El blog de Marc Bernabé

Oishinbo

Friday, November 6th, 2009
  • Título: 美味しんぼ –Oishinbo–
  • Autor: Tetsu Kariya (guión) / Akira Hanasaki (dibujo)
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Big Comic Spirits
  • Años publicación: 1983-?
  • Clasificación: seinen, gourmet
  • Tomos: 103 (en curso)

oishinbo1

Al igual que hice en su momento con Yoshimi Yoshida, detective de insectos en conjunción con Jesús de Entomoblog esta reseña forma parte de un experimento conjunto con un blog amigo. Esta vez, Roger del prestigioso blog sobre gastronomía japonesa comerjapones.com y yo hemos decidido leer un manga en el que tenemos un interés común y, sin leer antes la reseña uno del otro, las hemos publicado al mismo tiempo. Es muy interesante leer dos reseñas de una misma obra porque se muestran dos puntos de vista totalmente distintos, ¿no os parece? Pues aquí tenéis mi reseña, vista desde el punto de vista de un lector de manga, y aquí tenéis la de Roger, desde el punto de vista de un verdadero gourmet de lo japonés.

¿A quién de vosotros os suena Oishinbo? A muy pocos, imagino, y eso a pesar de que es una de las series más exitosas y longevas de la historia del cómic japonés; se publica desde 1983 y el año pasado superó la friolera de 100 tomos recopilatorios, algo que solo un puñado de otras series hasta el momento habían conseguido. De hecho, con esta reseña inauguro el tag “+100” tomos, en el que iré comentando estas míticas series que han superado la increíble cifra de 100 tomos (hasta ahora he comentado KochiKame y la serie Dokaben). Por cierto, también es la sexta serie con más ventas de la historia (empatada con Golgo 13 y Doraemon a 100 millones de tomos y por debajo de Dragon Ball (150 millones), KochiKame (140 millones), Detective Conan (120 millones) y One Piece y Slam Dunk (110 millones)). ¡Cien millones de tomos! Jo-der.

¿Pero qué tiene Oishinbo que sea tan especial como para haberse ganado el favor del público japonés durante tantos años y tantos tomos? Estamos ante una obra del subgénero conocido como “gourmet manga” (o ryōri manga, no sé exactamente si tiene un nombre fijo, pero yo le llamaré “gourmet manga”). De hecho, aunque no he podido comprobar si Oishinbo fue el primer gourmet manga, sí es seguro que es el que hizo escuela, el “padre” de todos los manga de cocina, cocineros y gourmet habidos y por haber (entre ellos, recordémoslo, se incluye la mítica Mister Ajikko – El rey del sushi). Y de todos es sabido (y si no lo sabéis, ahora mismo os lo diré XD) que el japonés es un pueblo extremadamente gourmet, que disfruta comiendo y probando sabores procedentes de todos los rincones de Japón y también del mundo entero. Existen miles de libros, guías y revistas que recomiendan “los mejores restaurantes de”, y un porcentaje obscenamente alto del espacio en las guías de viajes japonesas está ocupado por direcciones de restaurantes y fotos de la comida que sirven. No es raro, además, que en los viajes al extranjero que realizan muchos japoneses el motivo central de los mismos sea, sí señor, la comida, y además son capaces de irse a ese restaurante perdido en lo más remoto de un país porque “allí sirven la mejor X del país” (sustituir la “X” por el nombre de cualquier plato).

No sé qué fue antes, si el huevo o la gallina; es decir, no sé si lo de ser un pueblo gourmet les viene a los japoneses de antes o bien fue Oishinbo y la miríada de obras del estilo que salieron después a su estela lo que provocó que los japoneses de repente empezaran a valorar la comida de una forma que parece rayar la exageración. Podría ser lo segundo; de hecho la Wikipedia japonesa llega a sugerirlo.

Discutiendo con un chef francés sobre cuál es la mejor carne

Discutiendo con un chef francés sobre cuál es la mejor carne

Oishinbo se enmarca en un periódico japonés, el Tōzai Shinbun, dirigido por un gourmet de pro. Para el centenario de la publicación, el director decide encargar a un par de periodistas la confección del “menú definitivo”, es decir, un menú que consista en un equilibrio perfecto de los manjares más deliciosos del mundo (con especial ahínco en la comida japonesa, cómo no). Solo dos empleados pasan una prueba de paladar que consiste en discernir entre tres tipos de agua y de tofu: el malhumorado y maleducado Shirō Yamaoka (que parece pasar de absolutamente todo) y la novata Yūko Kurita.

