El blog de Marc Bernabé

Hatsukare (Mi primer novio)

Sunday, February 10th, 2008
  • Título: ハツカレ 初彼 -Hatsukare- (Mi primer novio)
  • Autor: Miyoshi Tômori
  • Editorial: Shûeisha
  • Revista: Margaret
  • Años publicación: 2003-2006
  • Clasificación: Shôjo, romance
  • Tomos: 10


Ya he comentado varias veces que me gusta estar informado sobre cómo está el mercado actual de manga, friki que es uno. Sin embargo, viendo este blog, supongo que se evidencia que el shôjo no es especialmente santo de mi devoción ya que, aunque quiera intentar buscar un equilibrio consciente entre shônen-shôjo-seinen-josei y también entre manga actual y clásico, me cuesta encontrar obras shôjo que tenga ganas de leer y, por lo tanto, de reseñar. Por otro lado, no quiero dejar escapar el carro del shôjo y trato de leer tanto como pueda.
Así, cada vez que voy a Japón, como las librerías ejercen una especie de magnetismo sobre mi persona y parecen “tirar” de mí cuando paso cerca de una, irremediablemente acabo entrando a muchas. En ellas, por supuesto, acabo visitando la zona de manga. En las librerías japonesas, los tomos están colocados primero por género (básicamente shônen, shôjo y seinen), dentro de cada género, la segunda clasificación es por editoriales. A continuación, por colección o revista en la que se publicó cada obra y, finalmente, por autor, en el orden “silabárico” propio del japonés. Así, si quisiéramos encontrar, por ejemplo, los tomos de esta obra que reseño ahora, Hatsukare, iríamos a la zona de shôjo, subzona Shûeisha; dentro de Shûeisha buscaríamos la colección “Margaret Comics” (normalmente, el diseño de los lomos es característico de cada colección y, cuando estás acostumbrado, un vistazo basta para localizarlos) y dentro de Margaret buscaríamos por orden “silabárico”, buscando los apellidos de autores que empiezan por TO, que están justo después de la TE y antes de la NA. ¡Ajá, ahí está! Hatsukare, de Miyoshi mori.
Sin embargo, también es muy fácil en Japón saber qué obras son las que más se venden o tienen más éxito potencial (porque se hace un anime, dorama o película de ellas): debajo de las estanterías suelen tener dispuesto un espacio horizontal en el que se apilan los tomos de las series destacadas, siendo perfectamente visibles sus portadas. Como yo no entiendo mucho de shôjo, suelo guiarme por “títulos que me suenan” (por haberlos leído en blogs o donde sea) o bien por qué series están destacadas en estas pilas. Hatsukare es una de las segundas, y supongo que estaría destacada porque en 2006 se hizo una película de imagen real basada en ella.
Chiro y Hashimoto se pasan toda la historia
ruborizándose sin parar. ¡Qué monos!

Hatsukare es una historia muy dulce, muy pastelosilla, y la verdad es que me gustó bastante. La protagonista es Chihiro (a la que sus amigas llaman Chiro), una chica muy tímida y modosita que cada mañana va al instituto en tren, como tantos miles y miles de estudiantes. En el tren, se topa siempre con un chico, Hashimoto. En la página 2 del manga, Hashimoto se declara a Chiro y le dice que si quiere salir con él. Ella se corta bastante, se ruboriza, y le dice que “vale”, sin conocerle en absoluto (claro que el chico es guapito). A partir de aquí, se desarrolla la historia entre los dos, muy tímidos ambos, que se ponen colorados a la mínima, y que se van enamorando poco a poco (es curioso porque la historia va al revés de lo habitual, donde siempre dan mil millones de vueltas antes de declararse su amor mutuo y de empezar a salir, normalmente en la última escena del manga).
Más tarde, también entran en escena los amigos de él y las amigas de ella, y probablemente habrá lío entre ellos a partir del tomo 2. La relación de Chiro (me encanta este apodo, es muy cariñoso, no sé) y Hashimoto no es un camino de rosas, ya que ni Chiro había salido antes con ningún otro chico (ni siquiera había hablado con chicos desde la guardería, ya que siempre ha ido a colegios femeninos), ni tampoco Hashimoto había tenido experiencia con chicas. Al cabo de poco aparece también en escena Ibushi, un tío que, en la guardería, se metía siempre con Chiro y la llamaba “unko” (literalmente “mierda”). Ibushi se ha cambiado de instituto y ahora va al de Hashimoto y, de hecho, se hace colega de él, un poco “a la fuerza”… Ibushi recuerda perfectamente a Chiro y, cómo no, sigue llamándola “unko”, ante lo que ella reacciona con extrema timidez y vergüenza (y más si está Hashimoto delante). En fin, imagino que Ibushi dará bastante de qué hablar en los tomos sucesivos, cómo no.
Otro tema. En la reseña de Lovely Complex comentaba que Love Com había roto el tabú que existía hasta entonces de no utilizar dialectos del japonés fuera del estándar de Tokio (leed esa reseña para más detalles). Qué sorpresa la mía al empezar a leer Hatsukare por pura casualidad (simplemente cogí uno de los shôjos de la pila de manga que tengo en la pila de “lecturas futuras”) y comprobar que en todo el manga, íntegramente, se utiliza el dialecto de Kansai. La historia ocurre en una zona ficticia de Japón, imagino que situada imaginariamente dentro de Kansai, concretamente en la zona de Osaka a juzgar por las expresiones que usan. No deja de ser curioso, ya que Love Com tenía cierta excusa para usar el dialecto de Kansai (es una especie de función de manzai mezclada con romance), pero es que en Hatsukare no hay ningún motivo en especial para usar este dialecto. Según veo, la autora es nativa de esta zona de Japón y posiblemente quiso usar su propio dialecto en su obra, sin ningún motivo en particular. Y como Love Com rompió el tabú y consiguió un éxito arrasador, imagino que su editor le dejaría hacerlo sin ningún problema. Creo que es una tendencia muy sana y además, como “kansaiero” de pro que soy al haber vivido unos años en Osaka y Kioto, sinceramente me alegro.

