El blog de Marc Bernabé

Shin’ya Shokudō (Comedor de medianoche)

Wednesday, June 13th, 2012
  • Título: 深夜食堂 –Shin’ya Shokudō– (Comedor de medianoche)
  • Autor: Yarō Abe
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Big Comic Original
  • Años publicación: 2006-?
  • Clasificación: seinen, alternativo
  • Tomos: 9 (en curso)

A veces apetece leer obras un poco más light, menos pretenciosas (no sé si es esta la palabra, pero ya me entendéis) que las que solemos leer: llenas de aventuras, misterios, emoción, impacto… A veces apetece disfrutar de algo sencillo pero entretenido, con carácter, que permita pasar un buen rato y simplemente, leer por el placer de leer. Pocas obras japonesas de este tipo han llegado a España. Estoy pensando en Yotsuba!, El dulce hogar de Chi y… No sé, poco más, ¿verdad? Creo que con estos dos ejemplos entendéis mucho mejor por dónde quiero ir.

Shin’ya Shokudō es una de estas obras. No nos narra grandes aventuras, ni tampoco tiene elementos impactantes ni cliff hangers, ni tampoco tiene esos visos pretenciosos y/o elitistas de muchas obras de corte alternativo, pero misteriosamente engancha como pocas y siempre consigue lo que debería ser el objetivo primordial de cualquier obra de cómic comercial: entretener al lector.

La obra nos presenta una tasca, aparentemente sin nombre (bueno, sí, en su cortina pone Meshi-ya, es decir, simplemente “Tasca”), conocida entre los parroquianos como “Shin’ya Shokudō”, es decir “Comedor de la madrugada”, debido a su peculiar horario: de 12 de la noche a 7 de la mañana. La tasca está situada en un barrio más bien sórdido, de esos en los que hay mucha vida nocturna (bares, locales de alterne, locales de prostitución, etc.), presumiblemente en la ciudad de Tokio. Su dueño es un hombre taciturno, que siempre va con un cigarrillo en la boca y tiene una notoria cicatriz en el ojo izquierdo que le da un aspecto de persona, digamos, con la que no te gustaría tener problemas. La carta de la tasca solo incluye “menú de sopa de cerdo” y bebidas alcohólicas como cerveza, sake y shōchū, pero el dueño siempre dice a los nuevos clientes que pidan lo que se les antoje, que si tiene los ingredientes a mano se lo preparará.

Una stripper que se pirra por el tarako pero que un día pide kimchi... ¿Qué habrá pasado?

Y así se desarrollan las historias autoconclusivas de este manga, que generalmente nos presentan cada vez un relato basado en uno de los pintorescos clientes que acuden a la tasca, entre los que se incluyen prostitutas, dueños de bares de transexuales, mafiosos yakuza, clientes de los distintos locales de la zona y, por supuesto, gente normal y corriente, de a pie, con sus historias del día a día: la gorda que es incapaz de adelgazar por mucho que haga dieta, el boxeador fracasado, el universitario que intenta sacarse su carrera y se enamora de una chica que trabaja en un local de alterne, etcétera. Todo ello amenizado por historias acerca de la comida (no en vano, el japonés es un pueblo extremadamente gourmet), a veces manjares poco frecuentes, pero la mayoría de las veces comidas muy sencillas, hechas con ingredientes normales y corrientes que se pueden encontrar en cualquier supermercado, que reivindican el valor de lo simple, lo casero, y lo de “toda la vida”, platos que tienen un valor sentimental muy superior al de su valor de mercado.

Son historias con muchísimo corazón, entrañables, que atrapan al lector y lo dejan con ganas de más.

