El blog de Marc Bernabé

Historie

Tuesday, August 26th, 2008
  • Título: ヒストリエ -Historie-
  • Autor: Hitoshi Iwaaki
  • Editorial: Kôdansha
  • Revista: Afternoon
  • Años publicación: 2003-?
  • Clasificación: seinen
  • Tomos: 4 (en curso)


De este manga me habían hablado muy bien (sin ir más lejos, Range Murata me comentó en el pasado Salón del Manga que era de sus preferidos de entre los que se publican actualmente) y por lo tanto me sumergí en su lectura con mucha ilusión. Sin embargo, mi conclusión al acabar de leer el tomo 1 es que me ha dejado bastante indiferente. Tal vez da un giro radical en los siguientes volúmenes, lo ignoro, pero me temo que esto es más una cuestión de esas típicas de “o te gusta, o lo odias, no hay término medio” que otra cosa. En mi caso, no lo he odiado, pero tampoco lo he detestado (o sea, que sí hay termino medio, toma contradicción XDD).

En cualquier caso, esto no es nuevo para mí, ya que también me habían hablado muy bien de su anterior obra, Kiseijû (Parasyte), que cuenta la historia de un chico en cuya mano se aloja un alienígena parásito. Aun así, cuando leí el primer tomo hace unos años también me quedé bastante frío; una sensación muy parecida a la que me ha dejado Historie. Así que, una de dos: o mi problema es que este autor (su dibujo y forma de narrar) no casan con mis gustos, o bien sus historias siempre despegan a partir del segundo o tercer tomo y, como solo le he dado la oportunidad del primero tanto en Kiseijû como en Historie, me estoy perdiendo dos maravillas del manga actual. No lo sé.
Lo que sí sé es que Historie es peculiar en el sentido de que está basado en acontecimientos históricos de fuera del ámbito japonés o del ámbito cercano a Japón que siempre ha tenido mucha influencia en el imaginario japonés (China y Corea, básicamente). Raros son los manga históricos que transcurran fuera de estos dos marcos: tenemos quince mil manga sobre samuráis y señores feudales y diez mil sobre leyendas chinas como la Historia de los tres reinos o la leyenda del Viaje al oeste, pero muy pocos que nos ilustren sobre la historia del imperio romano, los mayas, los khmer o los songhai, por decir algunos grandes imperios de Europa, América, Asia o África.

Las tropas de Macedonia amenazando Cardia

En este sentido, Historie sí que es un manga muy especial, ya que es uno de los pocos que trata sobre el imperio persa de Alejandro Magno, así como sus regiones cercanas, sobre todo la parte griega. Así, Iwaaki nos narra aquí la historia de Eumenes, inteligente general y erudito de la polis griega de Cardia que llegó a ocupar importantes puestos de responsabilidad en el imperio persa durante el reinado de Alejandro Magno, así como después de su muerte.
Como hago habitualmente, solo he leído el primer tomo de la historia, que se centra en la figura del joven Eumenes antes de entrar a las órdenes de Alejandro Magno. Con un “cameo” del filósofo Aristóteles, se nos demuestra que ese chico de aspecto más bien soso y que parece un esclavo huido del yugo de su amo, resulta ser un inteligente chaval que ayuda a Aristóteles y a sus discípulos, perseguidos por soldados persas, a cruzar el estrecho de los Dardanelos desde las costas frente a las ruinas de Troya. En este primer encuentro con Aristóteles es donde se nos presenta verdaderamente el intelecto de Eumenes, ya que sigue sin ningún tipo de problemas la conversación de Aristóteles y ambos discuten sobre el hecho de que la Tierra es en realidad esférica (de ahí la portada del primer tomo). A partir de aquí, Eumenes se separa de Aristóteles y sigue su camino hacia su ciudad natal de Cardia, solo para encontrársela sitiada por las fuerzas de las tropas de Macedonia. Una vez consigue entrar a Cardia, sobre la mitad del primer tomo, empieza un largo flashback que nos narra su infancia y juventud. Imagino que la historia es de las típicas que “empieza por el final” y luego nos narra todos los acontecimientos ocurridos antes de ese momento.
Como he comentado antes, el argumento no es en absoluto malo, más bien al contrario, pero a mí no me termina de enganchar. Y el dibujo de Iwaaki, francamente, es bastante feísta y en ocasiones muy poco dinámico, algo que no ayuda sin duda a que su obra traspase fácilmente las fronteras japonesas. Por ejemplo, Kiseijû se publicó en Francia pero obtuvo un éxito más bien modesto, sin duda debido al dibujo, que es feúcho. Tampoco ayuda el hecho de que, a pesar de que lleva publicándose desde 2003, solo tiene 4 tomos publicados por el momento. Su publicación irregular y a trompicones hace que el ritmo de publicación de tomos sea de menos de uno al año; ciertamente, algo incompatible con la terrible impaciencia de los lectores occidentales de manga, que si no tienen un volumen nuevo de su manga favorito una vez al mes, ya encienden las antorchas para quemar la editorial que se atreva a llevar un ritmo superior al bimestral ^_^.

