El blog de Marc Bernabé

Love Com (Lovely Complex)

Tuesday, January 15th, 2008
  • Título: ラブ★コン (LoveCom) -Lovely Complex-
  • Autor: Aya Nakahara
  • Editorial: Shûeisha
  • Revista: Bessatsu Margaret
  • Clasificación: Shôjo
  • Tomos: 17 (completa)
Desde mis inicios como traductor de japonés, siempre he dado gracias a los kami por haber conducido mi trayectoria durante la mayor parte de mi estancia en el país nipón alrededor de la zona de Kansai. Y dentro de esta zona, haber vivido concretamente tres años en Osaka y uno en Kioto es como una bendición del cielo para un traductor de manga. ¿Por qué digo esto? Porque es muy común que en los manga aparezcan personajes que hablan en dialecto de Kansai. Concretamente, personajes graciosillos, macarrillas y vivalavirgen en la modalidad autóctona de Osaka (ejemplos: gracioso: Kero-chan de Card Captor Sakura; macarrilla: Heiji Hattori de Detective Conan; vivalavirgen: Mitsune “Kitsune” Konno de Love Hina…) y básicamente geishas y chicas de buena familia en la modalidad kiotense.
El dialecto de Kansai no es exageradamente difícil de comprender si uno tiene un alto nivel de japonés, pero ciertamente ayuda mucho haber vivido en aquella zona y haber dominado el arte de hablarlo (por cierto, que suele tener un efecto muy positivo para “romper el hielo” hablarle en dialecto de Kansai a un japonès ^_^). Sobre todo por las expresiones distintas que usan y la forma diferente de conjugar algunos verbos. Y, para un traductor de manga y anime, ¡es vital conocerlo y dominarlo!
Parece que a la gente de Osaka no le molesta, pero el estereotipo de personaje que habla en dialecto de Kansai en los manga es básicamente de personaje gracioso, tacaño, macarra, vividor o directamente yakuza. A mí me tocaría la moral, de hecho. Esto es debido a la fama que Osaka se ha granjeado de cuna del humor nacional, de ciudad de comerciantes extremadamente ahorradores y de crimen organizado. Un estereotipo que, bueno, no se ajusta 100% a la realidad, por supuesto, aunque sí es cierto que, en general, la gente de Osaka es mucho más abierta y divertida que la de Tokio. Como mínimo, ¡Osaka es la cuna del kitsch y de la exageración, y a mí me encanta!
Por otro lado, aunque en Kioto se habla también una modalidad del dialecto de Kansai, su pronunciación mucho más suave y pausada, así como el uso de ciertas conjugaciones, se relacionan con la finura, la elegancia y el buen gusto de la antigua corte imperial y también de las geishas, por lo que su imagen es muy refinada. Es curioso esta diferencia de perspectiva, sobre todo estando Kioto y Osaka separadas por sólo media hora larga de tren corriente y moliente…


