más, puesto que al basarse muchas de las bromas en el mundo yakuza, si no sabes un poco de qué va la cosa (lo de cortarse el dedo si se comete un error, sacrificarse por el bien de la banda, los juramentos…) te puedes perder bastante. Además, algunas tiras directamente son incomprensibles para un occidental que no sepa mucho-mucho sobre cosas muuuuy concretas de la cultura japonesa, como el segundo ejemplo que pongo. Así, francamente, este tomo no haría mucha gracia traducido, ya que tendría que estar lleno de notitas del traductor que restarían toda la gracia.

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Ejemplo de tira incomprensible para un occidental:
Viñeta 1: ¡Hay testigos que te han visto vendiendo mierda (droga)!
Viñeta 2: ¡Canta de una puta vez, coño! / Es… Es que no sé nada…
Viñeta 3: ¡No he sido yo! ¡No he sido yoooo! / Se acabó el tiempo, Yama-san. Hay que soltarle.
Viñeta 4: Buen trabajo. Tiene que haber sido duro un interrogatorio de tantas horas, ¿eh?  / Nah, no ha sido nada del otro jueves, je, je. / En fin, pasa y come algo, chaval.
Viñeta 5: N… ¡No he sido yo! ¡No he sido yo, lo juroooo! / ¿Y ahora qué le pasa? / Katsudon / Qu… ¿Qué te pasa?

Explicación: Como bien sabe el que ha visto muchas películas o series de policías japoneses, es típico que a los interrogados les den un bol de katsudon (cerdo rebozado y huevo sobre base de arroz) para comer, a menudo para mostrarse amables con ellos para que confiesen de una vez. Así, el pobre chaval acaba asociando el katsudon con el interrogatorio, un poco como el perro de Pavlov.

Nota: Yama-san es típico nombre de detective, en honor al detective Yamamura (Yama-san) de la archifamosa serie setentera Taiyō ni hoero! No os perdáis el opening (Yama-san es el “pájaro” que aparece sobre el minuto 1:10).

Lo mejor

  • Humor muy-muy burro, con sexo, violencia e incorrección política.
  • Los yakuzas molan.
  • Las tiras en las que sale la pobre vecina de los yakuza.
  • El perro Pesu, que se masturba con fotos de perras follando.

Lo peor

  • Dibujo tosco, típico de Usui.
  • Algunos chistes son incomprensibles para un occidental.
  • Algunos chistes no tienen mucha gracia.

Super Shufu Tsukimi-san (Tsukimi, la superama de casa)

Thursday, September 24th, 2009
  • Título: スーパー主婦月美さん –Super Shufu Tsukimi-san– (Tsukimi, la superama de casa)
  • Autor: Yoshito Usui
  • Editorial: Take Shobō
  • Revista: Manga Life
  • Años publicación: 1992-2003
  • Clasificación: humor, 4-koma
  • Tomos: 6

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Cuando traduzco una obra de un autor que me gusta, siempre intento indagar un poco más sobre sus otras creaciones. Este, como no fue de otra manera, fue el motivo por el que en su momento adquirí los tomos que comentaré en esta y la siguiente entradas: estaba disfrutando tanto con Shin Chan que tenía que conocer otras obras de su creador, Yoshito Usui.

En su momento, hace ya varios años, leí este tomo y recuerdo que me lo pasé muy bien y punto. Pensé: “vaya, esta obra se parece bastante a Shin Chan, se nota que es del mismo autor”, y poco más. Esta semana, con motivo de este homenaje que le estoy haciendo en el blog, he releído la obra y, la verdad, por un lado me he reído un montón y por el otro me han dado grandes punzadas de dolor.

