El blog de Marc Bernabé

Kami no ude (El brazo de dios)

  • Título: 神の腕 –Kami no Ude- (El brazo de dios)
  • Autor: Jaime Brocal Remohí
  • Editorial: Kôdansha
  • Revista: Afternoon
  • Años publicación: 1994
  • Clasificación: seinen, fantasía heroica
  • Tomos: 1

Esta es de momento la única excepción a las normas de este blog que me permito, ya que la obra que reseño en esta ocasión sí ha sido publicada en España. Sin embargo, pese a haber sido publicada en nuestro país, esta obra se merece un puesto de honor en la historia del manga desde el punto de vista español, y por lo tanto merece una reseña.
Tal como comentaba en mi post-investigación Dibujantes occidentales en Japón – El Morning Manga Fellowship-, varios autores españoles publicaron en Japón durante los años 90, aunque solamente tres consiguieron suficiente éxito en sus respectivas revistas como para que sus historias se recopilaran en forma de tomo. Pues me he tomado bastante en serio esta investigación y ya he conseguido un ejemplar de cada uno de estos tres tomos. Es mi intención, por supuesto, reseñarlos los tres, y de hecho uno de ellos ya está figura en este blog: Rosario, de Luis Alberto Maldonado.
Desconozco si anteriormente a Jaime Brocal Remohí, autor de este Kami no Ude, algún otro autor español publicó alguna obra en las páginas de las muchas revistas de manga que existen en el país nipón*. Lo que sí se puede asegurar casi con seguridad es que es este autor valenciano, lamentablemente fallecido en el año 2002, tiene el honor de ser el primer español que consigue que su obra originalmente publicada en una revista japonesa se recopile en forma de tomo. Como decíamos antes, desde ese 1994 en el que se publicó el tomo de Kami no Ude, solo dos españoles más han conseguido emular la gesta.
En lo que respecta al argumento de la obra, Brocal Remohí nos cuenta una historia de espada y brujería protagonizada por “Kaminoude” (brazo de dios), un poderoso guerrero que, nada más empezar la historia, renace de un pozo de lava por orden divina, recibe de boca del dios del viento y el trueno las órdenes de los dioses Izanagi e Izanami, e inmediatamente se pone a luchar contra un insecto gigante. A medida que avanzan las páginas, se empieza a aclarar el confuso inicio: al parecer, Kaminoude es el capitoste de la región de Hidakami, ahora invadida por las hordas del malvado Adorui, general no-muerto de las fuerzas del infierno. Adorui, una especie de esqueleto-zombi vestido de samurái, ha raptado a la bella princesa Yakumo, enamorada de Kaminoude, y pretende hacerla suya. Pero el resucitado Kaminoude intentará frustrar sus malvados planes con el apoyo de los dioses Izanagi e Izanami, señores del firmamento.
Como podéis comprobar, estamos ante un típico tebeo de aventuras de fantasía heroica con protagonista musculoso y bella princesa macizorra muy ligera de ropa, al estilo de Conan el Bárbaro. Y es que es imposible evitar comparar este manga con las aventuras del cimmerio. La particularidad es que Brocal Remohí quiso darle a la historia una ambientación “japonoide”, con elementos de la mitología nipona (como los dioses Izanagi e Izanami), escenarios como castillos o puertas sintoístas “torii” y personajes vestidos con armaduras de samurái. Pero la mezcla es muy extraña y probablemente los lectores japoneses que en su momento leyeron la historia se quedaron perplejos ante algunas escenas. Por ejemplo, es impensable que una princesa japonesa de la época de los samuráis vaya casi desnuda y con los pechos al aire, y mucho menos que abrace y bese “de tornillo” a su querido.

