El blog de Marc Bernabé

TO-Y

Thursday, May 14th, 2009
  • Título: TO-Y
  • Autor: Atsushi Kamijō
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Shōnen Sunday
  • Años publicación: 1985-87
  • Clasificación: shōnen
  • Tomos: 10


Cuando traduje Sex para Glénat me quedé alucinado con el poderío gráfico de su autor, Atsushi Kamijō, sobre todo por sus increíbles y trabajadísimos fondos. Si no habéis leído Sex, os recomiendo que lo hagáis, porque aunque el argumento en sí no es ninguna maravilla (aunque se deja leer muy bien), la destreza gráfica que demuestra Kamijō a la hora de dibujar los fondos de esta historia es uno de los más alucinantes que recuerdo. Aunque la historia se titule Sex, por cierto, prácticamente no sale nada de sexo en ella aparte de alguna teta suelta por ahí.
Así, Kamijō se ha convertido en uno de los mangaka a cuya carrera presto atención. Aunque es cierto que en los últimos años no ha hecho prácticamente nada, por lo que he tenido que dedicarme a explorar el resto de su carrera aparte de Sex. Y con mucha pena digo que en ningún caso ha conseguido llegar al nivel gráfico de su obra más conocida, ni tan siquiera acercarse, por lo que antes de empezar siquiera con esta reseña diré que Sex es la cúspide insuperable de este autor, su punto más álgido con diferencia, por lo que si alguna vez os apetece introduciros en este autor y solo podéis elegir una obra, sin duda elegid Sex. Hace un tiempo leí los cuatro tomos de 8 (Eight), su historia más reciente y, aunque en los fondos de algunas viñetas se adivina la mano de Kamijō, ni de lejos llega a su nivel.

Una muestra del poderío gráfico del autor

To-y es una de las obras más conocidas de Kamijō, de hecho es la primera serialización larga que tuvo, dos años después de debutar, y la que le hizo famoso. Aunque el dibujo es bastante normal, y los fondos están trabajados -aunque ni de lejos llegan al nivel de Sex– la inconfundible narrativa de Kamijō es ya muy cercana a la usada en su obra cumbre, con ese carisma nihilista, melancólico y ochentero que destilan sus personajes y que despierta una extraña sensación en el lector.
Resumiendo mucho, To-y es una especie de Nana, pero creado veinte años antes y con protagonista masculino. El protagonista, Tōi (o To-y) Fujii, es un carismático cantante en un violento grupo punk llamado Gasp que, en un momento dado, es descubierto por una productora de ídolos musicales masculinos que pretende convertirle en uno de estos cantantes andróginos pop que tanto triunfan en Japón. Tōi tendrá que enfrentarse a las pretensiones de esta productora y decidir entre si quiere dedicarse al punk o bien meterse en el mundo de los ídolos y convertirse en alguien extremadamente popular y rico. A su alrededor revolotean personajes como Shōji Aikawa, un ídolo que desde el primer momento rivaliza con él; su joven y marimacho admiradora Niya; sus compañeros en el grupo Gasp; la enérgica y peculiar productora Kayoko (que recuerda a Meryl Streep en El diablo viste de Prada); y su novia Sonoko/Hiderow, una chica con dos caras: la chica punk rebelde que sale con Tōi y la ídolo musical virginal a lo Reira de Nana.
¿Todo esto no os recuerda mucho a Nana? A mí sí. En fin, supongo que historias sobre grupos musicales hay muchas y por fuerza los argumentos tienen que parecerse hasta cierto punto. En cualquier caso, la historia y el dibujo están bien. Es un manga entretenido, bueno para pasar un buen rato leyendo, pero en mi opinión no es imprescindible; solo recomendado para los fans más acérrimos de Atsushi Kamijō. Por cierto, si tenéis curiosidad, sabed que en el año 1987 se hizo un OVA basado en este manga.

