El blog de Marc Bernabé

¡1ª semana temática Nexo TLQM!

Friday, December 11th, 2009

En alguna ocasión ya habéis leído reseñas “dobles” o incluso “triples” realizadas en colaboración con otros blogs. En esas otras veces, lo que se hacía era decidir una obra manga en concreto, leerla los responsables de los blogs implicados y, sin que nadie leyera la reseña escrita por los demás, publicar las reseñas al mismo tiempo en los respectivos blogs. Así se obtienen distintos puntos de vista sobre una misma obra, lo que resulta muy interesante.

Esta vez hemos querido darle una vuelta de tuerca al concepto y proponer una “semana temática” entre blogs afines, lo que hemos venido llamando el “Nexo TLQM” (Nexo Todo Lo Que Mola). Esta primera semana la dedicamos al género del tokusatsu y en ella participan La Arcadia de Urías, MangaLand, Publicidad Japón y, algunos días, Pepinismo se apuntará a la movida.

TLQM

Como sabréis, la palabra japonesa 特撮 tokusatsu viene a significar literalmente algo como “filmación especial”; básicamente, y a grandes rasgos, es lo que conocemos en cine como “efectos especiales”. Sin embargo, la palabra tokusatsu ha cobrado un sentido más concreto que ese y se ha incorporado al vocabulario internacional al igual que otras palabras como anime, manga, otaku, etcétera.

Así, cuando hablamos de tokusatsu nos referimos a esas producciones tan típicamente niponas en las que básicamente tenemos a actores enfundados en llamativos trajes de látex que luchan contra el mal (Ultraman, Kamen Rider, GoRangers, Power Rangers…) y a actores metidos dentro de trajes de monstruos a cuál más peculiar (Godzilla, King Gidorah, Mothra, Gamera…).

El nacimiento “oficial” del tokusatsu se produjo en 1954 con el estreno de la película Godzilla (Japón bajo el terror del monstruo), lo que convierte a su director, Ishirō Honda, y a su director de efectos especiales, Eiji Tsuburaya, en los verdaderos “padres” del género, especialmente este último, que crearía con el tiempo a varios de los héroes y los monstruos más carismáticos del tokusatsu. Y otro de los grandes especialistas del género, en los años 70, fue ni más ni menos que Shōtarō Ishinomori, el “rey” del manga.

Durante esta semana, pues, haremos lo siguiente: La Arcadia de Urías comentará una película o serie representativa del tokusatsu, es decir, la “versión original”. MangaLand, fiel a su filosofía de presentar solo manga, hará una reseña de alguno de los manga basados en la obra en cuestión. Por su parte, Publicidad Japón se dedicará a localizar y comentar anuncios y campañas relacionados con esa obra o inspirados en ella. Finalmente, Pepinismo se incorporará con alguna reseña en algunos de los días.

El planning de la semana es el siguiente:

  • Lunes 14 diciembre: Godzilla
  • Martes 15 diciembre: Ultraman
  • Miércoles 16 diciembre: Cyborg 009
  • Jueves 17 diciembre: Kamen Rider
  • Viernes 18 diciembre: Varios

¡Esperamos que te guste la iniciativa! ¡Y lo bueno es que esto no quedará aquí, ya que tenemos otra semana temática planeada para enero!

Kawaita kisetsu (La estación seca)

Thursday, December 10th, 2009
  • Título: 乾いた季節 –Kawaita kisetsu– (La estación seca)
  • Autor: Yoshihiro Tatsumi
  • Editorial: Akita Shoten
  • Revista: Young Champion
  • Años publicación: 1990
  • Clasificación: seinen, slice of life
  • Tomos: 2

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La historia de estos dos tomos de Kawaita kisetsu es curiosa. Resulta que un amigo me pidió si podía encontrar el título y fecha originales de publicación del tomo Venga, saca las joyas, de Yoshihiro Tatsumi, que editó en 2004 Ponent Mon. No tuve suerte y aún hoy no he conseguido averiguar este dato (si alguien lo tiene, que lo ponga en los comentarios, por favor), pero en mi búsqueda fui a parar a la web oficial de Yoshihiro Tatsumi. En esa web hay un apartado de “venta”, y quedé sorprendidísimo al ver que varios ejemplares firmados por Tatsumi u otros autores estaban disponibles por muy poco dinero… Ni corto ni perezoso, decidí comprar los dos tomos de Kawaita kisetsu que allí se ofrecían, con sendos magníficos dibujos y firmas de Tatsumi, por lo que rellené el formulario y lo envié por e-mail. Al día siguiente, ¡tenía un mail del propio Tatsumi! Qué fuerte… Al cabo de poco recibí los tomos y a día de hoy sigo escribiéndome con él, a ver si le puedo conocer en persona un día de estos (en este último viaje no ha podido ser porque justo está en Singapur, ya que están rodando una película basada en su obra).