Músculos, zombis y fan-service

Ciertamente, es una obra muy extraña, de estilo enteramente occidental pero publicada en japonés y en Japón, con todo lo que esto implica: lectura del libro al estilo oriental (es decir, al revés), onomatopeyas en japonés, etc. Esta obra pasó sin pena ni gloria por Japón, aunque fue publicada en España en 1995 en comic books por Planeta deAgostini con el título de El brazo de dios. En general, ya bien entrados en el siglo XXI, el público japonés no está todavía preparado para recibir al cómic occidental, y en 1994 todavía lo estaba menos. Así que no me extraña que Kami no Ude no consiguiera éxito: primero por el estilo de dibujo, muy alejado de los cánones estéticos del manga; segundo por la narrativa, que aunque es veloz dista bastante de ser del agrado de los japoneses; y tercero por el argumento, bastante manido y maniqueo, sin profundidad.
Imagino que esto fue un pequeño experimento para Kôdansha, que pretendía abrir mercado con algo totalmente diferente, y la idea que tuvieron fue mirar al extranjero para ver qué encontraban: al parecer, Brocal Remohí fue uno de los primeros autores europeos con los que llegaron a un acuerdo de colaboración y creación de obras inéditas. También aventuro que la tibia respuesta que Kami no Ude recibió en Japón les obligó a enfocar el proyecto de otra manera: en vez de tener a autores extranjeros publicando con su estilo propio (y sus vicios), tal vez sería mejor fichar a prometedores talentos jóvenes, llevarles a Japón con una beca (la Morning Manga Fellowship), y formarles y vigilarles de cerca para que parieran obras “diferentes”, pero con un estilo más cercano al tradicional del manga. Este cambio de enfoque se puede observar claramente en Rosario, donde Maldonado realiza una obra que, formalmente (disposición de página, uso de tramas, etc.), es más manga que cómic español.
Volviendo a la valoración de Kami no Ude, debo decir que no puedo ser imparcial. Ya de por sí la fantasía heroica no es una temática que me guste especialmente, pero es que los cómics de machotes musculosos con espadas pueden conmigo y me aburrí bastante leyéndolo. Eso sí, debo reconocer que Brocal Remohí era un portento dibujando, y seguramente por eso los editores japoneses decidieron publicar su tomo en un tamaño bastante más grande que lo habitual, concretamente en el estándar japonés B5 (
182 × 257 mm), que es el mismo tamaño con el que se publicó originalmente en la revista Afternoon. Imagino que no vieron viable reducir el tamaño del papel porque se perdería detalle y algunas partes quedarían emborronadas.
La tercera y última obra en tomo de autores españoles editada en Japón que reseñaré una vez lea e interiorice será Kabel Imagines (actualización: reseñada aquí), de Juan Carlos Beneyto. Ya aviso que la cosa pinta rara-rara. ^_^

* En el tomo de Kabel Imagines (aparecido en diciembre de 1995) se especifica que la obra fue publicada en la revista Afternoon irregularmente a partir de febrero de 1993. En el tomo de Kami no ude, sin embargo, solo se menciona la fecha de edición del tomo (abril de 1994), sin especificar en qué números concretamente de la revista se publicó. He encontrado referencias de que Kami no ude fue publicado en 1993 en la revista, pero ignoro en qué número empezó y si fue anterior, posterior o simultáneo a Kabel Imagines.