Lo mejor

  • Historias deliciosas sobre la vida en general, narradas a través del filtro de la comida.
  • La típica obra que no es recomendable “devorar”, sino ir dosificando poco a poco, capítulo a capítulo, para saborearla como es debido.
  • Existe un dorama o serie de imagen real (muy exitosa) basado en este manga. Yo no lo conozco, pero si os pica la curiosidad siempre podéis intentar ver algún capítulo.
  • Yo no soy el único que dice que este manga tiene algo especial. No en vano, en el año 2010 fue galardonado con el Premio Manga Shōgakukan al mejor manga seinen y con el Gran Premio de la Asociación Japonesa de Dibujantes de Manga.

Lo peor

  • Puede parecer gafapasta, pero no lo es (tanto). No te dejes engañar.
  • El dibujo puede asustar a más de uno. Sin embargo, es perfecto para la temática del manga.

Mahō Shōjo Madoka Magica (Puella Magi Madoka Magica)

Thursday, June 7th, 2012
  • Título: 魔法少女まどか☆マギカ –Mahō Shōjo Madoka Magica– (Puella Magi Madoka Magica)
  • Autor: Magica Quartet (guión) / Hanokage (dibujo)
  • Editorial: Hōbunsha
  • Revista: Manga Time KR Comics
  • Años publicación: 2011
  • Clasificación: shōjo?, shōnen?, aventuras
  • Tomos: 3

No soy aficionado a las series de anime, la verdad, aunque ver alguna buena película animada sí me gusta de vez en cuando. Ya lo sabéis, lo mío es el manga. Aun así, estando en este mundillo uno no puede evitar estar más o menos informado sobre lo que “rompe” en el anime, y en 2011 no paraba de escuchar maravillas sobre Mahō Shōjo Madoka Magica, título traducido literalmente como Madoka Magica, la chica mágica, pero que cuyos autores han preferido adaptar su título internacional al latín: Puella Magi Madoka Magica.

El proceso habitual en el mundo del manganime, como estoy seguro que sabéis de sobra, es que cuando una serie de manga empieza a romper y a tener cierto éxito, algún estudio de animación adquiere los derechos para convertirlo en anime. Hay, por supuesto, algunas excepciones en las que el proceso es justamente el contrario (Evangelion, sin ir más lejos), y Madoka Magica se incluiría en estas, por lo que estamos ante una obra manga que no es original, sino una adaptación, con todos los pros y contras que esto tiene. En general, la obra original suele ser mejor que la adaptación posterior. En este caso no sé si es así, ya que no he visto el anime, pero el manga se aguanta perfectamente solo y tiene una calidad más que aceptable, tanto en el plano del dibujo como del guión.

Todos los que hablan maravillas de Madoka Magica insisten en que es una serie diferente, que da una vuelta de tuerca importante a un género tan manido como el de las magical girls, en el que los clones de Sailor Moon y Card Captor Sakura abundan por doquier. Y lo cierto es que el manga de Madoka Magica empieza de forma muy típica: la chica protagonista de repente se topa con ciertos elementos fantásticos, conoce a una chica que es capaz de transformarse, adquirir poderes (y, no lo olvidemos, un vestidito y una varita de lo más mono todo) y luchar contra el mal. Luego está la típica mascota de este tipo de series, un adorable bichito llamado Kyūbee que no para de sugerirle a Madoka que se haga chica mágica también, que a cambio de luchar contra los seres malvados podrá ver cómo se le concede un deseo, el que sea. Hasta aquí, nada fuera de lo normal…

¿La enésima serie de magical girls? No exactamente.

Pero llegamos al final del primer tomo y nos encontramos con el gran impacto que provoca el gran giro en la historia y rompe todos los esquemas que teníamos hasta el momento. La historia deriva entonces hacia un argumento básicamente de manga de magical girls, no digo que no, pero ya muy diferente, muy fresco, novedoso e impactante. De ahí que no sea capaz de clasificar este manga. Lo lógico sería decir que es un shōjo, pero… Tiene muchos elementos de shōnen y también, aunque parezca sorprendente, de seinen… No voy a decir gran cosa para no destripar argumentos a nadie, aunque los que hayáis visto el anime ya sabréis por dónde van los tiros.