Al principio, Yamaoka pasa un huevo de todo y todo el mundo se pregunta si de verdad es una buena idea dejar un proyecto tan serio y decisivo en manos de este tipo y de una chica jovencísima recién entrada a la empresa. Pero poco a poco Yamaoka se va destapando como un gourmet de finísimo paladar y enormes conocimientos, y Kurita, con su capacidad innata para discernir sabores, se destapa también como una gran crítica de cocina. Al cabo de pocos capítulos se descubre el porqué de las habilidades gourmet de Yamaoka: su padre, Yūzan Kaibara, un hombre extremadamente exigente con la comida, les hizo la vida tan imposible a él y a su madre por culpa de su obsesión culinaria que al final acabó “matándola”. A raíz de ello, Yamaoka, que desde muy pequeño había estado en contacto con los mejores manjares del mundo, decidió marcharse de casa y renegar de su apellido (tomando el de su madre), enemistándose de por vida con su padre.

Y bueno, básicamente este es el argumento de fondo. Lógicamente ocurren más cosas, pero esta es la base. Así, capítulo a capítulo, Yamaoka y Kurita irán probando todo tipo de platos e irán demostrando por qué esto es más bueno que lo otro, desmontando teorías establecidas y dejando anonadados y noqueados a todo tipo de expertos. La principal gracia de Oishinbo, así como de la mayoría de los manga culinarios, es que no se centra tanto en “cómo preparar” un plato, sino en describir los sabores, la textura y el “cuerpo” de los alimentos y el porqué de todo ello (incluyendo, por supuesto, información sobre la preparación). De hecho, el propio título ya describe bastante bien de qué va el manga: es una palabra inventada que sugiere la amalgama del adjetivo oishii (delicioso) y el sustantivo kuishinbo (glotón), y que vendría a significar algo como “Ávidos de delicias”.

Una vez conoces el argumento de base, los diferentes capítulos se pueden tomar como piezas independientes, lo que hace innecesario seguir linealmente la obra para disfrutarla. Por eso Oishinbo, como KochiKame o Golgo 13, es uno de los cómics más vendidos en los kioscos de las estaciones de tren y las tiendas 24 horas, y de los más leídos en peluquerías o garitos de comida rápida. Si tienes un ratito para matar, nada mejor que leer un capítulo suelto de una serie cuyos personajes conoces. Para mí, este es el secreto de la gran longevidad de estos títulos.

Por si fuera poco, esta distribución en capítulos autoconclusivos permite que se hayan recopilado tomos temáticos sobre sushi, fideos, carne, pescado, etcétera, que se venden en todo tipo de formatos, como por ejemplo las ediciones baratísimas en papel malísimo y cubiertas de cartón barato que venden en las estaciones o tiendas 24 horas japonesas. Por si os interesa este manga, varios tomos temáticos de Oishinbo están siendo editados actualmente por Viz Media en los Estados Unidos (ya llevan 7 tomos), así que no es necesario saber japonés para introducirse en uno de los manga más conocidos y queridos por el público japonés.

Por cierto, si tienes ciertas nociones de japonés y tienes un blog de una temática definida (fotografía, viajes, zoología, tokusatsu, corte y confección, fisioterapia, televisión, curling, lo que sea…) podemos hacer este experimento cuando quieras. Seguro que encontramos un manga que se adecúe a la temática de tu blog, nos hacemos con él (de eso me encargaría yo), lo leemos y lo comentamos al unísono en nuestros respectivos blogs. ¿Te apuntas?

Lo mejor

  • La gran cantidad de detalle e información que contiene cada capítulo. ¡Es impresionante lo documentado que está!
  • Estamos ante un manga que ha creado escuela y ha causado un gran impacto en la sociedad japonesa en general, y se nota.
  • Se ensalza el valor de los sabores simples y las comidas sencillas por encima de la pomposidad y la ostentación.
  • Esas exageraciones geniales, como por ejemplo hacerle un TAC a unas piezas de sushi para ver cuán apretados entre sí están los granos de arroz. XD
  • Esas descripciones tan detalladas de los sabores y las texturas, que además han sido imitadas hasta la saciedad.