Artículo de Masato Harada sobre el MMF

Hasta ahora, no había dejado de sorprenderme el hecho de no haber encontrado nunca ningún estudio, ni siquiera artículo, sobre la experiencia de autores occidentales en Japón en los años 90 bajo la beca de Kôdansha Morning Manga Fellowship (MMF) u otras iniciativas. Esto hace que estos pequeños articulitos que voy escribiendo o ampliando en este blog cada vez que encuentro algo nuevo cobren una importancia especial. Supongo que, algún día, si todo va bien y voy encontrando más piezas del puzle, todo este material podrá servir para realizar por fin un estudio sobre esta curiosa iniciativa que, visto lo visto, tan malos resultados económicos dio (aunque en el plano artístico se crearon algunas obras de gran calidad).
Os podéis imaginar mi alegría cuando, esta misma semana, recibí el último número de la revista académica Manga Kenkyû, concretamente el volumen 13 (de abril de 2008), de parte de la Nihon Manga Gakkai (Japan Society for Studies in Cartoon and Comics), sociedad de la cual soy miembro. Resulta que contiene un artículo titulado 1990
年代『モーニング』の海外マンガ紹介について (Acerca la presentación de cómic extranjero en la Morning en los años 1990), firmado por Masato Hara. ¡Por fin alguien se interesa en el tema! El propio Hara comenta en su artículo que no existe ningún estudio sobre este tema, con lo cual confirma mis sospechas de que se trata de algo muy desconocido.
Tras leer el artículo, sin embargo, debo reconocer que me quedé bastante frío. Sí, proporciona algunos datos que desconocía y solo por eso ya vale la pena, pero lamentablemente se deja en el tintero muchas cosas y en ocasiones se va por derroteros que nada tienen que ver con el tema. Matizo: al parecer, Hara está muy interesado en la BD francesa (en ningún caso habla de Bélgica, no sé si por omisión consciente -que lo dudo- o por desconocimiento de que hay muchos cómics en francés realizados por belgas, de aquí la expresión “BD franco-belga”). Así, la mitad del artículo está dedicada a algo que nada tiene que ver con el título del mismo. Empieza con el éxito que tiene el manga japonés en Francia, para pasar a lamentarse luego de la poca BD que llega a Japón. A continuación, realiza una breve comparación entre el manga y la BD y luego desgrana las obras de BD que hay traducidas al japonés, destacando el éxito de crítica que está logrando L’ascention du haut mal de David B. en su versión nipona.
Después de toda esta larguísima introducción, empieza por fin el artículo, iniciándolo con un breve resumen de iniciativas anteriores a la de Morning por presentar, en revistas o mooks (magazine-books) algunas obras de BD. Sin embargo, confiesa no haber investigado más allá de la Morning y expresa su deseo de hacerlo en el futuro. Al parecer, su método de estudio se basó simplemente en examinar, una a una, todas las Morning del período comprendido entre 1988 y agosto de 1999, y listar todas las obras de autores no japoneses publicadas en ellas.
A partir de este método, Hara concluye que durante el período 1988-1992 se publicaron básicamente obras de autores estadounidenses y canadienses, mientras que en 1992-1998 fueron los europeos los dominantes. En cuanto a autores asiáticos, fueron publicados durante todo el período que duró el “experimento”, aunque comenta que sus obras eran bastante similares a la de los autores japoneses y que por lo tanto pasaron más desapercibidas.
Sobre las obras de autores norteamericanos, la verdad es que no se explaya demasiado, y simplemente comenta, muy finamente, eso sí, que estas obras y estos autores eran básicamente malillos. A continuación, ya pasa a lo que de verdad parece interesarle: los autores europeos, en especial los franceses.
Así, nos proporciona el dato de que Vittorio Giardino tuvo el honor de ser el primer autor europeo publicado en la Morning, con su obra Sotto Falso Nome, en el número del 23 de noviembre de 1989. También destaca la sección llamada Pierre to tomodachi – Pierre et ses amis, iniciada el 8 de octubre de 1992, en la que Pierre (
Pierre-Alain Szigeti, posterior editor y cazatalentos del MMF), durante poco menos de dos años, se dedicó a presentar en cada número un autor europeo (sobre todo franceses), publicando una historia corta suya (inédita o no) en la revista. La mayoría de las obras presentadas duraban un solo número, pero hubo unas pocas que se serializaron durante algunos números. Hara se sorprende ahora de la visión de Szigeti al presentar estos autores, la mayoría desconocidos y muy minoritarios en su momento, pero que ahora triunfan en la vanguardia de la BD, como pueden ser el mismo David B, François Schuiten, Lewis Trondheim o Emmanuel Guibert, entre otros.
A continuación, Hara pasa a mencionar que algunas obras de autores europeos empezaron a serializarse en la revista Morning a partir del 11 de junio de 1992, y “cuyo dibujo era diferente al cómic europeo, más cercano al manga japonés” (en ningún momento menciona que Kôdansha invitó a autores europeos y americanos a Japón con la beca del MMF, con lo cual les moldeó un poco a su gusto). Destaca las obras Tabi (Le Voyage, de Badouin) y Taiyô Kôsoku (L’autorute du soleil, de Baru), publicadas primero en Japón, con algunas técnicas y características propias del manga, y luego exportadas a Francia, donde lograron hacerse con sendos premios en el prestigioso festival de Angoulême, en 1996 y 1997 respectivamente. Luego pasa a destacar algunas de las obras que se serializaron y a mencionar otra iniciativa similar a la de Pierre et ses amis, llamada Morning Magical Collection, que sin embargo no tuvo éxito y fue cancelada muy pronto. Para terminar, lista las pocas obras que acabaron recopilándose posteriormente en forma de tomo.
Al final del artículo, el autor presenta una serie de interesantes tablas en las que se listan todas las obras de autores no japoneses publicadas en la Morning entre 1988 y 2000, con el nombre del autor, del traductor (si figura), los números de la revista en los que aparece la obra y algunas observaciones, como por ejemplo la duración de la serialización.
Hay que reconocer la tarea de Masato Hara y darle su justo mérito por la labor que ha realizado, pero este artículo tiene varios grandes defectos. Por ejemplo, la que me parece más grave es que el autor parece desconocer la existencia de la beca MMF, ya que ni siquiera la menciona -y me parece un dato vital para comprender algunas cosas-; segundo, aunque menciona de paso que en la revista Afternoon, de la “familia” de la Morning, también se publicaron algunas obras de autores occidentales, reconoce su ignorancia en este campo y lo deja totalmente en el aire, prometiendo investigarlo en el futuro (espero que lo haga).
En lo que a autores españoles se refiere, se pueden extraer interesantes datos de estas tablas sobre qué obras concretamente fueron publicadas en la revista Morning, y en qué momento. Aquí están todos los datos:

