El blog de Marc Bernabé

Nueva licencia: Nonnonbaa

Monday, November 2nd, 2009

Este fin de semana, casi sin hacer ruido ni con estrepitosos anuncios oficiales, ha saltado como quien no quiere la cosa, en la web de la editorial Astiberri, una noticia increíble para los aficionados al cómic en general y a los amantes del buen manga en particular:  la licencia por parte de esta editorial vasca de la gran obra Nonnonbaa to ore (NonNonBa) del no menos grande Shigeru Mizuki.

Así pues, como hago siempre que se licencia en España una obra que previamente he reseñado en este blog, la incorporo a la lista de “Mangas licenciados” de la derecha y os recomiendo que volváis a leer la reseña que hice en su día.

Recordemos que en el año 2007 esta obra ganó ni más ni menos que el Premio al Mejor Álbum del Festival de Angoulême, el primer y hasta la fecha único cómic japonés en obtener este prestigiosísimo galardón. En este año 2009, Mizuki ha repetido premio (esta vez con el Premio esencial patrimonio) en Angoulême con Sōin Gyokusai se yo (Operación Muerte), que también anuncia Astiberri para el año que viene (esta no la he leído aún, pero tiene una pinta fabulosa). No hace falta decir que estamos ante una obra más que genial y que personalmente recomiendo encarecidamente. ¡No os la perdáis cuando salga en algún momento del año que viene!

Nonnonba1

Virgin Kinku (Tabú virgen)

Tuesday, October 27th, 2009
  • Título: ばあじん禁句 –Virgin Kinku– (Tabú virgen)
  • Autor: Kei Sakyô
  • Editorial: Sun Shuppan
  • Revista: ???
  • Años publicación: 1984
  • Clasificación: hentai
  • Tomos: 1

virginkinku1

Hay una tendencia muy clara en lo referido a los estudios o los comentarios sobre manifestaciones de cultura popular de obviar la parte más sórdida y sexual de ellas. Me explico: un crítico de cine comentará la última de la Coixet, así como también la de Peter Jackson, pero raramente se parará a ni siquiera tener en cuenta la última cinta protagonizada por Nacho Vidal o Silvia Saint; es más, seguramente ni sabrá que existe ni tampoco la verá. Lo mismo con el cómic: hablamos de Robert Crumb y de Akira Toriyama, pero nunca de aquella divertida historieta porno publicada en Kiss Comix. (Creo que hay una sola excepción, sin embargo: mi colega y amigo Hernán Migoya, que el tío no se corta un pelo en reconocer su gusto por lo más sublime del cine, el cómic o lo que sea, así como también por lo más chabacano; y si no, visitad asiduamente su Comicsario y lo veréis XD).

En fin, yo tengo una filosofía, y es que cuando uno quiere estudiar algo, debe hacerlo desde todos los ángulos. Ya he dicho alguna vez que a mí, la verdad, el porno no me interesa como material de lectura/visión. Pero no olvido que una parte muy importante del manga es pornográfico, y de hecho hay cifras que hablan de que más de un 20% de todo el manga que se publica en Japón es seijin muke (“para adultos”; aquí lo llamamos hentai). Así, como “estudioso del manga” que intento ser, de vez en cuando me intereso por obras de este tipo. ¿Cómo voy a obviar una porción tan enorme de lo que es manga? (Además, por cierto, los pocos posts sobre hentai que he puesto en este blog son los que“curiosamente” más visitas globales tienen, así que con este post me ganaré varios miles más de visitantes XD…)

Francamente, después de leer u hojear algunos tomos de lo que se publica en los últimos años (diría que desde los años 90) en Japón, y de meterme en tiendas de lo más sórdido y espeluznante en Akihabara o Nipponbashi, puedo decir que el manga hentai actual me parece poco menos que repugnante. Mujeres con pechos descomunales, semen y fluido vaginal por todas partes, posturas de acróbata descoyuntado, caderas grotescas, miembros imposibles… Bastante asqueroso, la verdad (algún día comentaré alguno de estos manga y veréis a lo que me refiero).