Dibujantes occidentales en Japón – El Morning Manga Fellowship

Thursday, February 7th, 2008
Varios comentarios, e-mails e investigaciones posteriores al post de Rosario me han permitido empezar a arrojar más luz sobre lo de la beca de Kôdansha Morning Manga Fellowship. He decidido resumirlo todo en este post, que iré actualizando a medida que vaya averiguando más cosas. No hace falta ni decirlo, vuestra colaboración es valiosísima y cualquier nueva información que podáis hacerme llegar (a través de los comentarios o del mail) será muy bienvenida.


Españoles que publicaron en Japón en los años 90:

  • Jaime Brocal Remohí. Serializó Kami no ude en la revista Afternoon. La obra fue publicada posteriormente en tomo, en abril de 1994, y acabó siendo traducida y editada en España por Planeta deAgostini, con el título El brazo de dios. (Reseñada aquí).
  • Juan Carlos Beneyto. Su obra Kabel Imagines (reseñada aquí) se serializó irregularmente en la revista Afternoon entre los números de febrero de 1993 y enero de 1996 (puesta a la venta a principios de diciembre de 1995). Posteriormente se recopiló en un tomo publicado en diciembre de 1995.
  • Kaffa. Publicó 11 entregas de Planeta viviente en la revista Morning, entre el 9 de abril de 1993 y el 3 de agosto de 1995. Parte de esta obra está disponible on-line, curiosamente. (Click aquí)

  • Ignacio. Su obra Majo -Stranger- (La bruja) fue presentada dos veces en la sección Pierre et ses amis de la revista Morning, el 9 de septiembre de 1993 y el 12 de mayo de 1994.

  • Calpurnio. Cuttlas sería presentada en la sección Pierre et ses amis dos veces (9 de diciembre de 1993 y 7 de abril de 1994) y posteriormente tres entregas de la misma obra serían serializadas entre el 23 de marzo y el 23 de noviembre de 1995.

  • Maldonado. Serializó Rosario en 12 entregas entre el 30 de marzo y el 22 de junio de 1995. Única historieta de un autor español publicada en la Morning posteriormente recopilada en libro. (Reseñada aquí)

  • Abel Ippólito. Fue uno de los becarios españoles, pero sólo consiguió publicar cuatro historias de La familia Sapo (reaprovechadas de antes) y algunas ilustraciones.
  • Ricard Castells. Publicó su obra Poco (¿en la Afternoon?).

Una curiosidad:

  • En la beca Manga Morning Fellowship se cobraban 500.000 yenes al mes (587.368 pesetas de la época = 3530,15 euros) y Kôdansha pagaba el alojamiento.

Otros autores occidentales que publicaron en Japón, para Kodansha, durante los años 90 (fuera del marco de la sección Pierre et ses amis):

  • Pierre-Alain Szigeti (editor y cazatalentos – Francia)
  • Vittorio Giardino (Italia)
  • Christophe Kourita (Francia)
  • Bruno Leandri (Italia)
  • Joly Guth (Francia)
  • Edmond Baudoin (Francia)
  • Frédéric Boilet (MMF – Francia)
  • Moebius (Francia) / Jirô Taniguchi (Japón)
  • Baru (Francia)
  • Cizo (Francia)
  • Eric Violet (Francia)
  • Marcello Jori (Italia)
  • Alex Barbier (Francia)
  • Andreas Dierssen (Alemania)
  • Alex Varenne (MMF – Francia)
  • Beb-Deum (Francia)
  • David Mazzuchelli (MMF – USA)
  • Paul Pope (MMF – USA)
  • Tom Hart (USA)
  • Igort (Italia)
  • Silvio Cadelo (Italia)
Página de Super Trouble, obra de Paul Pope para Kôdansha


FUENTES E INFORMACIÓN DETALLADA

Hara, Masato. 1990年代『モーニング』の海外マンガ紹介について (Acerca la presentación de cómic extranjero en la Morning en los años 1990). Manga Kenkyû, vol. 13. for Japan Society for Studies in Cartoon and Comics, 2008.

INFO NÚMERO 1

[El MMF (Morning Manga Fellowship) se fundo en Kodansha en 1992 para celebrar el decimo aniversario del magazine Morning. Esta encarado a beneficiar a autores, editores, periodistas o estudiosos sobre el manga y la vida en japon, viviendo un año en Japon con el apoyo de Kodansha, o sea, estudiando la materia que te interese en sus oficinas.]