Mei-chan no shitsuji (El mayordomo de Mei)

Tuesday, May 12th, 2009
  • Título: メイちゃんの執事 –Mei-chan no shitsuji– El mayordomo de Mei
  • Autor: Riko Miyagi
  • Editorial: Shūeisha
  • Revista: Margaret
  • Años publicación: 2006-?
  • Clasificación: shōjo
  • Tomos: 9 (en curso)


Ante todo, mis disculpas a las shōjeras que siguen este blog, puesto que reconozco que en los últimos meses he dejado muy de lado el shōjo por varias circunstancias que ahora no vienen al caso. Pero a partir de ahora mi intención es redimirme en este aspecto y poner un poco más de chicha shōjo en el blog para compensar el gran escoramiento que ha sufrido mi bitácora hacia -básicamente- el seinen en estos meses.
El caso es que últimamente se licencia mucho shōjo en España y, aunque mi intención es estar bastante al día de lo que se cuece en Japón en materia de shōnen, seinen y shōjo, la verdad es que la última vez que fui a Japón, en marzo, casi todo lo que está pegando fuerte allí hoy día ¡ya está licenciado en España!, así que me quedo sin recursos para hablar sobre nuevas series punteras. XD
Pero bueno, siempre me quedan series menores, algún título importante que se hayan “dejado” las editoriales españolas, y sobre todo grandes clásicos, de los que tengo un buen porrón que leer en la pila de “pendientes”. El manga que comento en esta ocasión, Mei-chan no shitsuhi (El mayordomo de Mei), pertenece a la segunda categoría: manga importante en Japón actualmente pero todavía está sin licenciar.
Mei Shinonome es una chica pequeñita y bastante mona que estudia secundaria y que vive modestamente con sus padres en un barrio normal y corriente. Pero un día, sus padres mueren en un accidente de tráfico y se queda sola… Hasta que llega un mayordomo, Rihito Shibata, que le cuenta que su padre era el hijo mayor de la poderosísima y riquísima familia Hongō y que, ahora que no está él, Mei es la heredera de la enorme fortuna cuando muera su abuelo. Un abuelo que ella no conocía hasta entonces y que, pese a parecer un afable ancianito, recibe el apodo de “el monstruo de la era Shōwa (1926-89)”. De hecho, Mei no tenía ni idea de que su padre fuera el heredero de semejante fortuna ni de que en realidad se apellidara Hongō y no Shinonome.
Así, el guapísimo y correctísimo Rihito se hará cargo de ella como mayordomo. Por otro lado, pronto se descubre que su compañero de clase Kento, muy popular entre las chicas y que parece secretamente enamorado de Mei (a pesar de que se mete con ella continuamente) es hermano de Rihito. En el primer tomo, el que he leído, se adivina una historia bastante compleja detrás de un argumento inicial tan simplón de “niña que se queda huérfana, en realidad es heredera de rica familia y viene guapo mayordomo a ocuparse de ella”.
De hecho, este tomo finaliza con Mei teniendo que apuntarse a una escuela de niñas ricas en la que la educarán a ser una “señorita” decente. El caso es que ella acepta porque quiere estar a la altura de su adorado Rihito, de quien empieza a enamorarse (para rabia mayúscula de Kento, claro). Algo muy turbio se entrevé por detrás, ya que en un par de ocasiones atentan contra la vida de Mei y definitivamente el abuelo Hongō y los mayordomos, sobre todo Rihito, se llevan algo entre manos. La verdad, me he quedado con ganas de más, ya que parece que será un manga muy interesante y bien construido más allá de la simple concepción inicial.

Señoritas y mayordomos…

En los últimos años ya sabéis que en Japón se han puesto muy de moda las meido (maid), o sea, las sirvientas, pero entendidas de modo muy sui generis: básicamente, sirvientas de estilo victoriano, con grandes faldas y dulcísimas expresiones, que se ocupan de sus “amos” con el mayor de los mimos (repasad la reseña Maid Café Blossom para más detalles). Pues ya hace algunos años que las chicas también están reivindicando una versión masculina para ellas: los Shitsuji Café o “Café de mayordomos”, básicamente lo mismo que los Maid Café pero con chicos que van de mayordomos y tratan de o-jō-sama (señorita) a las clientas.
Se trata de una cultura que no acabo de entender muy bien, pero bueno, ahí está. Y, por supuesto, de cultura urbana bizarra también ha saltado al formato manga; este, pues, es uno de los títulos más exitosos del nuevo género shitsuji manga (manga de mayordomos). La verdad, qué manía tienen los japoneses con la vida de hiperlujo de estilo europeo… ¡Del siglo XIX! Porque ya me dirás quién tiene ahora sirvientas y mayordomos. Mei-chan no shitsuji ha saltado por cierto a la pequeña pantalla japonesa, pero no en forma de anime, sino de serie televisiva (dorama) que al parecer ha conseguido un éxito notable.
Como curiosidad lingüística, los capítulos del manga se llaman “Ovejita” (o sea, en vez de “Capítulo 1”, ponen “Ovejita 1”) y aparecen ovejas en las portadillas y como adorno en las páginas sueltas en blanco. La razón de esto, según explica la autora en un free talk, es que es un simple juego de palabras puesto que shitsuji (mayordomo) se parece mucho a hitsuji (oveja) y la tontería le hizo gracia. De hecho, el nombre de “Mei” es también un juego de palabras, porque las ovejas balan “meee” en japonés (Mei no se pronuncia tanto Me-I, como Mee). Totalmente intraducible y carne de nota del traductor en las ediciones extranjeras, pero bueno, resulta gracioso.
Otra curiosidad es que el tomo 1 incluye los capítulos (“ovejitas” XD) 1 a 5 y 7 a 8, es decir, se deja el capítulo 6 para el tomo 2. Imagino que el capítulo 6 es autoconclusivo y sin mucha relevancia, ya que la autora explica que prefería que este tomo 1 terminara con el capítulo 8 para darle mayor coherencia a la historia, por lo que escogió quitar el capítulo 6 y ponerlo en el tomo 2 antes que cortar el tomo en el capítulo 7. Y es que al final del capítulo 8 Mei parte con Rihito y Kento hacia la “escuela de señoritas”, la Escuela Femenina Santa Lucía y, efectivamente, es un muy buen momento para cerrar el tomo ya que deja al lector intrigado sobre lo que ocurrirá y le insta a comprar el tomo 2.
Bueno, ahora la incógnita es ver cuándo cae esta licencia en España, ¿no? Que hace tiempo que no amplío la lista de “mangas licenciados” ^_^.