Sin embargo, sobre todo gracias a haber conocido al encantador autor de hentai manga Chiyoji (como explico en la reseña de Naked Star), pude tener acceso a obras anteriores a este período, creadas en los albores de la historia del manga pornográfico, que yo sitúo sobre los años 70 (algo que corrobora la Wikipedia japonesa, como compruebo ahora mismo), algunas dibujadas por el propio Chiyoji, otras realizadas por otros autores.

¿Es bonito o no este estilo de dibujo?

¿Es bonito o no este estilo de dibujo?

En aquel momento, durante los años 70 y buena parte de los 80, el estilo de dibujo en el manga pornográfico era eminentemente realista: es decir, estilo gekiga. Francamente, pura belleza hecha manga. Tengo algunas historias dibujadas por Chiyoji en aquella época (incluso páginas originales que me regaló) y son para babear sin parar de lo absolutamente bonitos que son los dibujos. Alguna vez, en mis habituales “razzias” por librerías de segunda mano, he encontrado manga pornográfico de los años 70 y 80, y el problema es que están bastante cotizados en comparación con otros tomos de manga de la misma época. No son baratos, para que nos entendamos, pero por curiosidad y afán de coleccionista alguna vez he adquirido alguno. Virgin Kinku, el tomo que comento en esta ocasión, es uno de ellos.

Como ocurre con la mayoría de las historias hentai que he leído, este tomo se compone de varias historias autoconclusivas, en este caso en concreto, 14 de ellas. Algunas resultan bastante repulsivas desde el punto de vista occidental (violaciones en las que la mujer acaba gozando y enamorándose del violador y cosas así –una temática desgraciadamente bastante presente en el hentai, por cierto–), pero otras son bastante curiosas e incluso divertidas. Una característica del hentai de los 70 y los 80, por cierto, es que muchas de las historias, a pesar de ser pornográficas, tienen un alto grado de humor y la verdad es que te ríes con ellas. Si no, probad a leer alguna de las obras de Chiyoji editadas en España por La Cúpula y me diréis.

Como no podía ser de otra manera, Virgin Kinku tiene un dibujo muy bonito y muy realista: las mujeres son verdaderas mujeres japonesas, sin pechos descomunales (más bien pequeñitos pero adorables) y en general muy agradables a la vista. Nada que ver con el horrible y exagerado “estilo anime” que se usa en la actualidad en las obras hentai.

A propósito de la censura, como seguramente sabéis Japón tiene una legislación que prohíbe la obscenidad: no se pueden mostrar los genitales. Así, las películas porno llevan un “mosaico” encima de la acción y en el manga se tapa inteligentemente con varias estrategias la parte “ofensiva”. Además, hasta 1993 también estaba prohibido mostrar vello público… Últimamente, sin embargo, los autores y las editoriales de manga se pasan bastante por el forro esta legislación y simplemente ponen una pequeña “tira” encima de los genitales, una tira que apenas tapa absolutamente nada. Virgin Kinku, como obra de los 80 que es, no muestra genitales ni tampoco vello púbico, lo que da para mucho juego de “enseño pero no enseño” y estrategias muy inteligentes y sugerentes de mostrar lo que no se puede mostrar, como por ejemplo usando juegos de sombras o metáforas (un enorme tronco impactando en una puerta… cosas así). Por cierto, como curiosidad, en la obra de Chiyoji publicada en España se ha contratado a un dibujante español para que dibuje los penes y las vulvas con todo su esplendor, algo que Chiyoji observó divertido durante su visita.

Podría extenderme aún más en el tema del hentai, por ejemplo hablando de la revolución que han supuesto los cómics porno para teléfonos móviles en Japón, pero de momento prefiero aparcarlo aquí. En otra ocasión prometo extenderme sobre este tema tan curioso e interesante.