Sarusuberi (Espumilla)

Saturday, August 23rd, 2008
  • Título: 百日紅 –Sarusuberi– (Espumilla)
  • Autor: Hinako Sugiura
  • Editorial: Jitsugyô no Nihon-sha
  • Revista: Manga Sunday
  • Años publicación: 1983-88
  • Clasificación: seinen, histórico, costumbrista
  • Tomos: 3

Ahora hacía un tiempo que no ponía un manga “gafapasta”, ¿verdad? ¡Pues nada, esto hay que remediarlo! Últimamente le estoy cogiendo el gustillo a esto de los manga de tipo costumbrista ambientados en el Japón feudal, y eso que no hace tanto que no me gustaba este tipo de obras. Hace poco, leí y disfruté muchísimo con Oo-oku y ahora es el turno de esta Sarusuberi. Voy a ser sincero y diré que me costó lo suyo entrar en esta obra. La adquirí tras leer una referencia a ella donde se la ponía por las nubes y se la describía como una obra maestra de la literatura manga. Lo cierto es que, en un primer momento, solo pude leerme medio tomo hasta que lo acabé dejando aparcado. Sin embargo, recientemente le he dado una segunda oportunidad y, ahora sí, he podido disfrutarla como se merece.
Sarusuberi nos cuenta retales de la vida del gran maestro del ukiyo-e (grabados tradicionales japoneses del período Edo) Hokusai Katsushika, de su hija Oei y de la gente de su alrededor, en la Edo (antigua Tokio) de mediados del siglo XIX, cuando el maestro ya era bastante mayor. Hokusai, como muchos sabréis, es el “inventor” de la palabra “manga”: fue él quien publicó una serie de libros de bocetos semicómicos a los que tituló Hokusai Manga (Dibujos irresponsables de Hokusai), que obtuvieron un gran éxito y que provocaron que la palabra manga fuera asociada a partir de aquel momento con las caricaturas o dibujos cómicos y, con el tiempo, al propio cómic.
La autora de esta obra, Hinako Sugiura, tuvo una vida lamentablemente corta (falleció en 2005 a los 46 años), pero intensa. Apasionada del período Edo, inició su carrera en el mundo del manga especializándose en obras de cómic con estilo de dibujo “a lo ukiyo-e” en la histórica revista alternativa Garo, lo que le valió hacerse un nombre en el mundillo “gafapasta” del manga en los años 80. Tuvo una carrera muy corta como mangaka, ya que en 1993 anunció que dejaba la plumilla para dedicarse a la pasión de su vida, que era el estudio de la cultura popular del período Edo (1600-1868). Como investigadora y especialista, Sugiura también destacó mucho: escribió numerosos libros y ensayos y colaboró en programas de televisión, en los que a menudo aparecía vestida con kimono. En realidad, tras su muerte se descubrió que en 1993 se le había diagnosticado cáncer y sus médicos le recomendaron que dejara la estresante y agotadora profesión de mangaka para realizar otro tipo de tareas menos exigentes y poder dedicarse mejor a luchar contra la enfermedad.