El enano y la jirafa…
En fin, que me voy por las ramas. Digo todo esto porque el manga que comento en esta ocasión es un soplo de aire fresco en este sentido, y una pesadilla para un posible futuro traductor que no esté familiarizado con el dialecto de Kansai. Y es que éste es uno de los pocos manga en el que casi todos los personajes hablan en este dialecto, una verdera rareza y, hasta hace muy poco, una particularidad que era prácticamente tabú en los manga no ambientados 100% en Osaka, con personajes de la capital de Kansai. Lo cierto es que sólo por esto, este manga ya merece una mención de honor en la tarea de “normalización” del dialecto de Kansai, ya que por una vez sus hablantes no son necesariamente graciosos, macarras o vivalavirgen, sino estudiantes normales y corrientes. Quizá no lo percibáis como algo raro, pero os diré que, por ejemplo, Platonic Venus, pese a estar ambientado en la ciudad de Kobe (donde se habla también dialecto de Kansai), ¡los personajes hablan en japonés estándar! ¿Cómo se come esoooo? Yo me imagino al autor y al editor reunidos, en plan “oiga, señor editor, que como soy de Kansai, me gustaría hacer un manga en el que los personajes hablaran en mi dialecto” y el editor “si haces eso, nos arriesgamos a no vender ni uno solo de tus manga, así que mejor passsando”.
Sin embargo, Aya Nakahara, nativa de Osaka, se salió con la suya (good for you *_^!). Lovely Complex es la típica historia estudiantil shôjo de “chico conoce a chica”, pero enfocada desde un punto de vista humorístico de comedia romántica. La historia nos presenta a los dos protagonistas, Ôtani y Koizumi, un par de jóvenes con unos complejos de tomo y lomo (de ahí el título). Ôtani, el chico, mide sólo 1,56 m y encima su nombre, 大谷 Ôtani (gran valle), incluye el kanji 大, que significa “grande”. Koizumi, la chica, mide 1,70 m y su nombre se escribe 小泉 (pequeña fuente), con el kanji 小 de “pequeño”. Tanto es así, que la gente suele cachondearse de ellos “equivocándose” y llamándoles 小谷 Kotani (pequeño valle) y 大泉 Ôizumi, (gran fuente). Total, que los dos tienen una fuerte relación de amor y odio. Odio, porque cuando están juntos la gente se cachondea de ellos (el enano y la jirafa) y amor, porque es evidente desde el tomo 1 que entre ellos dos salta una especie de chispa, por mucho que pugnen por ocultarlo y engañarse a sí mismos tratándose de convencerse de lo contrario y odiarse.
Lo del dialecto de Kansai en la obra no es gratuito. El dueto que forman Koizumi y Ôtani recuerda a un dueto cómico de manzai, popularísimo en Osaka y también en todo Japón. Prácticamente todos los artistas de manzai son de Osaka (o imitan el dialecto de Osaka), y cada uno de los integrantes de los duetos responden a un estereotipo muy concreto: ambos deben ser muy distintos entre sí (gordo y flaco, alto y bajo, guapo y feo…), y uno debe ser el “atontado” (boke), haciéndose (o siendo) despistado y alerdado, y el otro, el “puyas” (tsukkomi), listo y agudo, especialista en meterle cortes al otro, a menudo acompañados de collejas. Esto está reflejado perfectamente en Lovely Complex, siendo la chica la despistada y el chico el despierto. Todo esto convierte a esta obra en una monumental función de manzai que dura 17 volúmenes y que nos viene empaquetada en la poco ortodoxa forma de una comedia romántica shôjo. Original lo es un rato, y divertido también.
Pese al éxito que ha tenido en Japón esta serie, con peli de imagen real y serie de anime, es curioso que todavía no se haya licenciado en España. No creo que tarden mucho en hacerlo y, aunque debo advertir que todo el efecto del dialecto de Kansai se perdería en una traducción al castellano, y que no se disfrutaría tanto si no se conociera todo el trasfondo que acabo de describir en este post, sigue siendo una serie muy divertida y apta para el disfrute de los lectores de todo el mundo.

ACTUALIZACIÓN ÚLTIMA HORA: Acabo de ver una noticia que dice que Planeta ha licenciado esta serie, sólo un par de horas después de escribir yo este post. ¡Juro que no está hecho adrede, je je! Menuda casualidad, ¿no?

Bradherley no basha (Los carros de Bradherley)