Me explico: esta obra consta de pequeños gags de cuatro viñetas que narran las pequeñas aventuras graciosas de una familia japonesa como cualquier otra, los Kawagoshi. En ella, encontramos al marido Hideo, oficinista de profesión, la mujer Tsukimi, ama de casa, y las dos hijas Asami, la mayor y Hoshimi, la pequeña. Los gags se centran en la figura de Tsukimi, un ama de casa bastante burda, vaga, bruta, pero al fin y al cabo adorable. Vamos, una especie de mezcla entre Misae y Shinnosuke. En esta obra, las hijas pasan vergüenza por culpa de la madre, que siempre se queda dormida y hace que Hoshimi pierda el autobús de la guardería (con el consiguiente bochorno de la pequeñina) o tiene todo tipo de ocurrencias, a cuál más estrafalaria y contradictoria, para ahorrarse trabajo. Ocurrencias, claro está, que siempre acaban en desastre.

Tira de la derecha (curiosamente, esta historieta es en cinco viñetas y no en cuatro): Viñeta 1: Buenas tardes. / Oh, buenas tardes. Viñeta 2: Huy, es verdad, que tenía que ir a arrancar la hierba del jardín. / ¡’Ta luego! / ... Viñeta 3: Te vas a enterar. Viñeta 4: ¡Buenas tardes! / Ja, ja, ja / Huy, hacía días, ¿eh...? Viñeta 5: ¡Me voy a plantar algo en el jardín! / ¡’Ta luego! / ¡Ven aquí, maldita seaaaa! Tira de la izquierda Viñeta 1: Estas dos cada mañana llegan cuando el autobús ya ha pasado. / Brrrmmmm / ¡Oh, se ha ido! Viñeta 2: ¡Venga, daleeeee! / Flaaas Viñeta 3: Plooof / Ñiiiiik / ¡Uaaaah! Viñeta 4: ¡Si tiene la energía para dedicarse a hacer muñequitos, podría procurar levantarse cinco minutos antes, digo yo! / Juro que nunca seré una madre como ella.

Tira de la derecha (curiosamente, esta historieta es en cinco viñetas y no en cuatro): Viñeta 1: Buenas tardes. / Oh, buenas tardes. Viñeta 2: Huy, es verdad, que tenía que ir a arrancar la hierba del jardín. / ¡’Ta luego! / ... Viñeta 3: Te vas a enterar. Viñeta 4: ¡Buenas tardes! / Ja, ja, ja / Huy, hacía días, ¿eh...? Viñeta 5: ¡Me voy a plantar algo en el jardín! / ¡’Ta luego! / ¡Ven aquí, maldita seaaaa! Tira de la izquierda Viñeta 1: Estas dos cada mañana llegan cuando el autobús ya ha pasado. / Brrrmmmm / ¡Oh, se ha ido! Viñeta 2: ¡Venga, daleeeee! / Flaaas Viñeta 3: Plooof / Ñiiiiik / ¡Uaaaah! Viñeta 4: ¡Si tiene la energía para dedicarse a hacer muñequitos, podría procurar levantarse cinco minutos antes, digo yo! / Juro que nunca seré una madre como ella.

No he logrado encontrar en ninguna parte cuándo empezó ni terminó esta obra, solo que se publicó originalmente en la revista Manga Life de la editorial Take Shobō y que, de los seis tomos en los que se recopiló, el primero se publicó en febrero de 1993 y el último en mayo de 2003 (por cierto, el último tomo no va marcado con el número 6, que es el que le correspondería, sino que se titula Shuper Shufu Tsukimi-san Special). Así, asumo que esta obra empezó sobre el año 1992, cuando Shin Chan ya llevaba un par de años publicándose. Por cierto, que la revista en la que se publicó está enfocada básicamente a un público treintañero y urbano, es decir adulto, por lo que las situaciones pueden ser un poco brutas en algunas ocasiones y no se escatima en temas sexuales o incluso violentos. Vamos, un poco como los primeros tomos del manga de Shin Chan, antes de que la emisión por televisión del anime provocara que el cómic original se fuera descafeinando y “blanqueando” gradualmente.