El maestro Hokusai, dibujando un dragón

Sarusuberi es una obra un poco especial. Por un lado, nos cuenta pequeños episodios de la vida de Hokusai y su entorno, presentándonos al maestro como un viejo excéntrico, muy curioso y francamente genial; un verdadero torbellino de creatividad. No en vano, el título de la obra hace referencia a semejante torrente creativo: Sarusuberi es una planta de origen oriental que, según he podido investigar, en español recibe el nombre de “espumilla” o “árbol de Júpiter”. Su nombre científico es Lagerstroemia indica. Al parecer, se trata de una planta que da flores grandes, en cantidad muy generosa, en un momento dado. Luego se les caen todas de golpe y a continuación vuelve a florecer de nuevo esplendorosa y abundantemente. Así pues, esta planta pasa a simbolizar la pasión creativa de Hokusai.
Las historias son curiosas: tal vez por esto me costó entrar en el manga la primera vez, ya que me esperaba otra cosa muy distinta (no sé exactamente qué esperaba, pero lo que me encontré me desconcertó e hizo que no pudiera entrar). Son pequeños relatos de tipo costumbrista, que nos narran episodios de la vida del viejo Hokusai. Lo que pasa es que, en ocasiones, mezcla pequeños detalles fantásticos en la historia (por ejemplo, en un momento dado, un hombre muerto cuyo rostro estaba inmortalizando Hokusai en su lecho de muerte se levanta y mira fijamente al pintor) que a mí personalmente me dejaron con un gran interrogante flotando sobre la cabeza. Sin embargo, también es verdad que, una vez entras y consigues que la obra te abra sus puertas, puedes disfrutar mucho más de su sutileza y su gracia.
El dibujo también en peculiar, ya que es bastante sencillo, pero tiene un aire “a lo ukiyo-e” muy interesante; difícil al principio, entrañable una vez te acostumbras. De hecho, las preciosas portadillas que abren cada historia están dibujadas con un estilo 100% ukiyo-e y realmente son estampas preciosas. En definitiva, esta es una obra recomendada para los “gafapastas” de pro, y más si están interesados en cómo se vivía en la primera mitad del siglo XIX en la antigua Edo y en conocer más sobre la figura del excéntrico Hokusai, su hija y sus discípulos. Los amantes del shônen, el shôjo romanticón o los seinen de acción, abstenerse. Solo recomendado para fans de Taniguchi y similares.

Kaikisen (Regreso al mar)

Thursday, August 14th, 2008
  • Título: 海帰線 -Kaikisen- (Regreso al mar)
  • Autor: Satoshi Kon
  • Editorial: Bijutsu Shuppansha
  • Revista: Young Magazine
  • Años publicación: 1990
  • Clasificación: seinen
  • Tomos: 1

Este manga es otra de las pocas excepciones a mis propias reglas que me permito, ya que sí cuenta con una edición en España. Sin embargo, al ser una edición tan antigua e inencontrable, he decidido tratarlo como si fuera uno más de los manga inéditos que presento aquí. Efectivamente, esta obra de Satoshi Kon fue publicada por Planeta deAgostini en diciembre de 1994, en los albores de la historia del manga en España, y de momento no se conocen planes ni intenciones de publicarla de nuevo.
Como ya habréis deducido si seguís habitualmente este blog, a mí lo que realmente me gusta y me fascina es el manga, el “papel”, los libros, las historietas, las viñetas la tinta sobre el papel. Muchos relacionan el manga con su “hijo”, el anime, y lo colocan al mismo nivel: si te gusta el manga, forzosamente tiene que gustarte el anime. Bien, en mi caso no es así. Mentiría si dijera que odio el anime, que no me gusta nada, etc. Pero francamente no me fascina y si me das a elegir entre leer un manga y ver el anime basado en él, siempre elegiré el manga. Como todo, siempre hay excepciones, y generalmente lo que son películas de animación originales (en contraposición a las series) me gustan mucho y tengo una colección bastante decente de ellas. Y, aparte de la mayoría de las películas de Ghibli (cómo no), el director con el que más disfruto y cuyas películas adquiero siempre que sale alguna nueva es Satoshi Kon.
Sigo a este director desde la inquietante Perfect Blue, su opera prima, y no me he perdido nada de lo que ha hecho: Millenium Actress (fascinante, mi favorita de Kon), Tokyo Godfathers (entrañable) y Paprika (la más rara y la que menos me ha gustado hasta el momento), pasando por supuesto por la estupenda serie de 13 episodios Paranoia Agent, tremendamente bien realizada. Sin embargo, lo que no es tan conocido es que Satoshi Kon fue ayudante de Katsuhiro Otomo en los años 80 y debutó en el mundo del manga, brevemente, antes de pasarse al anime, campo en el que finalmente ha triunfado.
Sin embargo, su paso por el manga fue más bien poco prolífico ya que, aparte de algunas historias cortas, solo dos obras suyas han sido publicadas en tomo: la adaptación al manga de la película de imagen real de Katsuhiro Otomo World Apartment Horror y la obra que reseño en esta ocasión, Kaikisen (Regreso al mar). Kaikisen fue publicada durante el año 1990 en la revista Young Magazine, de Kôdansha, y recopilada en forma de tomo en el mismo año. Su calidad gráfica y argumental es tal que, a pesar de ser Satoshi Kon un perfecto desconocido que todavía no había presentado ninguna película como director de animación, la obra fue publicada en España, Hong Kong y Taiwan (1994) y en Italia (1998). Curiosamente, en Francia no se publicó hasta 2004, cuando Kon ya era un consagrado director de animación.