Oh! Tōmei Ningen (¡Oh! Hombre invisible)

Monday, April 20th, 2009
  • Título: Oh!透明人間 –Oh! Tōmei ningen– (¡Oh! Hombre invisible)
  • Autor: Yasuhiro Nakanishi
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Shōnen Magazine
  • Años publicación: 1982-87
  • Clasificación: shōnen
  • Tomos: 11

Sigo enfrascado y más enfrascado… ¡Menudos mesecitos llevo! Por suerte para mi salud mental, esto parece tener fecha de caducidad y ya pronto podré disfrutar de un poco más de tiempo para dedicarlo a leer manga y comentarlo en este blog. Por cierto, este miércoles pasado estuve en Huelva dando una conferencia. Siento no haber avisado antes, pero es que el viaje no se decidió hasta el último momento. A todo esto, la madre de mi futura hija (ups, lo he dicho como quien no quiere la cosa ^_^), Verónica Calafell, dará una conferencia este jueves 23 de abril en Vigo. Tenéis más info en el Blog Manga de Norma por si queréis pasaros.
En fin, vamos a lo que nos incumbe, que es la reseña de manga. A veces me entero de la existencia de mangas curiosos por vías poco ortodoxas, y este es el caso Oh! Tōmei ningen. Me explico: hace unas semanas estuve traduciendo el tomo 9 de Kurosagi servicio de entrega de cadáveres, y en él había una historia sobre un tío que consigue crear un traje con el que volverse invisible y tal. En fin, no os contaré nada más, ya lo leeréis dentro de poco cuando se publique el tomo en España. El caso es que cuando le preguntan al colega cuál fue la motivación o lo que le inspiró que le llevó a crear ese traje de invisibilidad, en vez de decir Ghost in the Shell, que sería lo obvio (como afirman los propios personajes de Kurosagi), el tío menciona Oh! Tōmei ningen.
En fin, me picó la curiosidad y, como estaba en Japón en esos momentos, poco tiempo me faltó para conseguir un ejemplar del tomo 1 de esta serie de 11 volúmenes publicada en los años 80. Y, madre mía, ¡qué manga más picantillo! No llega a ser un hentai, pero se le acerca.
Cualquier excusa es buena para enseñar cacho ^_^