Lo mejor

  • Un soplo de aire fresco en un género que parecía estancadísimo.
  • Buen dibujo, buen guión.
  • Tanto el anime como el manga tienen buenas posibilidades de llegar a España, ni que sea por su corta duración (12 episodios de anime, 3 tomos de manga).

Lo peor

  • Evidentemente, gustará a muchos pero también echará para atrás a otros. A mí, francamente, me ha costado mantener la atención ya que prefiero otro tipo de historias, aunque confieso que la escena del “gran cambio de enfoque” me sorprendió gratamente.

I Am a Hero

Thursday, May 10th, 2012
  • Título: アイ・アム・ア・ヒーロー –I Am a Hero–
  • Autor: Kengo Hanazawa
  • Editorial: Shôgakukan
  • Revista: Big Comic Spirits
  • Años publicación: 2009-?
  • Clasificación: seinen, zombis, gore
  • Tomos: 8 (en curso)

Esta es una de esas historias que conocí y leí, parcialmente, durante el largo “hiato” en el que había quedado sumido este blog hasta hace poco. Recientemente, la he retomado para ponerme al día y aprovecho para presentar esta reseña.
No es ningún secreto que, en los últimos años, el tema zombi está de moda en todo el mundo occidental. Japón, como no podía ser de otra forma, se ha apuntado también a la moda y el manga, como género, no está ajeno a ella. Ya conocemos el caso del inesperado gran éxito de Apocalipsis en el Instituto – Highschool of the Dead. Digo “inesperado” porque el guión de este manga es de lo peor que conozco, pero al parecer a la gente le gusta no tanto una historia mejor o peor, sino un dibujo con mucho gore y una cantidad indecente de “fan service” en forma de chicas de proporciones imposibles y ángulos forzadísimos para permitir la visibilidad de un trocito de braguita (panchira / braguita flash) o ya directamente la lencería entera, a saco.
I Am a Hero, el manga que nos ocupa, va también sobre zombis y es un manga atípico por varias razones. Para empezar, es tremendamente japonés. El protagonista, Hideo Suzuki, es un tipo bastante “rarito”, prototipo del otaku nipón. Con 35 años de edad, no demasiado agraciado físicamente (y tampoco es que se cuide especialmente), trabaja de ayudante de mangaka puesto que, como autor, nunca ha podido colocar una historia que durara más de dos tomos (el caso de su única obra). Eso sí, tiene novia, una chica también muy normalita que trabaja, como él, de ayudante de mangaka. Una de sus pocas aficiones, por cierto, es la práctica del tiro y para ello posee una escopeta de cartuchos, una auténtica rareza en un país, Japón, en el que la tenencia de armas está tremendamente regulada (Hideo posee, obviamente, el permiso de armas correspondiente).
En Japón parecen sucederse los casos de “gripe”. Hay bastante gente que se pone enferma sin razón aparente y que actúa de forma extraña, pero nadie le hace mucho caso a la epidemia. Un buen día, después de una larga jornada de trabajo, Hideo se dispone a ir a practicar el tiro con su escopeta y sale temprano de su casa. Antes, sin embargo, decide pasarse por el piso de su novia. Y allí se encuentra con que ella se ha convertido en una especie de monstruo violentísimo que se abalanza sobre él y trata de morderle. Tras un arduo forcejeo, Hideo consigue reducirla…

¡Cuidadín con los zombis!