Un estilo de dibujo ciertamente muy “otomesco”

Kaikisen nos cuenta la historia de Yôsuke, un chaval que vive en un pequeño pueblo costero y que es el hijo del sacerdote del santuario sintoísta. Yôsuke, influenciado por su abuelo, se dedica una vez a la semana a cambiar el agua de mar en la que debe estar permanentemente empapada la preciosa joya que se guarda en el santuario. Dice la leyenda que esta joya, el “huevo de la sirena”, fue confiada hace mucho tiempo al santuario: a cambio de custodiarla, cuidarla debidamente y cumplir la promesa de devolverla al mar en ciclos de 60 años, el misterioso ser marino medio humano, medio pez velará por la seguridad del pueblo.
A todo esto, debido a una tragedia que se nos explica bastante avanzado el manga, el padre de Yôsuke, sacerdote del santuario, se empeña en que el pueblo debe ser modernizado y se asocia con una empresa constructora bastante mafias que tiene el plan de transformar radicalmente el pequeño pueblo de pescadores en un esperpéntico conglomerado turístico de hormigón. Con esta premisa, pues comienza una apasionante historia alrededor de la conveniencia o no de abrazar el progreso y de respetar o no promesas antiguas. Con un trasfondo de misterio y fantasía y un precioso dibujo muy en el estilo del mejor Otomo (realmente se nota que Kon aprendió a las órdenes del creador de Akira), esta historia de un solo tomo consigue atrapar y fascinar al lector.
La edición que tengo yo fue realizada por la editorial Bijutsu Shuppansha en 1999 y, lamentablemente, en estos 9 años que han pasado desde entonces, ninguna otra editorial japonesa se ha decidido a reeditar este gran manga. No sé si ya estaba en la edición de 1990 de Kôdansha, pero en esta edición de Bijutsu Shuppansha se incluye también, como “bonus”, una historia corta titulada Kinchô no natsu (El verano de los nervios) que francamente deja mucho que desear: precipitada, confusa y poco creíble. Aunque, por supuesto, tiene su valor como una muestra más de la escasa producción manga de este gran maestro de la animación.
Siendo como es Satoshi Kon un director consagrado de anime, me extraña que ninguna editorial española haya decidido rescatar esta obra en los últimos años. El gancho que tiene el nombre de Kon, así como sus cuatro películas y su serie de TV como director, llamarían sin duda la atención de muchos lectores. ¡A ver si con este post consigo reactivar un poco el interés, ¿no?! ^_^

Banana Fish

Monday, August 11th, 2008
  • Título: Banana Fish
  • Autor: Akimi Yoshida
  • Editorial: Shôgakukan
  • Revista: Bessatsu Shôjo Comic
  • Años publicación: 1985-94
  • Clasificación: shôjo, shônen, seinen
  • Tomos: 19