Homenaje a Yoshito Usui

Monday, October 26th, 2009

Post regulero para informaros de que esta misma tarde, a las 19.30 horas, voy a dar una conferencia-homenaje en honor al recientemente fallecido Yoshito Usui, autor de Shin Chan. ¡Espero veros por allí!

También podéis leer el PDF oficial informativo de Casa Asia, aquí.

Dónde: Casa Asia (Diagonal, 373, Barcelona). Auditorio Tagore
Cuándo: Lunes 26 de octubre, 19.30 h

homenaje

Aprovecho también para informar de otros actos en los que participaremos en las próximas semanas y que están indicados en la agenda que hay en la barra de la derecha.

Durante el XV Salón del Manga:

  • Habrá una exposición dedicada a Yoshito Usui en la que podréis ver parte de mi propia colección de cosas relacionadas con Usui y/o Shin Chan.
  • Habrá una mesa redonda que moderaré yo mismo, el viernes a las 11.30, y en la que también estarán Carles Santamaria (director del Salón), Antonio Martín (especialista en cómic y primer editor de Shin Chan en España allá en 1996) y Meritxell Gratacós (responsable de Shin Chan en Luk Internacional, licenciataria de la serie de animación y merchandising).
  • Habrá una breve pero intensa presentación de todo el proyecto “…en viñetas”, que damos de momento por concluida después de 4 libros de Japonés en viñetas y 3 libros de Kanji en viñetas. Y, por supuesto, tendremos un recuerdo muy especial para nuestro querido y malogrado Alberto “Tenchi” Aldarabí.
  • Habrá una mesa redonda sobre visitar Japón, auspiciada por el Consulado del Japón en Barcelona, y en la que mi compañera Verònica Calafell (y otras dos ponentes) nos dirá todo tipo de trucos y recomendaciones.

El día 21 de noviembre, (sábado):

  • Presentación en FNAC Triangle (BCN) de la serie Kanji en viñetas, con nuestro recuerdo a Alberto Aldarabí.

Child Planet

Friday, October 23rd, 2009
  • Título: チャイルド☆プラネット–Child Planet–
  • Autor: Issei Eifuku (dibujo) / Kentarō Takekuma
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Young Sunday
  • Años publicación: 1996-97
  • Clasificación: seinen, apocalíptico
  • Tomos: 7


childplanet1

Issei Eifuku es el guionista de Takemitsu Zamurai – El samurái que vendió su alma (Ediciones Glénat), y como tal nos visitará durante este próximo XV Salón del Manga como autor invitado (junto al genial dibujante Taiyō Matsumoto). Si te pones a investigar un poco sobre su figura, que es algo que he estado haciendo estos días para prepararme para ser el intérprete de él y Matsumoto durante el Salón, descubres que su carrera empezó en realidad no como guionista, sino como ayudante del propio Matsumoto. Ayudante de dibujo, se entiende: uno de esos “negros” que se dedican a dibujar los fondos, entintar, poner tramas y demás en las obras de manga de los dibujantes consagrados. Y como puedo comprobar, efectivamente, y como ya comenté en la reseña de GoGo Monster, Eifuku figura como ayudante en los créditos.

Sin embargo, como hacen tantos ayudantes, Eifuku también “salió del nido” y probó suerte como autor; en esta faceta, consiguió publicar varias obras que han sido recopiladas en unos cuantos tomos. Sin embargo, resulta curioso que la obra que mejor parece haber funcionado (al menos, la única–aparte de Takemitsu– que se menta como “más representativa” de Eifuku en las varias fuentes que he consultado) es Child Planet, ¡que está guionizada por un autor llamado Kentarō Takekuma (famoso crítico de manga, por cierto)! Pongo las exclamaciones porque realmente me sorprende esta inversión de papeles: un guionista tan absolutamente brillante como Eifuku haciendo de dibujante para otro guionista… ¡El mundo al revés!