Antes he dicho que esta obra me había provocado punzadas de dolor. Lo ha hecho porque sospecho seriamente que sus personajes y situaciones están muy inspiradas en la propia vida de Yoshito Usui. No en vano, Usui tenía dos hijas, que en 1992 tenían 7 y 5 años respectivamente, exactamente la edad que parecen tener los personajes de Asami y Hoshimi. Además, el carácter de Tsukimi, algunas palabras que usa y algunos gestos que realiza en el manga me recuerdan muchísimo a la esposa de Usui: esa típica mujer un poco desastrillo y torpona, pero que al fin y al cabo es adorable a matar y a la que se lo perdonarías todo. Por si fuera poco, solo unos años antes Usui había estado trabajando en una oficina, como millones de otros japoneses, por lo que su figura se solapa directamente con la del personaje Hideo. No sé, esta obra me parece muy autobiográfica, y en ella he podido entrever a Usui y su propia familia en acción, lo que ha conseguido arrancarme unas risas y, al mismo tiempo, unas lágrimas por su lamentable pérdida.

El arte de las historietas humorísticas en cuatro viñetas (yon-koma manga) tiene una larguísima tradición en Japón, e incluso existen publicaciones dedicadas exclusivamente ella, como la propia revista Manga Life en la que se publicó esta obra (y que este 2009 cumple su 25º aniversario, por cierto). No hace falta decir que se trata de un arte bastante complicado de dominar, ya que en solo cuatro viñetas hay que realizar una presentación, un nudo, y un desenlace humorístico que se concentra en la última viñeta. En Super Shufu Tsukimi-san, Yoshito Usui se destapa como un maestro del género, con chistes realmente graciosos y con la chispa que le caracteriza. Por cierto, el yon-koma raramente sale de Japón, y en España apenas si hemos visto ejemplos de él: puedo nombrar a Azumanga Daioh y poco más.

Dibujín con el que Usui me dedicó uno de los tomos de Tsukimi-san

Dibujín con el que Usui me dedicó uno de los tomos de Tsukimi-san

Su estilo de dibujo, bueno, ya sabemos cómo es: más bien burdo, pero extremadamente expresivo. Usui era de esos raros y geniales dibujantes que, con cuatro rayas, consiguen una enorme expresividad en los personajes. Él mismo se avergonzaba de su poca maña dibujando y deseaba que ojalá fuera capaz de dibujar mejor. Sin embargo, también es justo decir que su estilo casa a la perfección con el manga humorístico más castizo de Japón, especialmente con el de los yon-koma manga. Las revistas de yon-koma están repletas de cómics dibujados con este estilo extremadamente caricaturesco y feísta que tan y tan alejado está de aquellas obras a las que solemos llamar “manga”, con grandes ojos, muchas líneas cinéticas y tramas y acciones relativamente simples que se desarrollan en muchas páginas con grandes y espectaculares viñetas. Existe mucho manga que no es así; Shin Chan nos demostró que no todo el manga son Son Gokus ni que todos los mangaka son grandes genios del dibujo como Katsuhiro Ōtomo, pero… A veces se demuestra eso de que “el guión está por encima del dibujo”, ¿no?

En definitiva, y para cerrar esta reseña, creo que Tsukimi-san es la obra más personal de Yoshito Usui, por encima de Shin Chan, que fue la obra que le encumbró al estrellato y le dio la fama, pero que por otro lado eclipsó al resto de su creación.

Lo mejor

  • Grandes dosis de humor.
  • Tintes autobiográficos.
  • El humor es más adulto y macarra que en Shin Chan

Lo peor

  • Dibujo tosco, como siempre en Usui.
  • Algunos chistes son imposibles de comprender para un occidental.
  • Hay chistes mejores que otros.