El argumento es básicamente una excusa para meter al protagonista en situaciones picantes y para enseñar cacho de las protagonistas femeninas, como tantísimos otros mangas, ¡pero la gracia de este es que es un manga de los años 80 y que se publicó en una revista infantil-juvenil como es la Shōnen Magazine! Ahora no creo que fueran capaces de publicar un manga en el que aparecen tetas y culos a cada momento en la misma Magazine, la verdad, pero es curioso ver lo muy “liberales” que ya eran los japoneses en los años 80. Aunque, pensándolo bien, Harenchi Gakuen (La escuela indecente) de Go Nagai también es muy bruto en este sentido, por lo que se puede pensar que los japoneses se han vuelto más mojigatos de lo que eran, ¿no?
El argumento nos presenta a Tooru, un chico enclenque que, por circunstancias que no se nos explican, acaba viviendo en casa de su tía, que vive con la abuela y que tiene tres hijas: una niña pequeña llamada Rumi, una adolescente bastante “madurita” para su edad de nombre Yoshie y Aiko, una veinteañera muy guapa pero muy tranquila que, para que os hagáis una idea, recuerda a Kasumi de Ranma ½. ¡O sea, todo mujeres!
El caso es que Tooru odia las huevas de salmón, un exquisito manjar japonés, pero en un momento dado se ve obligado a comerlas… ¡Con el resultado de que se vuelve invisible! Así es, las huevas de salmón tienen este efecto en Tooru, que a partir de ese momento se volverá invisible cada dos por tres con el objetivo de hacer todo tipo de “guarreridas niponas” sobre todo ante Yoshie, que no duda en quedarse en cueros a la mínima.
Estamos ante una comedia picante bastante divertida y, sobre todo, muy guarrilla. Un shōnen entretenido que dudo mucho que jamás salga de las fronteras de Japón. Por cierto, este manga tiene una secuela, llamada Oh! Tōmei ningen 21, que consta de 8 tomos y que fue publicada en la revista Super Jump de Shūeisha entre 2002 y 2006 que sin duda fue pensada para esos treintañeros que en su infancia disfrutaron como enanos de las aventuras guarrillas de Tooru.

Embalming –The another tale of Frankenstein–

Wednesday, April 1st, 2009
  • Título: エンバーミング Embalming –The another tale of Frankenstein–
  • Autor: Nobuhiro Watsuki
  • Editorial: Shūeisha
  • Revista: Jump SQ
  • Años publicación: 2007-?
  • Clasificación: shōnen, seinen
  • Tomos: 1 (en curso)

Embalming, el nuevo manga de Nobuhiro “Rurouni Kenshin” Watsuki después de Busō Renkin, tuvo el honor de protagonizar la primera portada de la nueva y exitosa revista de Shūeisha Jump SQ, en el mercado desde noviembre de 2007, una revista cuyo elenco de mangaka es realmente apabullante y que cuenta con una calidad, al menos gráfica, deliciosa. Sin duda alguna, se trata de una digna hermana mayor de la Shōnen Jump.
La verdad es que Watsuki parece ser el típico caso de mangaka cuya primera obra determina toda su carrera, ya que desde que consiguió el éxito indiscutible con Rurouni Kenshin ninguna otra de sus historias ha conseguido tener mucho éxito. Embalming, en mi opinión, no es ninguna excepción ya que, a pesar de estar muy bien dibujado, con el atractivo estilo de Watsuki, el argumento no acompaña mucho.
La acción de este manga transcurre en una Europa imaginaria de finales del siglo XIX, una Europa en la que Victor Frankenstein existió en la realidad y tuvo éxito en sus experimentos de crear un hombre artificial, el monstruo de Frankenstein. Así, en este mundo, la tecnología para crear estos seres (llamados “Frankensteins” en el manga) existe y es utilizada con cierta profusión. Al parecer, Embalming narra varias historias separadas que tienen que ver con los Frankensteins, aunque el tomo 1, que es el que me he leído, está casi íntegramente dedicado a una sola de estas historias, la de Fury Flatliner, un joven que de niño sufrió el ataque de un Frankenstein junto a su amigo Allen y que posteriormente es adoptado como sirviente por la familia Weiss junto a Allen.

En lo que se refiere a dibujo, Watsuki está evolucionando muy bien

A mí la historia me pareció más bien confusa y la verdad es que se me hizo pesada de seguir. No llega a estar mal y seguramente tendrá sus fans, pero no me pareció muy original ni especialmente bien narrado, aunque es cierto que el dibujo de Watsuki es muy atractivo y a los fans de su arte les encantará. Por cierto, al término de cada episodio se incluyen extensas notas de Watsuki sobre los personajes y el argumento, así como “conversaciones” entre los personajes en las que se aclaran varios aspectos sobre la cultura europea de finales del siglo XIX (desde el punto de vista de un traductor, una verdadera pesadilla XD). En definitiva, en mi opinión este es un manga más, en absoluto destacable, pero que debido a su temática de acción, su atractivo dibujo y el nombre de su autor, seguramente llegará a Europa y posiblemente gozará de una versión animada.