La conclusión a la que he llegado tras leer el tomo 1 de los 7 de los que consta Child Planet es que me alegro mucho de que Eifuku haya conseguido destaparse como guionista genial y que por fin haya logrado el éxito con Takemitsu (que será su obra más larga, ya que el tomo 7 de Takemitsu está a punto de salir en Japón y aún sigue abierta, por lo que superará a Child Planet). Y lo digo porque como dibujante resulta… Bueno, digamos que más bien es del montón tirando hacia abajo, aunque se le nota cierta influencia de Matsumoto (que no resulta suficiente).

¡Que se mueran los adultos!

¡Que se mueran los adultos!

El argumento es el típico postapocalíptico: ocurre un gran desastre y los supervivientes tienen que espabilarse. En este caso, es un poco El señor de las moscas meets Dragon Head. El manga empieza fuerte, con unos escolares enterrando e incinerando a los profesores de su escuela, que están todos muertos. Poco después, el flash forward termina y se inicia la historia en sí, en la que vemos que por la acción de un virus o gas venenoso los adultos se vuelven locos y poco después mueren vomitando sangre, con lo que solo los niños y jóvenes quedan en pie. Accidentes, destrucción, persecuciones, sangre, más destrucción, más sangre, más violencia…

Las similitudes con Dragon Head de Minetarō Mochizuki son bastante importantes, hasta el punto de que, viendo la fecha de edición (empezó en 1996, mientras que Dragon Head es de 1995), uno puede llegar a sospechar aquello que he dicho más de una vez de la “copia” entre editoriales: si una obra tiene éxito, otra editorial contraataca con una obra similar (caso de Say hello to Black Jack vs. Team Medical Dragon, Rurōni Kenshin vs. Samurai Deeper Kyō, etc.), y Dragon Head es de Kōdansha mientras que Child Planet es de su gran rival editorial, Shōgakukan. Por si fuera poco, el estilo de dibujo de Eifuku se parece bastante al de Mochizuki.

Lo que sí es cierto es que ambas obras son muy de su tiempo. Dragon Head, curiosamente, tuvo el mérito de adelantarse (por solo días) al Gran Terremoto de Hanshin, así como al ataque terrorista con gas sarín en el metro de Tokio perpetrado por la secta Aum Shinrikyō, dos sucesos que calaron muy hondo en la conciencia colectiva de los japoneses. Precisamente por este componente “clarividente” resulta interesantísimo Dragon Head, mientras que Child Planet, posterior a todo esto, parece ser una respuesta más bien oportunista y aprovechada. Aun así, resulta interesante para captar, aunque sea de soslayo, el miedo a los grandes desastres y al terrorismo vírico o con gases que azotó a los japoneses durante la segunda mitad de los años 90. Por cierto, está bien analizar las obras manga dentro de su contexto, ¿verdad?

En resumen, Child Planet me ha parecido una obra bastante del montón, aunque entretenidilla, y si alguna vez tengo la oportunidad de leerla entera no me importará dedicarle unas horas. No en vano las historias apocalípticas me gustan bastante, y me he quedado intrigado por saber cómo se espabilarán los chavales en un mundo sin adultos.

Lo mejor

  • ¡Apocalipsis! ¡Destrucción! ¡Catástrofe!
  • Una obra muy de su tiempo e interesante para observar la psique de los japoneses de la época.
  • Que Eifuku haya descubierto su faceta de guionista genial y haya aparcado los lápices.

Lo peor

  • Guión bastante manido.
  • Dibujo más bien tosco.