Lo peor

  • Llevan 103 tomos y aún siguen buscando ese “menú definitivo”. ¡El presupuesto del periódico Tōzai debe de ser brutal para financiar eso!
  • El dibujo puede parecer más bien estático y aburrido a simple vista, pero va perfecto para la temática y al cabo de pocas páginas te olvidas.
  • Yamaoka se pasa de chuleta a veces (aunque también es la gracia del manga).

La vida de Mao Tse-Tung… O 30 años de manga en España

Thursday, November 5th, 2009

Esta mañana, en los comentarios del anterior post, surgía un dato muy interesante aportado por Raúl: el primer manga (al menos en forma de tomo) publicado en España fue La vida de Mao Tse-Tung, en 1979. Era un dato que había leído hacía tiempo y ya ni recordaba, pero al ver este mensaje me he puesto a buscar en internet a ver si encontraba el tomo de marras para comentarlo aquí. Y he encontrado que, al menos en la zona de Barcelona, está únicamente en dos bibliotecas: la de Letras de la UB (en Plaça Universitat) y en la Biblioteca Tecla Sala de L’Hospitalet.

maospain1

Aprovechando que hoy tenía que estar a solas con mi hija toda la mañana, pues me he dicho “ya de paso que la saco de paseo, me voy a hacer arqueología manga, oye”. Y, ni corto ni perezoso, para la biblioteca de Letras de la UB que me he ido. Efectivamente, ahí tenían este tomo, el primer manga publicado en España, ni más ni menos que de 1979. ¡Lo que significa que este año 2009 marca el 30º aniversario de la publicación de manga en España! ¡Mira qué bien!

La vida de Mao Tse-Tung (Mō Takutō-den en el original japonés), es una obra de 1973 firmada originalmente por Fujiko Fujio, un dúo de autores que en los años 80 se separarían y se harían llamar Fujiko F. Fujio y Fujiko Fujio A, respectivamente. En el proceso de separación también dividieron las obras que habían realizado por separado: así, actualmente Fujiko F. Fujio firma obras como Doraemon o Kiteretsu, mientras que Fujiko Fujio A es el autor de Manga Michi, Hattori el ninja y esta misma obra, La vida de Mao Tse-Tung, entre muchas otras.

maospain2

Esta obra fue publicada originalmente sobre la misma época y en la misma revista que Hitler, la biografía del dictador alemán realizada por Shigeru Mizuki y publicada por Glénat hace solo unos días. En su edición española, apareció en 1979 de la mano de Grijalbo, con traducción de Jun’ichi Matsuura y “versión española” de Albert Mayol. Ignoro qué exactamente hizo Mayol para aparecer como autor de la “versión española”… ¿Adaptó y pulió el texto de Matsuura? ¿Realizó los retoques gráficos? Ni idea. El caso es que, aunque no he podido leer la obra por falta de tiempo, sí que la he ojeado por encima y he visto que parece muy bien traducida (esta obra tiene una dificultad bastante elevada por un tema de la relación entre los idiomas chino y japonés, no me extenderé porque es complicado, pero tiene tela), en un tiempo en el que no había internet a mano. Me parece de un mérito más que notable.

maospain3

Sobre la historia del manga en España después de La vida de Mao Tse-Tung no sé gran cosa. Expongo aquí los datos y a ver si entre todos podemos rellenar posibles huecos. Por cierto, aquí menciono solamente mangas reales, es decir, realizados en Japón, y no productos patrios que adaptaban animes como por ejemplo los cómics de Mazinger Z, dibujados por Josep Sanchís.