Los dibujillos que adornan mis dos tomos de Kawaita kisetsu. ¡Tesoraco!

Los dibujillos que adornan mis dos tomos de Kawaita kisetsu. ¡Tesoraco!

No conocía Kawaita kisetsu, pero este feliz acontecimiento me ha permitido poder leer una obra muy “Tatsumi”. Se trata de historias autoconclusivas, muy del estilo de este autor, que se publicaron en 1990 en las páginas de la revista Young Champion. Son duras, con actos de violencia, sexo prácticamente explícito, perversiones incluso; páginas llenas de ese ambiente deprimente y ese sabor amargo del Japón más sórdido, el Japón de los bares de baja ralea, los antros de perversión de Kabuki-chō, las prácticas ilegales, etcétera.

Se trata de una obra muy “de su tiempo”. A finales de los años 80, cuando la burbuja económica japonesa estaba más hinchada que nunca, se sucedieron actos realmente feos de mobbing inmobiliario. Así, los yakuza y demás gente de mal hacer se dedicaron a atosigar a personas que toda la vida había estado viviendo en un lugar X, durante generaciones, para que se fueran de allí, dejando vía libre a la compra de esos terrenos y a su posterior venta a precios astronómicos a constructoras y similares. Vamos, exactamente lo mismo que ha ocurrido en España en estos últimos años, cuando la especulación inmobiliaria estaba a la orden del día, qué os voy a decir (los españoles hemos sido tan gilipollas de, teniendo el precedente de Japón relativamente fresco, seguir exactamente el mismo camino, de ahí la crisis actual, que en Japón duró más de diez años (leed, leed, este artículo de Wiki y veréis la que nos espera, los políticos van diciendo que ya empezamos a salir de la crisis, pero hm… No sé, no sé – Traducción de Google, aquí). En Kawaita kisetsu, pues, encontramos historias en este contexto de los “locos años 85-90 (aprox.)” de la burbuja económica japonesa, pero no historias de éxito, que sería lo más normal, sino historias de perdedores, víctimas y gente de baja ralea.

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Muchas de las historias transcurren en barrios sórdidos de mala vida.

A mí personalmente me encanta este estilo Tatsumi, así que he devorado los dos tomos, que contienen un total de 19 historias, en un santiamén. ¡Y encima firmados y con dibujazos! Directamente pasan al lugar de honor de mi colección, faltaría más.

Lo mejor

  • El ambiente sórdido que Tatsumi imprime a sus historias
  • El hecho de que, pese al contexto de euforia económica que se vivía aún en 1990, este manga sea tan oscuro
  • El humor que hay en algunos momentos

Lo peor

  • A veces el dibujo de Tatsumi flojea un poco
  • Que las nuevas generaciones no sepan apreciar el arte y la maestría de Tatsumi

Homenaje a Yoshito Usui

Saturday, December 5th, 2009

Como ya sabéis, el pasado 11 de septiembre nos dejó Yoshito Usui, autor del manga Crayon Shin Chan, un verdadero fenómeno tanto en su país de origen, Japón, como en un país tan lejano como es España.

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El escenario de la sala principal donde se celebraba el acto

Hasta ahora no se le había rendido ningún homenaje en Japón, en parte debido a lo inesperado y trágico de su muerte, y en parte debido a que organizar algo con un poco de sustancia requiere su tiempo y más si se quiere contar con la presencia de todas las personas que han trabajado y trabajan alrededor de Shin Chan. Entre estas personas destacan la editorial Futabasha, que edita el cómic de Shin Chan y cuyos editores estuvieron siempre en contacto directo con Usui; los estudios de animación Shin’ei, que producen la serie animada; y la cadena de televisión TV Asahi, que la emite; entre muchas otras empresas relacionadas de una u otra manera con el personaje.