  • Planeta viviente, de Kaffa, se publicó entre el 9 de abril de 1993 y el 3 de agosto de 1995, en un total de 11 entregas. Parte de esta misma obra está disponible on-line, curiosamente. (Clic aquí)
  • Majo -Stranger- (La bruja), de Ignacio, presentada en la sección Pierre et ses amis el 9 de septiembre de 1993 y también el 12 de mayo de 1994. Dos apariciones en total.
  • Cuttlas, de Calpurnio. Presentado en la sección Pierre et ses amis el 9 de diciembre de 1993 y luego el 7 de abril de 1994. Posteriormente se serializarían tres entregas de la misma obra entre el 23 de marzo y el 23 de noviembre de 1995. Cinco apariciones en total.
  • Rosario, de Maldonado. 12 entregas entre el 30 de marzo y el 22 de junio de 1995. Única historieta de un autor español publicada en la Morning posteriormente recopilada en libro. (Reseñada aquí)

Ahora, con estos datos, puedo añadir dos autores más a la lista de españoles que publicaron en Japón en los años 90 y que desconocía: Kaffa e Ignacio. Consulta el post principal sobre esta investigación aquí para más datos.

Saint Oniisan (Saint Young Men)

  • Título: 聖☆おにいさん –Saint Oniisan– (Saint Young Men)
  • Autor: Hikaru Nakamura
  • Editorial: Kôdansha
  • Revista: Morning
  • Años publicación: 2007-?
  • Clasificación: seinen, humor
  • Tomos: 1 (en curso)
En mi más reciente viaje a Japón en marzo de este año, volví con las maletas llenas de manga, muchos de los cuales eran para trabajar, otros muchos para mi colección de manga clásico y otros series recientes para leer y estar informado de lo que se cuece en el escenario actual de manga. En esta última categoría, solo dos series me robaron el corazón desde el primer momento y se convirtieron en mis grandes descubrimientos del viaje. La primera ya la comenté en su momento: la inefable y ya licenciada Detroit Metal City, mientras que la segunda no es otra que esta Saint Oniisan.
¿Y de qué va Saint Oniisan? Parodiando el nombre de cierta infame banda ochentera, podría resumirse en “Jesucristo y el Buda buscan piso en Tachikawa”. Una vez pasada la amenaza del fin de siglo, y con todo en paz en los reinos celestiales, Jesucristo y el Buda deciden bajar a la Tierra y compartir un pisito en la ciudad de Tachikawa, a menos de una horita del centro de Tokio, para tomarse unas merecidas vacaciones entre los mortales. Jesucristo es como una versión masculina de la Hachi (Nana Komatsu) de Nana: caprichosón, despistado, un poco vaguete y que se emociona con fruslerías, pero absolutamente adorable. El Buda, por su parte, es responsable y ahorrador, y a veces se enfada con Jesucristo porque le da por comprarse -derrochar, según el Buda-, por ejemplo, un disfraz del Shinsengumi o un set de alfarería. Así, en este plan, ambos vivirán una vida tranquila, sin grandes altibajos, en los que saldrán a comprar al súper, irán a un parque de atracciones, se presentarán a un concurso de gags cómicos a dúo, se lo pasarán en grande en un festival (¡sintoísta! ^_^), y el Buda enseñará a nadar a Jesucristo, por ejemplo.
“¡No me ralles, Buda!”, dijo Jesucristo… XDDD