***Update justo cuando recibo vía Twitter la info de dónde leí en su momento lo de que Mao fue el primer manga publicado en español, y el primer manga en formato tomo publicado en España, un artículo publicado en Misión Tokyo que además menciona el primer manga en general, que curiosamente fue publicado en catalán. ¡Gracias!***

  • 1968: Tonda Haneko, de Rakuten Kitazawa, en la revista Cavall Fort (en catalán)
  • 1979: La vida de Mao Tse-Tung, de Fujiko Fujio, formato tomo (Ed. Grijalbo)
  • 1980: Historias cortas de Yoshihiro Tatsumi, en la revista El Víbora (La Cúpula)
  • 198? (principios): Historias cortas de Chiyoji, en la revista El Víbora (La Cúpula)
  • 1984: Qué triste es la vida y otras historias, de Yoshihiro Tatsumi, formato tomo (La Cúpula)
  • 1984: Ediciones coloreadas de Candy Candy, de Yumiko Igarashi (dibujo) y Kyōko Mizuki (guión) (Bruguera)
  • 1990: Akira, de Katsuhiro Otomo (edición coloreada), formato álbum (Glénat/Ediciones B)
  • 1991: Astroboy, de Osamu Tezuka, en el encarte de la revista Krazy (1 historieta); Pesadillas, de Katsuhiro Otomo, formato prestigio (Norma)
  • 1992: El puño de la estrella del norte, de Buronson (guión) y Tetsuo Hara (dibujo), formato comic book (Planeta deAgostini); Crying Freeman, de Kazuo Koike (guión) y Ryōichi Ikegami (guión), formato comic book (Planeta deAgostini); Dragon Ball, de Akira Toriyama, formato comic book (Planeta deAgostini) (en catalán y castellano simultáneamente)
  • Y a partir de aquí… ¡Empieza el show! Doraemon, Alita, Hotel Harbour View, El puño de la estrella del norte, La leyenda de Kamui… ¡Buf!

Ehm… Ahora me doy cuenta de que no es el 30º aniversario de la publicación de manga en España… ¡Es el 41º! Ya que en 1968 se publicó esa obra corta de Kitazawa (en catalán), ¿no? Caray…

Por cierto, en mi próximo viaje a Japón voy a conseguir este manga en su versión original y lo voy a reseñar, ¡espero que os guste!

Shurayukihime Gaiden (Lady Snowblood – Historias alternativas)

Tuesday, November 3rd, 2009
  • Título: 修羅雪姫 外伝 –Shurayukihime Gaiden– (Lady Snowblood – Historias alternativas)
  • Autor: Kazuo Koike (guión) / Ryōichi Ikegami (dibujo)
  • Editorial: Koike Shoin
  • Revista: Jin
  • Años publicación: 2006-07 (el tomo, de 2009)
  • Clasificación: seinen
  • Tomos: 1

shurayuki1

Si eres aficionado al manga y al cine a la vez, sabrás que una de las grandes influencias detrás de Kill Bill, de Quentin Tarantino, fueron las dos películas japonesas Shurayukihime (de 1973 y 1974), basadas a su vez en un gekiga del gran guionista Kazuo Koike (conocido por haber guionizado El lobo solitario y su cachorro y decenas de otras series manga) y del dibujante Kazuo Kamimura (el de Dōsei Jidai). El manga de Shurayukihime está disponible bajo el título Lady Snowblood en tres gruesos tomos en España de mano de Planeta deAgostini (los dos primeros se publicaron en 2006 y el último, “El retorno”, salió hace solo unos meses).

A mí me encargaron la traducción de este último tomo, y como no conocía la historia anterior, me la leí para poder realizar la traducción con garantías de coherencia con lo anteriormente publicado. Los dos primeros tomos me parecieron bastante buenos y trepidantes, pero el que me tocó a mí, “El retorno”, se me antojó hasta un poco ridículo, sobre todo el rollo de la gimnasia sueca… ¡Por favor! Aunque no está mal, deja bastante que desear. En fin, esta es una historia de venganza realmente cruda: Sayo Kashima ve cómo su familia es asesinada por cuatro hombres y jura vengarse. Consigue matar a uno, pero la encarcelan de por vida. Como ve que le será imposible salir de la cárcel, se deja violar por varios hombres hasta que queda preñada. La niña, Yuki, hereda pues el rencor y la sed de venganza de su madre, y cuando ya tiene una edad suficiente, empieza la caza de los tres hombres restantes.

Tras consumar la venganza en los 2 primeros tomos y regresar para protagonizar unas cuantas historias alternativas en “El retorno”, Yuki Kashima cayó en el olvido. Imagino que el hecho de que Tarantino hiciera Kill Bill y se inspirara tan directamente en las películas de Shurayukihime espolearon a Kazuo Koike a desempolvar la historia, algo que hizo en 2006 junto al dibujante Ryōichi Ikegami. Por cierto, Koike e Ikegami ya formaron tándem en la inolvidable Crying Freeman en los años 80, y hacía 17 años que no colaboraban.