Este domingo pasado, día 29, aterricé en Japón para estar aquí unos diez días por razones de trabajo, y al cabo de unas horas llamé a un conocido que trabaja en TV Asahi para saludarle y quedar con él un día de estos para tomar algo. ¡Cuál fue mi sorpresa cuando me dijo que al día siguiente, lunes 30, se iba a celebrar un homenaje oficial a Usui! Por suerte, pude enterarme a tiempo, aunque fuera por casualidad -no se acordaba de que yo estaría en Japón-. Sin embargo, me avisó de que la ceremonia tendría dos partes, una matinal cerrada al público (se accedía con invitación) y otra por la tarde en la que los fans podían ir a presentar sus respetos al maestro.

Al día siguiente tenía un hueco entre reunión y reunión y, aunque era por la mañana, decidí acercarme igualmente a pesar de no tener invitación (por la tarde no podía ir). Al llegar, expliqué la situación y finalmente conseguí que me dejaran entrar.

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Herramientas de trabajo del maestro

El acto se celebraba en una especie de sala de actos anexa a un cementerio, creo que pertenece a una funeraria. Como la sala de actos tenía capacidad limitada, habían montado también una carpa en el exterior provista de televisores en los que se podía ver lo que ocurría allí dentro. Al haber llegado tarde y encima carecer de invitación, lógicamente me metí en la carpa.

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La carpa exterior desde donde se podía ver lo que ocurria en el interior

El acto, cuyo nombre oficial era “Usui Yoshito-sensei no omoide o kataru kai” (o sea, “Reunión para compartir los recuerdos sobre el maestro Yoshito Usui”) consistía básicamente en que gente especialmente cercana a Usui, profesionalmente hablando, salía al estrado a contar anécdotas sobre él y a recordarle con cariño. Durante el rato en el que estuve, pues, vi hablar a Keiichi Hara y luego a Yūji Mutō, directores de la serie y las películas de Shin Chan durante muchos años (en épocas distintas), a Sankichirō Kusube (director del estudio Shin’ei), a un par de locutores de radio de un programa que le gustaba mucho a Usui y finalmente a unos actores disfrazados de familia Nohara que no quisieron faltar al homenaje.

Diseños provisionales y las páginas originales del capítulo en el que Shin Chan visita Barcelona

Diseños provisionales y las páginas originales del capítulo en el que Shin Chan visita Barcelona

Después de los parlamentos, me dispuse a marcharme y recogí el ramo de flores que se regalaba a todos los asistentes cuando me vio el antiguo editor jefe de la revista Manga Action, donde se publicaba antaño Shin Chan, que me saludó y empezamos a hablar. Le dije que tenía ganas de hablar con la viuda para darle personalmente mis condolencias, pero que no sabía cómo contactar con ella (tenía el número de Usui, pero claro, ahora ya no funciona), así que me dio su número.

Luego me topé con la gente de TV Asahi, con quienes también estuve hablando, y también a la gente de la editorial Futabasha, incluido uno de sus peces gordos, a quien conocí hacía tiempo (él se acordaba de mí, y yo de él, pero no de su nombre, ups). Así, estuve un rato charlando con ellos cuando de repente apareció este señor de Futabasha y me dijo que si quería ir a saludar a la viuda y a las hijas, que se encontraban allí mismo, en un reservado. Me encantó poder ir a verlas y darles el pésame en persona (a las hijas aún no las conocía), fue un gran alivio poder compartir esta pena y contarles las reacciones de consternación que había habido también en España por la trágica pérdida del maestro.

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Merchandising de Shin Chan

Luego me dirigí a ver la pequeña exposición que se había montado como homenaje. En una vitrina estaban las herramientas de trabajo de Usui, en otra muestras de merchandising, ediciones internacionales del manga, y cosas así. Y en una de las vitrinas se mostraban páginas originales del manga, así como los bocetos preliminares y diseños. ¡Cuál fue mi sorpresa al ver que las páginas y diseños que allí se exponían pertenecían al capítulo en el que salgo yo mismo (y Vero y otros) como personaje! Fue una cosa rarísima ver aquello. Justo allí al lado estaban los de un par de cadenas de televisión cubriendo el acto, que me oyeron comentar esto con la gente de TV Asahi, así que luego me entrevistaron y todo. No me extraña, encima de que era el único extranjero del lugar, mi caricatura hecha por el propio Usui estaba expuesta allí mismo… Fue una experiencia rarísima.