De nuevo en la calle, Hideo encuentra a mucha gente con los mismos síntomas, que ataca sin mediar palabra a cualquiera que se le ponga a tiro y extiende consecuentemente la epidemia. Todo el mundo reacciona con extrañeza, pero nadie se plantea hacer nada más que intentar “llevar a los enfermos al hospital”. Nadie quiere asumir que tal vez están ante una especie de epidemia zombi, la policía nada puede hacer y las Fuerzas de Autodefensa japonesas, que por ley tienen absolutamente prohibido abrir fuego contra la población, están totalmente atadas de pies y manos. Incluso las bases americanas en suelo japonés quedan infestadas de zombis (a los que llaman ZQN).
A Hideo, bastante cobarde a pesar de su nombre (los kanji que componen su nombre se pueden leer “eiyû”, que significa “héroe” en japonés, de ahí el título I Am a Hero), le cuesta un montón asumir la nueva realidad y, a pesar de que es el único que realmente va armado, se resiste a usar su escopeta –va contra la ley, dice– hasta el punto de que no abre fuego hasta bien entrado ya el tomo 4.
Desde luego, un contraste brutal con las historias occidentales de zombis, en los que abundan las armas por doquier y los personajes “humanos” no dudan ni un instante en 1) asumir la nueva situación y 2) abrir fuego a lo bestia contra los zombis.

Lo mejor

  • El dibujo es espectacular, e incluye numerosas páginas con unas técnicas cinemáticas impresionantes. De lo más espectacular que he visto en el manga.
  • Una perspectiva muy “japonesa” de una historia zombi. ¡Al menos es diferente!
  • Si eres amante del gore, ¡este manga hará tus delicias! Hay sangre y vísceras a mansalva.

Lo peor

  • La acción tarda muchísimo en despegar. De hecho, sin ir más lejos, el primer tomo es una gran introducción y apenas ocurre nada.
  • Me parece poco creíble que a los japoneses les cueste tanto aceptar la situación y que reaccionen tan lentamente y mal ante la amenaza zombi. Resulta hasta irritante en ocasiones.
  • A veces el ritmo es muy lento.
  • Si eres detractor del gore, ¡evita este manga! Hay sangre y vísceras a mansalva.

3.11 Boku to Nihon ga furueta hi (11M – El día en el que Japón y yo temblamos)

Monday, April 30th, 2012
  • Título: 3.11僕と日本が震えた日 –3.11 Boku to Nihon ga furueta hi– (11M – El día en el que Japón y yo temblamos)
  • Autor: Miso Suzuki
  • Editorial: Tokuma Shoten
  • Revista: (webcomic)
  • Años publicación: 2011
  • Clasificación: seinen, documental
  • Tomos: 1

En mi último viaje a Japón, en marzo de este año, aproveché, cómo no, para pasear por varias librerías y husmear qué se cuece en el mundo del manga en estos momentos. Ya el primer día, para combatir el jet-lag (excusas…) fui a una de mis preferidas e hice varias compras (ver aquí). Me llamó la atención una pequeña sección dedicada a obras manga relacionadas con el desastre del 11 de marzo de 2011, ese terremoto de magnitud 9 que hizo temblar todo el noreste de Japón y que provocó un tsunami brutal que segó la vida de miles de personas en la costa de Tōhoku, y que también provocó gravísimos problemas en varias centrales nucleares, especialmente en Fukushima-1. Estuve mirando las varias historias presentadas allí y al final seleccioné esta que presento, que es la que me llamó más la atención.

Estamos ante una especie de documental en forma de manga, que fue publicado originalmente en internet y luego recopilado en libro, realizado por Miso Suzuki. En la franja publicitaria que acompaña al tomo se habla de Suzuki como “el gran maestro del cómic-reportaje”. Yo desconocía totalmente el nombre de este autor, pero un amigo japonés que vio el tomo cuando me lo compré sí lo reconoció por su actividad creativa en la revista geek Shūkan ASCII.

El manga, realizado sin ánimo de lucro (al parecer, los beneficios obtenidos por el autor serán donados a ONG que trabajan en tareas de voluntariado en las zonas afectadas), está estructurado en varios capítulos con una temática totalmente diferente cada uno. En ningún caso se trata de narrar lo que ocurrió (en principio, a estas alturas, lo sabemos todos) ni cómo ocurrió, sino las diferentes consecuencias que tuvo el triple desastre, tanto en las zonas directamente afectadas como en otras. Consecuencias, como descubriremos a lo largo del libro, sobre las personas, sobre la economía local y sobre la economía tanto de Japón como del mundo entero.