Pregunta: (…) Abel sí que quiso iniciar una trayectoria profesional y en otro país, ¿no?

Abel Ippólito: Exacto: Me fui a Japón en octubre de 1997 y estuve allí un año y un mes becado por la poderosa empresa Kodansha, que me pagaba alojamiento y 500.000 yenes al mes. Una pasta. Aunque la idea de irme al otro lado del mundo me imponía, preví que a lo mejor podría asentarme allí como profesional y, luego, venirme, montar un estudio en España con la idea de de que Enrique [Carlos Martín] actuase como entintador.

P: ¿A qué atribuyes que te aceptasen entre todos los españoles que se presentaron: Castells, Maldonado…?

AI: Los japoneses venían buscando sobre todo narradores y, según yo creo, como no se trajeron una traductora, contrataron a buenos dibujantes, buen material visualmente, no leyeron los textos de las historietas. Yo creo que no era el tipo de narrador que buscaban, buscaban narradores con nuevas ideas, pero también buscan un cierto tipo de dibujo, muy elaborado, como el de Das Pastoras.

Los de Kodansha allí publicaban las revistas / tocho Afternoon y Morning. En la primera, que es para frikis, publicaban autores de renombre y con obra de aspecto esplendoroso; sale una vez al mes y es como una guía telefónica muy gorda. En Morning había siempre mejores guiones y peores dibujantes, y se publicaba semanalmente, algo más delgadita. Cuando yo llegué a Japón me contrataron para el Afternoon, donde me encontró con que Mazzuchelli discutía mucho con el director editorial. Fíjate que solamente a Luis Alberto Maldonado y a mí nos dieron una beca de un año entero. Era porque los japoneses no se atrevían a imponer a los autores viejos, experimentados, que aprendiesen la narratividad propia del cómic japonés. Los cambios a que le obligaban, no satisfacían a Mazzuchelli nunca, por ejemplo, pero con nosotros, al vernos jóvenes, sí que se propusieron enseñarnos esa manera de narrar; y nosotros nos prestamos a ello. Aprendimos el idioma y nos dispusimos a trabajar duro. Cada semana teníamos que entregar un “nemu”, que en japones viene a significar aproximadamente story-board, una historieta de 40 páginas esbozada en el dibujo pero con los diálogos perfectamente acabados. Vamos, que se pudiera leer.

P: ¿Ese ritmo… todas las semanas?

AI: Sí, había que inventarse nuevas propuestas cada semana: El editor lo corregía y el jefazo emitía una decisión final. Era un ritmo terrible, y se publicaba muy poco de ese trabajo. Yo tengo hechos 20 ó 30 nemus. En mi caso se publicaron… ninguno. “La familia Sapo”, que es lo que allí publiqué, fueron 4 historias que ya habían sido dibujadas en España, más dos ilustraciones para anunciar un concurso, tanto en Afternoon como en Morning. Maldonado publicó Rosario, seriada primero en Morning y luego recogida en libro. Aparte de eso, Maldonado únicamente creo allí unos chistes. Ahora que recuerdo… también participé en un acto de creación comunitaria, colectivo, una historia con dibujos de todos los autores de la casa (Takeshaki, Kenishi Sonoda, Hiroaki Samura, Fujishima…) para publicarla en Afternoon. No te lo pierdas: Me llamaron desde Japón hace una semana, después de 6 años de diferencia, ¡para pedirme permiso para reeditarlo y también para pagarme esa colaboración! 7500 pesetas por un dibujo minúsculo. Desde luego, son los tíos más honrados del mundo

P: ¿Porqué volviste del Japón?

AI: Cuando yo llegué ya me avisaron de que las cosas no estaban muy bien, que no eran prometedoras. Maldonado entró en un estudio a trabajar como colaborador, pero el ritmo de trabajo era demasiado duro incluso para él. Además, ellos no te enseñan; te dicen lo que está mal pero no te lo corrigen nunca, porque su filosofía de vida les impide condicionarte. El director comercial del departamento de Kodansha al que yo estaba ligado comenzó a vigilar más las publicaciones porque la recesión del manga nos alcanzó antes de poder empezar a disfrutar del éxito, o del fracaso, y decidió que los autores extranjeros se marchasen de Japón. Comenzaron a tratarnos con algo más de desinterés y, aún así, yo me quedé allí 6 meses más que los demás, porque pagaban bien y aún tenía algo de esperanza. Volví cuando me abandonó la esperanza.

Fuente: Tebeosfera, Entrevista a Tremendo Estudio, realizada por Manuel Barrero en Sevilla, en II-2002

INFO NÚMERO 2

“Todo empezó en el año 93. Entonces la editorial Kodansha, que no es la más importante de Japón pero forma parte del grupo editorial más fuerte de Asia, decidió ir por todo el mundo buscando ilustradores para sus tebeos, o manga. Entonces ellos llevaban dos revistas. ‘Morning’, un semanal que tiraba un millón de ejemplares y ‘Afternoon’, un mensual que rondaba los ochocientos mil.