Los diseños de personajes del capítulo de Shin Chan visita Barcelona. La de la arriba a la izquierda es Vero, y a su lado estoy yo XD

Los diseños de personajes del capítulo de Shin Chan visita Barcelona. La de la arriba a la izquierda es Vero, y a su lado estoy yo XD

Finalmente, aproveché para escribir una pequeña nota para recordar a Usui en la que aproveché para dar el pésame de parte de todos los fans catalanes (los primeros que conocieron al personaje) y españoles.

Por cierto, quiero comentar una cosa. El antiguo editor de Manga Action me comentó la posibilidad de que las hijas continuaran el legado de su padre y “heredaran” el manga de Shin Chan, ante mi sopresa. Luego, cuando las conocí, les comenté esto y ellas pusieron cara de práctico horror y dijeron que ni hablar, que ni siquiera lo habían pensado. Estos días corren rumores que dicen que el manga de Shin Chan seguirá adelante. Desconozco si son ciertos o no; lo que sí sé seguro es que las hijas de Usui no serán las responsables de hacerlo.

Fue un acto emotivo y francamente estoy muy contento de poder haber estado allí, como amigo personal de Usui, así como en representación de los fans españoles.

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El mensaje que dejé para Usui

Tsuri baka nisshi (Diario de un loco por la pesca)

Tuesday, December 1st, 2009
  • Título: 釣りバカ日誌 –Tsuri baka nisshi– (Diario de un loco por la pesca)
  • Autor: Jūzō Yamasaki (guión) / Ken’ichi Kitami (dibujo)
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Big Comic Original
  • Años publicación: 1979-?
  • Clasificación: seinen, costumbrista
  • Tomos: 75 (en curso)

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Tsuri baka nisshi es otro de esos manga “eternos” tan queridos por los japoneses y que prácticamente todo el mundo en el país del sol naciente conoce. Al igual que ocurre con KochiKame u Oishinbo, Tsuri baka nisshi es uno de esos tebeos que te encuentras siempre en los garitos de comida rápida tipo ramen, soba, donburi y tal, para leer mientras llenas la barriga de rica y sencilla comida sin pretensiones.

En publicación desde 1979, actualmente llevan ya recopilados 75 tomos de esta historia medio costumbrista, medio de humor sobre las andanzas de un chupatintas japonés que un buen día descubre el mundo de la pesca gracias a su jefe y acaba volcándose de pleno en ella, hasta llegar a cotas absurdas. El humor de este manga es muy suave y de tipo “cariñoso”; es decir, en general uno no se ríe a carcajadas ni hay chistes en especial, sino que son situaciones llevadas un poco al extremo con el único objetivo de entretener al lector y hacerle pasar un buen rato.

Densuke Hamasaki es un relativamente joven empleado de una constructora japonesa que tiene una vida de lo más normal: vive con su esposa embarazada en un piso bastante destartalado y la verdad es que no hace gran cosa aparte de trabajar, ya que no tiene ninguna afición destacable. Esto juega bastante en su contra en una sociedad como la japonesa, donde por ejemplo ir a jugar al golf los domingos con los jefes o con posibles clientes de otras empresas puede hacer (o podía, al menos en los años 80) que se te considere seriamente para un ascenso. Por eso su mujer le empuja bastante para que se busque una afición, ya que a ella le gustaría vivir un poco mejor. Recordemos que la serie empieza en el Japón de los primeros años 80 y que por lo tanto todos los estereotipos de la época se cumplen, entre ellos el de “el hombre gana el pan y la mujer se queda en casa y cuida de los niños”.

El jefe de sección de Hamasaki es un tío bastante borde que siempre llama “Hamazaki” al chico (lo cierto es que lo más normal sería que los kanji de su apellido se leyeran Hamazaki, con “z”, pero en su caso no es así – imagino que es lo mismo que siempre le pasa al autor, que se llama Yamasaki en vez de lo que sería más normal, “Yamazaki”, e supongo que es por eso que firma en hiragana (やまさき yamasaki) en vez de con kanji (山崎), ya que el 100% de los japoneses lo leería por defecto “Yamazaki”.). En fin, que un buen día, el jefe, que se llama Sasaki, invita a Hamasaki a ir de pesca porque no consigue que nadie más le acompañe. Y es que lo que en realidad desea es a un acompañante porque ha invitado a la dueña de un bar que él frecuenta, que irá con una amiga fea, y necesita que alguien le quite a la fea de encima para ver si se puede ligar a la dueña (y sí, está casado). En la primera salida de Hamasaki, resulta que tiene la suerte del principiante y pesca un montón de peces ante el jefe, que no puede contener la rabia ante la humillación sufrida a manos de ese novato de pacotilla, con lo que surge una insana rivalidad.

