El blog de Marc Bernabé

Comiket 75

Monday, December 29th, 2008
Como lo prometido es deuda, hoy he estado en el Comiket y esta es mi crónica. Antes de empezar, me gustaría dejar muy claro que hago esto no para dar envidia (¡jo, de verdad que no es esta la intención!) sino para compartir con vosotros toda esta información que recibo, porque me gusta compartirla y ser una especie de puente o, dicho de otra manera, vuestros “ojos” en Japón.

Dicho esto, vamos allá con el Comiket. El Comiket o Comic Market es un evento que se celebra dos veces al año en el gigantesco espacio de convenciones Big Sight de Tokio. Una es en verano, en pleno agosto, y la otra durante los últimos días del año, en pleno invierno. Las dos ediciones duran tres días cada una.

El Comiket empezó en 1975 y la actual es la 75º edición, que se dice pronto. La principal particularidad de este evento es que es un evento de fans y para fans, y aunque últimamente el espacio con stands profesionales está aumentando año tras año, lo que se hace en el Comiket es básicamente vender y comprar dôjinshi, o sea fanzines. Se estima que más de medio millón de personas (!!!!) acuden a cada edición del Comiket, y eso que “solo” se venden fanzines en él; esto lo convierte, lógicamente, en la convención de cómics más bestial del mundo.

El hecho de que prácticamente solo se vendan fanzines provoca, pues, que estemos ante una convención más bien atípica; miles de creadores de dôjinshi y aspirantes a mangaka profesional se preparan para este evento dos veces al año, creando historias expresamente para venderlas en el transcurso del mismo. Es importante decir que cada “círculo” (así es como se llaman los creadores de fanzines) solo tiene derecho a un pequeño espacio durante uno de los tres días que dura el evento, por lo que cada día se vende material diferente, con gente diferente. Esto suma miles y miles y miles de creadores, para cientos de miles de visitantes, compradores y curiosos. La entrada, por cierto, es gratuita.

Muchos de los dôjinshi que se venden en el Comiket son parodias de mangas famosos, gran parte de los cuales yaoi (si los que los dibujan son chicas) o bien pornográficos (si los que los dibujan son chicos). Muy poco de lo que se vende en el Comiket es obra original, aunque hay algunos creadores, incluso consagrados, que disfrutan preparando sus dôjinshi y vendiéndolos en el Comiket. Sin ir más lejos, el mismísimo Range Murata suele participar y esta vez estaba ahí vendiendo su nuevo fanzine. También casi todos los editores de manga de Japón acuden al Comiket para ojear y tratar de encontrar nuevos talentos, por lo que este se ha convertido en la verdadera cantera del manga japonés.

Una cosa que me ha sorprendido del Comiket es ver toda una sección llena de CD y DVD que no recuerdo haber visto en mi anterior visita, allá en el verano de 2001, tal vez porque no llegué a esa sección. Algunos fanzines se venden no en papel, sino en CD, e incluso hay una zona donde aspirantes a compositores venden sus creaciones musicales inspiradas en canciones de anime o bien bandas sonoras de videojuegos, con la esperanza de que algún día les fichará alguna compañía. Hoy me he entretendido un rato por allí, escuchando las muestras, ¡y realmente están curradas!

El evento ocupa la totalidad del Big Sight. Para haceros una idea, el Tokyo Anime Fair también se celebra en el Big Sight, pero solo ocupa un pabellón de los cinco que hay disponibles en total. El Comiket ocupa los cinco (dos en la zona oeste, dos en la zona este y uno para los stands profesionales), más la zona del jardín y la zona trasera del aparcamiento, acondicionados para el cosplay. Estamos hablando de unos 80.000 metros cuadrados netos, según calculo a partir de lo que dice la Wikipedia (La Farga de l’Hospitalet tiene unos 8.000 m2). ¡Brutal!

El Comiket es también el lugar preferido de los japoneses para dedicarse en cuerpo y alma al cosplay. Cientos, hasta miles de aficionados llegan con sus disfraces metidos en maletitas y se cambian en los vestuarios disponibles a tal efecto (en Japón está muy mal visto ir disfrazado por la ciudad, por lo que no está permitido llegar con cosplay desde casa, sino que debes cambiarte en los sitios oficiales) y se pasan horas y horas posando en cualquiera de los dos espacios habilitados para esto o bien pululando por el recinto. Y, al finalizar el evento, es curioso verles a todos con sus maletitas de ruedas, cosplayers (con sus trajes) y no cosplayers (con los dôjinshi adquiridos durante el día) hacia casita.