¡Tías buenas con espadas! ¡Yeah!

¡Tías buenas con espadas! ¡Yeah!

Así, entre 2006 y 2007 se publicaron unas cuantas historias alternativas protagonizadas por la bella y sanguinaria Yuki que a principios de este año 2009 fueron por fin recopiladas en este tomo que reseño ahora. La primera historia del tomo está protagonizada por el hijo de uno de los hombres a los que Yuki mató, así como por su esposa, una guapa mujer yakuza. En esta historia, Koike demuestra que la venganza solo genera más venganza en una espiral inacabable de violencia, y Yuki tiene, de nuevo, que sufrir por sus vengativos actos recibiendo el ataque de la mujer yakuza y protagonizando un ya clásico enfrentamiento con katanas entre dos mujeres demidesnudas en un jardín japonés. Las otras historias son también similares y resultan muy entretenidas, aunque igual que ocurría con “El retorno”, el argumento ya deja de ser original para convertirse en una excusa para buscar más batallas y desnudar a Yuki (curioso que siempre acabe en pelota picada, ja ja…)

Los principales atractivos de este tomo son 1) ver de nuevo una obra de los mismos creadores de Crying Freeman, muchos años después; 2) disfrutar de los estupendos guiones de Koike y 3) admirar el estupendo dibujo de Ikegami. Aunque en este último punto tengo que decir que Ikegami dibuja de maravilla pero sigue sin tener ni idea de darles expresión a sus personajes, que siempre aparecen con cara de palo (algo que parodió con mucho acierto y muchísima gracia Eiji Nonaka en su Cromartie High School). Además, la Yuki de Ikegami tiene una cara bastante masculina, ¿no? Se parece un montón a Yō Hinomura de Crying Freeman, pero con el pelo largo y un par de… Ehm… Sí, eso.

Como curiosidad, el título original de la saga, 修羅雪姫 Shurayukihime, me encanta: es una alteración del título del cuento 白雪姫 Shirayukihime (Blancanieves) en la que el primer 白 shira (blanco) se ha sustituido con la palabra 修羅 shura (demonio, situación sanguinaria). Por si fuera poco, la protagonista se llama 雪 Yuki (nieve), por lo que el título original japonés es sencillamente perfecto. Lo que no me gustó nada de la adaptación castellana, por cierto, es que la llamaran Lady Snowblood, en inglés. Tal vez el título sí lo hubiera dejado como Lady Snowblood, pero en el interior yo personalmente habría preferido dejar el nombre en japonés o bien buscar una adaptación española, pero el uso de la expresión inglesa me parece desacertado y poco procedente. Queda un poco raro que cuando le pregunten “¿Y tú quién eres?” ella, que es japonesa, diga en inglés “¡Lady Snowblood!”. ¿No os parece?

En fin, un título recomendable para los amantes del género y para los lectores en general de Lady Snowblood, ya que está bastante a la altura, si no de la serie original, como mínimo del tomo de “El retorno”. Si todo va bien, este es un tomito que tiene números para publicarse en España. ¡Veremos!

Lo mejor

  • Dos grandes maestros del manga, de nuevo juntos.
  • El guión es de Kazuo Koike.
  • El dibujo es espectacular, muy bonito, muy Ikegami.
  • Yuki Kashima aparece más bella que nunca gracias al arte de Ikegami.
  • Las ilustraciones a color del principio del tomo son para enmarcarlas.

Lo peor

  • Un solo tomito de 200 páginas sabe a poco.
  • Las expresiones estáticas de los personajes.

Child Planet

Friday, October 23rd, 2009
  • Título: チャイルド☆プラネット–Child Planet–
  • Autor: Issei Eifuku (dibujo) / Kentarō Takekuma
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Young Sunday
  • Años publicación: 1996-97
  • Clasificación: seinen, apocalíptico
  • Tomos: 7


childplanet1

Issei Eifuku es el guionista de Takemitsu Zamurai – El samurái que vendió su alma (Ediciones Glénat), y como tal nos visitará durante este próximo XV Salón del Manga como autor invitado (junto al genial dibujante Taiyō Matsumoto). Si te pones a investigar un poco sobre su figura, que es algo que he estado haciendo estos días para prepararme para ser el intérprete de él y Matsumoto durante el Salón, descubres que su carrera empezó en realidad no como guionista, sino como ayudante del propio Matsumoto. Ayudante de dibujo, se entiende: uno de esos “negros” que se dedican a dibujar los fondos, entintar, poner tramas y demás en las obras de manga de los dibujantes consagrados. Y como puedo comprobar, efectivamente, y como ya comenté en la reseña de GoGo Monster, Eifuku figura como ayudante en los créditos.