Sobre las consecuencias del terremoto, Suzuki nos habla por ejemplo de toda la gente que quedó afectada en la zona de la capital (Tokio y alrededores) el mismo día del desastre, que tuvo que volver a casa caminando durante horas debido al cierre por precaución del transporte público. O sobre los efectos en zonas tan cercanas a Tokio como Chiba, con áreas enteras en las que el subsuelo ha quedado tan afectado que muchísimas casas y edificios, algunos de ellos de nueva construcción, han sido declaradas inhabitables, con el grave problema que supone eso para tantas familias, muchas de ellas con hipotecas por pagar.

Sobre los efectos del tsunami, conocemos los problemas que tuvo que afrontar la industria editorial japonesa debido al arrasamiento de una importante factoría de papel o al corte de carreteras que interrumpieron los suministros durante semanas, por no hablar de almacenes inundados (bien por el tsunami, bien por la activación de los aspersores antiincendio) o palets de libros destrozados y caídos al suelo (con el consecuente aplastamiento de los libros, que los hace invendibles).

Consecuencias menos visibles del desastre: graves pérdidas para la industria editorial japonesa

Sobre la radiación, Suzuki dedica varios capítulos a insistir sobre cómo se mide la radioactividad de forma correcta, explicando con todo lujo de detalles el funcionamiento de los contadores Geiger (incluye por ejemplo una historia manga realizada por una especialista y que fue muy popular en internet durante la crisis nuclear: Cómo medir correctamente la radiación, que se puede leer y descargar (en japonés) aquí) y las diferentes máquinas de medición, lo que nos hace llegar a la conclusión de que no podemos hacer mucho caso de mediciones realizadas al tuntún por aficionados. Asimismo, nos informa sobre el efecto de la radiación sobre el medio ambiente en general y sobre los productos alimentarios (verduras, ganado, pesca…), y también hace llegar a la conclusión de que, en general, es perfectamente seguro consumir productos no ya solo japoneses, sino también de la zona afectada (siempre, claro está, que se realicen controles periódicos y exhaustivos por si acaso).

Y todas estas informaciones no nos las da porque sí, desde su punto de vista personal, sino que, como buen autor de documental, narra los encuentros con diferentes especialistas que dan sus opiniones y deja al lector llegar a sus propias conclusiones.

Interesantísimo reportaje en forma de manga, sin duda un género más, el del documental, en el que el cómic se revela como un medio de comunicación tan válido como cualquier otro.

Lo mejor

  • Se aprende un montón.
  • Es ameno y las explicaciones sobre física se siguen mucho mejor con “dibujitos” de por medio.
  • Presenta problemas derivados del triple desastre que a priori quedaron en un segundo o tercer plano, pero que igualmente afectan a miles de personas.
  • El documental, un género más en el que el cómic puede desempeñar un gran papel.

Lo peor

  • En algunas ocasiones se revela como demasiado “localista”, lo que hace el libro poco exportable.

Kami-sama no iu toori (Tal como dice Dios)

Thursday, April 26th, 2012
  • Título: 神さまの言うとおり –Kami-sama no iu toori– (Tal como dice Dios)
  • Autor: Muneyuki Kaneshiro (guión) y Akeji Fujimura (dibujo)
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Bessatsu Shōnen Magazine
  • Años publicación: 2011-?
  • Clasificación: shōnen, seinen, survival, gore
  • Tomos: 3 (en curso)

Como comprenderéis al ver la portada de este manga, en la que sale un muñeco Daruma, y siendo yo el co-responsable de una empresa de traducciones que se llama así, no podía evitar adquirir este tomo por pura curiosidad malsana. ¿Qué narices tiene que ver un amuleto como el Daruma en una historia manga? Como sabréis, el Daruma es un muñeco sin brazos ni piernas basado en la figura del santo budista Bodhidharma. Cuando compras uno de estos muñecos, vienen sin los ojos pintados. Entonces se trata de pintar un solo ojo mientras pides un deseo. Si tu deseo se cumple, entonces puedes pintar el otro ojo. Hay sin embargo otra cosa relacionada con el Daruma en Japón: el juego que aquí llamamos “el escondite inglés”.