Saturday, January 12th, 2008
  • Título: ブラッドハーレーの馬車 -Bradherley no basha- (Los carros de Bradherley)
  • Autor: Hiroaki Samura
  • Editorial: Ohta Shuppan
  • Revista: Manga Erotic F
  • Clasificación: Seinen
  • Tomos: 1
Hiroaki Samura es internacionalmente conocido por ser el autor de la soberbia Mugen no jûnin (La espada del inmortal), una obra que tengo el placer de traducir y que personalmente me fascina. Aparte de su maestría con los lápices, el ritmo narrativo que impone Samura a su obra es capaz de hacer que me cueste despegarme de ella, y eso es algo que pocos autores consiguen conmigo. Por ejemplo, es de los pocos que logra que, al pasar página, a veces me dé incluso un sobresalto (incluso me pasa traduciendo, me pregunto qué pensarán mis compañeros en la oficina las (pocas) veces que me ocurre ^_^). Y es que su capacidad para la sorpresa se ve apoyada por una destreza gráfica que consigue perfectamente transmitir lo que está pasando. Por ejemplo, las crudas escenas de la tortura y violación de Hyakurin en el tomo 10, o la tensión electrizante del interrogatorio en el paso fronterizo del tomo 8, o cuando le revientan el ojo al cabrón de Kagimura Habaki, entre muchas otras, son escenas que se han quedado grabadas a fuego en mi mente.
A juzgar por sus escritos en las solapas y en los extras de la Espada, Hiroaki Samura es un tío raro-raro. Los que sigáis la Espada ya sabréis a qué me refiero. Siempre que sale un tomo nuevo y llega a mis manos, lo primero que hago es mirar a ver si hay extras, porque es una auténtica pesadilla traducirlos. Nunca sabes por dónde te saldrá el hombre, y sus paranoias son tan absolutamente bizarras* que traducirlas es un reto enorme (para un ejemplo, leed los extras del tomo 20, ¡menuda fumada!). Para fumadas, tampoco os perdáis la delirante Ohikkoshi, que tiene detalles dignos de mención. La faceta rarilla de Samura se amplifica cuando uno se entera de que a veces se dedica a dibujar dôjinshi de corte sado-maso (he leído alguno, y ¡buf!) y a hacer ilustraciones para las portadas de una publicación también sado-maso.
A mediados de diciembre, me sorprendió muchísimo saber que iba a salir un nuevo tomo de Samura, éste que comento ahora, puesto que no tenía ninguna noticia de que estuviera publicando ninguna historia aparte de la Espada. Y encima, el tomo sale de la mano de una editorial muy pequeña, Ohta Shuppan, tras haber sido serializado en una revista llamada Manga Erotic F. Como Samura me encanta, les pedí a unos amigos que justamente pasaron las Navidades y el Año Nuevo en Japón (¡thanks, Manu e Irene!) que me lo trajeran, preparado a leer una historia súper heavy en plan hard porno sadomasoquista.

“Chicas Samura” a tutiplén 

Pues sí y no. Sí, porque la historia es muy dura; no, porque apenas hay escenas de sexo o violencia, sólo unas pocas en el primer tercio del libro. Luego he sabido que la revista Manga Erotic F, pese a su título, se dedica principalmente al manga de corte adulto, pero sin recrearse en el sexo explícito, así que ya me cuadra más la cosa. La historia, ambientada en algún lugar semejante a la Inglaterra del siglo XIX (dice Samura en el epílogo que ya estaba harto de dibujar kimonos y que quería probar con vestidos occidentales de época ^_^), nos cuenta la tragedia de las niñas huérfanas de aquel país. La influyente familia Bradherley regenta un prestigioso teatro y, cada año, selecciona a una adolescente huérfana de cada orfanato para que forme parte del mismo. Todas las chicas, ilusionadísimas, pasan sus días en el orfanato intentando mejorarse a sí mismas, practicando canto, baile e interpretación y soñando con que un día llegue el carro de caballos de Bradherley a buscarlas. Sin embargo, tras este bonito panorama se oculta una tremenda verdad: la mayoría de las adolescentes seleccionadas, en vez de ir a la mansión Bradherley, acaban en cárceles del país, donde una vez al año se celebra el “Festival de Pasca”, consistente en echar a las chiquillas en manos de los brutales reclusos para que hagan lo que quieran con ellas. Así, la peregrina teoría dice que los reclusos se amansan y dejan de actuar con violencia y de amotinarse.
El planteamiento del manga es turbador, muy en la línea del Samura más siniestro, pero en vez de recrearse en las escenas más puramente “gore”, lo que hace el autor es centrarse principalmente en el punto de vista de las chicas, presentándonos sus ilusiones y anhelos, para inmediatamente después dejarnos ver cómo esos anhelos acaban hechos añicos de forma brutal a manos de los reclusos y de la crueldad del gobierno de ese país y de los Bradherley. La lectura de este magistral manga no puede dejar indiferente a nadie.
Aparte del argumento en sí, para los fans del dibujo de Samura, y en especial de sus chicas (¡qué absolutamente bonitas las dibuja el tío!), este tomo representa un verdadero caramelo. No sé cuándo tardaremos en verlo publicado por aquí, pero no me cabe ninguna duda de que acabará saliendo. Y ojalá me toque a mí traducirlo.