Este Hamasaki es un auténtico pirado por la pesca

Este Hamasaki es un auténtico pirado por la pesca

El episodio hace que Hamasaki descubra la pasión por la pesca, que llevará a sus últimas consecuencias, como por ejemplo cuando, en el momento de nacer su primer hijo, se obsesiona con pescar una carpa gigante muy escurridiza, a la que persigue desde hace semanas, hasta el punto de que llega tarde al hospital, cuando el niño ya ha nacido (eso sí, el tío consigue pescar la carpa). Y así, cuando la mujer le pregunta qué nombre quiere ponerle al niño, él dice lo primero que le viene a la mente, que es Koitarō (koi significa “carpa”, mientras que “tarō” es un sufijo muy habitual para nombres de primeros hijos varones). A la mujer, que ignora que su marido ha estado pescando mientras ella sufría en la sala de partos, le gusta el nombre ya que la figura de la carpa se asocia a la fuerza y al vigor… Y bueno, así siguen las andanzas del gañán de Hamasaki, siempre relacionadas con el mundo de la pesca pero que en general tienen más que ver con el día a día y las situaciones tontuelas.

Tsuri baka nisshi es extremadamente famosa en Japón no solo por el manga, sino también por las películas de imagen real basadas en ellas. Estas películas están muy ligadas a Tora-san en la psique japonesa, puesto que al principio (finales de los 80) las pelis de Tsuri baka nisshi se produjeron para que sirvieran como “teloneras” para las de Tora-san, aunque pronto se independizaron. Y tras la muerte de Kiyoshi Atsumi, el prota de Tora-san, se convirtieron en las películas insignia de la mítica productora Shōchiku. Así, el muy chabacano actor Toshiyuki Nishida interpreta a Hamasaki (apodado Hama-chan) en una serie de películas que consta de 20 secuelas y… Se acabó, porque la 20º película (O sea, Tsuri baka nishi 20), que se estrena el 26 de diciembre de 2009, será la última.

El manga en sí me ha gustado bastante, es entretenidillo y, sobre todo, me gusta por la misma razón que me gustan otras series del mismo tipo: porque me interesa el fenómeno sociológico que suscita en Japón y me gusta mucho entrar en él para investigarlo. Y en este sentido ha sido un placer conocer Tsuri baka nisshi, aunque sea de refilón ya que solo he leído el tomo 1. También me gusta el guión, porque combina las viñetas de toda la vida con textos de narración bastante jocosos, lo que crea un efecto bastante particular y original (dentro del mundo del manga, donde no abunda este tipo de recurso).

La pesca, por cierto, es una afición muy común en Japón. Aunque parece que en los últimos años ha pasado un poco de moda, durante los 80 y los 90 muchos japoneses se iban a pescar para relajarse y abundan las piscinas y estanques privados, en las ciudades, donde por un módico precio uno puede ir con su caña de pescar a pasar el rato (eso sí, en general uno no se puede llevar los peces que pesca, sino que los tiene que devolver al agua). Si digo que ha pasado un poco de moda es porque cuando yo fui a Japón por primera vez, en el año 1999, me sorprendí mucho al ver un montón de tiendas de pesca por todos lados, pero últimamente no veo tantas, ni mucho menos. Y, por cierto de nuevo, este no es el único manga de pesca que existe: hay un shōnen extremadamente famoso llamado Tsurikichi Sanpei (Sanpei el pescador) que tuvo un éxito tremendo en su momento.