Cuando aquí jugamos al escondite inglés, el que “pringa” debe ponerse de espaldas y cantar “un, dos, tres, el escondite inglés” antes de girarse repentinamente hacia los demás jugadores, que deben quedarse paralizados. Si cualquiera de los jugadores se mueve, queda descalificado. El juego termina bien cuando todos los jugadores han quedado descalificados, bien cuando uno de ellos llega a tocar al que “la lleva” sin que este le pille en movimiento. En Japón, la canción “un, dos, tres, el escondite inglés” es daruma-san ga koronda (el señor Daruma se cayó), como seguramente sabrás si has visto la película El verano de Kikujirō (¡¡¡y si no la has visto, ya estás tardando!!!). El muñeco Daruma en la portada de este manga figura allí precisamente por esta segunda acepción.

Kami-sama no iu toori empieza presentándonos la aburrida vida del protagonista, Shun Takahata, un chico cualquiera que va a un instituto cualquiera y que básicamente ve los días pasar. Sin embargo, a las pocas páginas empieza repentinamente la acción: la cabeza del profesor vuela por los aires, desintegrada, en medio de una explosión de sangre, y aparece un muñeco Daruma encima de la mesa que se gira y empieza a entonar la tonadilla daruma-san ga koronda… Al terminar de cantar, el Daruma se gira y vuela la cabeza de todos los alumnos que se mueven. Nadie sabe qué está ocurriendo ni por qué, y al principio reina el desconcierto y muchos tratan infructuosamente de escapar (las puertas y ventanas están perfectamente cerradas), lo que provoca que el bicho extermine a la mayor parte de la clase hasta que el delegado se da cuenta de que en la espalda del muñeco hay una inscripción que dice “si aprietas el botón, (esto) se acaba”. Los pocos supervivientes deciden pasar a la acción hasta que solo Shun consigue pasar la prueba.

(Daruma-sa)NGAKORONDA!!!

Inmediatamente después, Shun recibe órdenes de dirigirse al gimnasio, donde se encuentra con otros 15 supervivientes (uno por cada clase del instituto). Al parecer, la prueba consiste en “ponerle el cascabel al gato”. Cuentan con un cascabel del tamaño de un balón de baloncesto y varios trajes de ratón, que en principio deben ponerse… Entonces aparece el gato, un gigantesco muñeco maneki-neko (gato de la suerte, de esos que se ven tanto actualmente en los bazares chinos, de los que menean el brazo) que va aplastando despiadadamente a los desconcertados chavales…

¿A qué es debido todo eso? ¿A santo de qué aparecen estos seres? ¿Por qué deben enfrentarse a estas sangrientas pruebas? Nada de ello de nos cuenta, lo que aumenta la sensación de WTF y de “menuda fumada, pero mola un montón” similar a la que siente uno cuando lee obras como Gantz.

El título por cierto se traduce literalmente como Tal como dice dios, pero se puede entender como Los designios de dios (o de los dioses), Obedecer a dios, etc. El título (o subtítulo, no queda claro) en inglés que se nos ofrece, aparentemente sin relación alguna, es From the New World. Por cierto, no confundir con un manga del género shōjo con el mismo título, por Ao Mimori, ni con otro de tiras de 4 viñetas, también con el mismo título, de Aki Konishi.

Lo mejor

  • Muy adictivo.
  • Sensación WTF muy interesante.
  • Recuerda a Gantz.

Lo peor

  • El dibujo es mejorable. No es malo, pero tampoco se puede decir que sea excelente.