Yoshito Usui, el amigo

Wednesday, September 23rd, 2009

En agosto de 2001 me fui a Yokohama para trabajar en la organización del Mundial de Fútbol 2002 Corea-Japón durante un año. Una vez allí, pensé que estaría bien intentar conocer a algunos mangaka, así que me puse a ello: con algunos fracasé, pero con Yoshito Usui y Ken Akamatsu (Love Hina, Negima!) tuve éxito. En el caso de Usui, encontré su dirección personal en una web coreana. Creo que había sido un fan coreano que había enviado una carta de admiración y había recibido respuesta del propio maestro, y contento por ello, escaneó la carta y el sobre. En el sobre escaneado venía el remitente, así que probé a mandar una carta a esa dirección… ¡Y unos días más tarde recibí una llamada del propio Usui!

Usui quedó muy sorprendido de lo que le contaba en la carta sobre el enorme éxito de Shin Chan en España y, curioso por lo que le podía contar, accedió a conocerme. Así, el 16 de febrero de 2002 quedamos en un exquisito (y carísimo) restaurante especializado en gambas y langostas del exclusivo barrio de Ginza, en Tokio. A la velada se presentó su esposa, una mujer encantadora. Estuvimos charlando durante muchísimo rato e incluso aproveché para hacerle una entrevista, que se publicó en el tomo 9 de la edición antigua del manga, tanto catalana como castellana. Y, por supuesto, le pedí un dibujito. ^_^

Dibujo de Boo-chan que le dedicó al compañero Toni de Daruma durante su visita el año pasado y que Toni ha cedido amablemente para su publicación.

Dibujo de Boo-chan que le dedicó al compañero Toni de Daruma durante su visita el año pasado y que Toni ha cedido amablemente para su publicación.

De aquella velada recuerdo sobre todo la gran amabilidad e interés del matrimonio Usui: la verdad es que me acribillaron a preguntas sobre España y sobre mí, y lo poco que pude preguntarle sobre su vida personal lo esquivó con bastante habilidad. A medida que le fui conociendo posteriormente me di cuenta de que era un hombre extremadamente reservado al que no gustaba mucho hablar sobre sí mismo. Incluso tenía la superstición de que su manga dejaría de tener éxito si se hacía pública una foto suya y la gente veía la “cara de lerdo que tenía el autor”, por lo que no pude acompañar el artículo con ninguna foto suya.

Al año siguiente, 2003, el programa contenedor de K3 “3xl.net”, con el patrocinio de Luk Internacional, licenciataria del anime de Shin Chan y Doraemon, realizó la segunda edición del llamado Megaconcurs, un concurso que premiaba a tres chicos con un viaje a Japón de unos diez días para conocer el país y hacer un reportaje. En las dos ediciones del concurso, Verònica y yo trabajamos como intérpretes y acompañantes del viaje, y en el segundo año se acordó una visita a la editorial Futabasha, la que edita el manga de Shin Chan en Japón. Se negoció para que Usui conociera a los tres chicos vencedores de la edición de aquel año y finalmente, con la presencia necesaria de su editor y de un servidor, como intérprete, se produjo el encuentro. El maestro se mostró algo receloso al principio (solo permitió que grabaran sus manos dibujando), pero pronto se soltó en el restaurante, con todo el grupo reunido. El ambiente fue tan distendido que acabamos haciéndonos fotos con él en “pose Ultra Héroe”. Aquella noche recuerdo que le pedí si me haría el favor de escribir un pequeño prólogo para el libro Japonés en viñetas 2, que saldría solo un par de meses después al mercado, a lo que él accedió amablemente. Por supuesto, lo considero un honor mayúsculo.

En 2003, en el restaurante con la gente de 3xl.net. Tapo la cara de Usui porque no quería que saliese publicada y hasta que no obtenga permiso de la familia mejor me abstengo de hacerla pública.

En 2003, en el restaurante con la gente de 3xl.net. Tapo la cara de Usui porque no quería que saliese publicada y hasta que no obtenga permiso de la familia mejor me abstengo de hacerla pública.