* Ya sé que la palabra “bizarro”, estrictamente, no significa “raro”, pero me da igual. ^_^

OreTama (Mis pelotas)

Friday, January 4th, 2008
  • Título: オレたま -OreTama- (Mis pelotas)
  • Autor: Shigemitsu Harada (guión) y Takahiro Seguchi (dibujo)
  • Editorial: Hakusensha
  • Revista: Young Animal Arashi
  • Clasificación: Seinen erótico-festivo
  • Tomos: 1 (en curso)

Como ya decía en la entrada de Mx0, no sólo leo manga “gafapasta”, alternativo o intelectualoide (que me gusta, que conste que no lo digo con desdén), sino que también me gusta estar atento a las novedades más rabiosas de Japón. Evidentemente, con más de 700 novedades mensuales de media (sin contar ediciones recopilatorias en formato bolsillo, “edición perfecta”, etc.), es imposible estar a la última de todo lo que se cuece en el país del sol naciente. Pero sí intento tener la antena puesta para saber qué es lo que más éxito está teniendo o resulta interesante. Por eso, un día leí en algún sitio algo sobre esta novísima serie que sólo lleva un tomo recopilado en Japón: OreTama (Mis pelotas), con el subtítulo “¿¡Que yo tengo que salvar la Tierra, dices!?”
Pasen y vean: estamos en julio del año 2XXX, cuando debe cumplirse la profecía según la cual la reina del infierno llegará a la Tierra para reclamarla como suya y de todos los demonios -y de paso exterminar a la Humanidad-. Cuando la amenaza está a punto de cumplirse, llega un ángel decrépito con el último recurso para impedir el desastre: un poderoso conjuro con el que podrá atrapar a la malvada reina demonio dentro de una bola. Ni corto ni perezoso, el ángel lanza el conjuro… Con tan mala suerte que, en vez de encerrar a la reina en la bola de cristal que tenía preparada, la encierra dentro de los cojones del pobre Kôta que, borrachillo perdido, estaba echando una meadíta en ese lugar. Pero bueno, la cosa no parece tan grave para el bando demoníaco, puesto que es fácil liberar a la reina: basta con hacer que Kôta eyacule. Con este propósito, los del mundo infernal envían a una pequeña demonio “lolita” semidesnuda para que se encargue del tema… Tiene todo un mes para hacerlo -estamos a 1 de julio y la maldición caduca en agosto-, y con ese Kôta que va más quemado que el cenicero de un bingo, en principio lo tiene facilísimo…
Vente p’acá, cordero…

Buf, supongo que comprenderéis que, viendo este plan, no pude resistirme a comprar el primer tomo y leérmelo para ver con mis propios ojos hasta qué cotas de absurdidad podía llegar el manga en cuestión ^_^. Pero oye, la verdad es que no está tan mal. El prota va quemadísimo y se muere por “descargar su arma”, pero ante la amenaza de ser el responsable del fin de la Humanidad, intenta aguantarse por todos los medios. Pero no se lo ponen fácil, porque delante tiene a chicas que están como un queso, como la propia demonieta ingenua Erith, su compañera de curro Minayo -déjala ir, a la chiquilla, que parece que no haya matado ni una mosca en su vida-, la guarrilla súcubo Airin o la propia reina del mal, toda una “dominatrix” vestida de cuero.
Las situaciones son manidas y forzadas, pero con lo absurdo del planteamiento inicial se le perdona al manga eso y más. La verdad es que original no lo es mucho, pero tiene su gracia y se deja leer. Y el dibujante es más que decente y no se corta a la hora de enseñar cacho, ya que de hecho el guión es sólo una excusa para mostrar chicas ligeritas de ropa o directamente en pelotas. La verdad es que me lo pasé bien leyéndolo y recuerda -sí, ya sé, muy de refilón y con menos pedigrí, no me lo tengáis en cuenta- al celebérrimo Golden Boy.
Supongo que tarde o temprano acabaremos viendo este manga por aquí (cosas muuucho peores se han editado). Y añadiré que también tiene números para que se haga un anime basado en él.