Dokaben

Thursday, February 19th, 2009
  • Título: ドカベン –Dokaben–
  • Autor: Shinji Mizushima
  • Editorial: Akita Shoten
  • Revista: Shōnen Champion
  • Años publicación: 1972-81
  • Clasificación: spokon, béisbol
  • Tomos: 48


Siempre había tenido curiosidad por Dokaben, una de las obras más representativas del manga de béisbol y una de las sagas de manga más longevas y con más tomos que existen, junto a los monstruos KochiKame y Golgo 13. Y es que aparte de esta primera serie, de 48 tomos, existen varias secuelas, y todas juntas de momento suman la friolera de 152 volúmenes. Se trata de Daikōshien (1983-87, 26 tomos), Dokaben Pro Yakyū-hen (1995-2003, 52 tomos) y Dokaben Superstars-hen (2004-en curso, 26 tomos y contando). ¡Ahí es nada! Y el caso es que Mizushima se ha dedicado casi siempre al manga de béisbol y también tiene otras obras famosísimas como Abu-san (1973-en curso, 92 tomos y contando) o Ikkyū-san (1975-77, 14 tomos), o sea que, contando otras obras menores que también van sobre béisbol, estamos hablando de unos 300 tomos o más, todos ellos sobre gente que va con bates y pelotitas. Os podéis imaginar, pues, que Mizushima es considerado el verdadero rey del manga de béisbol, ¿verdad?
Dokaben, sin embargo, sigue siendo tal vez su obra más representativa, con permiso de Abu-san, así que ni corto ni perezoso me puse a buscar como siempre el primer tomo aunque, eso sí -ya sabéis mi manía-, debía ser el de la edición original. No valían ni ediciones en tapa dura, ni de bolsillo, ni nada de eso, debía ser la original, tal y como se publicó por primera vez. Pues la verdad es que me costó, ¿eh? No fue nada fácil encontrar el tomo 1 y estuve tiempo buscando hasta que por fin di con él. Y aquí está.

¿Esto es un manga de béisbol? Por el tomo 1, nadie lo diría

Mi primera impresión al leer este tomo fue “¿de verdad esto es un famoso manga de béisbol?” porque la historia en su inicio se centra sobre todo en el judo y cualquiera pensaría que es una historia sobre judo en vez de béisbol. Claro que, sabiendo que 37 años más tarde tenemos 152 tomos de Dokaben en el marcado y que en casi todas sus portadas salen tíos jugando al béisbol, uno puede imaginar cómo evolucionará la historia.
El protagonista, al menos en este primer tomo, es Tarō Yamada, un chico grandullón y muy tranquilo que entra nuevo a un instituto dominado por Masami Iwaki, un matón enorme. El caso es que Yamada tiene un potencial enorme que solo unos pocos son capaces de ver: tiene una tranquila aura que le permite imponerse en ocasiones comprometidas y responder con agilidad a amenazas y retos. Aunque él, claro está, es de talante muy tranquilo y no quiere líos. Evidentemente, al enorme Iwaki no le gusta nada Yamada y empieza a meterse con él, pero cuando le levanta la mano se siente incapaz de hacerle nada. ¡La gota que colma el vaso, sin embargo, es cuando Yamada saca una enorme fiambrera a la hora del almuerzo, tan grande que supera a la de Iwaki, que hasta el momento se jactaba de ser el que traía la fiambrera más grande del instituto! Y de ahí viene el título del manga, ya que “Dokaben” es una manera dialectal de decir “fiambrera grande”. Menuda parida para un título, ¿no? ^_^
El caso es que, cuando los del instituto empiezan a ver que Yamada no es un cualquiera, empiezan a salir tíos que quieren ficharle para su club: el más insistente es Nagashima, el capitán del equipo de béisbol, que no para de tentarle a que se apunte a su club pero al final lo que hace Yamada es apuntarse al club de judo para ayudar a sus miembros a salir de un atolladero en el que se encuentran. No sé cómo sigue el manga a partir de aquí, pero imagino que finalmente convencen a Yamada a meterse en el club de béisbol y que la historia va avanzando hasta que consiguen imponerse en el campeonato nacional de institutos, el famoso “Kōshien”.
Dokaben marcó un antes y un después en el manga de béisbol, que en los años 70 estaba dominado por clones de Kyojin no Hoshi como Astro Kyūdan y demás obras en las que la fantasía en forma de “lanzamientos con súper efecto increíble” robaba el protagonismo al propio deporte del béisbol. Dokaben, al parecer, destaca porque pinta el béisbol de forma realista y evita deliberadamente los ataques fantasiosos. Una obra pues legendaria que con casi total seguridad se quedará sin salir de las fronteras de Japón.