A partir de entonces, nos hicimos bastante amigos de los Usui, y prácticamente cada vez que visitábamos Japón aprovechábamos para llamarles y quedar con el matrimonio. Una vez incluso quedamos en la ciudad de Kasukabe, donde viven, y nos hicieron un mini tour por lugares en los que Usui se inspiró para sacar en el manga (como el supermercado o la autoescuela). En su momento, cuando dijimos que nos gustaría visitarla, había dicho: “¿Queréis quedar en Kasukabe? ¿Para qué, si no hay nada?” Y, tras la visita, una cosa me quedó clara, y es que Usui tenía razón: Kasukabe es una ciudad dormitorio realmente insulsa. De todos modos, fue muy agradable el paseo y la posterior conversación en un delicioso restaurante de yakiniku (carne asada). Poco después, Usui nos sacaba en un pequeño cameo en la serie, en el que aparecemos Vero y yo en un restaurante dialogando en dialecto de Kansai (vivimos 1 año en Kioto y 3 en Osaka, por lo que se nos había pegado el peculiar dialecto y a veces nos salían expresiones típicas de allí, lo que a Usui le hacía mucha gracia).

Nuestro primer cameo: "Marc, ¿esta noche comemos takoyaki?" "Vale, pero también un okonomiyaki, Verònica" (tanto takoyaki como okonomiyaki son platos típicos de Osaka)
Nuestro primer cameo: “Marc, ¿esta noche comemos takoyaki?” “Vale, pero también un okonomiyaki, Verònica” (tanto takoyaki como okonomiyaki son platos típicos de Osaka)

En mayo de 2008 logramos convencer a los Usui para que vinieran a visitarnos a Barcelona en un viaje privado. Se quedaron solo cuatro días, y su mayor ilusión durante el viaje, más que visitar la Sagrada Familia y el Parque Güell (que ya conocían de un viaje que hicieron en los 90) fue ir a comer un domingo al mediodía a casa de mi abuela, que se esmeró con sus mejores platos (canalones, croquetas, “escudella”, pollo al horno…). En ese viaje, Usui se mostró muy interesado en conocer a nuestras familias y también a nuestros amigos y colaboradores, por lo que también visitaron un día las oficinas de Daruma.

Usui en las oficinas de Daruma en Barcelona. La foto la sacó su esposa.

Usui en las oficinas de Daruma en Barcelona. La foto la sacó su esposa.

Al cabo de pocos meses, el maestro nos obsequió sacándonos como personajes en un capítulo entero (¡realizado a todo color, toda una rareza!) de la serie ambientado en Barcelona, que después de ser publicado en la revista Manga Town acabó recopilado en el tomo 49, de momento el último publicado en Japón. Durante ese viaje, y al haberme enterado de que Planeta relanzaría el manga en octubre de ese año, aproveché para realizarle una segunda y extensísima entrevista que se ha publicado en los tomos 1 a 4 de la nueva edición (estos tomos son equivalentes a los tomos japoneses originales de 120 páginas, solo que tienen un tamaño más pequeño y no llevan sobrecubiertas). Creo que estas dos entrevistas son las únicas que concedió, o están entre las poquísimas, ya que no he leído en ninguna parte ninguna más, ni siquiera en japonés. Por cierto, he pedido (y obtenido) permiso de Planeta para reproducir estas dos entrevistas en este blog, por lo que la “semana homenaje a Yoshito Usui” se alargará más de lo previsto inicialmente. Espero que os gusten.

Viñeta del capítulo en la que Vero y yo salimos como personajes de Shin Chan cuando visitan Barcelona. En la edición en tomo, el capítulo íntegro es a color (en la revista las primeras páginas son a color, el resto en blanco, negro y rojo)
Viñeta del capítulo en la que Vero y yo salimos como personajes de Shin Chan cuando visitan Barcelona. En la edición en tomo, el capítulo íntegro es a color (en la revista las primeras páginas son a color, el resto en blanco, negro y rojo)