 

Mx0

Saturday, December 29th, 2007
  • Título: エムXゼロ -Mx0-
  • Autor: Yasuhiro Kanô
  • Editorial: Shûeisha
  • Revista: Shônen Jump
  • Clasificación: Shônen
  • Tomos: 7 (en curso)

Toca hablar de una serie actual, que todavía sigue en curso en la sempiterna “fábrica de churros súper éxitos shônen“, la revista Shônen Jump. Ya dije en su momento que por razones profesionales, pero también personales, me gusta estar al día de lo que se cuece en Japón y, evidentemente, cualquier manga de la Shônen Jump que destaque un poquito tiene muchos números de publicarse también por estos lares. Ahora mismo, ya se publica en España como el 50% de las series que se serializan en estos momentos en la Shônen Jump (tipo Bleach, Naruto, Prince of Tennis, Neuro, Reborn, etc.); el restante 50%, o bien son series con poca salida en Occidente (como KochiKame) o bien son series relativamente nuevas que son más una incógnita que otra cosa. El año 2007 fue bastante convulso para la Shônen Jump debido a la finalización de varias series importantes, que fueron sustituidas por otras nuevas. Por si fuera poco, varias de estas series nuevas no han funcionado como se pensaba y han tenido que ceder su lugar a otras (por ejemplo, el tan cacareado Blue Dragon sólo duró cuatro tomos).
En cualquier caso, esta serie, Mx0 (Emu-zero), empezó a mediados de 2006 y, junto a To-Love-Ru, son las dos únicas series que empezaron en 2006 que todavía aguantan. De To-Love-Ru (una comedia romántica picantona cuyo planteamiento recuerda un poco a Lamu -con alien ligerita de ropa y eso-) ya se ha anunciado un anime. No creo que tarden mucho en anunciar el anime de Mx0, o si no tiempo al tiempo.
La serie es, básicamente, el enésimo Harry Potter. Ya sabéis cómo son las empresas: si hay una fórmula que funciona y está de moda, pues cópiala y chupa rueda. En el manga, que hayamos visto por estos lares, ya han chupado rueda de Potter la editorial Kôdansha (con Negima!) y Hakusensha (con Alice, escuela de magia). ¡No podía ser que la mastodóntica Shûeisha se quedase atrás! Pues hala, serie de “escuela de magia” al canto.
Los clones de Manaka y Tôjô, en Mx0
Cuando leí la sinopsis del manga y el rollo de la escuela de magia y tal, la verdad es que casi lo dejé. Pero bueno, al final me puse a leerlo y tengo que decir que no está nada mal. Muy original no es, pero tiene gracia. Va de un tío que suspende el examen de ingreso a un instituto y que luego vuelve al mismo para ver si encuentra a la chica que se cachondeó de él durante la entrevista y (según él) le hizo fallar y fracasar. Claro, la chica le hace tilín… Total, que uno de los profesores le confunde con un alumno y le hace pasar al instituto con métodos poco ortodoxos (usando magia). El prota flipa y, como es bastante camorrilla, se rebota y se las apaña para mangarle al profe su poderosa targeta mágica y realizar algunos trucos increíbles con ella. El resultado es que el chico, pese a que no tiene nada de poder mágico (por eso falló en la entrevista, y no por culpa de la chica), acaba ingresando al instituto para que no despidan al profesor. Pero nadie debe enterarse de que en realidad no puede usar la magia… Total, que empiezan a sucederse las típicas situaciones en las que el prota se ve acorralado y tiene que apañárselas para salir de la situación. Y por en medio está la chica (que resulta ser la hija del profe de marras), que está para mojar pan y que por supuesto, en contra de su voluntad, acaba metida en situaciones comprometidas con el protagonista (si habéis leído Ichigo 100%, imaginaos a Manaka y Tôjô, porque es lo mismo, incluso el diseño de los personajes es casi idéntico).
Es una comedia bastante conseguida y el dibujo es muy atractivo para ser un tomo 1. De hecho, el dibujante es bastante veterano, ya que ésta es su tercera serie (las dos primeras pasaron sin pena ni gloria) y se nota que no es uno de esos típicos chavalines que empiezan con un dibujo vacilante y malillo y van evolucionando. Resumiendo, No creo que tardemos mucho en ver Mx0 por aquí, y menos si acaban haciendo un anime basado en él.