Llegaron a España buscando nuevas ideas y, al principio, se quedaron muy impresionados por los dibujos. En Japón lo más importante es la historia que se cuenta y no están acostumbrados a dibujos tan elaborados como lo son los españoles. Yo entré en contacto con la editorial en la feria del cómic de Barcelona. Les gustó mi trabajo y comenzó la aventura. De hecho terminaría viviendo en Japón desde el 96 hasta el 98. Pero la cosa no fue fácil. Los autores occidentales fracasamos todos, incluso los consagrados, como Moebius.

No hubo muchos autores que se quedaran allí. Sólo Alberto Maldonado y yo decidimos instalarnos. A nosotros nos trataban de forma un poco distinta porque, como éramos muy jóvenes, intentaban instruirnos, dentro de lo respetuosos que son los japoneses, en su forma de hacer tebeos. Pero no hubo manera. Incluso aprendimos japonés, pero su forma de contar las cosas es muy especial. Es como intentar contar un chiste muy bueno en polaco, que termina perdiendo la gracia… En fin, nosotros allí hablábamos polaco”.

En el 98 la editorial entró en crisis y decidieron terminar con el proyecto de los dibujantes extranjeros que, al fin y al cabo, era un proyecto de riesgo. Así que regresamos a España. Aquí hay muy poca gente que pueda vivir profesionalmente del cómic. Una vez aquí decidí no vivir del cómic y seguir mi propio ritmo. De alguna manera el estilo manga me había influido. Sobre todo la cadencia con que cuentan las historias. Aquí tienes muy poco espacio para un tebeo –puedes contar, más o menos, con ocho páginas mensuales si publicas regularmente- y allí es casi ilimitado –unas 22 páginas semanales que son fácilmente ampliables. El tiempo pasa en manga como en aquellos dibujos japoneses, ‘Oliver y Benji’, donde había mucha acción y la trama era tan rápida como lo es un partido de futbol, pero donde todo pasaba muy, muy lentamente.

Fuente: Dibunet.com, a partir de un artículo publicado en El País.

INFO NÚMERO 3
Poco, de Ricard Castells

¿De qué va? // Ambientado en la Barcelona de 1923, narra la historia de la amistad de Poco, un vampiro amnésico de maneras apocadas, con una peculiar niña de clase baja que decide “adoptarlo” y cuidar de él, a la vez que ayudarlo a recuperar la memoria perdida.

Sobre el cómic // Poco nació como un encargo de la gigantesca editorial japonesa Kodansha, que en 1994 contrató a diversos autores occidentales (entre los que figuraban nombres de la talla de Trondheim, Baudoin o Mazzucheli) para que realizaran historietas directamente para el mercado nipón. La editorial dió a Castells absoluta libertad para hacer lo que quisiera y así vieron la luz varias entregas de Poco que unos años más tarde (en 1999) serían recuperadas para el mercado español por Sinsentido en forma de álbum. En el 2001 la misma editorial publicó un segundo álbum, creado ya expresamente para España, y que resultaría nominado a la Mejor Obra del 2001 en el Salón del Cómic de Barcelona.

————-

R.C: Tal vez más… Hay un álbum que se llama ” Ecuador ” que hice entre los años 80 y 84, hay un conjunto de historias breves realizadas entre el 84 y lo de “Lope…” y posteriormente alguna historia más, también breve; y después las 46 páginas de mi relación con la editorial japonesa Kodansha, más unas cuarenta páginas más…

R. de V: ¿Y para Kodansha qué hacías? ¿”Manga” por así decirlo, o no?

R.C: Llámalo como quieras…

R.de V: Lo digo porque “Lope…” no tiene nada que ver con el “manga” ¿no?

R.C: No, no, y el manga tampoco era manga, Era manga en cuanto a la lectura, que era de derecha a izquierda.

Fuentes: Ficha sobre el álbum Poco, en Guía del Cómic y Entrevista a Ricard Castells por Ruiz de Villalobos y La i.

INFO NÚMERO 4
“El Brazo de Dios. En 1994 los cazatalentos de la editorial nipona Kôdansha se desplazaron a Europa para refrescar la estética de sus publicaciones en busca de nuevo público, y sorprendentemente contrataron al veterano valenciano Brocal Remohí para hacer un manga sobre mitología japonesa. Brocal hizo un jidaimono excesivo donde mezclaba el sintoísmo con lo bárbaro titulado Kami No Ude. En España obtuvo edición por Planeta-DeAgostini en la colección de comic books El Brazo de Dios al año siguiente.” (Referencia)

“En 1996, se convierte en el primer europeo en dibujar un Manga, por cierto, “excepcional”. La historia de Kami no ude, muy original y la realización de Brocal, nos da una historia en cinco partes para quitarse el sombrero.” (Referencia)

“En 1996 se convierte en el primer europeo en dibujar un Manga “Kami No Ude”, una adaptación orientalizada de sus héroes vikingos.” (Referencia)

Rosario

Wednesday, February 6th, 2008
  • Título: ロサリオ -Rosario-
  • Autor: Maldonado
  • Editorial: Kôdansha
  • Revista: Morning
  • Años publicación: 1995
  • Clasificación: Seinen
  • Tomos: 1 