Yoshito Usui siempre nos pareció una persona muy peculiar, con un carácter realmente hermético. No le gustaba mucho hablar sobre sí mismo y, en cambio, tenía un interés exagerado en los demás; nos hacía preguntas de todo tipo. Sobre nosotros, nuestra familia, nuestras expectativas de futuro… Siempre atento a todo. Curiosamente, en persona no parecía tener un gran sentido del humor, y no le gustaba especialmente hablar sobre su obra. No parecía disfrutar con lo que hacía; se declaraba siempre bastante cansado y últimamente se quejaba mucho de dolor en la zona lumbar. Por suerte, entre que la editorial rebajó bastante la cantidad de páginas que debía entregar al mes (lo que ralentizó mucho la cadencia de salida de tomos) y que sus hijas (que hoy tienen 24 y 22 años) le habían empezado a ayudar últimamente y lo hacían muy bien (mejor que él mismo, según él XD), parecía bastante más aliviado en este sentido.

El tomo 1 de la nueva y reciente edición de Planeta donde se recopila la primera parte (de cuatro) de la segunda entrevista que le hice a Usui
El tomo 1 de la nueva y reciente edición de Planeta donde se recopila la primera parte (de cuatro) de la segunda entrevista que le hice a Usui

Su editor me comentó un día delante de él que tenía la esperanza de que Shin Chan llegase algún día a superar en número de tomos a la serie más longeva de la historia de la editorial Futabasha: Jarinko Chie (67 tomos), a lo que Usui puso una cara bastante apurada y dijo “ni hablar, nunca voy a conseguirlo”. Desgraciadamente, dio en el clavo. Descansa en paz, amigo, y muchos ánimos a su esposa y a sus dos hijas. Sirva este post como recuerdo de este gran autor de manga y también grandísima persona y buen amigo.

Shin Chan, el hijo predilecto

Tuesday, September 22nd, 2009
SHIN CHAN, EL HIJO PREDILECTO
Shin Chan significa mucho para nosotros; fue el primer encargo como traductores profesionales que recibimos mi ahora esposa Verònica Calafell y yo en un caluroso mes de agosto del año 2000. Era época de vacaciones y se requerían traductores inmediatamente para traducir una serie del japonés al catalán que se empezaría a emitir en septiembre de aquel mismo año. Como todo el mundo estaba fuera, sin comerlo ni beberlo tuvimos la suerte de recibir el encargo de adaptar la serie e “inventarnos” expresiones tan familiares hoy en día como “trompa, trompa” y “culito, culito” o los nombres de “Nevado” (Shiro en el original) y “Ultra Héroe” (Action Kamen)… Al final la serie no se estrenó en septiembre de 2000, sino que decidieron guardarla para el estreno del nuevo “canal” K3 el 23 de abril del año siguiente. Al principio, la serie pasó sin pena ni gloria, pero al llegar el verano explotó hasta convertirse en un auténtico fenómeno en Catalunya (las demás autonómicas estatales tardarían unos meses más en empezar a emitir la serie).
A todo esto, debido al éxito de la serie animada, Planeta deAgostini se planteó relanzar el cómic, del que había publicado tres pequeños tomos en los años 90 (y que se vendieron fatal), e inicialmente lo hizo solo en catalán debido a que el anime aún no se podía ver en castellano. En aquel entonces ya trabajábamos como traductores para Planeta, y el encargo de la traducción cayó en nuestras manos, en parte porque conocíamos la serie animada y su terminología. Con un formato A4 y unas 60 páginas por librito, el equivalente a medio tomo japonés (los tomos originales japoneses tienen unas 120 páginas), se acabaron publicando 70 números de la serie en catalán (tomos 1 a 35 japoneses) y, un poco más tarde, 50 en castellano (tomos 1 a 25 japoneses). Ambas colecciones tuvieron un número especial doble, equivalente al primer tomo japonés.
A partir de aquí, seguimos trabajando con Shin Chan durante años: entre Verònica, yo, y más tarde otros miembros del equipo de Daruma, hemos llegado a traducir también cientos de episodios para la versión española que emite Antena 3, tres largometrajes para cine, unos diez más para DVD, cinco videojuegos (fuera de Japón lanzados únicamente en España), y varios otros proyectos que incluyen colaboraciones para varios juegos para teléfono móvil y otros proyectos interesantes.