La organización, por cierto, brutal. Cientos de colaboradores que van guiando a la gente por todas partes, un sistema de organización de colas y de rutas de paso impresionante, servicios de limpieza impecables, servicios de envío de paquetería para que la gente no tenga que cargar con todo lo que compra, etcétera. ¡Increíble! Manejar medio millón de personas no es fácil, pero estos tíos lo consiguen.

En fin, voy a dejar que las fotos hablen por sí solas, ¡espero que os gusten!

El Tokyo Big Sight. Yo he llegado sobre las 2 de la tarde y el Comiket cierra a las 4, por lo que, aunque había muchísima gente, en realidad estaba vacío para los estándares del evento.

Uno de los múltiples pabellones. Las mesitas de los “stands” son pequeñísimas, con miles y miles de fanzineros vendiendo sus creaciones.

Foto panorámica de una zona de venta.

Otro pabellón. En la zona este hoy abundaban los fanzines yaoi, con vendedores y público básicamente femenino, mientras que en la oeste había muchos más chicos.

Parte de la zona de stands profesionales.

Una de las dos zonas de cosplay, desde lejos.

Pabellón oeste. ¡Todo tíos!

Otra panorámica del interior del Comiket.

La pirámide invertida del Tokyo Big Sight, desde debajo.

Naruto y Sakura.

¡El Jesucristo de Saint Oniisan! ¡Moooola! ¡Mi cosplay preferido de hoy! ^_^ Se ha sorprendido mucho de que conociera al personaje y, cuando le he preguntado que dónde estaba Buda, me ha dicho que hoy no ha venido porque no se encuentra bien.

Tal vez mi foto preferida de la sesión de hoy. Esos ojos rojos… ¡Uof!

Estos daban un grimoncio que no veas…

“¡Malditos asaltacunas lolicon!” XDDD

La peña de D.Gray-man

Los Akatsuki de Naruto

Bleach.

Er… No sé la serie, pero son monas, ¿eh? XD

Kakashi da ne… Kakkoii.

¿Serán dos Maetel? ¿De Galaxy Express 999? Creo que sí…

¡Go to D.M.C.! XDDD

¡El Equipo Rocket!

Foto artística dentro de uno de los pabellones.

Puesta de sol al término del evento.

Jump Festa 2009

Sunday, December 21st, 2008
Sigo por Japón, muy ocupado con mis cosas, por lo que no tengo mucho tiempo que dedicar al blog. Por supuesto, estoy aprovechando mi estancia aquí para visitar algunos lugares o ir a algunos actos que se celebran durante estas fechas. Curiosamente, nunca había estado en Tokio durante esta época de navidades y fin de año, por lo que nunca había podido asistir a dos grandes eventos del manganime que se celebran por estas fechas: la Jump Festa y el Comiket de invierno.

La Shônen Jump, la revista de manga más vendida del mundo

Información y macro póster en la entrada del recinto

No hace falta decir que nuestra empresa de traducción, Daruma, se encarga de realizar la versión española de muchos mangas de la Shônen Jump, la revista líder en el sector del shônen y la más vendida con diferencia de todas las revistas de manga del mundo. Así, medio por motivos profesionales y medio por curiosidad personal, decidí asistir a la Jump Festa de este año, que se celebraba en Makuhari (Chiba), a una media hora del centro de Tokio, en el centro de convenciones y exposiciones Makuhari Messe, los días 20 y 21 de diciembre. Así, este post es solo una pequeña narración de la visita, espero que os guste.

Sector cosplay: estrecho y abarrotado

La Jump Festa ya se celebra desde hace diez años, por lo que relativamente empieza a ser un evento veterano. Es lo más parecido a un Salón del Manga que existe en Japón, ya que el Comiket, lo más absolutamente bestial que existe, es más bien una macro reunión de fanzineros. Luego, aparte, está el Tokyo Anime Fair o TAF, que se centra en el anime, y el Tokyo Game Show, en los videojuegos. Pero de manga en sí, solo destaca la Jump Festa por encima de otros eventos que pudiera haber (que seguramente los hay, pero son tan pequeños que resultan de escaso o nulo interés).

Leyendo mangas de la Jump Square
en celebración de su primer año de vida

La primera impresión al llegar al recinto fue ESTO ES ENORME. Efectivamente, estamos hablando de tres pabellones enteros, cada uno de ellos tan grande como la Farga si no más (posiblemente más). En total, la superficie de la Jump Festa es más o menos la misma que la de la Japan Expo de París, calculo a ojo. La entrada es gratuita, por lo que evidentemente eso estaba abarrotado y con grandes colas para entrar (suerte que yo tenía acreditación, que si no, fiuuu!).