Esta entrada va a ser un poco atípica. Primero, porque quiero contar un tema que hace mucho tiempo que me interesa y del cual no hay información por ninguna parte. Hace años que quiero investigar esto (haciendo entrevistas y tal) y no acabo de ponerme, porque nunca he encontrado el momento. Segundo, porque me gustaría que fuera un post “interactivo”, a ver si surge algún lector que proporciona información complementaria para investigar entre todos un poco el caso que comentaré.
Bien, no sé si a alguno de vosotros (tal vez a los veteranos sí) le sonará que a principios-mediados de los años 90, Kôdansha se sacó de la manga (nunca mejor dicho) una especie de beca, llamada “Morning Manga Fellowship”, con la que invitaba a autores europeos y americanos a Japón para que trabajaran para la revista Morning. Aparentemente, su intención era renovar un poco el género, buscar nuevos autores, en el extranjero, que pudieran aportar algo al mundo del cómic japonés, y para ello ficharon a prometedores autores jóvenes. El primero de ellos fue Frédéric Boilet, que más tarde fundaría el movimiento de la “nouvelle manga” y conseguiría cierto reconocimiento. De hecho, y aquí adelanto un poco los acontecimientos, es el único que acabó fijando su residencia permanente en Japón y tener cierto renombre allí. Otros autores, que yo sepa, son Lewis Trondheim, Baru, Alex Varenne, Benoît Peeters y Paul Pope. Como veis, amplia representación francesa, y algunos de ellos son pesos pesados actualmente en el mundo de la BD.
El caso es que el experimento no cuajó. En absoluto. Fracaso total y estrepitoso. Según me contó el mismo Boilet durante su visita en el pasado Salón del Manga, los autores extranjeros tenían dificultades para adaptarse a la vida japonesa, y además tampoco era muy bienvenido el típico estilo de los editores japoneses de exigir (bueno, pedir amable pero insistentemente) que se hagan las historias que ellos quieren, no las que los autores quieren dibujar. Como anécdota, me comentaba que el editor del proyecto le pidió que dibujara la historia de un japonés ligoncete en París… Cuando lo que él deseaba hacer, con lo que realmente se sentía identificado y podía poner mucho de sí, era la historia de un francés en Tokio. Al fin y al cabo, me decía, “¿qué narices podía saber yo sobre cómo se sentiría un japonés en París, cómo actuaría, qué haría, etc.?” En cambio, evidentemente, Boilet sí sabía cómo actuaba un francés en Tokio… Al final, el editor se salió con la suya, pero no con Boilet, que nunca cedió, sino con Varenne, que acabó creando Kiro. ¿Y de qué va Kiro, de Alex Varenne? Pues de un japonés que liga con francesas jamonas en París (también tengo este tomo, ya lo comentaré otro día). Boilet también se salió con la suya, por cierto (un poco tozudo sí es el tío ^_^), y publicó con otra editorial Tokio es mi jardín, que incluso podemos leer en español.
¡Ele! ¡Así se baila!

Es curioso, pero muy poca gente sabe que dos españoles han publicado en Japón, en la revista Morning ni más ni menos, y han sacado un tomo cada uno en el mercado japonés. Sorry, jóvenes mangakas, ya no podéis aspirar a ser “el primer español que publica un tomo en Japón” porque este título lo tiene Maldonado, dibujante nativo de Almuñécar para más señas. En su afán por encontrar autores e historias interesantes por el mundo, Kôdansha llegó también a España, donde se asoció con la editorial La Cúpula durante un tiempo. No sé si Maldonado llegó a Kôdansha a través de La Cúpula o si lo hizo independientemente, si alguien lo sabe podremos esclarecer un poco más esto.
Maldonado fue uno de los agraciados que recibió la beca de Kôdansha, hizo las maletas, se fue a Tokio y acabó publicando en la revista Morning, entre los números 15 y 27 de 1995, una historia llamada Rosario. Me imagino al editor diciéndole a Maldonado: “hombre, chico, bienvenido a Tokio. ¿Español, no? Pues venga, márcate una historia de flamenco, que eso a los japoneses nos mola”. No sé si a Maldonado le gusta el tema del flamenco o no (creo que sí, por lo que comenta en las historietas autobiográficas del final del tomo), pero fijo que el editor le “invitó amablemente” a crear una historia en la que el flamenco tuviera un papel central, y él tuvo que ceder. Sí, ya, ya sé…
La historia empieza una noche, en un tablao flamenco de una ciudad cuyo equipo está a punto de subir a la segunda división en un partido decisivo. El tablao está vacío y su propietario ha llamado a Rosario, una antigua bailaora, para que cubra las ausencias de las bailaoras titulares. A ese tablao acuden Pedro y Juan… Y casi ningún cliente más, por culpa del “furgo”. Pedro es un auténtico fanático del flamenco y sabe algo sobre una tal “Rosario” que era una increíble bailaora, y se ilusiona muchísimo cuando se entera de que alguien con este nombre bailará esa noche. Total, que Rosario baila, Pedro alucina pepinillos, y se prenda de ella. La historia evoluciona con la búsqueda de Rosario por parte del ingenuo y santurrón Juan, ayudado por el pícaro Pedro. En medio de la trama, una historia de drogas, desconfianza, puticlubs… En fin, esa España tan bonita que tenemos.
¿Mi impresión? Argumentalmente, para mi gusto, es un poco aburrido. No sé un japonés qué pensaría, porque ellos cuentan con el factor “exótico” que puede que les mole, pero ciertamente no es una obra destacable por su argumento. En el plano gráfico… Es muy curioso el esfuerzo consciente que Maldonado tuvo que hacer para adaptarse al estilo japonés, pugnando a la vez por mantener su estilo propio. El hecho de usar las tramas, de “descomprimir” la historia para que dure muchas páginas, viñetas grandes, “splash pages”, bocadillos en forma vertical para que puedan acomodar al texto japonés… Curiosísimo. Pero, ciertamente, deja bastante que desear.
Si algún día Maldonado lee esto, espero que me perdone, no estoy muy seguro de que él quiera que esta obra vea la luz ^_^ Igual está el tío ahora tranquilo pensando “buf, menos mal que nadie sabe que una vez publiqué ‘eso’ en Japón”. Si me lees y opinas así, lo siento, no lo he hecho con mala intención (es broma) ^_^
Antes he dicho que hubo dos autores españoles en Japón en esta época. Pues bien, esto es parte del “programa interactivo” que me gustaría montar en este post. Yo he tenido en mis manos, hace ya unos años, ese tomo de ese otro autor, pero no recuerdo ni el título ni el nombre del dibujante, ni tampoco he podido encontrar ninguna referencia. Sé que era un cómic muy surrealista, que iba de unos entes con formas raras que flotaban por el espacio, que usaba mucho el color negro y que era francamente raro. Éstas son todas las pistas que tengo. Así, la primera pregunta del “trivial”, sería,