Shin Chan significa mucho para nosotros; fue el primer encargo como traductores profesionales que recibimos mi ahora esposa Verònica Calafell y yo, en un caluroso mes de agosto del año 2000. Era época de vacaciones y se requerían traductores inmediatamente para traducir una serie del japonés al catalán que se empezaría a emitir en septiembre de aquel mismo año. Como todos los habituales estaban fuera, sin comerlo ni beberlo tuvimos la suerte de recibir el encargo de adaptar la serie e “inventarnos” expresiones tan familiares hoy en día como “trompa, trompa” y “culito, culito” o los nombres de “Nevado” (Shiro en el original) y “Ultra Héroe” (Action Kamen)*… Al final la serie no se estrenó en septiembre de 2000, sino que decidieron guardarla para el estreno del nuevo “canal” K3 el 23 de abril del año siguiente. Al principio, las barrabasadas de Shin Chan pasaron sin pena ni gloria, pero al llegar el verano la serie explotó hasta convertirse en un auténtico fenómeno en Catalunya (las demás autonómicas estatales tardarían unos meses más en empezar a emitir la serie).

Tomo 1 de la edición de 2001, en catalán

Tomo 1 de la edición de 2001, en catalán

A todo esto, debido al éxito de la serie animada, Planeta deAgostini se planteó relanzar el cómic, del que había publicado tres pequeños tomos en los años 90 (y que se vendieron fatal), e inicialmente lo hizo solo en catalán debido a que el anime aún no se podía ver en castellano. En aquel entonces ya trabajábamos como traductores para Planeta, y el encargo de la traducción del manga original de Shin Chan cayó en nuestras manos, en parte porque conocíamos la serie animada y su terminología. Con un formato A4 y unas 60 páginas por librito, el equivalente a medio tomo japonés (los tomos originales japoneses tienen unas 120 páginas), se acabaron publicando 70 números de la serie en catalán (tomos 1 a 35 japoneses) y, un poco más tarde, 50 en castellano (tomos 1 a 25 japoneses). Ambas colecciones tuvieron un número especial doble, equivalente al primer tomo japonés.

El tomo 1 de la edición española de 1996, que pasó sin pena ni gloria

El tomo 1 de la edición española de 1996, que pasó sin pena ni gloria

A partir de aquí, seguimos trabajando con Shin Chan durante años: entre Verònica, yo, y más tarde otros miembros del equipo de Daruma. Aparte de más de 200 episodios para la tele catalana, hemos llegado a traducir también cientos de episodios para la versión española que emite Antena 3, tres largometrajes para cine, unos diez más para DVD, cinco videojuegos (fuera de Japón lanzados únicamente en España, lo que supone un hito logístico casi sin precedentes), y varios otros proyectos que incluyen colaboraciones para varios juegos para teléfono móvil y otros proyectos interesantes. Se puede decir, sin tapujos, que Shin Chan es de lejos el proyecto más importante y al mismo tiempo complejo que ha caído en nuestras manos: un verdadero hijo predilecto. Cabezón y guarrete, pero aun así predilecto. XD

Misae

Dibujo dedicado por Usui a Verònica. El año pasado (2008), cuando el matrimonio Usui visitó Barcelona, Vero tenía 29 años, igual que Misae, y nos cachondeábamos de ella diciéndole que era igual que la madre de Shin Chan. A Usui le hizo gracia y le dedicó este dibujito, en el que Misae dice "29 años, ¿eh?" y en la camiseta "Ánimo, Verònica"

*En un comentario me preguntan sobre estas adaptaciones, cómo eran en el original, así que prefiero responder “en abierto”.