Dedico esta entrada a Roger de ComerJaponés, ya que en nuestro encuentro en el Koyuki (entrevista aquí y aquí) le llamó la atención los montones de tomos de Tsuri baka nisshi que tiene el dueño en las estanterías (ver foto 1 en el primer link y la última foto del segundo link) y le prometí que reseñaría esta obra. A Roger le hace gracia, por cierto, que cada tomo está titulado con el nombre de un pez diferente (el tomo 1 es メダカの巻 Medaka no maki. Medaka es un tipo de pescado desconocido por estos lares, mientras que “no maki” significa “historia de” y es un sufijo bastante habitual para indicar “tomo” o “capítulo”). En la contracubierta de cada tomo aparece una foto del pez en cuestión con una explicación sobre su hábitat y tal y otra explicación sobre los trucos para pescarlo. La verdad es que resulta interesante, sí.

Lo mejor

  • Un clásico entre clásicos.
  • Una lectura entretenida.
  • Una ventana a la vida de un japonés cualquiera en el Japón de los primeros años 80.
  • El estilo del narrador.

Lo peor

  • El estilo de dibujo es más bien sencillo (aunque pega muy bien con el tono del manga, todo hay que decirlo).
  • El protagonista de las películas de Tsuri baka nisshi nunca me ha caído bien.

Otoko wa tsurai yo – Comic Tora-san (Qué duro es ser un hombre – Tora-san en cómic)

Friday, November 27th, 2009
  • Título: 男はつらいよ・コミック寅さん–Otoko wa tsurai yo – Comic Tora-san– (Qué duro es ser un hombre – Tora-san en cómic)
  • Autor: Yōji Yamada (historia original) / Norio Hayashi (guión) / Ken’ichirō Takai (dibujo)
  • Editorial: Gakken
  • Revista:
  • Años publicación: 1991-97
  • Clasificación: seinen, costumbrista
  • Tomos: 9

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Si os hablo de Tora-san, la mayoría me miraréis con cara de extrañados y me diréis que no tenéis ni idea de qué os hablo. Y es cierto, Tora-san es un gran desconocido para los no japoneses, pero como ocurre con tantas otras cosas en Japón, es un verdadero icono con mayúsculas de su cultura popular, concretamente cinematográfica, un personaje conocido por absolutamente todos… Y en cambio perfectamente desconocido fuera del país nipón. Aunque probablemente si le hablamos a un francés (no hace falta irse tan lejos como Japón) sobre Alfredo Landa tampoco le conocerá, con lo que de otra parte es lógico que algo así ocurra; son personajes demasiado locales como para salir a la palestra internacional.

Efectivamente, Tora-san (o, mejor dicho, Kiyoshi Atsumi, el actor que le encarnaba) es más o menos el equivalente japonés a Alfredo Landa. Atsumi encarnó en la pantalla grande a Torajirō Kuruma (conocido cariñosamente como Tora-san), un vividor empedernido, bribón y medio estafador que, a pesar de todo, tiene un gran corazón. Existen 48 películas de Tora-san (el título oficial es Otoko wa tsurai yo, es decir, Qué duro es ser un hombre, pero todo el mundo se refiere a ellas como “las pelis de Tora-san”), producidas entre 1969 y 1995, cuando tuvieron que parar por la muerte de Atsumi a los 68 años. La serie cinematográfica, la más longeva del mundo hasta hace poco (leo en la Wikipedia que una serie de películas chinas la ha superado), se ganó los corazones de todos los japoneses, que acudían en masa a los cines dos veces al año para su cita con el granuja de Tora-san. Tan famoso llegó a ser el personaje que, cómo no, se ha erigido un museo en Tokio en su honor, situado en la zona de Shibamata, que por cierto es un barrio encantador muy desconocido por el turista occidental y que para mí es uno de los grandes secretos de Tokio. ¡Tiene un encanto brutal!

Foto recuerdo de mi visita al museo de Tora-san

Foto recuerdo de mi visita al museo de Tora-san

Un apunte: toda la serie de Tora-san fue dirigida y guionizada por Yōji Yamada, que en los últimos años se ha convertido en un director muy reconocido a nivel internacional por sus películas costumbristas ambientadas en el período Edo como Tasogare Seibei (El ocaso del samurái), Kakushi ken – oni no tsume (The Hidden Blade) o Bushi no ichibun (Love and Honor), estrenadas todas ellas en España por Notro Films.