Es la primera vez que encuentro una historia tan difícil de clasificar. ¿Es un shôjo? Técnicamente sí, si hacemos caso de la revista en la que fue publicada esta historia, la Bessatsu Shôjo Comic. ¿Es un shônen? Si nos limitamos al aspecto gráfico, ciertamente tiene más pinta de shônen que de shôjo. ¿Es un seinen? La temática (acción, mafias, una misteriosa droga, etc.) es muy seinen, así como la violencia y crudeza de algunas escenas. Es con obras como esta que la “compartimentación” en géneros pasa a ser algo totalmente accesorio. ¿Qué importa la “etiqueta” que le queramos poner si la historia está bien y el dibujo va acorde con ella?
En este sentido, Banana Fish es uno de los manga más sorprendentes que he leído últimamente, ya que la mezcla de géneros que Akimi Yoshida realizó entre 1984 y 1994 no solo es un experimento sin más. Banana Fish fue un gran éxito en su tiempo y es una de las obras más destacadas del manga de los años 80-90. Solo he leído el primer tomo y, al ser muy introductorio y tener una estructura bastante confusa (típica de las películas que empiezan con flashbacks y combinan escenas de flashback con escenas de presente, y que además tienen muchos personajes que hay que ir presentando poco a poco), no me quedé mucho con la historia, pero lo cierto es que el argumento, que es del tipo thriller con acción y misterio (comparable a obras como Monster, por ejemplo) parece muy bien llevado y, según he visto por ahí, aguanta bastante bien durante los 19 tomos de los que consta el manga.

Revista shôjo, dibujo shônen y temática seinen

La historia arranca con un corto viaje en el tiempo al año 1973, en Vietnam, donde unos soldados americanos están tomando unas cervezas al fresco en las postrimerías de la guerra. De repente, uno de los soldados aparece con una ametralladora y empieza a disparar a sus compañeros, matando a algunos de ellos. Finalmente, entre todos consiguen reducirle, y las únicas palabras que masculla el soldado enloquecido son “Banana Fish”. La acción se traslada al presente (en este caso, mediados de los años 80), a Nueva York, donde conocemos a Ash Lynx, un chico de 17 años que lidera un grupo de jóvenes macarras y que a su vez está metido en una organización mafiosa liderada por Dino Golzine.
En un momento dado, un hombre moribundo al que habían disparado se cruza con Ash en un callejón y, tras darle un vial con una sustancia indeterminada, murmura también las palabras “Banana Fish” y una dirección en Los Ángeles. Curiosamente, Ash tiene en su casa al ex soldado de la primera escena del manga (se deduce que es su hermano), actualmente inválido y permanentemente alienado: de hecho, las únicas palabras que dice son también “Banana Fish”… ¿Es “banana fish” el nombre de la peligrosa droga que dejó en estado vegetativo a su hermano? ¿Qué hay detrás de ella? ¿Por qué la mafia tiene tanto interés en todo este asunto?
Así empieza una trepidante aventura llena de aventuras, violencia (e incluso pedofilia y homosexualidad) en la que Ash se pondrá como objetivo descubrir más sobre el “Banana Fish”. Entre medio, se encuentra la policía, la mafia, y un joven llamado Eiji que acompaña a un periodista japonés que quería hacer un reportaje sobre la banda de Ash y se ve implicado en todo el asunto.
Pese a su relativa antigüedad, Banana Fish es un manga que todavía se deja leer muy bien y es altamente recomendable. Este shôjo-que-no-es-un-shôjo ha sido publicado en Estados Unidos, Francia e Italia, así que tampoco sería descabellado verlo en el futuro por estos lares. ¡Ya veremos!

Psyren

Tuesday, August 5th, 2008
  • Título: Psyren -サイレン- (Psyren)
  • Autor: Toshiaki Iwashiro
  • Editorial: Shûeisha
  • Revista: Shônen Jump
  • Años publicación: 2008-?
  • Clasificación: shônen
  • Tomos: 2 (en curso)