  • ¿Alguien sabe el nombre del otro español que publicó para Morning y el título de su obra?

Y más preguntillas:

  • ¿Más autores que participaron en el Morning Manga Fellowship?
  • ¿Cuántos tomos acabaron saliendo? Yo tengo Rosario (de Maldonado) y Kiro (de Varenne)
  • ¿Más detalles sobre la beca? ¿Cuál era la asignación, contratos, por cuánto tiempo, ayudas para instalarse en Tokio…?
  • Otras cosillas que podamos averiguar…

¡A ver si entre todos conseguimos saber un poco más sobre esta interesante iniciativa del Morning Manga Fellowship, que fracasó tan estrepitosamente y sobre la cual hay cero información, al menos en Internet!

ACTUALIZACIÓN: Tras realizar esta entrada, hice unas cuantas investigaciones y decidí recopilar todo lo que iba averiguando en este otro post. De momento, varias preguntas han encontrado respuesta. El otro tomo de un autor español que fue publicado por Kôdansa es Kabel Imagines, de Juan Carlos Beneyto. También tenemos una lista de autores occidentales que gozaron en la beca, o como mínimo publicaron en Japón, así como la cuantía económica que se percibía y varios otros detalles.

Neko de gomen! (¡Soy una gata, perdón!)

Monday, February 4th, 2008
  • Título: 猫でごめん! (Neko de gomen!) -¡Soy una gata, perdón!-
  • Autor: Akane Nagano
  • Editorial: Kôdansha
  • Revista: Shônen Magazine
  • Años publicación: 1989-1993
  • Clasificación: Shônen, comedia romántica
  • Tomos: 8

A esta serie le tengo un cariño especial porque fue uno de los primeros tomos de manga que tuve jamás. Recuerdo que lo compré mucho antes de empezar a estudiar siquiera japonés, porque lo encontré muy barato en una caja en la que saldaban material de importación en una tienda de Barcelona (creo que era Norma, pero no estoy seguro). Era el tomo 7 y todavía lo guardo como trofeo. Más tarde, creo que en Kioto durante mi época de estudiante de intercambio (1999-2000, buf, ¡cuántos años hace de eso ya!), encontré el primer tomo y me lo compré.
No sé, el título del manga me caía muy bien y además, por poco japonés que sepas puedes entenderlo (neko = gato; gomen = perdón), pero por circunstancias de la vida nunca lo había leído. En Kioto compré muchos tomos y mi nivel no me permitía leer demasiado rápido, así que muchos tomos de los que compré entonces no pude leerlos en su momento. Luego, una mudanza y otra etapa, esta vez de cuatro años, en Japón, hicieron que estos tomos quedaran en cajas en el sótano de mi abuela. Por fin, hace relativamente poco conseguí hacer realidad mi sueño de tener una biblioteca donde guardar los tomos de forma ordenada y pude rescatar todo ese material, entre el que se encontraba este tomo 1 de Neko de gomen!, que finalmente me decidí a leer.
Cada generación en el manga tiene a uno o dos autores fetiche, del cual muchos de los demás autores imitan el estilo. Por ejemplo, en los 50 y 60 todo el mundo imitaba el estilo Tezuka, mientras que en los 70 el estilo épico del gekiga, encarnado en obras legendarias como Ashita no Joe y Kyojin no hoshi, hizo mella en el manga. En los 80, fueron sobre todo Rumiko Takahashi y Mitsuru Adachi quienes dejaron su impronta, mientras que las generaciones actuales de dibujantes shônen copian descaradamente el estilo de Akira Toriyama, hasta el punto de que la Shônen Jump, con el permiso de series como Kochikame, presenta a una serie de clones de Dragon Ball tras otra. Esto no es necesariamente malo, que quede claro, que soy el primero que disfruta con Bleach y con Naruto.
El manga shônen ochentero me encanta, sobre todo en el aspecto gráfico, con esas líneas más redondeadas del estilo de Adachi y Takahashi. Al menos, acostumbrado como estoy ahora a estar todo el tiempo trabajando con shônen actual, para mí es un soplo de aire fresco ver cómo se hacía el shônen no hace tanto tiempo.
Yayoi se pone “gatuna” en cuanto su estado anímico se altera… ¡O ve a un ratón! ^_^