No hace falta decirlo, este es un manga de humor. Y realmente bueno, me atrevería a decir, ya que a mí, por lo menos, me arrancó muchas sonrisas y otras tantas carcajadas por lo absurdo de las situaciones con componente religioso, sin tabúes pero siempre respetuosamente y sin hacer humor de mal gusto (todo es muy blanco).

Por ejemplo, cuando Jesucristo aprende a nadar, acaba teniendo tanto miedo que abre las aguas en plan Moisés atravesando el Mar Rojo. O cuando Jesucristo vuelve tan contento de la tienda de 24 horas y se jacta ante el Buda de que unas chicas susurraban “ese chico se parece a Johnny Depp”. O cuando el Buda se queja de que los humanos hayan tomado precisamente la (corta) etapa de su vida en la que estaba más gordito como referencia para hacer sus estatuas (¡que él en realidad está mucho más delgado y no tiene esos cachos michelines!). O como cuando Jesucristo se pone muy triste, muy triste, empieza a sangrar por la frente debido a la corona de espinas, mientras que cuando el Buda se enfurece, su aura empieza a brillar cegadoramente. En fin, podría pasarme el día contándoos gags que me han hecho gracia de este primer y, de momento, único tomo, y no terminaría. Además os arruinaría la lectura de esta serie más que recomendable, que espero algún día podamos ver por estos lares.

Lo primero que pensé al ver esta obra en la tienda fue “hostia, un manga sobre el Buda y Jesucristo, qué fuerte, estos japoneses son capaces de hacer un manga sobre cualquier cosa”. Lo segundo fue “pero no han tenido huevos de poner a Mahoma también”. Ja, ja, ¿os imagináis el pollo que se hubiera montado si además de estos dos personajes religiosos hubiesen puesto al profeta del Islam como tercer personaje? Buf, habría sido terrible. En fin, si te gusta el humor blanco y no te importa que se haga humor de ciertos aspectos religiosos, este manga te encantará.

Traveling (II): Tour de editoriales

Parece que el post que en su momento puse sobre el Jackson Hole gustó bastante, y como a mí me gusta “poco” pasear por Tokio y descubrir lugares, se me ha ocurrido inaugurar una nueva sección de paseíllos por Tokio y cercanías. No siempre estará relacionado con manga, pero intentaré que los paseos que vaya presentando aquí tengan algo que ver, así no traicionaré el espíritu del blog.
Ya dije en su momento que me encanta pasear por Tokio, pero no pasear por pasear, sino que me marco ciertos objetivos (más peregrinos o menos, eso no importa) y voy a pie, con un mapa en la mano para guiarme. Ese día me dio por ir desde Kôdansha hasta Shôgakukan, pasando por otras editoriales y lugares que había por el camino. Eso me permitió descubrir lugares muy bonitos, calles entrañables, tiendas raras y otras curiosidades que de otra manera no habría descubierto y que le dan toda la gracia y la sal al paseo en sí, más que los “edificios de editoriales” que pudiera ver (realmente, el menor de mis intereses).
Este paseo lo realizé en noviembre de 2007 y es un palizón considerable de 3 o 4 horas (con paradas, claro), en las que se recorren a pie casi 6 kilómetros y medio. Si te sientes con fuerzas, puedes hacerlo del tirón, igual que yo, pero si no, te recomiendo partirlo en dos fases. Al principio no sabía exactamente cómo hacerlo, pero he descubierto que Google Maps permite crear itinerarios con gran detalle de zoom, y además permite poner comentarios y fotos en los lugares destacados. También es impresionante el hecho de que puedes abrir el itinerario con Google Earth, lo que permite ver los edificios y las calles “de verdad” y además puedes ver fotos subidas por otros usuarios. La verdad es que está muy bien, ¿no?

¡El super tour de editoriales!