Sin embargo, como hacen tantos ayudantes, Eifuku también “salió del nido” y probó suerte como autor; en esta faceta, consiguió publicar varias obras que han sido recopiladas en unos cuantos tomos. Sin embargo, resulta curioso que la obra que mejor parece haber funcionado (al menos, la única–aparte de Takemitsu– que se menta como “más representativa” de Eifuku en las varias fuentes que he consultado) es Child Planet, ¡que está guionizada por un autor llamado Kentarō Takekuma (famoso crítico de manga, por cierto)! Pongo las exclamaciones porque realmente me sorprende esta inversión de papeles: un guionista tan absolutamente brillante como Eifuku haciendo de dibujante para otro guionista… ¡El mundo al revés!

La conclusión a la que he llegado tras leer el tomo 1 de los 7 de los que consta Child Planet es que me alegro mucho de que Eifuku haya conseguido destaparse como guionista genial y que por fin haya logrado el éxito con Takemitsu (que será su obra más larga, ya que el tomo 7 de Takemitsu está a punto de salir en Japón y aún sigue abierta, por lo que superará a Child Planet). Y lo digo porque como dibujante resulta… Bueno, digamos que más bien es del montón tirando hacia abajo, aunque se le nota cierta influencia de Matsumoto (que no resulta suficiente).

¡Que se mueran los adultos!

¡Que se mueran los adultos!

El argumento es el típico postapocalíptico: ocurre un gran desastre y los supervivientes tienen que espabilarse. En este caso, es un poco El señor de las moscas meets Dragon Head. El manga empieza fuerte, con unos escolares enterrando e incinerando a los profesores de su escuela, que están todos muertos. Poco después, el flash forward termina y se inicia la historia en sí, en la que vemos que por la acción de un virus o gas venenoso los adultos se vuelven locos y poco después mueren vomitando sangre, con lo que solo los niños y jóvenes quedan en pie. Accidentes, destrucción, persecuciones, sangre, más destrucción, más sangre, más violencia…

Las similitudes con Dragon Head de Minetarō Mochizuki son bastante importantes, hasta el punto de que, viendo la fecha de edición (empezó en 1996, mientras que Dragon Head es de 1995), uno puede llegar a sospechar aquello que he dicho más de una vez de la “copia” entre editoriales: si una obra tiene éxito, otra editorial contraataca con una obra similar (caso de Say hello to Black Jack vs. Team Medical Dragon, Rurōni Kenshin vs. Samurai Deeper Kyō, etc.), y Dragon Head es de Kōdansha mientras que Child Planet es de su gran rival editorial, Shōgakukan. Por si fuera poco, el estilo de dibujo de Eifuku se parece bastante al de Mochizuki.

Lo que sí es cierto es que ambas obras son muy de su tiempo. Dragon Head, curiosamente, tuvo el mérito de adelantarse (por solo días) al Gran Terremoto de Hanshin, así como al ataque terrorista con gas sarín en el metro de Tokio perpetrado por la secta Aum Shinrikyō, dos sucesos que calaron muy hondo en la conciencia colectiva de los japoneses. Precisamente por este componente “clarividente” resulta interesantísimo Dragon Head, mientras que Child Planet, posterior a todo esto, parece ser una respuesta más bien oportunista y aprovechada. Aun así, resulta interesante para captar, aunque sea de soslayo, el miedo a los grandes desastres y al terrorismo vírico o con gases que azotó a los japoneses durante la segunda mitad de los años 90. Por cierto, está bien analizar las obras manga dentro de su contexto, ¿verdad?

En resumen, Child Planet me ha parecido una obra bastante del montón, aunque entretenidilla, y si alguna vez tengo la oportunidad de leerla entera no me importará dedicarle unas horas. No en vano las historias apocalípticas me gustan bastante, y me he quedado intrigado por saber cómo se espabilarán los chavales en un mundo sin adultos.