A finales de diciembre de 2007, cuando se puso a la venta el número 1 de 2008 de la revista Shônen Jump, estaba yo por Japón y me compré la revista por curiosidad, por ver exactamente qué obras se estaban publicando en aquel momento. Y justamente en aquel número empezaba una nueva serie llamada Psyren. La verdad es que empecé a leerla con bastante desgana ya que el autor era Toshiaki Iwashiro, creador del infame manga (en mi opinión) Mieru Hito.
Sinceramente, Mieru Hito me pareció un manga tan malo que me costó acabar el tomo 1 (y eso solo me pasa ocasionalmente, que conste, ya que aguanto bastante lo que me echen). Así que, como podéis imaginar, esta Psyren no me hizo demasiada ilusión. Pero aun así, empecé a leerla y me quedé sorprendido de lo bien narrada que está la historia. Recuerdo que en aquel momento, tras leer el primer capítulo especial de 60 páginas, me quedé con un muy buen sabor de boca y con ganas de más, e incluso llegué a pensar que por fin la Shônen Jump había encontrado un manga que podía muy bien convertirse en el relevo de series como One Piece, Naruto o Bleach, que ya llevan un montón de tomos y deberían ir pensando en terminarlas. En este mismo blog ya comenté una vez que la Jump estaba en claro peligro, ya que tiene unas cuantas series con un éxito tremendo, pero que ya llevan bastantes años publicándose y corren el peligro de que la gente se canse de ellas de un momento a otro. Por otro lado, casi ninguna de las nuevas series que han ido entrando a partir de 2006 ha acabado de cuajar (por ejemplo, MxO, que me parecía un manga bastante aceptable y que podía ir a más, la han acabado cerrando con “solo” 10 tomos).
Pero Psyren, en mi opinión, tiene números para convertirse en el nuevo bombazo que dé un poco de aire a la Jump y permita que Oda, Kishimoto o Kubo terminen sus actuales series y puedan dedicarse a nuevos personajes y nuevos argumentos que refresquen un poco la revista. Tampoco nos engañemos, sin embargo. Psyren es una serie shônen al uso, con sus aventuras, piños y misterios. Pero está bastante bien llevada y el dibujo no está nada mal (aunque aun así espero que Iwashiro vaya mejorando con el tiempo).

Realmente, este es un shônen al uso. Pero se deja leer

Ageha Yoshina es un estudiante de instituto al que le encanta meterse en peleas. Un buen día, pasa por el lado de una cabina telefónica en la que el teléfono está sonando. Ni corto ni perezoso, coge el teléfono y al otro lado del auricular solo se oyen sonidos y zumbidos sin sentido (pero la viñeta nos muestra una especie de monstruo con un teléfono móvil encima de la cabina donde está Ageha). Tras colgar el teléfono, sale de la ranura una targeta telefónica en la que solo hay escrita la palabra “Psyren”. Al día siguiente, se encuentra por casualidad la cartera de Sakurako, una amiga de la infancia que antes era muy alegre y ahora se ha vuelto callada y taciturna: dentro de la cartera encuentra otra tarjeta “Psyren”. Al preguntarle, ella le dice que no sabe nada sobre esa targeta pero, al poco, desde la lejanía, masculla un apenas audible “ayúdame”…
Poco después, Ageha se entera de que corre una leyenda urbana según la cual está desapareciendo bastante gente que encuentra targetas telefónicas “Psyren” y las introduce en teléfonos públicos. Decidido a saber más sobre todo este asunto, e intrigado por la velada súplica de ayuda de Sakurako, nuestro protagonista decide introducir su tarjeta en un teléfono y… ¡Viaja a un mundo paralelo que parece un escenario postapocalíptico!
Ahí, se encuentra con Sakurako y varias otras personas. Al parecer, se les obliga a completar un “juego” si quieren volver a su mundo original: deben llegar a la “puerta” de salida atravesando el yermo páramo que se extiende ante sus ojos… Sin saber que ese páramo está poblado de extraños y violentos monstruos.
Y así tenemos todos los ingredientes “Jump” para conseguir un best-seller: misterios, jóvenes armados, piños a malsalva y una guapa protagonista vestida de uniforme y blandiendo una espada ensangrentada.
Como he comentado hace un momento, este manga no es el epítome de la originalidad, pero tiene los ingredientes necesarios para convertirse en el próximo éxito de la Shônen Jump. Veremos si Iwashiro no echa por la borda el potencial éxito que tiene entre las manos.