GoGo Monster

Wednesday, October 21st, 2009
  • Título: GoGo モンスター –GoGo Monster–
  • Autor: Taiyō Matsumoto
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista:
  • Años publicación: 2000
  • Clasificación: seinen
  • Tomos: 1

gogomonster1

Al igual que hice el año pasado, inicio una pequeña rueda de reseñas de obras relacionadas con los autores invitados al Salón del Manga, aunque este año parece que al final nos quedaremos “solo” con Taiyō Matsumoto e Issei Eifuku, que llegan para presentar Takemitsu Zamurai – El samurái que vendió su alma (Matsumoto dibuja y Eifuki guioniza). Y digo “solo” entre comillas porque ¡vaya par de autorazos tenemos, señor! La lástima es que en España son muy desconocidos y seguramente pasarán más bien desapercibidos, pero es mi modesta misión intentar que, desde este humilde blog, se conozcan un poco mejor.

Aunque no le hago ascos a nada en el manga (considero que como “experto” que quiero llegar a ser algún día debo catar un poco de todo), tengo que decir que el manga alternativo, comúnmente conocido como “gafapasta”, me cuesta bastante de digerir. Afortunadamente, mi cabezonería y postura anticierre de miras me ha permitido superar bastante esta barrera y conocer a obras y autores “gafapastas” que han llegado a gustarme muchísimo y a convertirse en indispensables en mi biblioteca (como Yoshiharu Tsuge, mi adorado Usamaru Furuya, Yoshihiro Tatsumi, En la prisión de Kazuichi Hanawa, Diario de una desaparición de Hideo Azuma…). Taiyō Matsumoto es uno de esos autores que, de buenas a primeras, me causa ciertas reticencias, y de hecho hasta hace muy poco no he podido valorarlo como se merece.

Solo tengo una obra de Matsumoto en mi biblioteca (aparte de Tekkon Kinkreet y Takemitsu Zamurai, que no cuentan para este blog porque se han editado en España, ambas por Glénat), y la compré por… Bueno, por aquello por lo que muchos acabamos comprando cosas, ¿no? Simplemente porque me encantó el diseño del libro. Sí, por nada más que eso. Es que cuando vi este libro en la tienda, con su caja de cartón protectora, su tapa dura, sus cantos teñidos de rojo (¡y con la tinta roja trazando un dibujo!), etcétera, no pude resistirme. No es la primera vez que digo que a mí me gustan los libros tanto por su contenido como por el propio libro, y si se trata de una edición tan excepcional como esta… Me cuesta resistirme.

Detalles de la magnífica edición, ¡una gloria!

Detalles de la magnífica edición, ¡una gloria!

Pues nada, mi edición es la 5ª, del 2001, por lo que imagino que compré GoGo Monster sobre aquel año. Lo leí, por supuesto, pero me pareció algo muy raro (aunque extrañamente atrayente) y nada, lo aparqué en mi estantería. Aparte de GoGo Monster, de Matsumoto no leí nada más durante varios años, pero sí vi algunas películas basadas en obras suyas (Aoi haru, que me pareció rara con ganas aunque me permitió descubrir la tremebunda música de los Thee Michelle Gun Elephant; y Ping Pong, una especie de Shaolin Soccer versión ping pong que me gustó bastante, y en cuya banda sonora figuran los geniales Supercar). Pero hace un par de años, sin embargo, salió la peli de Tekkon Kinkreet, que me dejó fascinado por su derroche de colorido e imaginación, y posteriormente Glénat me encargó traducir el manga en el que se basa esta película.

Tekkon Kinkreet, el manga, me gustó, pero no me llegó a fascinar; de hecho, por una vez (y sin que sirva de precedente), creo que me gustó más la versión animada que la original en manga. Y es que es una grandísima película, y el color que tiene hace que gane muuuuchos enteros. Pero, ¡ay! cuando Glénat licenció Takemitsu Zamurai… Tengo que decir que mi visión sobre Matsumoto ha cambiado completamente. ¡¡Qué maravilla de obra!! Estoy impresionado con Takemitsu, por su estilo de dibujo rarísimo (poco que ver con el resto de la obra de Matsumoto, por cierto) pero increíblemente atractivo, y por su extraño y etéreo guión, que contiene una extraña aura que te atrapa y te sumerge en la historia. La pena de Takemitsu es que, por su dibujo y su extraño guión, me temo que será la típica obra que será ensalzada por cuatro gafapastas, entre los que me incluyo, pero que pasará totalmente desapercibida ante las masas. Desde aquí, un llamamiento: si os gusta el manga… ¡Qué coño!, el propio arte del cómic en general, ¡tenéis que comprar Takemitsu Zamurai! De verdad, qué obra de arte; pocas veces he leído yo algo con una esencia tan increíble. Es como si el propio cómic tuviera alma.