Lo mejor

  • ¡Apocalipsis! ¡Destrucción! ¡Catástrofe!
  • Una obra muy de su tiempo e interesante para observar la psique de los japoneses de la época.
  • Que Eifuku haya descubierto su faceta de guionista genial y haya aparcado los lápices.

Lo peor

  • Guión bastante manido.
  • Dibujo más bien tosco.

GoGo Monster

Wednesday, October 21st, 2009
  • Título: GoGo モンスター –GoGo Monster–
  • Autor: Taiyō Matsumoto
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista:
  • Años publicación: 2000
  • Clasificación: seinen
  • Tomos: 1

gogomonster1

Al igual que hice el año pasado, inicio una pequeña rueda de reseñas de obras relacionadas con los autores invitados al Salón del Manga, aunque este año parece que al final nos quedaremos “solo” con Taiyō Matsumoto e Issei Eifuku, que llegan para presentar Takemitsu Zamurai – El samurái que vendió su alma (Matsumoto dibuja y Eifuki guioniza). Y digo “solo” entre comillas porque ¡vaya par de autorazos tenemos, señor! La lástima es que en España son muy desconocidos y seguramente pasarán más bien desapercibidos, pero es mi modesta misión intentar que, desde este humilde blog, se conozcan un poco mejor.

Aunque no le hago ascos a nada en el manga (considero que como “experto” que quiero llegar a ser algún día debo catar un poco de todo), tengo que decir que el manga alternativo, comúnmente conocido como “gafapasta”, me cuesta bastante de digerir. Afortunadamente, mi cabezonería y postura anticierre de miras me ha permitido superar bastante esta barrera y conocer a obras y autores “gafapastas” que han llegado a gustarme muchísimo y a convertirse en indispensables en mi biblioteca (como Yoshiharu Tsuge, mi adorado Usamaru Furuya, Yoshihiro Tatsumi, En la prisión de Kazuichi Hanawa, Diario de una desaparición de Hideo Azuma…). Taiyō Matsumoto es uno de esos autores que, de buenas a primeras, me causa ciertas reticencias, y de hecho hasta hace muy poco no he podido valorarlo como se merece.

Solo tengo una obra de Matsumoto en mi biblioteca (aparte de Tekkon Kinkreet y Takemitsu Zamurai, que no cuentan para este blog porque se han editado en España, ambas por Glénat), y la compré por… Bueno, por aquello por lo que muchos acabamos comprando cosas, ¿no? Simplemente porque me encantó el diseño del libro. Sí, por nada más que eso. Es que cuando vi este libro en la tienda, con su caja de cartón protectora, su tapa dura, sus cantos teñidos de rojo (¡y con la tinta roja trazando un dibujo!), etcétera, no pude resistirme. No es la primera vez que digo que a mí me gustan los libros tanto por su contenido como por el propio libro, y si se trata de una edición tan excepcional como esta… Me cuesta resistirme.

Detalles de la magnífica edición, ¡una gloria!

Detalles de la magnífica edición, ¡una gloria!

Pues nada, mi edición es la 5ª, del 2001, por lo que imagino que compré GoGo Monster sobre aquel año. Lo leí, por supuesto, pero me pareció algo muy raro (aunque extrañamente atrayente) y nada, lo aparqué en mi estantería. Aparte de GoGo Monster, de Matsumoto no leí nada más durante varios años, pero sí vi algunas películas basadas en obras suyas (Aoi haru, que me pareció rara con ganas aunque me permitió descubrir la tremebunda música de los Thee Michelle Gun Elephant; y Ping Pong, una especie de Shaolin Soccer versión ping pong que me gustó bastante, y en cuya banda sonora figuran los geniales Supercar). Pero hace un par de años, sin embargo, salió la peli de Tekkon Kinkreet, que me dejó fascinado por su derroche de colorido e imaginación, y posteriormente Glénat me encargó traducir el manga en el que se basa esta película.