El manga japonés se caracteriza también por la feroz competencia entre editoriales; cuando una editorial consigue un éxito, enseguida vienen otras a copiar la idea y tratar de chupar rueda. ¿Ejemplos? Samurai Deeper Kyo fue la respuesta de Kôdansha a Rurôni Kenshin de Shûeisha; D-Gray-man a mí me huele como el intento de Shûeisha de conseguir un Fullmetal Alchemist (de Square-Enix) propio; luego están los múltiples mangas de fútbol salidos a la estela de Captain Tsubasa (de Shûeisha), como Shoot! (de Kôdansha) o tantos otros. Mirad la lista de mangas de fútbol que tiene la Wikipedia japonesa, es para alucinar. Y seguro que la práctica totalidad son posteriores a Tsubasa.
El manga que nos ocupa en esta reseña, Neko de gomen!, es claramente, y sin ningún rubor, un intento de Kôdansha de aprovechar el éxito de Ranma 1/2, de Shôgakukan. En plan comedia, personaje que se transforma, secundarios raritos, situaciones absurdas, etc. Yayoi es una chica normal y corriente, a la que le gusta un chico empolloncete del instituto. También resulta que el padre de Yayoi es un científico un poco (bueno, mucho) chiflado que inventa una máquina de teleportación. Así, al tío no se le ocurre otra cosa que probar la maquinita con su propia hija… Pero la mala suerte hace que entre un gatito en la cabina y… Al descomponerse en la cabina de salida las moléculas de Yayoi y el gato, luego se vuelven a montar en la cabina de llegada pero de forma combinada. Esto, aquí donde lo veis, es un plagio bestial de la película La mosca (de 1986, remake de la original de 1958), lo que pasa es que en vez de mosca hay un gato y en vez de un drama-terror, es una historia de humor. Lo gracioso es que el manga no se esconde de eso, incluso se cachondea explícitamente de la “similitud” (ejem).
En fin, que el aspecto físico de Yayoi después de quedar combinada con el gato por culpa de su padre es totalmente normal… Aunque cuando se pone nerviosa, se asusta o se emociona, le salen orejitas de gato y una cola. El caso es que, por supuesto, nadie debe enterarse de esto y Yayoi trata de esconderlo, incluso ante la presencia del chico que le gusta, Minoru, que al poco le pide salir con ella. El problema es que Minoru no soporta a los gatos…
¿Queréis saber mi opinión sincera? Este manga no es un alarde de originalidad, se copia conceptos de La mosca, de Ranma 1/2 y de tantos otros… Pero me lo pasé muy bien leyéndolo. Las situaciones son divertidas y al fin y al cabo lo que cuenta en un buen manga es que cumpla su función, que es la de entretener. Y a mí me entretuvo. Este manga ciertamente no pasará a los anales de la historia del género, pero ese sabor ochentero (y de principios de los 90) que tiene me encantó, fue un buen cambio respecto de la rutina.

 

Sakigake! Cromartie Kôkô (¡A por todas! Instituto Cromartie)

Tuesday, January 29th, 2008
  • Título: 魁!!クロマティ高校 -Sakigake! Cromartie Kôkô- (¡A por todas! Instituto Cromartie)
  • Autor: Eiji Nonaka
  • Editorial: Kôdansha
  • Revista: Shônen Magazine
  • Años publicación: 2000-2006
  • Clasificación: Shônen, humor
  • Tomos: 17 (completa)