Munakata Kyôju Ikôroku

Wednesday, December 26th, 2007
  • Título: 宗像教授異考録 Munakata Kyôju Ikôroku
  • Autor: Yukinobu Hoshino
  • Editorial: Shôgakukan
  • Revista: Big Comic
  • Clasificación: Seinen
  • Tomos: 6 (en curso)


Uno de los autores más completos e incomprensiblemente casi desconocidos en Occidente (por el momento, esperemos) es Yukinobu Hoshino. Autor de la imprescindible serie de ciencia-ficción filosófica 2001 Sen’ya Monogatari (Las 2001 Noches) -que fue publicada hace muchos años en EE.UU.-, Hoshino no tiene todavía ninguna obra publicada en España. Y eso a pesar de que posee una capacidad de dibujo sublime y una magistral puesta en escena que recuerda al estilo de Yasuhiko Yoshikazu.
Munakata Kyôju Ikôroku (Crónicas sobre pensamientos distintos del profesor Munakata) es una serie rara, así directamente. Nos cuenta las andanzas por el archipiélago nipón del profesor Munakata (un tipo corpulento, calvo, con bigote y de estilo de vestir similar al de Black Jack con sombrero bombín), especialista en folklore japonés. Munakata investiga sobre antiguos ritos, descubre los verdaderos orígenes de ancestrales leyendas y realiza fabulosos hallazgos arqueológicos.
A mí me encanta porque me fascina el folklore japonés, sus leyendas y sus detalles oscuros ante los que el mismísimo Lovecraft palidecería. Una de mis asignaturas favoritas durante el máster de japonología que realicé en la Universidad de Estudios Extranjeros de Osaka era precisamente la de folklore, del peculiar profesor Shunsuke Okunishi. En principio creo que la clase iba sobre cultura japonesa o algo así, pero en realidad Okunishi siempre se iba por las ramas y nos contaba todo tipo de leyendas, historias y datos arcanos que podían explicar costumbres actuales de los japoneses (y de los occidentales). Okunishi es uno de los poquísimos “folkloristas” que existen actualmente en Japón y sus erráticas clases me fascinaban. No puedo evitar relacionar al profesor Okunishi con el Munakata de esta obra, la verdad. Aunque sé perfectamente, conociendo a Okunishi, que me diría con su cerrado acento de Kansai que “esto del Munakata éste que te lees es una soberana gilipollez”, no puedo evitar disfrutar como un enano de esta lectura.

En realidad, esta serie es una secuela de Munakata Kyôju Denkikô (Pensamientos extraños del profesor Munakata), publicada en seis tomos por la editorial Ushio. Sólo he podido conseguir el tomo 1 de esta primera serie, y tras leerlo puedo decir que es muchísimo más fantástica y “fumada” que la nueva serie. Ikôroku intenta ser más realista (aunque sus momentos de fantasmada sí tiene), mientras que Denkikô es bastante más cogida por los pelos. No obstante, a la mínima que pueda me haré con los cinco tomos restantes de Denkikô, ya que mi alma de folklorista me los pide.
Ambas series, pero sobre todo Ikôroku, tienen un interés bajo para los lectores occidentales, básicamente porque hablan principalmente de leyendas y misterios puramente nipones. Me imagino que, si llegaran a editarse, necesitarían extensos artículos complementarios que explicaran mejor el trasfondo de cada historia. Y aun así, dudo que muchos de los actuales lectores de manga mostraran interés por estas obras.