¿Nunca te has preguntado dónde exactamente van nuestros editores de manga a negociar los nuevos títulos para nuestro mercado? Pues en este paseo visitaremos las más importantes editoriales de manga de Japón, donde se encuentran “los japoneses” que tienen la culpa de todos los retrasos porque tardan milenios en aprobar las portadas y otros temas, los muy… ^_^
Empezaremos visitando Kôdansha y su filial Kôbunsha, con un desvío opcional hasta un templo muy cercano, precioso, llamado Gokokuji. A partir de Kôdansha, iremos hacia el sureste hasta Kadokawa Shoten. Este segundo tramo es muy largo, pero incluye pasar por la zona residencial tranquilísima de Mejirodai; disfrutar de la naturaleza en la cuesta Munatsuki y la orilla del río Kanda; visitar la cutrecilla pero entrañable Biblioteca de Manga Contemporáneo; perderse por la zona de imprentas que rodea al monstruo Dai Nippon Printing; recorrer la entrañable cuesta Kagurazaka, llena de tiendecitas y restaurantes tradicionales; y pasar por el lado de la estación de Iidabashi, en medio de un puente sobre el río. Una vez en Kadokawa Shoten, avanzaremos hacia el oeste, ahora sí, viendo editorial tras editorial: Fujimi Shobô, Shôdensha y finalmente los monstruos Shûeisha y Shôgakukan, que se encuentran lado a lado en el barrio de librerías de libros antiguos de Jinbôchô.
Quedan fuera del itinerario varias otras editoriales, que pueden incluirse fácilmente haciendo algún que otro desvío, así que las he puesto también: Futabasha (cerca de Kagurazaka), Ascii Media Works y Hakusensha (entre Jinbôchô y Ochanomizu) y, para terminar, la editorial Japan Publications Trading, también en Jinbôchô, que publica mis libros Japonés en viñetas y Kanji en viñetas en inglés, porque me hacía ilusión ponerla ^_^ Si queréis que añada más editoriales al mapa, no tenéis más que avisarme y trataré de añadirlas. ¡Espero que os guste el paseo virtual!

Tonari no yaoi-chan (La friki de al lado)

  • Título: となりの801ちゃん –Tonari no yaoi-chan – (La friki de al lado)
  • Autor: Jin (manga) / Ajiko Kojima (historia original)
  • Editorial: Kôdansha
  • Revista: Bessatsu Friend
  • Años publicación: 2007-?
  • Clasificación: shôjo, humor
  • Tomos: 1 (en curso)

Todo empezó con un blog. Ajiko Kojima descubrió un día que la chica con la que estaba saliendo era una fujoshi (luego pongo una explicación) y decidió “documentar” su relación en forma de tiras humorísticas en su blog. Para hacerlo, usó la imagen de un bicho llamado Yaoi-chan, que curiosamente es la mascota de una calle comercial de Kioto llamada Misonobashi 801 Shôtengai. Resulta que los números 801 pueden leerse “creativamente” como “yaoi” (los japoneses hacen mucho esto de dar pronunciaciones a los números en forma de palabras, a veces de forma muy peregrina, como en Keroro con 723 (Natsumi) o 556 (Kogoro)). Claro está, imagino que la gente de esa calle comercial no conocía acepción friki de la palabra “yaoi”, o bien no les importaba, así que decidieron ponerle a su mascota el nombre de Yaoi-chan, en honor al número que les define (porque la calle mide 800 metros y el 1 representa la expansión al futuro, dicen). Al poco, el nombre y la imagen de la mascota se propagó por Internet y acabó convirtiéndose en una especie de insignia para las fujoshi.
En cuanto a la palabra fujoshi, escrita 婦女子, es una palabra normal japonesa que significa “mujer” o “mujeres y niños”. Lo único es que en este caso han cambiado el primer kanji, leído “fu”. En vez de 婦 han puesto 腐 (que también se lee “fu”), formando la palabra 腐女子, que aunque se pronuncia igual significa literalmente “chica 女子 podrida 腐”. Así, esta palabra se utiliza actualmente (en círculos otaku) para designar a la “chica otaku enganchada principalmente a los dôjinshi yaoi y que acaba montando en su cabeza relaciones homosexuales imaginarias con casi todo lo que lee o ve”. Las fujoshi son fácilmente discernibles, sobre todo en los Comiket o en el área llamada “Otome Road” de Ikebukuro, porque suelen ir con maletitas de ruedas tipo trolley en los que transportan todo el material que van a vender (si son dibujantes) o que han comprado (si son consumidoras).
Siguiendo con la historia, Ajiko Kojima decidió usar la mascota “Yaoi-chan” para representar a su novia y la usó para expresar, de forma humorística, todo tipo de situaciones que les ocurrían a los dos, presentando las tiras en su blog. Después del gran éxito de Densha Otoko, parece que los “otaku dramas” están de moda en Japón, así que no me sorprende que esta iniciativa también obtuviera un gran éxito. De momento ya hay publicados dos libros que recopilan las tiras del blog y que se han convertido en auténticos best-sellers.
La friki y su amigo de la infancia