  • “Culet, culet” (Culito, culito) es en el original ブリブリ (Buri Buri), una onomatopeya que expresa el escatológico sonido de la caca al salir del ano. Había que buscar algo gracioso e igualmente corto, y que además fuera una repetición. Al final dimos con “culito, culito”, mucho más mono y menos guarro que en el original, pero tal vez el resultado es hasta más gracioso y entrañable. En Japón, la gente se llega a sonrojar o avergonzarse bastante si dices “buri buri” por sus connotaciones absolutamente escatológicas y hasta desagradables. En cambio “culito culito” resulta totalmente inofensivo, blanco y gracioso.
  • “Trompa, trompa” es en el original ぞうさん、ぞうさん (Zō-san, zō-san), es decir, “señor elefante, señor elefante”. En realidad es parte de una conocidísima canción infantil (aquí una versión). Pero la broma no funcionaba tal cual en catalán/castellano, ya que no tenemos ninguna canción en la que salgan elefantes, y la propia palabra “elefante” era demasiado larga (zō-san son dos sílabas, elefante son cuatro). En la traducción de anime, este es un problema fundamental. Tras mucho pensar, al final dimos con la opción “trompa, trompa”, una palabra de dos sílabas perfectamente repetible y “canturreable”.
  • Sobre “Nevado”, cuando encuentran al perrito abandonado y deciden adoptarle, el episodio se lo pasan intentando pensar un nombre para él, y al final, después de tanto pensar, se deciden por el nombre más insulso y chorras que se le puede dar a un perro blanco en Japón, es decir, “Shiro” (que significa simplemente “blanco”). Para mantener el mismo efecto, había que cambiarle el nombre (en aquel entonces no teníamos ni idea que el perro sería un elemento tan importante en la serie, si lo hubiésemos sabido igual no lo habríamos cambiado), pero ponerle “Blanco” no tenía ninguna gracia, así que buscamos nombres de perro blanco que fueran bastante sosillos en catalán: “Nevat” fue la elección. Los primeros 200 o 300 episodios de la versión castellana se tradujeron del catalán (a partir de ahí, directamente del japonés y por nosotros mismos), así que los traductores no se complicaron la vida y pusieron “Nevado”. Nosotros habríamos preferido “Copito” en castellano, un nombre típico y tópico para un perro blanco, pero bueno… Al traducir el cómic en español, no habíamos visto el anime en castellano y al principio pusimos “Copito”, pero luego nos dijeron que se llamaba “Nevado” y lo cambiamos.
  • “Ultra Héroe”. Dejarle tal cual, “Action Kamen” (Máscara Action – porque en aquel entonces Shin Chan se publicaba en la revista Action), para mí no daba ninguna connotación de héroe más bien cutrillo, así que decidí ponerle otro nombre, procurando que tuviera las mismas sílabas y sonoridad que “Action Kamen”. El “Ultra”, claro está, es homejaje al héroe por antonomasia, Ultraman, mientras que “Héroe” es la nota “cutrilla” que le hacía falta para acabar de ser fiel al espíritu original. El problema es que en el cinturón del personaje sale una A bien grande, de lo que me di cuenta mucho más tarde. Pero igualmente funciona, ¿no? XD
  • Añado el “Cerdito Valiente”. En japonés es ぶりぶりざえもん (Buriburizaemon). Buriburi, ya sabéis, es la ono de cagar, mientras que “zaemon” es un sufijo arcaico que recuerda al de un samurái (igual que el caso del personaje Doraemon). Le di muchas vueltas a este nombre, la verdad, y al final decidí inspirarme en el personaje de “El príncipe Valiente”, creando el nombre “Cerdito Valiente”. Cuando Usui una vez me preguntó que cómo habíamos llamado a Buriburizaemon en español, le dije 勇敢な豚 (Yūkan-na buta, o sea cerdito valiente en japonés). Extrañado, me dijo “pero si es un cobarde ruin, no tiene nada de valiente” y yo le respondí… “¡Precisamente por eso!”, a lo que se puso a reír como un loco. Le encantó el nombre y yo me sentí orgulloso a más no poder. XD