Tekkon Kinkreet, el manga, me gustó, pero no me llegó a fascinar; de hecho, por una vez (y sin que sirva de precedente), creo que me gustó más la versión animada que la original en manga. Y es que es una grandísima película, y el color que tiene hace que gane muuuuchos enteros. Pero, ¡ay! cuando Glénat licenció Takemitsu Zamurai… Tengo que decir que mi visión sobre Matsumoto ha cambiado completamente. ¡¡Qué maravilla de obra!! Estoy impresionado con Takemitsu, por su estilo de dibujo rarísimo (poco que ver con el resto de la obra de Matsumoto, por cierto) pero increíblemente atractivo, y por su extraño y etéreo guión, que contiene una extraña aura que te atrapa y te sumerge en la historia. La pena de Takemitsu es que, por su dibujo y su extraño guión, me temo que será la típica obra que será ensalzada por cuatro gafapastas, entre los que me incluyo, pero que pasará totalmente desapercibida ante las masas. Desde aquí, un llamamiento: si os gusta el manga… ¡Qué coño!, el propio arte del cómic en general, ¡tenéis que comprar Takemitsu Zamurai! De verdad, qué obra de arte; pocas veces he leído yo algo con una esencia tan increíble. Es como si el propio cómic tuviera alma.

En fin, como siempre, me estoy yendo por las ramas. Esta es la reseña de GoGo Monster, una obra que fue publicada directamente en forma de tomo en el año 2000 pero en la que Matsumoto estuvo trabajando durante dos años. Por cierto, pocos saben que Issei Eifuku, el guionista de Takemitsu, fue ayudante de Matsumoto antes de salir de las catacumbas gráficas para brillar en el campo de la guionización: de hecho, en GoGo Monster figura Eifuku como ayudante. El caso de GoGo Monster es realmente extraño, ya que no es muy habitual que los manga se publiquen directamente en tomo sin haber sido serializados en ninguna revista.

Bienvenidos al onírico mundo de Matsumoto-sensei

Bienvenidos al onírico mundo de Matsumoto-sensei

En fin, esta es la historia de Yuki Tachibana, un extraño chaval que estudia primaria y es el típico “tío raro” de la clase. Siempre está solo y afirma poder “sentir” la presencia de misteriosos seres que pueblan el colegio al que va y que a veces hacen alguna que otra perrería. A lo largo de las páginas, la evidente evolución de Yuki, en la que el nuevo estudiante recién llegado Makoto Suzuki y el inteligentísimo pero prácticamente autista Sasaki (al que apodan “I.Q.” por su gran inteligencia, aunque siempre lleva la cabeza tapada con una caja de cartón) tienen un papel fundamental. Y es que, a media que se va haciendo mayor, Yuki va perdiendo la capacidad de sentir a estos seres, en especial a su líder, un ser al que él llama “Superstar”.

Este manga me parece una evidente metáfora del proceso de hacerse mayor y de pérdida de la inocencia (creo, que ya os digo que esto del tema gafapasta no va mucho conmigo y en general me cuesta analizar obras de este tipo con cierta profundidad –que igual luego resulta que preguntas al autor y no tienen ninguna profundidad en especial, pero bueno, ya me entendéis–). En todo caso, el manga se deja leer muy bien y, como ocurre con las obras de Matsumoto, contiene cierta “esencia” que se queda en el lector y le hace plantearse cosas, un poco como ocurre con las obras de Yoshiharu Tsuge (ver El hombre sin talento). El dibujo, con el estilo “alternativo” y realmente “poco manga” del Matsumoto pre-Takemitsu, resulta también extraño pero muy acorde a la historia.

En definitiva, GoGo Monster me parece una obra imprescindible para los fans de Matsumoto… Unos fans que, mucho me temo, no son demasiados en España, por lo que tal vez sea un poco complicado verla editada por aquí al menos a corto o medio plazo (y ojalá me equivoque).

Lo mejor

  • Historia extraña pero absorbente.
  • Un dibujo de corte alternativo y “feísta”, pero muy acorde con el argumento.
  • La propia edición física del libro, ¡qué maravilla!
  • Las bocas llenas de dientes que dibuja Matsumoto. XD

Lo peor

  • Para paladares muy (demasiado) selectos. Demasiado “gafapasta” para resultar rentable en España.
  • A veces se pasa un poco de esotérico.

AUTOBOMBO

¡No olvides que esta tarde, a las 19 h, vamos a presentar la serie Kanji en viñetas en Casa del Llibre BCN (Psg, Gràcia, 62)! ¿Nos vemos allí?