La editorial Kôdansha no tardó en reaccionar y, al poco, empezó la publicación de un manga enfocado al público femenino en la revista Bessatsu Friend, que es justamente el que reseño en esta ocasión. El manga no tiene (creo) ninguna relación con las tiras originales de Kojima, más que el hecho de que la protagonista se “transforma” en Yaoi-chan en los momentos de frikismo extremo de tipo moe. Más que transformarse, da a entender que ese bichejo es el auténtico aspecto de Rei, la protagonista, solo que está escondido dentro de un cuerpo humano y aparece (abriendo una cremallera que tiene en la espalda) en los momentos más frikis.
El manga cuenta la historia de Rei Hoshino, una típica fujoshi que no piensa más que en los manga y que ve yaoi por todas partes. Además, como no puede ser de otra manera, es dôjinshera de pro y se pasa el rato pensando y trabajando en ideas para los fanzines que pondrá a la venta en la próxima convención. Al principio de la historia, nos la presentan como una friki rematada, poco agraciada físicamente, con varios kilos de más, y con un desdén total por los estudios. Pero un buen día se topa con un guapo chico por la calle que le roba el corazón. Inmediatamente, se enamora de él y se lo imagina en todo tipo de situaciones yaoi… Y decide que 1) quiere ir al instituto al que va el chico en cuestión, que da la casualidad que tiene una nota de corte muy elevada y 2) que quiere cuidar su aspecto para estar guapa para él. Ni corta ni perezosa, solicita la ayuda de su amigo del alma Shôtarô Kamiyu (otro guaperas con gafas, toma tópico) y, por arte de birlibirloque, unas páginas más tarde la encontramos en plan “chica monísima” y habiendo conseguido su objetivo de entrar al instituto Jion. En el instituto, empezará con bastante buen pie, pero una de sus compañeras, rival en el amor, descubre que es una fujoshi y tratará de ponerla en evidencia…
Entrando ya en la valoración del manga, me ha parecido un manga muy divertido, pero ciertamente tiene una temática de esas típicas que, si estás en el mundillo y pillas las múltiples ironías y, cómo no, inevitables referencias a Gundam, lo encuentras graciocísimo. Pero si no llevas cierto tiempo en esto del manga y sus tendencias (yaoi, moe, etc.) no te va arrancar ni una sonrisa. Debo confesar que no acabo de entender la gracia del yaoi y se me escapa bastante qué atractivo puede tener hacer y leer dôjinshis en los que los personajes de mangas famosos se lían entre sí. Pero conozco este mundillo hasta cierto punto: he estado en el Comiket, en Otome Road, en Mandarake y en Toranoana y he visto a las fujoshi en acción, aparte de haber hablado con alguna. Por lo tanto, conozco un poco sus manías, sobre todo la de empeñarse en imaginar relaciones homosexuales por todas partes, tanto dentro de mangas o animes como en la vida real, y por lo tanto este manga me ha hecho muchísima gracia.
Ahora, la pregunta es… ¿Veremos este título en España? Y no me atrevo a contestarla. Por un lado, la temática es bastante arriesgada y el grado de conocimiento que se tiene en España sobre este mundillo es relativamente bajo, por lo que a priori solo podría aspirar a ventas bajas. Pero por otro lado, es muy divertido… Si en su momento pudimos leer el manga de Densha Otoko (titulado aquí Otaku in Love), ¿por qué no este Tonari no 801-chan? Igual alguna editorial se arriesga a ver si suena la flauta. Ya veremos.