Hay manifestaciones del humor japonés que simplemente no acabo de entender o compartir. A ver, los típicos programas de la tele japonesa que se basan en el “martillazo, risita, otro martillazo y a ver cómo se la pega” tienen su gracia, pero se repiten más que el ajo. Soy consciente de que el humor japonés es complicadillo de exportar, pero quizás en España somos más receptivos a él que en otros países. Sin ir más lejos, aquí han triunfado animes como Shin-chan, Dr. Slump o incluso Musculman, que en otros países occidentales han pasado más bien sin pena ni gloria. Shin-chan, por ejemplo, es un tremendo éxito en España pero en Francia, Estados Unidos, Italia, etc. ha sido un completo y tremendo fiasco. En Estados Unidos ha llegado a haber dos versiones, una traducción normal (fracaso total) y una reescritura a lo bestia -aprobada e incluso impulsada por los japoneses- en la que Shin-chan dice tacos gordos, y es muy-muy grosero. Supongo que lo que buscaban era la provocación, llamar la atención y así ganar audiencia. Pues se ve que así tampoco. Y en cambio, en España parece que el humor japonés del “caca-pedo-culo-pis” sí funciona, o al menos cae en gracia. Si no, ¿a qué se debe el boom Shin-chan aquí y en cambio la indiferencia total en otros países occidentales?
Aunque algunas de las manifestaciones del humor japonés no acaban de gustarme, hay otras que me chiflan. Por ejemplo, parece que soy de los pocos que disfruta como un enano de Gintama, ¡es que yo me parto con las burradas que se inventa su autor y al traducir me río como un gipil$%as, yo solito! Mi serie favorita es Dr. Slump, y la misma Shin-chan, pese a más de 450 episodios de anime traducidos entre nuestro equipo, 35 tomos en catalán, 25 en castellano, unas 10 películas, 4 videojuegos y lo que te rondaré, sigue arrancándome carcajadas. Por lo tanto, no es de extrañar que Cromartie me divierta muchísimo.
El argumento va de que hay un chico, llamado Kamiyama, que es el típico empollón. Tiene un colega que es un macarrilla que además es muy duro de mollera, y le preocupa el hecho de que sus notas no le permitirán entrar a ningún instituto. Kamiyama le anima y le dice que se presente al “Cromartie”, el peor instituto de todo Japón, lleno de gamberros que no tienen ni un dedo de frente pero que cuya nota de corte es ínfima (según él, “con sólo que sepas restar, ya entras”). Para probarle su amistad, Kamiyama le dice que se presentará con él al examen… Al final, resulta que Kamiyama aprueba y su amigo no. Así que tenemos a Kamiyama atrapado en medio de un montón de goriloides llenos de cicatrices y caras de malas pulgas, gamberros sin remedio y gente de la peor calaña posible… Que además, son más tontos que una suela de zapato.


El Ikegami del humor
El caso es que Kamiyama acaba adaptándose a todo este nuevo entorno, mejor de lo que él mismo podía imaginar, y se enreda en una serie de situaciones hilarantes. La serie no tiene un hilo conductor como tal, simplemente son un gag detrás de otro en historietas de cuatro páginas aproximadamente. Los gags se apoyan muchísimo en el texto, lo que da como resultado un cómic con una densidad muy grande de texto. La gracia, aparte del propio guión, que es genial, también está en el dibujo, ya que tiene un estilo Ryôichi Ikegami bestial que contrasta muchísimo con la temática humorística del tebeo, lo que aumenta todavía más el efecto cómico. Ese estilo tan estático y de nula expresividad en los personajes de Ikegami (digooo, de Nonaka ^_^) realza las situaciones humorísticas cosa mala.
Aparte de los macarras, en el manga aparecen también personajes que no sé muy bien cómo definir. Por ejemplo, están Freddy (inspirado claramente en Freddy Mercury, de Queen ^_^), que es un tío con bigote, aspecto occidental y pelo en pecho que no habla nada (ni siquiera se sabe si habla japonés); una especie de robot llamado Mekazawa del que nadie (excepto Kamiyama y su quinta) se extraña de su aspecto robótico; o un gorila enorme que parece más inteligente que la mayoría de los alumnos del instituto XDD.

Ahora, al buscar la información sobre los años de publicación y demás para completar la ficha de más arriba, he encontrado algunas perlas sobre esta serie. Una de ellas habla sobre que lo de imitar a Ikegami es totalmente intencionado (ya decía yo), y que el propio Ikegami ha declarado que es un honor que le imiten porque eso es señal de que es un mangaka famoso. No le gustaría que directamente imitaran su estilo como un mono, pero que en el caso de Cromartie no pasa nada porque el registro cómico es totalmente contrario a su registro habitual y que está muy bien. También dijo que le daba cierta rabia que una serie que imita su estilo de dibujo se venda mejor que las suyas propias, ja ja. Por último, también he leído que se ha dado el caso de gente que, leyendo una obra de Ikegami, se ha confundido pensando que estaba leyendo una obra del autor de Cromartie y se ha sorprendido de que un autor de manga cómico pueda cambiar tan radicalmente de registro (^_^).
Otra perlita es sobre el nombre del manga. El autor indica en su obra que, cuando estaban pensando en nombres chungos para el instituto de marras, al tío no se le ocurrió otra cosa que “Cromartie”, que es el apellido de un famoso jugador de béisbol que jugó en Japón entre 1983 y 1991: Warren Cromartie. Supongo que Cromartie era conocido por ser muy chungo, no sé. El caso es que al amigo Warren no le hizo ninguna gracia que su apellido fuera usado para un manga donde salen macarras que fuman, se apalean entre ellos y además son tontos de remate, y puso una querella y todo (estos americanos…).
Cromartie tiene una serie de animación (cómo no), de 26 episodios, curiosa porque está formada por episodios de 15 minutos en vez de los 22 minutos habituales. Y además, ¡hay una película de imagen real! Esto hay que verlo, aunque no creo que supere a la fumada de Jigoku Kôshien (Battlefield Baseball), que es de lo más chungo que he visto en película de imagen real. ^_^ Atención al trailer, que tiene una pinta… No sé vosotros, ¡pero yo me la pillo! ^_^ Y además, por lo que oigo, la música es de los Kishidan, ¡no podían encontrar a mejor grupo!

Para los curiosos, sabed que hay una empresa americana, ADV Manga, que ha tenido las narices de publicar el manga en los USA.