En fin, como siempre, me estoy yendo por las ramas. Esta es la reseña de GoGo Monster, una obra que fue publicada directamente en forma de tomo en el año 2000 pero en la que Matsumoto estuvo trabajando durante dos años. Por cierto, pocos saben que Issei Eifuku, el guionista de Takemitsu, fue ayudante de Matsumoto antes de salir de las catacumbas gráficas para brillar en el campo de la guionización: de hecho, en GoGo Monster figura Eifuku como ayudante. El caso de GoGo Monster es realmente extraño, ya que no es muy habitual que los manga se publiquen directamente en tomo sin haber sido serializados en ninguna revista.

Bienvenidos al onírico mundo de Matsumoto-sensei

Bienvenidos al onírico mundo de Matsumoto-sensei

En fin, esta es la historia de Yuki Tachibana, un extraño chaval que estudia primaria y es el típico “tío raro” de la clase. Siempre está solo y afirma poder “sentir” la presencia de misteriosos seres que pueblan el colegio al que va y que a veces hacen alguna que otra perrería. A lo largo de las páginas, la evidente evolución de Yuki, en la que el nuevo estudiante recién llegado Makoto Suzuki y el inteligentísimo pero prácticamente autista Sasaki (al que apodan “I.Q.” por su gran inteligencia, aunque siempre lleva la cabeza tapada con una caja de cartón) tienen un papel fundamental. Y es que, a media que se va haciendo mayor, Yuki va perdiendo la capacidad de sentir a estos seres, en especial a su líder, un ser al que él llama “Superstar”.

Este manga me parece una evidente metáfora del proceso de hacerse mayor y de pérdida de la inocencia (creo, que ya os digo que esto del tema gafapasta no va mucho conmigo y en general me cuesta analizar obras de este tipo con cierta profundidad –que igual luego resulta que preguntas al autor y no tienen ninguna profundidad en especial, pero bueno, ya me entendéis–). En todo caso, el manga se deja leer muy bien y, como ocurre con las obras de Matsumoto, contiene cierta “esencia” que se queda en el lector y le hace plantearse cosas, un poco como ocurre con las obras de Yoshiharu Tsuge (ver El hombre sin talento). El dibujo, con el estilo “alternativo” y realmente “poco manga” del Matsumoto pre-Takemitsu, resulta también extraño pero muy acorde a la historia.

En definitiva, GoGo Monster me parece una obra imprescindible para los fans de Matsumoto… Unos fans que, mucho me temo, no son demasiados en España, por lo que tal vez sea un poco complicado verla editada por aquí al menos a corto o medio plazo (y ojalá me equivoque).

Lo mejor

  • Historia extraña pero absorbente.
  • Un dibujo de corte alternativo y “feísta”, pero muy acorde con el argumento.
  • La propia edición física del libro, ¡qué maravilla!
  • Las bocas llenas de dientes que dibuja Matsumoto. XD

Lo peor

  • Para paladares muy (demasiado) selectos. Demasiado “gafapasta” para resultar rentable en España.
  • A veces se pasa un poco de esotérico.

AUTOBOMBO

¡No olvides que esta tarde, a las 19 h, vamos a presentar la serie Kanji en viñetas en Casa del Llibre BCN (Psg, Gràcia, 62)! ¿Nos vemos allí?