Panorámica del pabellón 3“Non ti preoccupare, bambino…”

Lo que me flipó es la cantidad de colas que había por todas partes, colas para hacer cualquier cosa: sin ir más lejos, si quieres entrar al recinto te obligan a elegir si quieres entrar a lo que es la Jump Festa o bien ponerte en la cola de comprar el merchandising oficial, que básicamente no es más que lo de siempre, (pegatinas, pósters, tazas, pins, etc.) pero de edición limitada. Cuando yo llegué, sobre las 12 del mediodía, había 150 minutos de espera en la cola del merchandising. ¡¡¡Dos horas y media!!! Y la gente esperando ahí pacientemente en medio del frío invernal.

Stand del videojuego de Claymore. ¡A repartir estopa!

Después, dentro, más de lo mismo: si quieres comprar lo que sea, cola, si quieres probar el videojuego X, cola, si quieres participar en la competición de cartas de Yu-Gi-Oh!, cola, si quieres comprarte una bebida o un poco de comida, cola… Buf! Santa paciencia… Por supuesto, ¡no compré nada de nada ahí dentro!

Escuchando pacientemente la presentación de un nuevo videojuego de Naruto en el stand de Bandai Namco. Todos bien sentaditos, por supuesto.

Probando el nuevo Kingdom Hearts en el stand de Square Enix

La estructura de los pabellones era la siguiente: en dos de los tres, la parte central estaba ocupada por stands de Shûeisha relacionados con la Shônen Jump, y a los alrededores había stands de empresas que trabajan con productos relacionados con los manga de la Jump o productos afines, como por ejemplo Konami, Takara Tomy, Sega, Bandai, 20th Century Fox (promocionando la peli de Dragon Ball), Square Enix, Koei, etc. El tercer pabellón era un poco diferente porque aproximadamente la mitad del mismo estaba ocupado por un escenario y su correspondiente platea, donde aparecerían a charlar varios mangaka (este año, Takeshi Konomi, Masashi Kishimoto, Tite Kubo y Eiichirô Oda, casi ná), actores y actrices de voz y otros famosetes.

Stand de Takara Tomy, donde presentaban los
nuevos videojuegos de Reborn! y Naruto

Un servidor haciendo el ganso… “¡Kuchiyose no jutsu!” XDDD


En cuanto a stands centrales, en uno de ellos había una exposición con numerosos originales de las revistas de la familia Jump (Shônen Jump, Jump Square -que celebraba un año de publicación- y V-Jump). Y cuando digo originales, digo originales de verdad. ¡Una pasada ver esas páginas de Naruto, Gintama, Reborn, One Piece, Tegamibachi, etc., con sus pegotes de Tipp-Ex incluidos! Otro tenía varios stands-dioramas de las series de la Jump, con la comisaría de policía de KochiKame, el templo de yôkais de Nurarihyon no mago, un mega-Gamabunta de Naruto al que podías hacer “kuchiyose” (XDDD), etc. Muy divertido.

Exposición de originales

¡La comisaría de KochiKame!

En otro lugar podías probar los manga para teléfonos móviles adaptados de la Jump y ver muestras de las ediciones internacionales (de España había cuatro –Gintama, Shaman King, Reborn y Bleach català- los cuatro traducidos por Daruma, dos de ellos míos, lo que nos hizo especialmente felices y orgullosos, ya os lo podéis imaginar). En fin… Como curiosidad, al final del evento, hacia la salida, había un stand en el que se ponían a la venta ediciones internacionales (las muestras que Shûeisha obliga a las editoriales extranjeras a mandar a Japón para aprobaciones), al precio que uno quisiera -mínimo cien yenes por tomo-; la idea era que los beneficios obtenidos por esta venta se destinarán a un proyecto de UNICEF.

Stand de venta y beneficiencia de ediciones internacionales

En resumen, la Jump Festa es un salón del manga básicamente participativo y no de compras. Porque básicamente si quieres comprar cosas, tienes que perder medio día haciendo cola a lo bestia (los japoneses son muy aficionados a esto de hacer cola, oye). Es interesante ir, especialmente si eres fan de la Jump, pero yo creo que con una vez basta. Ir, verlo, disfrutarlo, está muy bien, pero repetir solo en caso de ser mega fan.

“¿Qué pasa, tío?” – dijo el estoico Gintoki…

Próxima visita: el Comiket de invierno (28 a 30 de diciembre), junto con el Comiket de verano, posiblemente el evento más friki del mundo entero; la mayor exposición de dôjinshi (fanzines) que te puedes echar a la cara y el sitio con más densidad de otaku y fujoshi por metro cuadrado del universo.