Las pelis de Tora-san son siempre básicamente iguales: Tora-san vagabundea por alguna región de Japón, siempre diferente, donde conoce a una mujer madura pero muy guapa y soltera, de la que se enamora. En un momento dado, como buen hijo pródigo, Tora-san vuelve a casa de sus tíos en la zona de Shibamata, en Tokio, donde regentan una tienda de dulces. Ahí suele liarla con la gente del barrio, insultando a todo el mundo y haciendo la vida imposible a sus tíos y a su hermana Sakura, aunque por su carisma nadie se acaba cabreando realmente con él. Al final siempre se las apaña para acabar con un desengaño amoroso y marchándose de viaje otra vez… Hasta la siguiente película.

Todas las películas son así, sí, y puede parecer de lo más aburrido, pero la verdad es que engancha. La gran mayoría de los japoneses de 55 años para arriba adoran a Tora-san, así como algunos gaijin excéntricos como mi amigo David de Nihoneymoon o yo mismo. A mí personalmente estas películas me encantan, son de lo más entretenidas, me encanta la personalidad y el modo de hablar garrulo y basto de Tora-san y lo paso muy bien viéndolas, ya que además me abren una ventana a la vida de las clases trabajadoras durante la era Shōwa (1926-89), una época, ya lo he dicho varias veces, que me fascina de verdad. En la oficina hasta tengo colgada una lámina de Tora-san en la pared, je je. Durante mi etapa en Japón a veces solía ir al videoclub y alquilaba alguna de Tora-san; creo que habré visto unas 12 o 15 de ellas. Ahora hace ya años que no veo ninguna y de vez en cuando me entran muchísimas ganas de hacerlo, pero desde España es imposible (nota mental: comprar alguna peli de Tora-san en mi próximo viaje a Japón para resarcirme).

Durante uno de estos arrebatos de tener ganas de ver en acción al colega Tora-san pensé “ostras, la teoría dice que hay un manga para todo. Siguiendo la lógica, tiene que haber algún comic de Tora-san, ¿no?”. Así que me puse a investigar y, como es habitual, los japoneses no me defraudaron: existe una serie de cómics de Tora-san. Increíble. ¡Anda que tardé en hacerme con el tomo 1!

Cabezones, pero absolutamente adorables

Cabezones, pero absolutamente adorables

Por lo que veo, la serie no tuvo demasiado éxito, ya que solo se editaron 9 tomos entre 1991 y 1997. Con Norio Hayashi a los guiones y Ken’ichirō Takai al dibujo, cada tomo al parecer adapta una de las películas; como mínimo el tomo 1 es un recuento prácticamente al milímetro de la primera peli. La adaptación a mí me ha parecido magnífica, porque los autores no se han limitado a traspasar tal cual al papel lo que ocurre en la pantalla, sino que han utilizado todas las “armas” propias y únicas del medio del manga para expresar los sentimientos de los personajes, la tensión o calidez de las situaciones, etcétera.

El dibujo es muy curioso, con personajes cabezones y bajitos, de estética casi “superdeformed”. Leyendo el manga me estaba sonando mucho ese estilo, pero no había atado cabos hasta informarme más tarde un poco mejor. Y es que Hayashi y Takai son los autores de la serie de Yamaguchi Roppeita, un clásico del manga de salaryman en publicación desde 1986 que suele verse a menudo en Japón, sobre todo si te metes en garitos de ramen o comida sencilla y rápida, donde suelen tener manga de este tipo para que lo lean los clientes mientras comen (y más de una vez he hojeado tomos de Yamaguchi Roppeita en estos garitos, por lo que no me extraña que me sonara tanto ese estilo de dibujo).

A mí el tomo 1 me ha encantado. Igual tengo alma de hombre japonés de la tercera edad, no sé, pero confieso que me fascina Tora-san y este manga me ha saciado un poco ese “mono” que tenía por ver alguna peli del entrañable personaje, me ha arrancado más de una carcajada y hasta suspiros de añoranza por esos años que pasé viviendo en Japón y que a veces echo tanto de menos.

Lo mejor

  • ¡Tora-san en manga! ¿Para qué decir más?
  • Una adaptación muy buena, que usa recursos propios y únicos del medio del cómic.
  • El estilo de dibujo, aunque curiosísimo, me parece muy apropiado y no desentona nada.

Lo peor

  • Que solo durara 9 tomos. ¿No tuvo éxito? Leo en un blog japonés que la distribución de estos manga fue muy mala, y que era muy complicado encontrarlo en las librerías.
  • Que no conozca a mucha gente (occidental, se entiende) a quien le guste Tora-san. ¡Me encantaría tener conversaciones con otros sobre este personaje!